Comentario de Números 23:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Balaam dijo a Balac: —Edifícame aquí siete altares, y prepárame siete toros y siete carneros.
Edifícame aquí. Núm 23:29; Eze 33:31; Jud 1:11.
siete altares. Éxo 20:24; Éxo 27:1-8; 1Sa 15:22; 2Re 18:22; Sal 50:8, Sal 50:9; Pro 15:8; Isa 1:11-15; Mat 23:14.
siete becerros. Núm 29:32; 1Cr 15:26; 2Cr 29:21; Job 42:8; Eze 45:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Balac, Núm 23:1-6.
Balaam, Núm 23:7-12.
Balac, Núm 23:13-17.
Balaam, Núm 23:18-24.
Balac, Núm 23:25-30.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El uso de siete altares y la ofrenda de un becerro y un carnero en cada uno eran parte del ritual pagano de Balaam. Más tarde, Dios en su gracia dio a Balaam un mensaje verdadero que decir. La expresión Jehová puso palabra en la boca de Balaam es el mismo lenguaje usado por los profetas verdaderos (Jer 1:9). Dios usó a este pagano para bendecir a su pueblo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
23. Oráculos de Balaam.
E l autor ha preparado ya toda la escenificación para la glorificación de Israel por un extranjero. El adivino pagano será un portavoz de los designios divinos, y la intención de Yahvé es pregonar ante los enemigos tradicionales – Moab, Edom – las bendiciones de que se propone colmarle. De análoga manera vemos en el libro de Daniel que Nabucodonosor1 y Darío el Medo2 proclaman al Dios de Israel como el único verdadero Dios. En el de Ester, Artajerjes declara la perfección de las leyes por las que se gobierna el pueblo judío 3, y en el de Judit, el amonita Ajior confiesa que nadie puede con Israel cuando se muestra fiel a su Dios4. Esta glorificación de Israel por los paganos forma parte de un género literario propio bíblico surgido de la conciencia de superioridad de los israelitas sobre los otros pueblos como nación elegida por Yahvé para designios históricos trascendentales. Y los extraños se ven obligados a pregonar la gloria de Dios y de su pueblo. Los oráculos de Balaam, pues, pertenecen a esta literatura de exaltación nacional proclamada por los gentiles.
Primera bendición de Balaam (1-12).
1Balaam dijo a Balac: “álzame aquí siete altares y tenme pronto siete novillos y siete carneros.” 2Balac hizo lo que Balaam había dicho, e inmolaron un novillo y un carnero en cada uno de los altares. 3Después dijo Balaam a Balac: “Tú quédate ahí junto a tu holocausto, mientras me alejo yo, a ver si me sale Yahvé al encuentro; y lo que me dé a conocer, eso te diré.” Y se alejó hacia un monte desnudo. 4Salió Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: “He dispuesto siete altares y he ofrecido en cada uno de ellos un novillo y un carnero.” 5 Y Yahvé puso en boca de Balaam su palabra y añadió después: “Tórnate a Balac y dile esto.” 6Vuelto a él, lo vio parado ante su holocausto, junto con los príncipes de Moab; 7y, comenzando su parábola, dijo:
“De Aram me ha traído Balac,
el rey de Moab de los montes de oriente:
Ven y maldíceme a Jacob,
ven y exécrame a Israel.
8 ¿Cómo voy a maldecir yo al que Dios no maldice?
¿Cómo voy a execrar yo al que Yahvé no execra?
9Desde las cimas de las rocas le veo,
desde lo alto de los collados le contemplo.
Es un pueblo que tiene aparte su morada
y que no se cuenta entre las gentes.
10¿Quién es capaz de contar el polvo de Jacob?
¿Quién es capaz de enumerar las miríadas de Israel?
Muera yo la muerte de los justos
y sea mi fin semejante al suyo.”
11Balac dijo a Balaam: “¿Qué es lo que conmigo has hecho? Te he llamado para maldecir a mis enemigos, y no has hecho otra cosa que bendecirlos.” 12El respondió: “¿No he de tener yo el cuidado de proferir lo que en mis labios pone Yahvé?”
El adivino pide que se levanten siete altares y preparen siete novillos y siete carneros. El número siete es sagrado e implica plenitud y perfección. Cree Balaam que a este número y a estos sacrificios va inherente una virtud mágica que obligará a Yahvé a comunicarle su oráculo. Seguramente utilizaron como altares los dólmenes megalíticos que abundan en aquella región5. Para rodearse de más misterio, el adivino se aisla de Balac, al que exige esté junto a los holocaustos como representante de las ofrendas ante Dios (v.3). Y se va hacia “un monte desnudo” para observar mejor los fenómenos naturales y entrar en relaciones con la divinidad en lugar solitario6. Dios correspondió a los sacrificios y salió al encuentro de Balaam (v.4). El adivino le declara que ha sido munificente con El al ofrecerle tantos sacrificios, y, por tanto, espera corresponda a sus deseos (v.4). Yahvé “puso en boca de Balaam su palabra,” fórmula que indica la transmisión del espíritu proj’ético7. El hagiógrafo, pues, considera a Balaam como profeta que transmite un oráculo relacionado con el pueblo elegido. No obstante, a la comunicación oracular de Balaam se llama “parábola” (masal), vocablo jamás aplicado al oráculo profético (que suele llamarse ne’um). Masal indica comparación, proverbio, sátira, discurso alegórico-sapiencial, pero sobre todo frase sentenciosa rítmica. En efecto, el discurso de Balaam es un poema rítmico con paralelismo regular sinónimo. Los seis primeros versos resumen la historia del capítulo anterior, y nos confirman la idea de que Balaam era arameo (v.7). Ha sido traído para maldecir a Jacob-Israel8, pero no puede plegarse a los deseos del rey de Moab, ya que no puede maldecir ni execrar si Dios-Yahvé no maldice y execra. Sus encantamientos mágicos son inútiles para hacer frente a los impulsos divinos (v.8). No sólo no maldice a Israel, sino que se ve obligado a bendecirle, movido por el espíritu de Dios. Desde lo alto de las rocas y collados contempla las tiendas de Israel, que le parece un pueblo singular que tiene aparte su morada (v.9), aislado entre las naciones gentiles, con una misión única histórica como “pueblo santo” y “sacerdotal”9. Por sus leyes debe vivir aislado de los demás pueblos, con su Dios único y su culto singular; debe vivir separado, como porción elegida de Dios. Toda contaminación con los otros pueblos es profanar su carácter de pueblo elegido y ser infiel a su misión histórica. Es la primera gran idea mesiánica que el hagiógrafo pone en labios del adivino extranjero. Los autores romanos hacen burla de este particularismo y singularidad del pueblo judío. En la época postexílica se destaca esta concepción de Israel como pueblo aparte entre todas las naciones; es precisamente este sentimiento de insolidaridad con los otros pueblos lo que ha salvado la conciencia histórica del pueblo judaico. En realidad, este particularismo del pueblo elegido remonta a las promesas hechas a Abraham 10 y a la alianza del Sinaí11. Una segunda idea mesiánica en la bendición de Balaam es el anuncio de la numerosa posteridad de Israel, a pesar de estar como aislado de todos los pueblos: el polvo de Jacob…, las miríadas de Israel.” Dios había anunciado a Abraham una posteridad innumerable como el polvo de la tierra12. El adivino pagano siente envidia de los miembros de este pueblo singular y desea morir con la muerte de los justos… (v.106), es decir, lleno de días bajo la protección de Yahvé13, Pero Balaam morirá trágicamente a manos de los mismos hebreos por él bendecidos14.
El rey de Balac se indigna con estas predicciones venturosas, y protesta, ya que lo había traído precisamente para facilitarle la victoria sobre los israelitas. Estos ahora, con su inesperada bendición, serán más difíciles de vencer (v. 11-12). Pero Balaam contesta que no puede traicionar a lo que Yahvé ponga en sus labios. Se siente portavoz mecánico del oráculo divino y no puede negarse a proferirlo.
Segunda Bendición de Balaam (13-24).
13Balac le dijo: “Ven conmigo a otro sitio, desde donde puedas contemplarle, y maldícemelo desde allí.” 14 Llevóle al campo de Zofim, en la cumbre del monte Fasga; y después de alzar siete altares e inmolar en cada uno un novillo y un carnero, 15 dijo Balaam a Balac: “Estáte ahí junto a tu holocausto, mientras yo voy allá.” 16Salió Yahvé al encuentro de Balaam y puso en su boca la palabra y le dijo: “Vuelve a Balac y dile esto.” 17Volvióse él y vio que estaba Balac junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y Balac le preguntó: “¿Qué es lo que ha dicho Yahvé?” 18Y tomando Balaam su parábola, dijo:
“Levántate, Balac, y oye;
dame oídos, hijo de Sefor:
19No es Dios un hombre, para que mienta,
ni hijo de hombre, para arrepentirse.
Lo ha dicho él, y ¿no lo hará?
Lo ha prometido, y ¿no lo mantendrá?
20De bendecir he recibido yo orden,
bendición ha dado El; yo no puedo revocarla.
21No se ve iniquidad en Jacob,
no hay en Israel perversidad;
Yahvé, su Dios, está con él;
Rey aclamado es en medio de él.
22él Dios que de Egipto le ha sacado,
es para él la fuerza del unicornio.
23No hay en Jacob hechicería,
ni hay adivinación en Israel.
A su tiempo se le dirá a Jacob
y a Israel lo que Dios va a cumplirle.
24He ahí un pueblo que se alza como leona
y que se yergue como león;
No se acostará sin haber devorado su presa,
sin haber bebido la sangre de sus víctimas.”
Con el ritual anterior, Balaam profiere una nueva bendición sobre Israel. El lugar donde ahora profetiza se llama zofim (centinelas), sobre el Fasga, dedicado a Baalfegor. El anterior estaba dedicado a Baal15. Balac, sin duda, esperaba que, a fuerza de sacrificios a los distintos númenes, había de obtener un oráculo favorable a él. Pero Balaam de nuevo dice que no puede traicionar a Dios, que no es un hombre, para que mienta…, para arrepentirse (v.19). Es el modo de hablar de los profetas de Israel. No puede, por tanto, cambiar Dios la bendición anterior en maldición, como un caprichoso mortal, hijo de hombre. Y comienza la alabanza de Israel: No ve iniquidad en Jacob ni perversidad en Israel (v.21). El pueblo elegido está a una altura moral superior a todos los pueblos16, y, por tanto, merece la protección divina. El v.22 coincide con 24,8a, y parece desplazado de este último lugar. Yahvé ha sacado a Israel, manifestando su omnipotencia, que es comparada a la “fuerza del unicornio” o búfalo, símbolo del poder en la literatura sapiencial17. Por tanto, no necesita Israel recurrir a la hechicería y a la adivinación (v.23) para atraerse la benevolencia y poder divinos ni para conocer los designios secretos de Dios18, el cual los da a conocer por comunicaciones a los profetas19: A su tiempo se lo dirá a Jacob… lo que Dios va a cumplirle (v.23b). Sobre Israel hay un designio histórico superior, que le da la victoria sobre los otros pueblos: es como una leona que se yergue para comer la presa (v.24)20. En su voracidad es insaciable: no se acostara sin haber devorado su presa, sin haber bebido la sangre de las victimas. Con estas palabras, Balaam anuncia al rey de Moab que no tiene nada que hacer frente a Israel, pues le espera la derrota segura.
Nueva Tentativa de Maldecir a Israel (25-30).
25Y Balac dijo a Balaam: “No le maldigas, pero al menos no le bendigas.” 26Balaam, respondiendo, dijo a Balac: “¿No te dije ya que no puedo hacer sino cuanto me diga Yahvé? 27Entonces dijo Balac a Balaam: “Ven, que te lleve a otro sitio, a ver si quiere Dios de una vez que desde allí le maldigas.” 28Y llevó a Balaam a la cima del Fogor, que mira al desierto. 29Balaam dijo a Balac: “álzame siete altares aquí y disponme los siete novillos y los siete carneros.” 30Hízolo así Balac, como Balaam lo decía, y ofreció un novillo y un carnero en cada uno de los altares.
Balac pide al adivino que, si no puede maldecir a Israel, al menos no lo bendiga, pues para eso no lo trajo de su tierra. Sin embargo hace una nueva tentativa para que el adivino maldiga a Israel, llevándole a otra cima. En realidad parece que hay una gradación ascendente en los oráculos de Balaarn: anuncio de una posteridad numerosa a Israel, que heredará un país fértil y tendrá un rey poderoso que aniquilará el reino moabita. Es la maldición definitiva contra Balac, pronunciada por el adivino que había llamado para maldecir a Israel21. Así, podemos considerar el c.24 como la culminación del pensamiento iniciado en los c.22-23: la glorificación de Israel por boca de un adivino gentil.
1 Dan 3:91s. – 2 Dan 6:25s. – 3 Est 16:1s. – 4 Jud 1:5 :5. – 5 Cf. H. Vincent, o.c., 424. – 6 Los LXX tienen otra lectura: “Y Balac estuvo junto al sacrificio, y Balaam partió para interrogar a Dios, y se fue pronto.” La Vg pone sólo esta última frase. – 7 Cf. Num 24:2; Deu 18:18; Jer 1:9. – 8 La designación de Israel y Jacob es corriente en la literatura profética, por exigencias del oráculo rítmico, y aparece en Exo 19:3; Deu 33:4-5.10. – 9 Exo 19:5. – 10 Gen 12:2-3. – 11 Exo 19:5. – 12 Cf. Gen 13:16; Gen 18:14. – 13 Gen 15:15. – 11 Cf. Num 31:8. – 15 Abel, Géog. I 384. – 16 Cf. Isa 26:2; Sal 44:18-19. – 17 Sal 95:4. – 18 Cf. Deu 18:10-11; Exo 22:17; 1Sa 28:3.9; Lev 19:26; Lev 19:31; Lev 20:6; Lev 20:27. – 19 Cf. Deu 18:9-18. – 20 La misma comparación en Gen 49:9; Miq 5:7. – 21 P. Heinrisch, Das Buch Numeri 99.
Fuente: Biblia Comentada
El primer oráculo de Balaam declaró de forma enfática que Israel no podía ser maldito (Núm 23:8). Era una nación distinta de todas las demás naciones del mundo (Núm 23:9). Balaam incluso deseó compartir su bendición (Núm 23:10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En contraste con Núm 1:1-54; Núm 2:1-34; Núm 3:1-51; Núm 4:1-49; Núm 5:1-31; Núm 6:1-27; Núm 7:1-89; Núm 8:1-26; Núm 9:1-23; Núm 10:1-36, en Núm 11:1 tiene lugar un cambio principal. El obediente Israel se transformó en el Israel quejumbroso (Núm 11:1; Núm 14:2; Núm 14:27; Núm 14:29; Núm 14:36; Núm 16:1-3; Núm 16:41; Núm 17:5) y rebelde (Núm 14:9; Núm 17:10). Finalmente, Moisés y Aarón se rebelaron también contra el Señor (Núm 20:10; Núm 20:24). Como respuesta a la desobediencia a Israel se encendió la ira del Señor (Núm 11:1; Núm 11:10; Núm 11:33; Núm 12:9; Núm 14:18; Núm 25:3-4), que lanzó plagas sobre su pueblo (Núm 14:37; Núm 16:46-50; Núm 25:8-9; Núm 25:18), como había hecho con Faraón y los egipcios (Éxo 9:14; Éxo 12:13; Éxo 30:12). Sin embargo, aunque Dios juzgó a aquella generación de Israel, seguirá cumpliendo sus promesas a Abraham en el futuro (Núm 23:5 –Núm 24:24).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La narración cambia y centra la atención en Balaam, un profeta pagano. Sus oráculos reafirman la fidelidad del Señor al pacto abrahámico y el propósito del Señor de bendecir a Israel. En Núm 22:2-40 se relatan los acontecimientos que llevan a las palabras de Balaam. Esto va seguido en Núm 22:41 –Núm 24:24 por las palabras de sus profecías, y la conclusión aparece en Núm 24:25.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
23.1-3 El número siete era sagrado para muchas naciones y religiones de aquella época. Un «monte descubierto» denota un sitio de mayor elevación sobre la montaña, sin follaje.23.27 El rey Balac llevó a Balaam a diferentes lugares para tratar de incitarlo a que maldijera a los israelitas. Pensaba que un cambio de escenario podría hacer cambiar de opinión a Balaam. Pero un cambio de lugar no cambia la opinión de Dios. Debemos aprender a enfrentar la fuente del problema. El cambiar de lugar para escapar del problema sólo complica la solución. Los problemas que están arraigados en nosotros no se resuelven con un cambio de escenario. El cambiar geográficamente o de trabajo sólo puede distraernos de la necesidad de experimentar un cambio en nuestro corazón.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1197 Núm 22:41
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
siete. El número sagrado siete se repite para asegurar el favor de Dios en los propósitos de Balac.
Fuente: La Biblia de las Américas
[9] Pertenecerá al Señor, por su religión, leyes y costumbres.[10] El número de los hijos de este pueblo será como el de las partículas del polvo de la tierra.