Comentario de Nehemías 2:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Llegué, pues, a Jerusalén; y después de estar allí tres días,
Esd 8:32.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Nehemías dedicó tres días a meditar acerca de qué curso iba a seguir antes de informar a nadie de sus planes; luego, decidió con prudencia reconocer secretamente el terreno y exploró el extremo meridional de la ciudad, observando las brechas y la destrucción de las murallas y puertas debido al fuego.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Nehemías inspecciona los muros de Jerusalén. Al llegar a Jerusalén Nehemías probó su vocación con cautela. Primero, se dedicó físicamente a la tarea que lo desafiaba, pero en secre to (11-16), sin duda “calculando el costo” de un proyecto tan trascendental (cf. Luc. 9:57-62; 14:28-32). Segundo, con más que una insinuación que era Dios quien lo había enviado, invitó al pueblo a que cooperara en el cumplimiento de su llamado (17, 18). La respuesta unánime confirmó que estaba en el curso correcto. La vocación individual de uno generalmente halla esa clase de confirmación en la comunidad de fe (Hech. 13:1, 2). Fi nalmente, no permitió que la oposición se desviara, sino que respondió con la declaración de la razón por la cual había sido llamado, y dejó los resultados en manos de Dios quien había iniciado la tarea (19-20).
Nota. 19 Descubrimos por medio de inscripciones que Gesem el árabe fue un rey poderoso del desierto cuya influencia se extendía alrededor de la mayor parte de las fronteras al sur y al este de Judá. No es tan claro qué lo motivó a oponerse a Nehemías (aunque lo es en el caso de Sanbalat y Tobías), y no se le menciona tanto como a los otros.
3:1-32 La reconstrucción de los muros
Esta lista de los dedicados a la reconstrucción de los muros de Jerusalén tiene como punto de referen cia la tarea ya completa, un punto al cual no se llega en la narrativa hasta 6:15. Aunque no se refiere a Nehemías directamente, no debemos dudar que ilustra su habilidad para la organización y el liderazgo. Va de sección en sección alrededor del muro en dirección opuesta al reloj comenzando y terminando en la puerta de las Ovejas (1, 32) en el rincón nordeste. Desde el v. 16 en adelante, la naturaleza de la descripción cambia un poco. Esto se de be probablemente a que hasta este momento los constructores habían estado siguiendo el contorno de un muro más antiguo, pero de este punto en adelante trazaron una línea nueva. La destrucción jun to a la cuesta empinada al este de la ciudad, con vista al valle Quedrón parece haber sido tan completa (ver 2:14) que, para ahorrar tiempo, se tuvo que mover el muro hacia la parte más alta de la cuesta; note las referencias a los que por consecuencia terminaron edificando junto a sus propias casas (23-30).
El cuadro total que emerge es instructivo. Demuestra primeramente una unidad de intención por parte del pueblo, 40 secciones aparentemente trabajaban simultáneamente. Esto no pudo haberse logrado sin buena supervisión, estrecha cooperación y poniendo atención a lo que se hacía en las secciones próximas. En segundo lugar, por el otro lado, los intereses y motivos de los que trabajaban diferían considerablemente. Algunos trabajaban con base en asociaciones de familia, otros como personas individuales, algunos en asociaciones territoriales, otros en base a su posición en la sociedad, y aun otros debido a sus conexiones profesionales. Lo que es más, en varios casos se empleaba a la gente para que trabajara en el tramo de muro en el cual tenía intereses creados. Estas dos observaciones sirven de ilustración útil de la unidad y diversidad que debería ser característica de la obra de la iglesia (cf. p. ej. Rom. 12:3-8; 1 Cor. 12:4-27; Ef. 4:1-13). Finalmente, el desafío es notar los diferentes niveles de dedicación. Algunos se negaron a participar completamente (5); la mayoría parece haber completado la tarea que se les asignó; pero algunos hasta se las arreglaron para terminar otra sección más (1, 19-21, 24, 27 y 30).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
estuve allí tres días. Como Esdras (Esd 8:32), Nehemías descansó tres días, y luego empezó a inspeccionar la situación.