Biblia

Comentario de Números 14:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Números 14:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces Jehovah habló a Moisés y a Aarón diciendo:

Esta sección forma lo que parece ser la segunda respuesta de Dios a la oración de Moisés (vv. Núm 14:13-19). Esta contiene algunos elementos nuevos. Primero, los niños serían los únicos sobrevivientes de vagar por el desierto. Todos los que tenían más de veinte años morirían en el desierto por un período de cuarenta años. Los cuarenta días del viaje de los espías corresponderían a cuarenta años de vagar sin rumbo por el desierto. Por cuarenta días el pueblo tuvo la oportunidad de trasladarse con propósito; ahora, por cuarenta años no habría propósito en su vagar. Finalmente, se hace una distinción entre los espías cobardes y los dos fieles. Sólo Josué y Caleb vivieron. Los espías malvados murieron inmediatamente por una plaga de parte de Jehová. Otra vez sentimos la justicia de Dios al conservar vivos a Josué y Caleb del destino de los otros. En su ira, recordó su misericordia.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

El Señor concedió su deseo a los israelitas, esto es, su juicio fue que morirían en el desierto (vv. Núm 14:29; Núm 14:35. cp. v. Núm 14:2). En cambio, sus hijos, que ellos habían pensado que serían víctimas (v. Núm 14:3), Dios iba a introducirlos en la tierra de Canaán (vv. Núm 14:30-32). La generación presente de rebeldes moriría en el desierto hasta que se acabasen cuarenta años. Los cuarenta años se calcularon como un año por día que los espías pasaron en Canaán.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— Aarón: Notemos que Aarón y los levitas son salvados de la ira de Dios al no tener la tribu de Leví representantes entre los exploradores.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Muerte en el desierto. Un segundo juramento siguió al primero (v. 28). Cada uno de los incluidos en el censo en Sinaí que se había quejado contra el Señor moriría en el desierto, tal como lo habían deseado. Sus hijos tendrían que soportar el desierto por 40 años. Vemos aquí un ejemplo del pecado de los padres y su efecto sobre los hijos. Tendrían que pasar 40 años antes de que pudieran entrar a la tierra prometida. En todo este capítulo hay una constante referencia al propósito del pacto y el cual es confirmado a los hijos (v. 31): que Dios les daría la tierra. Finalmente, la congregación que conspiró contra el Señor ahora experimentaría su oposición (v. 34). El castigo vino inmediatamente, y la plaga mató a los diez espías que habían traído un mal informe a Israel.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno