Biblia

Comentario de Mateo 9:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 9:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (compárese 4:23) . 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas (14:14; 15:32; 20:34) ; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Eze 34:5) . Por eso, Jesús habla de “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (10:6). La figura de ovejas y pastores se usa a través del Nuevo Testamento (Luc 15:1-7; Jua 10:7-16; 1Pe 2:25; 1Pe 5:4; Efe 4:11), como también en el Antiguo Testamento (Sal 23:1-6; Isa 40:11). Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra, sobraron “pastores” (sacerdotes, levitas, ancianos, escribas, etc.), pero en realidad no hubo líderes responsables.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Mat 4:23, Mat 4:24; Mat 11:1, Mat 11:5; Mar 1:32-39; Mar 6:6, Mar 6:56; Luc 4:43, Luc 4:44; Luc 13:22; Hch 2:22; Hch 10:38.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Este versículo es muy similar al Mat 4:23. Al igual que Mat 4:23, lleva una sección a la conclusión y prepara al lector para un discurso; el Mat 9:35 hace lo mismo. Los milagros de Mat 8:1-34 y Mat 9:1-38 prueban que Jesús como Mesías es capaz de originar las condiciones del Reino. El próximo capítulo muestra a los doce enviados a proclamar la presencia del Rey y la cercanía del Reino.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

toda enfermedad y toda dolencia. Jesús desterró a la enfermedad en un despliegue de sanidad sin precedente alguno, dando una impresionante evidencia de su deidad, y haciendo que el rechazo de los judíos se hiciera aún más odioso. Vea la nota sobre Mat 12:15.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (compárese 4:23) . 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas (14:14; 15:32; 20:34) ; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Eze 34:5) . Por eso, Jesús habla de “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (10:6). La figura de ovejas y pastores se usa a través del Nuevo Testamento (Luc 15:1-7; Jua 10:7-16; 1Pe 2:25; 1Pe 5:4; Efe 4:11), como también en el Antiguo Testamento (Sal 23:1-6; Isa 40:11). Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra, sobraron “pastores” (sacerdotes, levitas, ancianos, escribas, etc.), pero en realidad no hubo líderes responsables.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA TRIPLE OBRA

Mateo 9:35

Jesús recorrió todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas y proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando toda dolencia y toda enfermedad.

Aquí tenemos en una sola frase la triple actividad que era la esencia de la vida de Jesús.
(i) Jesús era el Heraldo. El heraldo es el que trae un mensaje del rey: Jesús era el Que traía un mensaje de Dios. La función del heraldo es la proclamación de certezas; la predicación siempre debe ser la proclamación de certezas. Una iglesia no se puede nunca formar con personas que están seguras, como si dijéramos, por delegación. No debe ser el predicador el único que esté seguro. Los miembros también.

No ha habido nunca una época en la que esta certeza se necesitara más que en nuestro tiempo. Geoffrey Heawood, director de un gran instituto inglés, ha escrito que la gran tragedia y el gran problema de esta edad es que estamos en una encrucijada, y se han caído las señales.

Beverley Nichols escribió una vez un libro de entrevistas con gente famosa. Uno de los entrevistados fue Hilaire Belloc, uno de los más famosos católicos ingleses. Después de la entrevista Nichols escribió: » A mí me daba pena Belloc porque me parecía que había puesto por lo menos algunas de sus banderas en un asta equivocada; pero todavía me dio más pena de mí mismo y de mi propia generación porque sabía que no tenemos banderas de ninguna clase que poner en ningún asta.»
Vivimos en una era de incertidumbre, una era en la que la gente ha dejado de estar segura de nada. Jesús era el Heraldo de Dios, Que vino proclamando las certezas por las que viven las personas; y nosotros también debemos poder decir: «Yo conozco a Aquel en Quien he creído.»
(ii) Jesús era el Maestro. No basta con proclamar las certezas cristianas, y dejar así las cosas; también debemos poder mostrar la diferencia que aportan esas certezas para la vida y la conducta. La importancia y el problema de esto radica en el hecho de que enseñamos el Evangelio, no meramente hablando de él, sino viviéndolo. No es el deber del cristiano discutir el Cristianismo con los demás, sino más bien mostrarles lo que es el Cristianismo.

Un escritor que vivió en la India escribe lo siguiente: «Recuerdo un batallón inglés qué, como tantos otros, venía al culto en formación como era su deber, cantaba los himnos como quería, oía el sermón si le parecía interesante y pasaba de la iglesia el resto de la semana. Pero su labor de rescate en el tiempo del terremoto de Quetta impresionó de tal manera a un brahmán que pidió el bautismo inmediatamente, porque sólo la religión cristiana podía hacer que los hombres se condujeran de esa manera.»
Lo que le enseñó a aquel brahmán lo que era el Cristianismo fue verlo en acción. Para decirlo bien claro: nuestro deber no es hablarle a la gente de Jesucristo, sino mostrarles a Jesucristo. Se ha definido un santo como alguien en quien Cristo vive otra vez. Todo cristiano debe ser un maestro, y debe enseñarles a los demás lo que es el Cristianismo, no con palabras, sino con su vida toda.
(iii) Jesús era el Sanador. El Evangelio que trajo Jesús no se quedaba en palabras; se traducía en obras. Conforme vamos leyendo los evangelios vemos que Jesús pasó mucho más tiempo sanando a los enfermos, y alimentando a los hambrientos, y consolando a los afligidos, que meramente hablando de Dios. El traducía las palabras de la verdad cristiana en obras del amor cristiano. No seremos de veras cristianos hasta que nuestra fe cristiana desemboque en acción cristiana. El sacerdote habría dicho que la esencia de la religión es el sacrificio; el escriba, que la Ley; pero Jesucristo decía y mostraba que la esencia de la religión es el amor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Mat 4:23-24; Mar 1:34; Luc 7:21.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— en las sinagogas judías: Lit. en las sinagogas de ellos: ver nota a Mat 4:23.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Obreros para la mies (cf. Mar. 6:34; Luc. 10:2). Este breve pasaje sirve de puente entre el relato del ministerio de Jesús en los caps. 5-9 (resumido en el v. 35) y la extensión de ese ministerio a sus discípulos en el cap. 10. La necesidad era demasiado grande para cumplirla Jesús solo, así que pidió ayuda a algunos de sus seguidores más íntimos. La base de esta misión era la compasión, una palabra fuerte para una respuesta emotiva que siempre da como resultado una acción de cuidado. Las imágenes de la palabra mies (como la de pescar en 4:19) sugieren también el llamamiento a ganar nuevos discípulos. Este es el interés de Dios, como Señor de la mies, y así que se puede apelar a él lógicamente para recibir a los obreros necesarios. Vale la pena notar que ¡los que recibieron el llamado a orar aquí, son enviados ellos mismos en el capítulo siguiente!

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “anunciando; pregonando”. Gr.: ke·rýs·son; lat.: praé·di·cans.

REFERENCIAS CRUZADAS

v 411 Mat 4:23; Luc 9:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

35 (1) Véase la nota 23 (2) del cap.4.

35 (2) Toda enfermedad y toda dolencia significa enfermedad espiritual.

35 (a) Mar_6:6 ; Luc_13:22

35 (b) Mat_4:23

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

sinagogas…Mat 4:23; Mar 1:39; Luc 4:44.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

BD150 El verbo compuesto περιάγω significa: recorrer por un área.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g 4.23; Mar 1:39; Luc 4:44.

Fuente: La Biblia Textual III Edición