Comentario de Nehemías 1:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Ellos me dijeron: “El remanente, los que han quedado de la cautividad allí en la provincia, está en gran dificultad y afrenta. La muralla de Jerusalén está derribada, y sus puertas quemadas a fuego.”
allí en la provincia. Neh 7:6; Neh 11:3; Esd 2:1; Esd 5:8; Est 1:1.
están en gran mal. Neh 9:36, Neh 9:37; Sal 44:11-14; Sal 137:1-3; Isa 32:9-14; Lam 1:7; Lam 3:61; Lam 5:1.
y afrenta. 1Re 9:7; Sal 79:4; Isa 43:28; Jer 24:9; Jer 29:18; Jer 42:18; Jer 44:8-12.
y el muro de Jerusalén. Neh 2:17; 2Re 25:10; Isa 5:5; Isa 64:10, Isa 64:11; Jer 5:10; Jer 39:8; Jer 52:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La vida era difícil para la gente en Jerusalén. Esta dificultad se debía en su mayor parte al estado de los muros de Jerusalén. En el antiguo Medio Oriente, el muro de una ciudad proporcionaba seguridad a los habitantes. Las condiciones de los muros de una ciudad también se veían como un indicativo de la fortaleza de los dioses del pueblo. Las condiciones ruinosas del muro de Jerusalén eran un mal reflejo del nombre de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
el muro de Jerusalén … sus puertas. La oposición había conseguido frustrar los esfuerzos de los judíos por restablecer a Jerusalén como ciudad distintivamente judía capaz de resistir los asaltos de sus enemigos, que pudieran llevar a otra destrucción del templo recién reconstruido (ca.516 a.C.; cp. Esd 4:7-23).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
j 9 Esd 5:8
k 10 Neh 9:37
l 11 1Re 9:7; Sal 79:4
m 12 2Re 25:10; Neh 2:17; Isa 5:5
n 13 Jer 14:2; Lam 1:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
remanente. Este importante término (cp. Esd 9:8) puede referirse a: 1) Los « sobrevivientes» de una catástrofe; 2) el remanente « fiel» de Israel; y 3) el remanente « escatológico» o futuro de Israel. Algunos habían permanecido fieles al Señor y eran representativos del remanente « escatológico» (el remanente fiel de Israel en los tiempos finales, cp. Ap 7:4).
la muralla de Jerusalén está derribada. Las brechas en la muralla habían hecho la ciudad vulnerable a fuerzas invasoras. Se había detenido la reconstrucción de las murallas de Jerusalén por una carta escrita a Artajerjes (Esd 4:7– 24) por Rehum y Simsai. Por tanto Jerusalén todavía no tenía defensa. La muralla sería reparada en 52 días (6:15).