Comentario de Números 33:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Estas son las etapas de los hijos de Israel que salieron de la tierra de Egipto, según sus ejércitos, bajo la dirección de Moisés y Aarón.
por sus ejércitos. Éxo 12:37, Éxo 12:51; Éxo 13:18.
bajo el mandato de Moisés. Jos 24:5; 1Sa 12:8; Sal 77:20; Miq 6:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las cuarenta y dos jornadas de los israelitas, Núm 33:1-49.
Los cananeos deben para ser destruidos, Núm 33:50-56.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Estas son las jornadas: El capítulo Núm 33:1-56 registra los viajes del pueblo de Israel desde Ramesés en Egipto (v. Núm 33:3) a las llanuras de Moab (v. Núm 33:49). Dificultades significativas marcan este capítulo. La mayoría de las ciudades citadas son desconocidas hoy día. Esto se debe a que en su mayoría, no eran ciudades sino sólo campamentos en el desierto de Sinaí.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
33. Etapas del Camino desde Egipto al Jordán.
E l hagiógrafo cree conveniente hacer un recuento de las diversas etapas recorridas por Israel durante su peregrinación por el desierto, cuando los hebreos están ya en los umbrales de la tierra prometida. La forma es esquemática, y se nos dan nombres de etapas desconocidas. El orden actual del texto está un tanto alterado. No es posible identificar todos los lugares mencionados, ya que en el desierto apenas existen puntos de referencia y de di ver significación, y, por otra parte, muchos nombres son convencionales y nuevos, debido a incidentes habidos en la marcha de los israelitas. Pero las líneas generales del itinerario son claras.
Estaciones desde la Salida de Egipto al Jordán (1-49).
1He aquí las estaciones de los hijos de Israel cuando salieron, según sus escuadras, de la tierra de Egipto, conducidos por Moisés y Aarón. 2Moisés describió su salida según sus estaciones a voluntad de Yahvé, y son éstas las estaciones de su marcha: 3Partieron de Rameses el primer mes, el día quince del primer mes. Al día siguiente a la Pascua, los hijos de Israel salieron con mano alzada a la vista de todos los egipcios. 4Los egipcios estaban sepultando a sus primogénitos, que había herido Yahvé entre ellos, haciendo así justicia contra sus dioses. 5Partieron, pues, los hijos de Israel de Rameses y acamparon en Sucot. 6Partidos de Su-cot, acamparon en Etam, que está en el extremo del desierto. 7Partidos de Etam, volvieron hacia Piajirot, que está frente a Baalsefón, y acamparon frente a Migdol. 8Partidos de Piajirot, pasaron por en medio del mar hacia el desierto, e hicieron tres días de camino en el desierto de Etam, y acamparon en Mará. 9 Partidos de Mará, llegaron a Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí. 10 Partidos de Elim, acamparon junto al mar Rojo. 11Partidos del mar Rojo, acamparon en el desierto de Sin. 12Partidos del desierto de Sin, acamparon en Dafca. 13 Partidos de Dafca, acamparon en Alus. 14Partidos de Alus, acamparon en Rafidim, donde no había agua para que bebiera el pueblo. 15 Partidos de Rafidim, acamparon en el desierto del Sinaí. 16Partidos del desierto del Sinaí, acamparon en Quibrot-hat-tawah. 17Partidos de Quibrot-hat-ta-wah, acamparon en Jaserot. 18 Partidos de Jaserot, acamparon en Retma. 19Partidos de Retma, acamparon en Remón Pares. 20Partidos de Remón Pares, acamparon en Lebna. 21 Partidos de Lebna, acamparon en Resa. 22Partidos de Resa, acamparon en Quelata. 23 Partidos de Quelata, acamparon en el monte Sefer. 24 Partidos del monte Sefer, acamparon en Jarada. 25Partidos de Jarada, acamparon en Maquelot. 26 Partidos de Maquelot, acamparon en Tajat. 27Partidos de Tajat, acamparon en Taraj. 28Partidos de Taraj, acamparon en Mitca. 29Partidos de Mitca, acamparon en Jasmona. 30Partidos de Jasmona, acamparon en Moserot. 31 Partidos de Moserot, acamparon en Bene Yaaqán. 32Partidos de Bene Yaaqán, acamparon en Jor Hagidgad. 33Partidos de Jor Hagidgad, acamparon en en Yotbatá. 34Partidos de Yotbatá, acamparon en Abroná. 35Partidos de Abroná, acamparon en Asiongaber. 36Partidos de Asiongaber, acamparon en el desierto de Sin, que es Cades. 37Partidos de Cades, acamparon en el monte Hor, al extremo de la tierra de Edom. 38Aarón, sacerdote, subió al monte Hor por orden de Yahvé, y murió allí el año cuadragésimo después de la salida de Egipto, el quinto mes, el primero del mes. 39 Tenía Aaróii ciento veintitrés años cuando murió en la cima del monte Hor. 40Fue entonces cuando el canaiieo rey de Arad, que habitaba el Ne-gueb, en la tierra de Canaán, tuvo conocimiento de la llegada de los hijos de Israel. 41Partidos del monte Hor, acamparon en Salmona. 42Partidos de Salmona, acamparon en Punón. 43Partidos de Punón, acamparon en Obot. 44Partidos de Obot, acamparon en lye-Haabarim, en los confines de Moab. 45Partidos de lye-Haabarim, acamparon en Dibón Gad. 46 Partidos de Dibón Gad, acamparon en Almón-Diblatajim. 47Partidos de Almón-Diblatajim, acamparon en los montes de Abarim, frente a Nebo. 48Partidos de los montes de Abarim, acamparon en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó; 49acamparon a lo largo del Jordán desde Bet-Haisimot hasta Abel-Sittim, en los llanos de Moab.
Los israelitas marcharon del territorio egipcio con mano alzada (v.4) a la vista de los egipcios, es decir, con la frente levantada bajo la protección divina, que tan claramente se había manifestado en las plagas. En Exo 6:6, “mano tendida” significa la salvación obtenida por el auxilio divino1. Salen de Rameses, situada en la parte oriental del Delta; siguen hacia el sur, y por los lagos Amargos, o por el extremo norte del golfo de Suez, pasan al desierto, que luego siguen por la orilla del mar Rojo hasta internarse en la península del Sinaí. De aquí caminan en dirección norte hasta el desierto de Cades, y vuelven luego hacia el oriente para atravesar los montes de Edom. Impedidos de seguir este atajo, tienen que bajar por el valle de Arabah hasta el golfo de Elán o de Akabah (Asiongaber). Desde aquí vuelven hacia el norte por la frontera oriental de Edom y de Moab y atraviesan los reinos amorreos para venir a los “llanos de Moab,” a orillas del Jordán, frente a Jericó. Esta es la trayectoria general2.
La Distribución de Canaán (50-56).
50En los llanos de Moab habló Yahvé a Moisés, diciendo: 51“Di a los hijos de Israel: Cuando hubiereis pasado el Jordán para la tierra de Canaán, 52arrojad de delante de vosotros a todos los habitantes de la tierra, 53y destruid todas sus esculturas y todas sus imágenes fundidas, y devastad todos sus excelsos. 54Tomad posesión de la tierra y habitadla, pues para que la poseáis os la doy. Distribuidla por suerte entre las familias. A las más numerosas les daréis mayor heredad, y una menor heredad a las menos numerosas. La que en suerte le tocare a cada una, ésa será su heredad, y la recibiréis en posesión según vuestras tribus patriarcales. 55Si no arrojáis de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, los que de ellos dejéis en medio de vosotros serán como espinas en vuestros ojos y aguijón en vuestros flancos, y os hostilizarán en la tierra que vais a habitar, 56y yo mismo os trataré a vosotros como había resuelto tratarlos a ellos.”
Dos puntos en esta orden divina: la expulsión de los cananeos y la destrucción de los santuarios y objetos de culto de éstos, y la distribución proporcional y equitativa de la tierra prometida. Los pueblos cananeos poseían una cultura superior a los hebreos y una religión naturista sensual, todo lo cual era un gran peligro para los rudos israelitas, materialistas por temperamento, y, cansados de la monotonía del desierto, estaban ávidos de gozar de la vida en tierra más feraz. El legislador teme, por otra parte, que este pueblo deje la religión sencilla y sin imágenes del desierto y se deje llevar por los esplendores de los cultos cananeos. La historia nos confirma estos temores, ya que los israelitas tuvieron propensión innata a la idolatría. Los profetas luchan contra ella, y sólo después del destierro quedan curados de toda veleidad politeísta. Hay que tener en cuenta todo esto para comprender el interés del legislador hebreo en la destrucción de cuanto significa culto de los dioses de Canaán. Por eso les manda hacer desaparecer las esculturas religiosas y los lugares excelsos o bamot, en los que proliferaban los cultos orgiásticos cananeos (v.63)3.
El principio para la distribución de la tierra de Canaán es justo y natural. Debe repartirse proporcionalmente, según las familias sean más o menos numerosas. Era el modo de evitar en principio el problema social, creado por el pauperismo y la acumulación de riquezas. Con el tiempo, la situación cambia, y el número de las familias también, y por eso el principio, equitativo teóricamente, es injusto después muchas veces en la práctica. De hecho vemos por el Deuteronomio y la predicación de los profetas que el pauperismo era la plaga social en Israel como en otros pueblos. Se puede dudar si, en el reparto de la tierra que se nos cuenta en el libro de Josué, presidió este principio de equidad. Parece claro por Jue 1 que, en buena parte, el reparto consistió en asignar a cada tribu la porción que debían conquistar efectivamente, pues la obra de Josué fue una conquista virtual, consistente en quebrantar las fuerzas unidas de los cananeos, dejando a cada una de las tribus el acabar la obra de la conquista y posesionarse de la tierra. Esto no lo consiguieron las tribus sino muy lentamente, y hasta se puede decir que la obra de la conquista no fue acabada sino en el reinado de David.
1 Cf. Exo 14:8. – 2 Sobre el itinerario de los israelitas véase M. Lagrange: RB (1900) p. 78s. – 3 Véase H. Vingent, Canaán d’aprés la exploration récente p. 152-173.
Fuente: Biblia Comentada
El Señor mandó a Moisés que escribiera una lista de los campamentos entre Egipto y los campos de Moab. Es significativo que se mencionen cuarenta lugares (sin incluir Ramesés y los campos de Moab), como un reflejo de los cuarenta años transcurridos en el desierto. Algunos lugares que se registran antes no aparecen en la lista, y otros lugares solo se mencionan aquí. El Dios que iba a conducir a los israelitas en la conquista de Canaán (Núm 33:50-56) es el que los había guiado en el desierto.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La última sección principal de Números registra la obediencia renovada de Israel. Dios siguió hablando (Núm 26:1-2; Núm 26:52; Núm 27:6; Núm 27:12; Núm 27:18; Núm 28:1; Núm 31:1; Núm 31:25; Núm 33:50; Núm 34:1; Núm 34:16; Núm 35:1; Núm 35:9), y la segunda generación de Israel obedeció. La mayoría de los mandamientos en esta sección tenían que ver con la vida de Israel después de su entrada en la tierra.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— escuadrones: Ver nota a Núm 1:3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Resumen del viaje
Este registro de los lugares donde Israel acampó durante su peregrinaje es una parte del texto que Moisés escribiera (v. 2). Algunos de los lugares mencionados en esta lista son difíciles de identificar. Por lo tanto, es imposible, debido a nuestro conocimiento, marcar exactamente en un mapa la ruta. El formato de la lista es muy repetitivo; se agregan algunos comentarios ocasionales (vv. 4, 8, 9, 14, 38, 40). La razón por qué este registro se encuentra aquí es bastante obvia: Es un resumen y conduce a la conclusión del relato. Lo único que resta en Núm. tiene que ver exclusivamente con la herencia: Posesión, distribución y la expulsión de los habitantes (33:50-56); delimitaciones (34:1-15); líderes con la responsabilidad de asignar el territorio (34:16-29); pueblos y ciudades para los levitas (35:1-34); y la naturaleza inamovible de la herencia (36:1-13).
El registro está constituido estrictamente de una lista de los lugares donde acampó el pueblo y no es una breve historia, y por ello se refiere de paso al éxodo (vv. 3, 4) y al cruce del mar Rojo (v. 8), y no menciona para nada la larga estadía en Sinaí (vv. 15, 16). Este registro cierra el vacío entre los caps. 19 y 20, describiendo la ruta que tomó Israel (vv. 19-35). El día de la muerte de Aarón, el primer día del noveno mes del año 40, es importante para fechar los eventos (v. 38). Comenzando con la primera Pascua, el registro cubre los 40 años y concluye con un cuadro de las huestes de Israel expandidas a orillas del Jordán entre dos lugares separados por varios km., Bet-jesimot (la moderna Tell el-Azeimeh) y Abel-sitim (la moderna Tell Kefraim). La amplitud de los campamentos implica grandes cantidades. Los miles de millares de israelitas esperaban a la puerta de su herencia. Antes de que entraran, tenían que ser instruidos en la ley.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
33.1ss Observe el mapa que está en la introducción del libro de Números para ver los viajes de los israelitas.33.2 Moisés registra los desplazamientos de los israelitas conforme Dios los instruyó. Pero quizá su intención fue la de registrar su progreso espiritual más que su avance geográfico. ¿Ha tenido usted algún progreso espiritual últimamente? Una ayuda valiosa para el progreso espiritual puede ser el registrar sus pensamientos acerca de Dios y algunas lecciones que haya aprendido durante algún tiempo especial. Un registro de su peregrinaje espiritual que lo llevará a verificar su progreso y a evitar repetir los errores cometidos.33.4 Dios «había hecho juicios contra sus dioses» al enviarles las plagas. Véase la nota a Exo 10:22 para una mayor explicación.33.50-53 Dios le dijo a Moisés que antes de que los israelitas se establecieran en la tierra prometida, tendrían que expulsar a toda la gente malvada y destruir sus ídolos. En Colosenses 3, Pablo nos alienta para que vivamos una vida cristiana de la misma manera, despojándonos de nuestro viejo estilo de vida y avanzando a nuestro nuevo estilo de vida de obediencia a Dios y fe en Jesucristo. Al igual que los israelitas cuando marcharon a la tierra prometida, podemos destruir la maldad que hay en nuestras vidas o podemos establecernos y vivir con ella. Para marchar y poseer la nueva vida debemos expulsar todos nuestros hábitos pecaminosos que nos impedirían entrar a ella.33.50-56 ¿Por qué se les dijo a los israelitas que destruyeran al pueblo que vivía en Canaán? Dios tenía algunas razones para dar este mandamiento: (1) Dios estaba erradicando la maldad de una nación extremadamente pecaminosa. Los cananeos acarrearon su propio castigo. La idolatría era la práctica exterior de los más profundos y malvados deseos, puesto que finalmente los llevó a la adoración de Satanás y el rechazo total a Dios. (2) Dios estaba utilizando a Moisés y a Israel para juzgar a Canaán por sus pecados como cumplimiento de la profecía en Gen 9:25. (3) Dios quería quitar toda huella de las creencias y prácticas paganas en la tierra. No quería que su pueblo se mezclara o se comprometiera de ninguna manera con la idolatría. Tenemos que obedecer la Palabra de Dios sin cuestionar porque sabemos que es justa, aun cuando no podamos entender completamente sus propósitos generales. Los israelitas no entendieron del todo las razones de Dios y no cumplieron su mandamiento. Esto a la larga los comprometió y se corrompieron. Debemos obedecer la Palabra de Dios en todas las áreas de la vida, sin cuestionarla, pues sabemos que El es justo, aunque no comprendamos del todo sus propósitos.33.55 Si usted no hace el trabajo correctamente la primera vez, a menudo será más difícil conseguirlo. Dios prometió que si los israelitas no expulsaban a los residentes malvados de la tierra prometida, más tarde llegarían a ser una fuente de gran irritación. Esto fue exactamente lo que sucedió. Del mismo modo que los israelitas dudaron de expulsar a la gente malvada, a veces dudamos de limpiar todo el pecado de nuestra vida, ya sea porque tenemos miedo de él (al igual que los israelitas temían a los gigantes), o porque parece ser inofensivo y atractivo (como parecía ser para los israelitas el pecado sexual). Pero Heb 12:1-2 nos dice que expulsemos aquellos pecados que se nos enredan en los pies y nos hacen caer. Todos tenemos un «ídolo» que no queremos abandonar (un mal hábito, relaciones malsanas, cierto estilo de vida). Si permitimos que estos ídolos permanezcan en nuestra vida, más tarde nos causarán serios problemas.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1757 Éxo 12:51
b 1758 Éxo 13:18
c 1759 Jos 24:5; 1Sa 12:8; Sal 77:20; Miq 6:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
En este capítulo se mencionan cuarenta y dos campamentos entre Egipto y Canaán, y se resume el movimiento geográfico de Israel como aparece en las Escrituras desde Ex 12 a Nm 12. La peregrinación se divide en cuatro secciones: De Ramsés al mar Rojo (vers. 3– 8a), del mar Rojo al Sinaí (vers. 8b– 15), del Sinaí a Cades (vers. 16– 36), y de Cades a las llanuras de Moab (vers. 37– 49). Se omiten algunos sitios mencionados en otros lugares (por ej. 11:3; 21:19), y se hace referencia a lugares no mencionados antes (vers. 13, 19– 29). Al recapitular los cuarenta años de peregrinación bajo Moisés, la lista es una conclusión apropiada de sus hazañas, y anticipa el libro de Deuteronomio que es un repaso más detallado de la obra de Dios en Israel mediante su siervo Moisés.
Fuente: La Biblia de las Américas
ss Este capítulo Núm 33:1-56 registra el itinerario de los israelitas desde Egipto hasta el Jordán. Se menciona las 41 jornadas del viaje de 40 años.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., mano
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. por mano de.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[4] Ex 14, 2.[8] Ex 15, 22.[9] Ex 15, 27.[14] Ex 17, 1.[16] Ex 19, 2.[17] Num 11, 34; 13, 1.[32] Deut 10, 7.[36] Num 20, 1.[38] Num 20, 25; Deut 32, 50.[52] Deut 7, 5; Jue 2, 2.