Comentario de Miqueas 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Reúne ahora tus tropas, ciudad de tropas! ¡Nos han sitiado! ¡Con vara herirán en la mejilla al juez de Israel!
Rodéate ahora de muros, o agrúpate ahora en tropas. Deu 28:49; 2Re 24:2; Isa 8:9; Isa 10:6; Jer 4:7; Jer 25:9; Joe 3:9; Hab 1:6; Hab 3:16.
nos han sitiado. Deu 28:51-57; 2Re 25:1-3; Eze 21:21, Eze 21:22; Eze 24:2; Luc 19:43, Luc 19:44.
con vara herirán. Job 16:10; Lam 3:30; Mat 5:39; Mat 26:67; Mat 27:30; Jua 18:22; Jua 19:3; Hch 23:2; 2Co 11:20.
al juez de Israel. 1Sa 8:5, 1Sa 8:6; Isa 33:22; Amó 2:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El nacimiento del Mesías, Miq 5:1-3.
Su reino, Miq 5:4-7.
Su conquista, Miq 5:8-15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Rodéate ahora de muros: Aquí la referencia parece ser a los asaltos de los enemigos de Judá al pueblo de Dios antes de la derrota final.
Herirán en la mejilla: Un día los enemigos del Salvador lo golpearan a Él (Mar 15:19); pero en un día futuro, Él golpeará a todos sus enemigos (Apo 19:1-21).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
5. El Rey Vencedor.
El Salvador de Israel, nacido en Belén (1-6).
1 (14) Ahora rodéate de muros, Bet-Gader. Nos cercan, hieren con la clava las mandíbulas las tribus de Israel 2 (1) Pero tú, Belén de Efratá, pequeño entre los clanes de Judá, de ti me saldrá quien señoreará en Israel, cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy remota antigüedad. 3 (2) Por eso los entregará hasta el tiempo en que la que ha de parir parirá,y el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. 4 (3) Y se afirmará y apacentará con la fortaleza de Yahvé y con la majestad del nombre de Yahvé, su Dios, y morarán tranquilamente, porque entonces será grande hasta los confines de la tierra. 5 (4)Y así será la paz 2: cuando invada Asur nuestra tierra para hollar nuestros palacios, suscitaremos contra él siete pastores y ocho príncipes3, 6 (5) y regirán la tierra de Asur con la espada, la tierra de Nemrod con la espada desnuda. El nos librará de Asur cuando venga contra nuestra tierra para hollar nuestras fronteras.
El v.1 de la Vulgata es el v..14 del c.4 en el TM. El profeta parece contraponer dos situaciones: una de crisis, en que se halla Judá, y otra de liberación por efecto de un misterioso Libertador. El profeta quiere hacer un juego de palabras con el verbo hebreo, que traducimos por rodéate de muros, y así escoge Bet-Gader, localidad de Judá que será como el símbolo de la nación en peligro. Judá no debe desfallecer al verse rodeada de enemigos, sino que debe resistir, porque al fin saldrá victorioso. La crisis es momentánea, pues las tribus de Israel, ahora humilladas, volverán a recuperar su antiguo esplendor, porque Yahvé hará surgir un líder victorioso que será el libertador de sus compatriotas, el cual será oriundo de este reino de Judá ahora en peligro de desaparecer.
En efecto, de una de las localidades más modestas saldrá el que señoreará en Israel (v.2/1). Ese lugar, que ahora es considerado como pequeño entre los clanes de Judá, lleva el nombre de Belén Efrata o de los efrateos. Los habitantes de Belén procedían de Efratá, en la tribu de Benjamín, al norte de Jerusalén. De ahí que el profeta puntualice Belén de Efratá, sin duda para distinguirlo de otro Belén que estaba en el norte en la tribu de Zabulón4. Belén aparece aquí en paralelo con Bet-Gader, simbolizando al reino de Judá. De hecho sabemos que los habitantes de ambas localidades tenían un mismo antepasado, Caleb 5.
Se comprende así bien por qué escogió el profeta a Bet-Gader para simbolizar al reino de Judá en peligro, contraponiéndolo a la gloria inmensa que había de surgir de otra localidad de Judá, Belén de Efratá, la patria del que señoreará en Israel, que no es otro que el Mesías, como veremos después. Los rabinos judíos dijeron a Herodes, cuando fueron consultados, que Belén sería la patria del Mesías, citando el texto de Miqueas. San Mateo lo cita ad sensum, dando por cumplida la profecía, y así aparentemente parece en contradicción con el texto de Miqueas, pero en el fondo significa lo mismo. En Mat 2:6 se dice: “Y tú, Belén, de ningún modo eres pequeña entre los príncipes de Judá.” El evangelista se pone en la perspectiva de la profecía ya cumplida, y así, al citar el texto, constata que Belén ha dejado de ser pequeña para ser muy gloriosa. Miqueas, en cambio, contrapone la situación modesta de Belén en su tiempo (eres pequeña entre los clanes de Judá), pero llegará un día en que será muy grande, por el gran personaje que ha de nacer en ella. Es interesante esta confrontación de textos para ver cómo los autores del N.T. citan el A.T. libremente ad sensum, sin preocupaciones literalistas exegéticas.
La nueva dignidad de Belén consistirá, pues, en ser la patria del gran personaje que habría de señorear en Israel, al que se le considera perteneciente a una familia de antiguo y glorioso linaje: cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy remota antigüedad (v.2/1). La Vg traduce a diebus aeternitatis, y, conforme a esta versión, los exegetas y teólogos antiguos veían en esta frase una alusión al origen divino del Mesías. Sin embargo, la palabra hebrea O’olam, que la Vg traduce por aeternitatis, tiene un sentido amplio en hebreo y generalmente significa un largo lapso de tiempo. En concreto, el profeta con su frase cuyos orígenes son de antiguo parece aludir a la dinastía gloriosa de David, procedente de Belén 6.
Isaías habla de un retoño de Isaí (padre de David), que será el Niño misterioso que tendrá sobre sus hombros “la soberanía, y se llamará maravilloso consejero, Dios fuerte, príncipe de la paz, para dilatar el imperio y para una paz ilimitada, sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre jamás” 7. Es el mejor comentario a la expresión señoreará en Israel del texto de Miqueas, profeta contemporáneo de Isaías.
En el v.3/2 encontramos un nuevo paralelo con la profecía de Isaías sobre el Emmanuel. Miqueas, después de anunciar la situación privilegiada de que gozará Belén como lugar de nacimiento del que señoreará en Israel, alude de nuevo a la triste situación en que ahora se encuentra el reino de Judá, sometido a un ataque enemigo: Por eso los entregará hasta el tiempo en que la que ha de parir parirá (v.3/2). El castigo a que entregará Yahvé a su pueblo, anunciado en 4:14, durará poco tiempo, hasta que una mujer misteriosa dé a luz a un Niño también misterioso, que el profeta parece relacionar con el que señoreará en Israel del v.2. En este supuesto, vemos aquí un perfecto paralelo con la virgen o doncella que va a dar a luz un niño admirable, que ha de ser el Salvador de Judá frente a los asirios 8. Las dos profecías se completan y explicitan mutuamente.
En la profecía de Miqueas, además de insinuarse que la aparición del que señoreará en Israel señalará la salvación de Judá de sus enemigos asirios, se indica expresamente que con él tendrá lugar el restablecimiento del pueblo israelita en su integridad primordial: el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel (v.3/2). La frase parece aludir a la reincoporación de los hermanos cismáticos del reino de Samaría al reino de Judá.
Sobre este reino, con inclusión de todas las tribus israelitas, se afirmará el que ha de ser Dominador en Israel, el cual gozará de la protección especial de Yahvé. Su dominio, con la fortaleza de Yahvé, se extenderá hasta los confines de la tierra (v.4/3). Con esta frase, el profeta recalca la perspectiva mesiánica del vaticinio. Toda la tierra está sometida a ese que señoreará en Israel, que no parece ser otro que el hijo de la que ha de dar a luz. Bajo su égida, los subditos morarán tranquilamente, sin temores a enemigos invasores, porque le protegerá la fortaleza de Yahvé. Es el paralelo de principe de la paz del vaticinio de Isaías 9.
La frase del v.5/4, y asi será la paz: cuando invada Asur nuestra tierra para hollar a nuestros palacios, suscitaremos contra él siete pastores y ocho príncipes, y regirán la tierra de Asur con la espada, la tierra de Nemrod con la espada desnuda, es considerada por no pocos autores como glosa explicativa de la expresión siguiente: El nos librará de Asur cuando venga contra nuestra tierra para hollar nuestras fronteras (v.6/5) 10. Asur aquí aparece como tipo de los enemigos de Israel, que han de ser vencidos por el que señoreará en Israel 11. Los profetas, al describir la victoria del Mesías sobre los enemigos del pueblo elegido, presentan como enemigo concreto al que constituía el peligro inmediato para Judá e Israel en su tiempo.
Las perspectivas proféticas se superponen, y el juicio profético cabalga sobre la realidad histórica concreta de los tiempos del profeta. Por eso Miqueas presenta al futuro Mesías venciendo a Asur cuando venga contra nuestra tierra. En los c.1-3 la invasión asiría se presentaba como inminente y se exhortaba a la defensa; ahora la perspectiva se alarga, y se supone que vendrá otro gran ataque contra Judá de parte del enemigo tradicional, Asina; pero este pueblo invasor será derrotado por un personaje misterioso que gozará de la fortaleza de Yahvé.
El glosista, que habla de siete pastores y ocho principes que se opondrán al invasor, piensa en los numerosos jefes 12 con que contará Judá para cuando llegue el momento crítico del ataque. Su victoria será tan completa, que no sólo el país de Judá se verá libre, sino que hasta la misma tierra de Asur o país de Nemrod 13 caerá bajo la férula de los jefes salvadores de Judá. Esta intervención de los siete pastores y ocho principes, o caudillos militares de la glosa, parece minimizar el papel que jugará en la victoria sobre los asirios el que señoreará en Israel, la gran figura excepcional nacida en Belén.
La crítica racionalista supone que los c.4-5 del libro de Miqueas son de tiempo posterior al exilio 14. El anuncio de la cautividad de Babilonia Deu 4:10 puede explicarse teológicamente suponiendo que Miqueas, por especial revelación divina, vio de antemano un hecho que habría de cumplirse siglo y medio más tarde. Pero también Babilonia puede aquí ser sinónimo de Mesopotamia; por otra parte, sabemos que el rey asirio Sargón II (721-705 a.C.) llevó a muchos de sus cautivos hasta la misma Babilonia.
El optimismo que se refleja en estos c.4-7 puede explicarse en un tiempo en que los habitantes de Judá, bajo Ezequías, emprendieron el camino de retorno a Yahvé impresionados por las amenazas de Miqueas 15. De momento, el peligro asirio se alejó después de conquistada Samaría por Sargón (721 a.C.); luego el nuevo rey tuvo que hacer frente a dificultades políticas y militares en la zona de Babilonia, y por ello tuvo que interrumpir sus campañas en la costa siró-fenicio-palestina. Podemos suponer en este lapso de tiempo la composición de estos vaticinios de salud de Miqueas.
La tradición judaica y cristiana ha visto siempre en este fragmento Deu 5:1-6 un claro vaticinio mesiánico. Los rabinos judíos, consultados por Heredes, dicen claramente que el Mesías debe nacer en Belén, porque así lo ha anunciado Miqueas 16. Y los interlocutores judíos dicen que Jesús de Nazaret no puede ser el Mesías, porque dice la “Escritura que del linaje de David y de la aldea de Belén, de donde era David, había de venir el Mesías”17. Esta creencia aparece también en el Talmud 18.
La tradición cristiana es unánime desde el principio en reconocer el carácter mesiánico del texto de Miqueas 19. Este misterioso Dominador en Israel que salva a su pueblo de los asirios y reúne a los dispersos del pueblo elegido para establecer un dominio hasta los confines de la tierra, no es otro que el Emmanuel de las profecías de Isaías, contemporáneo de Miqueas; y la mujer que ha de dar a luz no es sino la virgen de Isa 7:14, que da a luz un Niño misterioso adornado de cualidades excepcionales y vencedor del invasor asirio 20.
Israel, señor de las naciones (7/6-9/8).
7 (6) Y el resto de Jacob será en medio de numerosos pueblos como rocío de Yahvé, como lluvia sobre la hierba, que no tiene que esperar de nadie ni necesita nada de los hijos de los hombres. 8 (7) Será el resto de Jacob entre las naciones, en medio de numerosos pueblos, como león en medio de las “bestias de la selva, como cachorro de león en medio de rebaño de ovejas, que pasa, pisa y desgarra (la presa), sin que haya quien (se la) arranque. 9 (8) Se alzará tu mano sobre tus enemigos, y todos tus contrarios serán exterminados.
Después del triunfo sobre los enemigos se anuncia la prosperidad de Israel entre los pueblos. El pueblo elegido será como un rocío de Yahvé, que hace brotar la hierba sin concurso del hombre: no tiene que esperar de nadie. (v.7/6). Israel vivirá de la fortaleza que le dé Yahvé y prosperará como la hierba que ha recibido el rocío bienhechor. El pueblo elegido será dotado de un vigor especial entre los pueblos y será temido como león en medio de las bestias de la selva, como cachorro en medio de un rebaño de ovejas (v.8/7). El triunfo sobre sus enemigos será como el animal señor de la selva, que pasa, pisa y desgarra sin que nada se oponga a su poder. Las expresiones son duras, conforme a la mentalidad de revancha del A.T. El profeta quiere hacer ver a sus oyentes que Israel triunfará totalmente de sus enemigos y se convertirá en señor de las naciones: Se alzará tu mano sobre tus enemigos, y todos tus contrarios serán exterminados (v.9/8).
La paz religiosa de los tiempos mesiánicos (10/9-14).
10 (9) Y sucederá en aquel día – oráculo de Yahvé – que quitaré de en medio de ti tus caballos, y destruiré tus carros, 11 (10) y abatiré las ciudades de tu tierra, y arrasaré todas tus fortalezas. 12 (11) Y te quitaré de las manos tus hechicerías y no habrá más agüeros en ti. 13 (12) Y destruiré tus esculturas y tus cipos de en medio de ti, y nunca más te prosternarás ante la obra de tus manos. 14 (13) Y arrancaré de en medio de ti tus “asneras,” y destruiré tus ciudades, 15 (14) y haré con ira y furor venganza en las gentes que no quisieron escuchar.
Con la victoria militar vendrá el triunfo de la religión en toda su pureza. Una vez vencidos los enemigos de Israel, éste no tendrá necesidad ya de sus caballos y carros de guerra. La paz será total. Yahvé mismo se encargará de desmontar las fortalezas y ciudades fortificadas (v.11/10). En el orden religioso, las prácticas quedarán libres de todas las hechicerías y agüeros, que eran la lacra de la religión popular, contaminada con los usos cananeos. Todo vestigio de idolatría desaparecerá: los cipos o masseboh (piedras o postes verticales, que constituían el elemento de culto esencial en el templo cananeo al aire libre) desaparecerán21.
Y las asheras o bosques artificiales, en los que se daba culto a la fuerza generadora de la naturaleza (simbolizada en Astarté), serán arrancadas, quedando sólo el culto puro a Yahvé en su templo 22. La idolatría era el vicio capital de los israelitas anteriores al destierro. Los profetas lucharon contra todas las prácticas idolátricas como base de un retorno de los corazones a Yahvé. En los tiempos mesiánicos desaparecerán todos los vestigios politeístas; con ello Israel podrá presentarse como señor de todas las naciones, y los pueblos que no quieran aceptarle como soberano, sufrirán la ira y venganza de Yahvé, protector del pueblo elegido.
1 Esta traducción está hecha a base de la reconstrucción propuesta por Hoonacker. El texto es oscuro. Bet-Gader significa “casa del vallado”), o lugar fortificado. El TM lee: “hija de ladrón,” como traduce la Vulgata. La Bib. de Jér.: “¡Ahora fortifícate, Fortaleza! Han establecido un cerco sobre nosotros. A golpes de vara golpean la mejilla del juez de Israel.” – 2 El TM dice literalmente: “y éste será la paz.” Así traducen la Bib. de Jér. y Cantera. Nuestra traducción es la de Hoonacker y Ceuppens. – 3 Bib. de Jér.: “ocho jefes de hombres.” – 4 Cf. Jos 19:15. Los habitantes de Belén son llamados efrateos en Rut 1:2; 1 Sam 17; 12 y en Jos 15:19 (LXX). – 5 Cf. 1 Grón 2:50-51. – 6 Bien Parece en el α· τ· como localidad sin importancia en muchos lugares: Jos 15:59 (LXX); Esd 2:21; Neh 7:26. Así, en Flavio Josefo es llamado χωρίον, ο vülorrio (Ant. Jud. 5:2.5). – 7 Isa 9:6. – 8 Cf. Isa 7:14. – 9 Cf. Isa 9:6. – 10 Cf. Hoonacker, O.C., p.39I. – 11 Es el mismo caso que el “Emmanuel” de Isa 8:8-9. – 12 La expresión “siete pastores y ocho príncipes” para indicar multitud es paralela a la de tres y cuatro. de Amo 1:3. – 13 Nemrod (probablemente el Gilgamés de la literatura mesopotámica, “robustus venatpr coram Domino”) aparece como antepasado de los reinos de Senaar o Mesopotamia (cf. Gén 10:8-9). – 14 Así B. Stade y K. Martí. – 15 Cf. Jer 26:18-19. – 16 Cf. Mat 2:5. – 17 Cf. Jua 7:41-42. – 18 Cf. Talmud, tr. Pesajim y Ned fol51 c-.1arim fol.39 c.2. – 19 Cf. San Justino, Dial, cum Tryph. 78: PG 6:658; Tertuliano, Adv. lud. c.12: PL 2:673; Eusebio, Demonstr. Evang. 2:4:51: PG 22:107; Cirilo Jer., Catech. n, de Filio unigénito n.2o: PG 33:715; Crisóstomo, Homil in diem Natalem n.2: PG 56:389. – 20 Además de los comentarios generales citados para el estudio del profeta Miqueas, véanse los estudios particulares sobre el tema siguientes: W. E. barnes, Λ messianic Pro-phecy Mich: 4:8-5:6: “The Expositor” (1904) p.376s; E. Tobac, Commentaeire de Michée V 3: Et tu Bethlehem-Ephrata: “Vie Diocesaine” (Malinas 1909) 130-133; S. Protin, La Vierge mere chez Michée V 2: “Revue Augustin.,” 15 (1910) 589-592; E. Kónig, Die messian. Weissagungen: Der Herrscher aus Bethlehem, Micha 5:1 (Stuttgart 1923) 191-201; L. Den-Nefeld, Messianisme: DTC 10 (1921) 1444-1446; J. chaine, L’introduction a la lecture des Prophétes (París 1932) 79-84; F. Ceuppens, De prophetiis messianicis in Antiquo Testamento (Roma 1935) 339-357; K. Smyth, Verbum Dei II p.745s (Barcelona 1956). – 21 Sobre los masseboth o estelas, objeto de culto, véase Ose 3:4; Ose 10:12. – 22 Sobre los ashera véase Deu 16:21; 1Re 14:23; 2Re 17:10. Cf. Lagrange, Etudes sur les religions sémitiques 2.a ed. (1905) p.102s; H. Vincent, Canaan d’aprés l’exploration recente (1907) p.i41s.
Fuente: Biblia Comentada
herirán en la mejilla al juez de Israel. Una referencia a la captura del rey Sedequías en manos de Babilonia en 586 a.C. (cp. 2Re 24:1-20; 2Re 25:1-30).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— … y prepárate para la guerra: Traducción conjetural de un texto hebreo oscuro. Consúltense otras opciones de traducción.
— duramente: Lit. con la vara, con el bastón.
— que gobiernan Israel: Lit. al juez de Israel. Tengamos en cuenta que el término hebreo juez significa también “libertador, salvador, gobernador” (ver Jue 12:7; 1Sa 1:15).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El nacimiento y exaltación del Mesías
El enfoque ahora se cambia del Sion renovado a la casa renovada de David. El oráculo está formado por una referencia a Miqueas y al remanente con él en primera persona del plural (“nosotros” y “nos”) mientras resisten las invasiones asirias.
1 Ahora liga este oráculo con el precedente (9, 11); todos los cuales empiezan con la angustia presente (1) y se mueven hacia la salvación (2-6). Para fortalecer espiritualmente a la ciudad bloqueada, Miqueas ordena: ¡Reúne ahora tus tropas, ciudad de tropas! La frase ¡Nos han sitiado! se refiere al bloqueo de Senaquerib en 701 a. de J.C. (cf. 1:9, 12; 2:12, 13; 4:11). La horda asiria con vara (“cetro”) herirán en la mejilla al juez de Israel (Ezequías), mostrando que él no tiene defensas propias, tal como los enemigos de Dios golpearon más tarde al hijo más importante de David para humillarlo (Mat. 26:67; 27:26, 30).
2 La palabra pero cambia la escena de la sitiada Jerusalén a Belén, futura esperanza de Israel. Como la personificación en 4:8, Dios habla directamente a Belén. Los nombres BeleŒn Efrata y JudaŒ recuerdan los días de Isaí, el padre de David (cf. 1 Sam. 17:12). Dios está a punto de empezar todo de nuevo. La línea decadente de David será cortada como un árbol muerto, como Isaías lo expresó, “un retoño [el Mesías] brotará del tronco de Isaí” (Isa. 11:1). Aunque Belén era pequeña (“la más pequeña”; cf. Jue. 6:15; 1 Sam. 9:21) entre las familias de Judá (y hasta omitida de las extensas listas de pueblos de Judá en Jos. 15:33-60), hoy ha alcanzado aclamación universal por el nacimiento de Cristo, que en sí mismo era tan poco favorable como lo era Belén antes de su nacimiento (cf. 1 Sam. 16:1-13). Mateo (2:6) interpreta el versículo para subrayar a Jesucristo como gobernante, no como uno de los descendientes de Isaí. El omite “Efrata” y cambia “familias” por “gobernadores”, formando así un mejor contraste con “gobernante de Israel”, explica correctamente la intención del texto añadiendo “de ninguna manera eres la más pequeña” y reemplaza el fin del versículo con 2 Sam. 5:2.
En contraste con los gobernantes aprovechadores de Israel (cf. 3:1-4), el Mesías me saldrá (eso es, para ventaja de Dios, no para la suya propia). La referencia velada a las raíces históricas del Mesías, mediante las alusiones a Isaí en los nombres al principio del versículo, se revela al fin del versículo: cuyo origen es antiguo, desde los días de la eternidad. Días de la eternidad también puede traducirse “desde tiempos antiguos”, lo cual lo referiría a los tiempos de Isaí. En heb. desde los días de la eternidad significa desde “los tiempos más remotos”, desde “tiempo inmemorial” (“antiguamente” en Jos. 24:2; Jer. 2:20) cuando se usa con referencia a algún evento histórico; cuando se usa en relación con Dios, que existía antes de la creación, eternidad es una traducción apropiada (p. ej. Sal. 90:2). La adición de días muestra que esta es una referencia histórica. La frase completa se traduce “como en los tiempos antiguos” en 7:14, 20.
3 Por la promesa de que la nueva era de Sion será iniciada con el nacimiento del Mesías en Belén, Miqueas concluye que Dios los abandonará sin un rey humano hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz (ver 4:9, 10) al Mesías. La profecía encontró cumplimiento como 700 años después mediante el fiel Zacarías y Elisabet, Simeón y Ana, José y, sobre todo, María (Luc. 1:5-2:40; cf. Isa. 7:14). El núcleo del nuevo reino de Sion centrado en el Mesías consiste en el resto de sus hermanos, que están emparentados con él no solamente por sangre e historia, sino en espíritu. Vuelva (una palabra que significa conversión) de su cautividad de pecado y juicio para reunirse con los hijos de Israel verdaderos (un término que tiene un significado religioso). Habiendo reunido al remanente escogido, Cristo inauguró su reino desde la Sion celestial cuando envió al Espíritu Santo sobre los hermanos reunidos en el aposento alto, y ellos dieron vuelta al mundo (Luc. 3:16; Hech. 2).
4 El Mesías reinante se levantará (eso es, perdurará para siempre; cf. Sal. 33:11; Isa. 14:24) y los apacentará, satisfaciendo cada una de sus necesidades, incluyendo el alimento espiritual, y protegiéndolos (Juan 10; Heb. 13:20; 1 Ped. 5:4). Mediante la fe él gobernará con el poder de Jehovah, no a través de ingenio y manipulación humanas (cf. 5:10-15). Sus súbditos se establecerán porque, ha biendo conquistado a Satanás (Mat. 12:22-29; Rom. 16:20), él extenderá su reino hasta los fines de la tierra (4:3, 4; Mat. 28:18-20; Juan 17:2). Cristo da a su pueblo escogido vida eterna y nadie puede arrebatarlos de sus manos (Juan 10:28).
5, 6 Ahora se elabora el tema del gobierno universal de Cristo que asegura la paz de su reino. Miqueas usa nuestra, nuestro y nos (ver arriba) para identificarse y a los fieles con él como partes de ese reino triunfante (ver 5:1). Termina su conclusión con las promesas de que el Mesías será la paz (5a) y nos librará (6b). El Mesías defenderá su reino del ataque enemigo (5b) y también gobernará sobre sus enemigos (6a).
5 Miqueas se refiere a ataques futuros contra el reino del Mesías, perpetrados por Asiria, que fue destruida en 612 a. de J.C., siglos antes del advenimiento de Cristo. Los profetas no veían los siglos que los separaban del cumplimiento de sus predicciones, sino que veían acontecimientos futuros como eventos inminentes sobre un retablo. Más aun, describían el futuro en términos derivados de su propia experiencia (véase 4:1; Isa. 25:10; Amós 9:12). Bajo el gobierno del Mesías la comunidad fiel levantará siete (el número perfecto) pastores (una figura de los protectores) y hasta ocho (eso es, más que suficiente) hombres principales (una palabra rara que se encuentra en los anales de Sargón para referirse a sus comandantes). 6 Los pastores subordinados (cf. 1 Ped. 5:1-4) gobernarán a espada la tierra de Asiria, que representa a todos los enemigos del reino de Dios, especialmente las fuerzas espirituales organizadas contra él bajo su archienemigo Satanás (Ef. 4:7-12; 6:10-18). La tierra de Nimrod es Babilonia (Gén. 10:8-12), la Ro ma y la Meca del mundo pagano de Miqueas. La mención de Babilonia después de Asiria apoya la fecha en el prólogo del libro (1:1). En el tiempo de Miqueas Babilonia estaba subordinada a Asiria. El imperio neobabilónico posterior destruyó a Asiria en 612 a. de J.C. y a su vez fue destruido en 539. A la luz del AT la “espada” simboliza la palabra de Dios ministrada en el Espíritu Santo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
5.1ss Los líderes de Jerusalén estaban obsesionados con la riqueza y la posición, sin embargo Miqueas profetizó que la poderosa Jerusalén, con toda su riqueza y poder, sería sitiada y destruida. Su rey no podría salvarla. En contraste, Belén, un pueblo pequeño, sería el lugar del nacimiento del único Rey que podría salvar a su pueblo. Este salvador, el Mesías, nacería de forma natural en Belén (Luk 2:4-6) y a la larga reinaría como Rey eterno (Apocalipsis 19-22).5.1 Este juez era probablemente el rey Sedequías que reinaba en Jerusalén cuando Nabucodonosor conquistó la ciudad (2Ki 25:1). Sedequías fue el último de los reyes en la línea de David que se sentó en el trono de Jerusalén. Miqueas dijo que el siguiente rey en la línea de David sería el Mesías, quien establecería un reino que nunca terminaría.5.2 Este Rey es Jesús, el Mesías. Miqueas predijo con exactitud, cientos de años antes que sucediera, el lugar del nacimiento de Cristo. El Rey eterno de la línea de David prometido, que vendría a vivir como hombre, había vivido por siempre «desde los días de la eternidad». Aun cuando es eterno, entró en la historia humana como un hombre: Jesús de Nazaret.5.5 La profecía de Miqueas acerca de siete pastores y ocho príncipes es una forma figurada de decir que el Mesías levantaría muchos líderes buenos cuando regrese a reinar. Las palabras de Miqueas en el tercer capítulo establecen un severo contraste con los líderes corruptos de Judá. Aquí «Asiria» se refiere en forma simbólica a todas las naciones de cada época que se han opuesto al pueblo de Dios. Estos líderes buenos ayudarán a Cristo a derrotar todo mal en el mundo.5.5 Este capítulo proporciona una de las profecías más claras del Antiguo Testamento acerca de la venida de Cristo. La frase descriptiva y clave es «El será nuestra paz». En una de las frases de despedida de Cristo dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo» (Joh 14:27). Con la primera venida de Cristo tenemos la oportunidad de tener paz con Dios. Ya no habrá más temor de castigo, ni más conflicto ni culpabilidad. La paz de Cristo nos da la seguridad aún cuando las guerras continúen. Con la Segunda Venida de Cristo todas las guerras y las armas serán destruidas (Joh 4:3-5).5.6 La tierra de Nimrod es otro nombre que se le da a Asiria, que en este caso es un símbolo de todas las naciones perversas del mundo.5.10 Cuando Dios gobierne en su reino eterno, nuestra fortaleza no se encontrará en el poder militar sino en el poder del todopoderoso Dios. El destruirá todas las armas que la gente utiliza para su seguridad. No habrá necesidad de armamentos, debido a que Dios gobernará en el corazón de cada persona. Nuestros corazones no deben ser gobernados por el temor de una invasión o un ataque nuclear. Nuestra confianza debe estar en Dios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) En MLXXSy aquí termina el cap. 4; en TLXXBagsterVg este v. empieza el cap. 5.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 156 Jer 41:5; Jer 48:37
b 157 Deu 28:52; 2Re 25:1; Luc 19:43
c 158 Mat 26:31; Mat 26:67; Mat 27:30; Mar 14:27; Jua 18:22; Jua 19:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
han puesto sitio. El sitio de Jerusalén por los babilonios bajo Nabucodonosor (584 a.C.) se menciona en las narraciones bíblicas (2 R 24:10; 25:2); tanto en los datos asirios como en 2 Cr 32:10 se indica que antes, por el año 701 a.C., la ciudad había sido sitiada.
Fuente: La Biblia de las Américas
el juez de Israel. El rey títere Sedequías, quien habla sido llevado cautivo a Babilonia (2Re 24:17-20 – 2Re 25:1-7).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
En el texto heb., cap. 4:14
Lit., tropa
Lit., ha
Fuente: La Biblia de las Américas
[1] Jerusalén, ciudad de injusticias, es condenada.[2] Betlehem o Belén, y Efrata es una misma ciudad con dos nombres, para distinguir esta Betlehem de Judá, de la otra de la tribu de Zabulón. Miqueas es el único profeta que predijo el lugar donde nacería el Mesías y por esta profecía lo sabían los escribas, a quienes preguntó Herodes. Gen 35, 19; Jos 19, 15; 1 Sam 17, 12; Mat 2, 6; Jn 7, 42.[5] Ef 2, 14; Rom 15, 33; Col 3, 15.[8] 1 Jn 5, 4.[14] 2 Tes 1, 8.