Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
así alumbre vuestra luz. Pro 4:18; Isa 58:8; Isa 60:1-3; Rom 13:11-14; Efe 5:8; Flp 2:15, Flp 2:16; 1Ts 2:12; 1Ts 5:6-8; 1Pe 2:9; 1Jn 1:5-7.
para que vean vuestras buenas obras. Mat 6:1-5, Mat 6:16; Mat 23:5; Hch 9:36; Efe 2:10; 1Ti 2:10; 1Ti 5:10, 1Ti 5:25; 1Ti 6:18; Tit 2:7, Tit 2:14; Tit 3:4, Tit 3:7, Tit 3:8, Tit 3:14; Heb 10:24; 1Pe 2:12; 1Pe 3:1, 1Pe 3:16.
y glorifiquen. Isa 61:3; Jua 15:8; 1Co 14:25; 2Co 9:13; Gén 1:24; 2Ts 1:10-12; 1Pe 2:12; 1Pe 4:11, 1Pe 4:14.
a vuestro Padre. Mat 5:45; Mat 6:9; Mat 23:9; Luc 11:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Así alumbre vuestra luz: Mientras que la sal afecta pasivamente su entorno para bien, la luz debe ubicarse de forma apropiada para que glorifique de la mejor forma al Padre. Así como Jesús era «la luz del mundo»…«entre tanto que estoy en el mundo» (Jua 9:5), ahora el creyente toma ese lugar como la única «luz del mundo» para glorificar al Padre. El creyente no tiene luz propia; lo que tenemos es una luz reflexiva. En la medida que contemplamos la gloria del Señor, la reflejamos. Por lo tanto, necesitamos asegurarnos que nada se interponga entre nosotros y la luz del Señor (2Co 3:18; Flp 2:14-16).
EN CONTEXTO
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¿Ojo por ojo?
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Jesús parece poner algunas demandas rigurosas, aparentemente imposibles de cumplir: el pueblo de Dios nunca debe usar la fuerza en defensa propia (Mat 5:39); nunca debe entrar en un pleito (Mat 5:40); debe cumplir todo tipo de demandas (Mat 5:41); y debe prestar sin reservas (Mat 5:42). ¿Está Jesús hablando en serio?
En esta parte del Sermón del monte, el Señor se refiere al acto de justicia. Estaba aludiendo a la ley del AT. que trata la venganza pública. La ley limitaba los daños en los casos criminales a no más de la pérdida sufrida: «ojo por ojo» (Mat 5:38; Éxo 21:24, Éxo 21:25). Sin embargo, como se podría esperar, la gente tendía a justificar la venganza personal apelando a los mismos textos. A esto, nosotros le llamaríamos «tomar la ley en sus manos».
La moralidad de Jesús desafió aquello. Con seguridad, algunas circunstancias requieren resistencia y autodefensa. La ley aprobaba específicamente la autoprotección cuando aparentemente no había otro recurso (Éxo 22:2). Del mismo modo, Jesús mismo protestó cuando lo abofetearon (Jua 18:22, Jua 18:23).
Pero Él amonestó contra el uso innecesario de la fuerza, particularmente como revancha. En la autodefensa, la alternativa a la resistencia puede significar heridas o muerte. Pero, en venganza, uno hace daño a pesar de que el daño directo haya pasado. Una bofetada en la cara es un poco más que un insulto. No hay lugar a la violencia en respuesta a esto. Además, la venganza pertenece a Dios (Deu 32:35; Rom 12:19-21), quien a menudo utiliza a las autoridades gobernantes para llevarla a cabo (Rom 13:4).
A través de Mat 5:17-48, Jesús habla con duros contrastes y fuertes hipérboles (aseveraciones exageradas para dar énfasis). La clave para entender esta sección es mantener en mente la principal arremetida de su mensaje: el bien no el mal, la gracia no la venganza, el amor no el odio. Esa es la moral de Cristo.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
alumbre vuestra luz. Una vida piadosa brinda testimonio convincente del poder salvador de Dios. Esto lo glorifica. Cp. 1Pe 2:12.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
BRILLANDO PARA DIOS
Mateo 5:16
Que brille así vuestra luz delante de la gente, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el Cielo.
Aquí hay dos cosas de suprema importancia.
(i) La gente tiene que ver nuestras buenas obras. En griego hay dos palabras para bueno. Hay la palabra agathós, que simplemente define la calidad de una cosa como buena; y hay la palabra kalós, que quiere decir que una cosa es no sólo buena, sino también hermosa y atractiva. La palabra que se usa aquí es kalós.
Las buenas obras del cristiano tienen que ser no sólo buenas, sino también atractivas. Tiene que haber un cierto encanto en la bondad cristiana. La tragedia de mucho de lo que se considera bueno es que tiene un elemento de dureza y de frialdad y de austeridad. Hay una bondad que atrae, y una bondad que repele. Hay un cierto encanto en la verdadera bondad cristiana que la hace encantadora.
(ii) También tenemos que notar que nuestras buenas obras deben atraer la atención, no a nosotros, sino a Dios. Este dicho de Jesús es una prohibición total de lo que alguien ha llamado «bondad teatral.»
En una conferencia en la que estaba presente D. L. Moody había también algunos jóvenes que tomaban su fe cristiana muy en serio. Una noche tuvieron una vigilia de oración. Cuando llegaban de ella por la mañana se encontraron con Moody, que les preguntó qué habían estado haciendo. Se lo dijeron, y añadieron: «¡Señor Moody, vea cómo nos brilla el rostro!» Moody les contestó muy cortésmente: «Moisés no sabía que le relucía el rostro.» La bondad que es consciente, que llama la atención a sí misma, no es la bondad cristiana.
Uno de los historiadores antiguos escribió acerca de Enrique V después de la batalla de Agincourt: «Tampoco permitió que se hicieran canciones ni que las cantaran los juglares acerca de su gloriosa victoria; porque quería que toda la alabanza y la gloria y la acción de gracias se Le dieran a Dios.» El cristiano no piensa nunca en lo que él ha hecho, sino en lo que Dios le ha capacitado para hacer. Nunca trata de atraer las miradas de la gente, sino siempre en dirigirlas a Dios. Mientras las personas estén pensando en las alabanzas, las gracias y el prestigio que obtendrán por lo que han hecho, no han empezado todavía a recorrer el camino cristiano de veras.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Co 10:31; Efe 5:8-9; 1Pe 2:12.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
v 180 Efe 5:8; Flp 2:15; 1Pe 2:9
w 181 Jua 10:32; Jua 15:8; Efe 5:9
x 182 1Pe 2:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
buenas acciones. Estas son el resultado de la salvación por medio de Cristo Jesús, y no constituyen un requisito previo para obtener la salvación.
Fuente: La Biblia de las Américas
16 (1) Las buenas obras constituyen la conducta del pueblo del reino; por medio de tales obras los hombres pueden ver a Dios y ser conducidos a El.
16 (2) Glorificar a Dios el Padre es darle a El la gloria. La gloria es Dios expresado. Cuando el pueblo del reino expresa a Dios en su conducta y en sus buenas obras, los hombres pueden ver a Dios y darle gloria.
16 (3) El título vuestro Padre comprueba que los discípulos, quienes formaban el auditorio del nuevo Rey, eran hijos regenerados de Dios ( Jua_1:12 Gál_4:6).
16 (a) Isa_58:8 Isa_60:1 , Isa_60:3
16 (b) 1Pe_2:12
16 (c) Mat_9:8 ; Jua_15:8
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
glorifiquen… → 1Pe 2:12.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T72 Λαμψάτω parece que se usa como un aoristo de ingreso: que la luz de ustedes comience a brillar.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
g 1Pe 2:12.