Biblia

Comentario de Nehemías 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Nehemías 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces hubo un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos.

Entonces hubo grande clamor. Éxo 3:7; Éxo 22:25-27; Job 31:38, Job 31:39; Job 34:28; Isa 5:7; Luc 18:7; Stg 5:4.

contra sus hermanos judíos. Lev 25:35-37; Deu 15:7-11; Hch 7:26; 1Co 6:6-8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los judíos se quejan de sus deudas y esclavitud, Neh 5:1-5.

Nehemías reprende a los usureros, y hace que ellos hagan un pacto de restitución, Neh 5:6-13.

Se abstiene de sus propias ganancias, y muestra hospitalidad, Neh 5:14-19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El prolongado período de trabajo, vigilancia, temor y agotamiento, inevitablemente lleva a problemas entre el pueblo de Jerusalén. Hubo tres grupos de personas que se lamentaban, cada uno se introduce con la frase había quien decía. El primer grupo tiene familias grandes, y no tienen suficiente comida para alimentarse. El segundo grupo tiene grandes hipotecas que pagar y no pueden comprar comida. El tercer grupo tiene que pagar grandes tributos y están forzados a hipotecar sus tierras y también a vender a sus hijos. Mientras que el hambre, la escasez, los tributos y la falta del dinero son los resultados inmediatos de las circunstancias del pueblo, ellos no son el centro del problema. Los problemas básicos del pueblo se señalan con las palabras contra sus hermanos judíos. El pueblo no está lamentándose solamente por la miseria y los altos impuestos, ellos se quejan por cada uno de los otros. En el v. Neh 5:1 pueblo se refiere a los pobres. Los hermanos se refiere a las reglas de los ricos (v. Neh 5:7). En resumen, esto es un conflicto de clases. Los pobres han empeñado sus tierrasviñas y casas. Ellos han pedido dinero prestado y también vendieron a sus hijos e hijas como esclavos. Desde la perspectiva de la Ley, hubo dos problemas aquí:

(1) usura, al prestar dinero y cargar intereses, y

(2) esclavitud. No sería un error para una persona judía prestar dinero con intereses a un no judío (Deu 23:19Deu 23:20), no es un error para un judío prestar dinero a un hermano judío. Como sea, la Ley prohíbe la usura (Éxo 22:25). El valor de los intereses es exorbitante y pueden fácilmente llevar a una persona a la pobreza y la esclavitud. Esto los lleva a un segundo problema. De acuerdo a la Ley de Moisés, un judío puede alquilarse a sí mismo a otro, pero no como esclavo (Lev 25:35-40).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

GRAN CLAMOR DEL PUEBLO. El cap. Neh 5:1-19 trata sobre las desigualdades económicas injustas entre el pueblo judío.

(1) Los ricos, es decir, los nobles y gobernantes (v. Neh 5:7), estaban oprimiendo a los pobres al hacer que ellos hipotecaran su propiedad y pidieran dinero prestado para comprar alimentos. En algunos casos a los pobres se les obligaba a entregar a sus hijos como esclavos para no morirse de hambre (vv. Neh 5:1-5). Enojado, Nehemías luchó contra esa injusticia (v. Neh 5:6) y llevó a los transgresores al arrepentimiento y a la rectificación (vv. Neh 5:12-13).

(2) El pecado de la codicia, que lleva a las personas a aprovecharse de los demás en momentos de aflicción, revela la profunda depravación de la naturaleza humana. Dios juzgará tales injusticias cometidas entre las personas (cf. Pro 28:27; véanse Col 3:25, nota, y el ARTÍCULO EL CUIDADO DE LOS POBRES Y NECESITADOS, P. 1196. [Amó 5:12-14]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Quejas del pueblo (5:1-5).
1 Alzáronse entre las gentes del pueblo y sus mujeres muchas quejas contra sus hermanos judíos. 2 Unos decían: “Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos y tendremos que venderlos por trigo para poder comer y vivir.” 3Otros decían: “Tenemos que empeñar nuestros campos, nuestras viñas y nuestras casas por trigo a causa del hambre.” 4 Otros decían: “Hemos tenido que pedir a usura dinero sobre nuestros campos y nuestras viñas para pagar los tributos del rey; 5 nuestra carne es, sin embargo, como la carne de nuestros hermanos, y nuestros hijos son como sus hijos; pero tenemos que sujetar a servidumbre a nuestros hijos y a nuestras hijas, y algunas de nuestras hijas lo están ya, sin que tengamos con qué rescatarlas, por estar nuestras tierras y nuestras viñas en poder de otros.”

Algunos comentaristas son de parecer que este capítulo está fuera de su contexto. En él se plantea un problema que tuvo lugar en los últimos años de la administración de Nehemías. El momento corresponde más bien a esta coyuntura histórica. Las gentes humildes, sobre todo, acudieron con entusiasmo a la llamada patriótica Nehemías. Recuérdese que los tecuitas trabajaron con fervor, en tanto que “sus nobles no doblaron su cerviz al servicio de su Señor” (3:5). El mismo entusiasmo por la causa nacional hizo que se sucedieran los días y tuvieran abandonados los trabajos del campo y otros quehaceres remunerativos, resintiéndose cada vez más s escasa economía. Con la confianza de rehacerse una vez terminadas las obras de las murallas, pidieron dinero prestado a los grandes ν a los magistrados, quienes se lo entregaron con un interés crecido Este proceder de los grandes era endémico en Israel. Las quejas parten del pueblo pobre, víctima de la usura de la clase adinerada Y, sin embargo, todos eran hermanos, pertenecientes a una misma raza, con las mismas prerrogativas espirituales. En el v.2 la lectura “tenemos que empeñar” (orebim), en vez de “somos muchos” (rabbim), es preferible. La Ley prohibía terminantemente que los israelitas exigieran de sus hermanos interés alguno, “ni por dinero, ni por víveres, ni por nada de lo que con usura se presta” (Deu 23:19-20; Exo 22:24-25; Lev 25:35-38). Prevé la Ley el caso de que un israelita se venda a sí mismo y a sus hijos hasta el año sabático o año jubilar (Exo 21:1-11; Lev 25:35-47), pero invitaba a los ricos a que trataran a los necesitados con benignidad. En nuestro caso, hijos y propiedades se empeñaban a causa del interés crecido que exigían los ricos (v.7:11). Las propiedades se consideraban sagradas por haberse recibido de los antepasados. Los judíos que habían llegado de Babilonia compraron, a base de sacrificios, una pequeña propiedad, que ahora los ricos ponían en peligro.
Aún más, teniendo que pagar tributo al rey, tenían que hipotecar las propiedades, no para procurarse comida, sino para obtener dinero con que pagar los impuestos. En el v.5 se insiste en la igualdad de derechos y deberes. No existe diferencia entre la carne de un judío rico y la de uno pobre; ni el pobre es menos hijo de Abraham que el rico (Deu 15:7). Según la ley mosaica, podía un padre colocar a sus hijas al servicio de otro (Exo 21:7), pero no podían ser tratadas como esclavas o concubinas. La lucha de clases podía entorpecer la restauración del pueblo judío y debilitarlo ante sus enemigos.

Nehenúas increpa a los usureros (Exo 5:6-9).
6 Yo me enojé en gran manera al oír estos clamores y estas quejas. 7 Pensando, resolví reprender a los grandes y a los magistrados, y les dije: “¡Cómo! ¿Prestáis a usura a vuestros hermanos?” Y reuní una gran asamblea contra ellos, 8y dije: “Nosotros, según nuestras facultades, hemos rescatado a nuestros hermanos los judíos, vendidos a las gentes, ¿y ahora venderíais vosotros mismos a vuestros hermanos, y éstos serán ven didos a nosotros?” Callaron, no teniendo nada que responder. 9 Yo añadí: “Lo que hacéis no está bien. ¿No marcharéis en el temor de nuestro Dios, para no ser el oprobio de las gentes enemigas nuestras?”

Antes de emprender la obra de las murallas, cada familia s’ defendía económicamente con los fondos monetarios traídos Babilonia, con los productos del campo o con el jornal cotidiano obra del templo era gratuita. Nehemías no se enteró hasta más tarde del malestar que cundió entre el pueblo. Una queja sucedía a otra, lo que le hizo caer en la cuenta de que el mal tenía hondas raíces. Reunió una grande asamblea, en la que apostrofó la conducta de los grandes (horim) y de los magistrados (seganim). ¿Es que pretenden ellos que Nehemías rescate ahora al pueblo pobre con el dinero de su propio bolsillo? A su argumentación no encontraron respuesta alguna, porque sabían que estaban fuera de la Ley. Su conducta es reprochable; como miembros de la comunidad judaica, deben temer a Dios y vivir según las leyes patrias (Lev 25:35-36; Deu 23:9). En segundo lugar, no deben obrar de manera que den lugar a los enemigos a mofarse de ellos por existir desacuerdo entre la teoría y la práctica, entre lo que la Ley manda y su manera de comportarse.
Las palabras de Nehemías conservan toda su actualidad. Si nuestras obras no se ajustan a la ley que libremente hemos aceptado, causaremos más daños a la religión que nuestros propios enemigos (Rom 2:24; 1Pe 2:12). Antiguamente este divorcio entre vida y pensamiento, entre la fe y las obras, era la tumba de aquel proselitismo por el cual se emprendían acciones heroicas (Mat 23:15); hoy puede ser éste el impedimento más grave para la expansión del reino de Dios (Pelaia).

Ejemplo que arrastra (Mat 5:10-13).
10 “También yo, mis hermanos y mis servidores les hemos prestado dinero y trigo. Vamos a perdonarles lo que nos deben. 11 Devolvedles hoy mismo sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas, y restituidles el uno por ciento del dinero, del trigo, del vino y del aceite que les habéis exigido como interés.” 12 Ellos dijeron: “Se los devolveremos y no les exigiremos nada. Haremos como tú dices.” Líeme entonces a los sacerdotes, y delante de ellos les hice jurar que harían así. 13 Yo sacudí mi manto, diciendo: “Que así sacuda Dios fuera de esta casa y de sus bienes al que no cumpla su palabra; y que así sea, el que tal haga, sacudido y vacío.” Y toda la asamblea respondió “Amén,” y alabaron a Yahvé. El pueblo hizo conforme a esto.

Dice Nehemías que también él había prestado, pero no trataba a sus deudores como hacían los grandes. Que imiten, pues, su ejemplo. Invita a todos a perdonar todo cuanto los pobres les adeudan y a prestarles en el futuro sin interés. La restitución debe hacerse cuanto antes, hoy mismo, dando el consentimiento durante la reunión de la asamblea. En el texto hebraico del v.11 se lee: “Y restituidles el uno por ciento del dinero.” La palabra meat, cien, es sustituida por la mayoría de los intérpretes por masshath, deuda; corrección que está más conforme con el espíritu Nehemías. Añade el texto que Nehemías sacudió su “seno” (hosen), es decir, agarró con las dos manos los bordes del pliegue que la ancha túnica de los orientales, sujeta a la cintura, forma a la altura del pecho; los desplegó y, agitándolos con fuerza como se tratara de vaciar su contenido, quería significar que de la misma manera despojará Dios de todos sus bienes al que faltara al juramentó (Médiebelle). Otros comentaristas explican diversamente este hecho simbólico y profetice, cuyo significado genérico es evidente.

Liberalidad de Nehemías (Mat 5:14-19).
14 Desde el día en que el rey me puso por gobernador de la tierra de Judea, del año veinte al año treinta y dos del rey Artajerjes, durante doce años ni yo ni mis hermanos habíamos vivido de las rentas del gobernador. 15Antes de mí, los gobernadores anteriores abrumaban al pueblo, tomando de él pan y vino por valor de cuarenta siclos de plata, y sus servidores mismos oprimían al pueblo. Yo, por temor de Dios, no hice así. 16 Antes bien, he trabajado en la construcción de estas murallas, no hemos adquirido campo alguno y todos mis servidores a una estaban a la obra. 17 Tenía a mi mesa ciento cincuenta hombres, judíos y magistrados, a más de los que a nosotros venían de los pueblos de en derredor. 18 Cada día se me aderezaba un buey, seis ovejas elegidas y aves, y cada diez días vino en abundancia. A pesar de esto, yo no he reclamado los derechos de gobernador, porque la servidumbre del pueblo era grave. 19 Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de cuanto yo hice por este pueblo.

Nehemías expone ante los reunidos su proceder desinteresado. Fue el rey Artajerjes el que nombró a Nehemías gobernador de los judíos de Palestina, habiendo durado su cargo desde el año 20 de Artajerjes (Mat 2:1) hasta el 32 (445-443). ¡Qué diferencia entre su comportamiento y el de sus antecesores! No solamente no renunciaban a los derechos que se les debía por su cargo, sino que imponían a sus subditos cargas pesadas. Solamente por los conceptos de pan y vino se les exigía una cantidad equivalente a 120 pesetas oro.
¿A qué gobernadores se refiere? Acaso a los paganos, que se turnaban con otros de origen judío. Alude a los gobernadores de Samaría, de los cuales pendía Jerusalén. Nehemías podía exigir los honorarios que señalaba la Ley, pero nunca habría abusado de su autoridad para explotar y oprimir a sus subditos, por prohibírselo el santo temor de Dios. Nehemías no se ha enriquecido durante los años que ejerció el cargo de gobernador. Con ironía dice que no compró campo alguno, dando a entender que otros gobernadores habían aumentado su patrimonio con nuevos campos a costa de los desvalidos. Con el fin de impedir que los otros jefes y magistrados cayesen en la tentación de gravar a sus subditos, les obligo a que comieran en su casa y a su cuenta. Todos sus comensales eran tratados con esplendidez, aunque no llegara a los exceso que se cometían en la mesa de Salomón (1Re 4:22-23). La provisión de vino hacíase cada diez días, lo que quiere decir que se bebía con abundancia. Algunos podían pensar que hacía Neherrua la apología de su persona para halagar su vanidad; pero bien lejos estaba de gloriarse de sus buenas obras y esperar la recompensa de los hombres. Si él ha sacado a relucir su comportamiento, ha sido únicamente con el fin de convencer totalmente a jefes y magistrados de la necesidad de proceder caritativamente con los pobres. La recompensa de sus buenas obras se la dará con creces el Señor. La oración de Nehemías se repite en 13:22.

Fuente: Biblia Comentada

hermanos judíos. Quizás esto es otra referencia a los grandes que no quisieron trabajar y que habían concertado alianzas con los enemigos (vea la nota sobre Neh 3:5). El pueblo se sentía fatigado con un trabajo duro, agotado ante el incansable acoso de parte de los enemigos, pobre y careciendo de las cosas necesarias para la vida, sin dinero para los tributos y tomando de prestado para pagarlos, y trabajando en las murallas de la ciudad en lugar de conseguir alimento del campo. Encima de todo esto llegaron quejas contra la terrible explotación y extorsión de parte de los judíos ricos que no estaban dispuestos a ayudar, sino que forzaban al pueblo a vender sus hogares e hijos, sin tener posibilidad de rescatarlos. Bajo condiciones normales, la ley ofrecía la esperanza de liberar a estos jóvenes por la remisión de deudas que tenía lugar cada siete años o en el año cincuenta del Jubileo (Lev 25:1-55). La costumbre de la redención permitía «rescatar» a la persona esclavizada en cualquier momento, pero la desesperada situación financiera de aquellos tiempos hacía parecer esto como algo imposible.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Se da un relato detallado de la reconstrucción de la muralla.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— compatriotas: Lit. hermanos; ver nota a Neh 1:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Se resuelven los problemas de deudas. Se dan detalles de tres diferentes tipos de quejas en los vv. 2-4, mientras que el v. 5 probablemente sirve de resumen para los tres. La mención de sus mujeres (1) puede que indique que ellas estaban más conscientes de la catástrofe que se venía acercando porque tenían que arreglárselas en casa mientras sus esposos estaban en Jerusalén.

El primer grupo (2) eran familias que no eran dueñas de tierra, de modo que eran las primeras en sentir los efectos de la falta de ingresos mientras se dedicaban a construir el muro. El segundo grupo (3) ya estaba hipotecando su tierra y estaban por perder todas las garantías de seguridad si no podían pagar sus deudas con la cosecha anual, mientras que el tercer grupo (4) aparentemente estaban pidien do dinero prestado para poder pagar sus impuestos. Para todos ellos, el sentimiento de injusticia social se iba empeorando por el hecho de que sus acreedores eran también judíos (1, 5) y que es taban llegando al punto de tener que venderse ellos mismos a la esclavitud.

Aunque no eran ilegales de por sí, estas prácticas se permitían sólo como medidas a corto plazo, y la ley trataba de proteger los intereses a largo plazo de los más pobres (por ej. Exo. 21:2-11; Lev. 25; Deut. 15:1-18). Pero en la emergencia actual inesperada, nada de eso podía ayudar y, además, lo que estaba pasando iba en contra de la ética que Nehemías quiso fomentar (6-8). Por lo tanto él puso presión moral sobre los acreedores al enfrentarlos públicamente y al reconocer con franqueza sus propios defectos en este asunto (10). Así hizo parar todos los argumentos legalistas para que se mantuviese el espíritu moral de la ley, muy parecido a lo que hicieron algunos de los antiguos profetas.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

5.1-5 ¿Quiénes eran estos judíos contra los que había personas resentidas y amargadas? O bien eran (1) judíos que se habían enriquecido en el cautiverio y que habían traído su riqueza a Jerusalén, o (2) descendientes de los judíos que habían llegado casi un siglo antes durante el primer regreso bajo el liderazgo de Zorobabel (Esdras 1, 2) y habían establecido negocios lucrativos.5.7-9 Muchos de los desterrados que regresaron estaban sufriendo a manos de algunos de sus compatriotas ricos. Estas personas prestaban grandes sumas de dinero. Luego, cuando los deudores se atrasaban en un pago, tomaban sus campos. Sin fuentes de ingreso, los deudores se veían forzados a vender a sus hijos como esclavos, una costumbre común en esa época. Nehemías estaba enojado con aquellos judíos que estaban aprovechándose de su propio pueblo para enriquecerse. Usura es el cobro excesivo de intereses. Estas prácticas violaban la ley (Exo 22:25).5.9-11 El interés de Dios en los pobres se revela en casi todos los libros de la Biblia. Aquí, Nehemías insiste en que la justicia hacia el pobre y hacia el oprimido es importante para seguir a Dios. Los libros de Moisés detallaban con claridad la responsabilidad de los israelitas de ocuparse de los pobres (Exo 22:22-27; Lev 25:35-37; Deu 14:28-29; Deu 15:7-11) La forma en la que ayudamos a los necesitados debe reflejar el amor y la preocupación de Dios.5.10 Nehemías dijo a los judíos ricos que dejaran de cargar intereses excesivos en los préstamos que hacían a sus hermanos necesitados. Dios nunca quiso que la gente se beneficiara de las desgracias de otras personas. En contraste con los valores de este mundo, Dios dice que el cuidarse unos a otros es más importante que el beneficio personal. Cuando un hermano o hermana en Cristo sufre, todos sufrimos (1Co 12:26). Debemos ayudar a los creyentes necesitados, no explotarlos. La iglesia de Jerusalén fue alabada por trabajar unida para eliminar la pobreza (Act 4:34-35). Recuerde que «el que da al pobre no tendrá pobreza» (Pro 28:27). Ayude a los necesitados que están a su alrededor.5.13 Era un gesto para expresar una maldición. Nehemías se sacudió el vestido y pronunció que todo aquel que rompiese el voto sería igualmente «sacudido y vacío», y perdería todo lo que tuviera.5.14, 15 En esta digresión, Nehemías hizo una comparación entre sus doce años de gobierno y las injusticias que se cometían en el país antes de que él llegara. El gobernador no era elegido por el pueblo, sino que era designado por el rey de Persia.5.16 Nehemías dirigió todo el proyecto de la construcción, pero además trabajó en el muro junto con los demás. No era un burócrata que se encerraba en su oficina cómoda, sino un líder que participaba en el trabajo diario. No utilizó su posición para aprovecharse de su pueblo. Un buen líder se mantiene en contacto con la obra que se realiza. Los que son buenos líderes dirigen mejor no sólo por lo que dicen, sino por lo que hacen.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 233 Deu 15:9; Pro 21:13; Luc 18:7

b 234 Miq 2:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

No se sabe a ciencia cierta si los sucesos de este capítulo ocurrieron durante la construcción de los muros (cuando la manera normal de ganarse la vida sería interrumpida) o posteriormente (algo que el v. Neh 5:7, la reunión de una gran asamblea y el v. Neh 5:14 podría sugerir, aunque el v. Neh 5:16 parece indicar lo contrario). Los que no eran dueños de tierra carecían de alimento (v. Neh 5:2); los terratenientes se vieron obligados a empeñar sus tierras a causa del hambre (v. Neh 5:3) y era necesario hacer préstamos para pagar el impuesto sobre el inmueble exigido por los persas. Respecto a la usura y la esclavitud véanse notas en Éxo 21:1-6; Éxo 22:25-27; Lev 25:35-46; Deu 24:10-13.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[.] Somos de la misma raza que nuestros hermanos (5). Los dirigentes van repitiendo que la reconstrucción del país requiere sacrificios. Pero el pueblo judío exige que los sacrificios sean realmente compartidos por todos. Los que tienen lo necesario para el día de hoy deben cancelar las deudas de los que no tienen. ¿Y ahora son ustedes los que compran a sus hermanos? (8). Nehemías sale en defensa de los más humildes y denuncia el pecado que los ricos han cometido sin darse cuenta; impulsados por la lógica del haber y del debe, han llegado hasta someter a servidumbre a sus hermanos. ¿Quieren imitar las prácticas vergonzosas de nuestros enemigos? (9). Con razón se busca una liberación de las estructuras antisociales, y por fin el espíritu explotador que tenemos cada uno es el último por arrancar.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[2] Ex 21, 1 – 7; Deut 15, 20.

Fuente: Notas Torres Amat