Comentario de Nehemías 4:21 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Así trabajábamos nosotros en la obra, y la mitad de ellos empuñaban las lanzas, desde la aurora hasta la aparición de las estrellas.
Nosotros, pues, trabajamos. 1Co 15:10, 1Co 15:58; Gál 6:9; Col 1:29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Nehemías establece un trabajo de veinticuatro horas y un programa de vigilancia. El pueblo trabajará durante el día y permanecerán de guardia en la noche. A los trabajadores que viven fuera de la ciudad se les pide que permanezcan en la ciudad en vez de volver a sus casas. Excepto para bañarse, Nehemías y sus hombres, nunca se quitan sus vestidos. Ellos trabajan día y noche. El capítulo cuatro ilustra tres tipos de oposiciones a Nehemías y al pueblo de Jerusalén: oposición por el ridículo, oposición por amenazas de ataque, oposición por temor. Nehemías ignora el ridículo, ruega y persiste. Combate las amenazas con oración y soporta vigilante. Maneja el temor por indicación del Señor y por la preparación del pueblo para la batalla. Su posición puede definirse en dos palabras: oración y persistencia, simultáneamente.
PARA VIVIRLO
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Principios de liderazgo de Nehemías, Parte 4
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Los líderes resisten a las políticas clandestinas (Neh 6:5-9)
Debido al fracaso de intimidar a Nehemías para detener el trabajo, Sambalat y sus seguidores prueban con sucias tácticas para echar abajo el proyecto (Neh 6:5-7). Los oponentes frustrados muchas veces recurren a acercarse cuando otros métodos tienen un resultado inútil.
La Biblia no explica por qué Nehemías descarta tan fácilmente sus acusaciones (Neh 6:8) y aparentemente no toma medidas para prevenir que estas cartas lleguen a manos del rey. Sin embargo, parece plausible que esté confiado de sus años y de su leal servicio como copero del rey. Pudo saber que tenía la plena confianza del rey Artajerjes, quien rápidamente quiere ver sufrir de decepción a cualquiera que acuse a Nehemías de sedición. También conocía el proceso por el cual las cartas, tales como aquellas que Sambalat escribió, se leían y evaluaban.
En resumen, Nehemías tenía su conciencia limpia y una reputación impecable. Como sea, ninguna cantidad de lodo podía provocar su desaliento. Sabía que nada de eso podría hundirlo. En el futuro, Nehemías no recurre a lanzar lodo. Él probablemente podría llegar con abundantes acusaciones contra sus adversarios. Pero mejor que perder el tiempo en un intercambio verbal, que lo distraería del muro, ora e ignora los revoloteos políticos de las afueras de la ciudad.
Líderes al servicio del pueblo (Neh 7:1)
Algunas personas consideran el liderazgo, primero, como el arte de obtener resultados. Los grandes líderes, dicen, son los que terminan el trabajo. Importa muy poco cómo ellos operan, mientras consigan sus objetivos. Pero, cuando se examina a los grandes líderes de las Escrituras, encontramos que ellos no sólo obtienen muchos logros, sino que además sirven a la gente en el proceso.
Nehemías ilustra este punto muy bien. Su proyecto de reconstruir el muro de Jerusalén nunca fue una meta para él. El objetivo final era revitalizar al pueblo de Israel y volverlo a su pacto con Dios. Con ese fin, después que el muro está completo, Nehemías cambia al gobernador de la ciudad por administradores locales (Neh 7:1, Neh 7:2). Él no crea dependencia sobre sus propias habilidades, ni usó el proyecto para ganar riqueza o fama para él mismo (Neh 5:18). En cambio, recto desde la partida, Nehemías comienza el proceso de cambiar a los administradores de Jerusalén por otros.
Nehemías también ayuda a su pueblo a trazar sus genealogías, al revisar el censo que se tomó veinticinco años antes, en tiempo de Esdras (Neh 7:5). Esto fijó el escenario para repoblar la ciudad (Neh 11:1, Neh 11:2) y continuar la iniciativa de una revitalización urbana.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
desde el despuntar del alba. El día judío empieza con la aparición de las tres primeras estrellas, generalmente después de un breve período crepuscular. Al trabajar desde el alba hasta el crepúsculo los obreros tendrían unas 13 o 14 horas de trabajo en esa estación del año (la muralla se terminó a mediados de Septiembre del 444 a.C., habiendo empezado la construcción 52 días antes; 6:15).
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit., la mitad de ellos
Lit., la subida