Comentario de Números 34:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Jehovah habló a Moisés diciendo:
Las fronteras de la tierra, Núm 34:1-15.
Los nombres de los hombres que dividirán la tierra, Núm 34:16-29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
la tierra de Canaán según sus límites: El capítulo Núm 34:1-29 expone de forma detallada la grandiosidad de la tierra que Dios iba a dar a su pueblo (Núm 33:53). La información se basa en el conocimiento profundo de los contornos de la tierra, algo que uno no se esperaría que Moisés tuviera. Sin embargo, los datos pueden haber sido parte de lo que los espías reunieron (cap. Núm 13:1-33) y tal vez Josué y Caleb ayudaron a Moisés con esta lista.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
34. Las Fronteras de la Tierra de Promisión.
U na vez más se nos dan los límites ideales de la tierra prometida. Se dan muchos detalles geográficos, algunos de los cuales no son fácilmente identificables. Mirados en sus líneas generales, estos límites son: el desierto por el mediodía, el Mediterráneo por el occidente; por el norte, la cordillera del Líbano y Antelíbano, y el Jordán con el lago de Genesaret y el mar Muerto al oriente. Son los mismos confines que señalará Ezequiel en su reconstrucción ideal de la tierra de los hebreos en la nueva teocracia1, en los tiempos de la restauración mesiánica. De hecho, algunos territorios, como los costeros, no fueron sometidos a Israel sino en el siglo II antes de Cristo, con la toma de Jope por Judas Macabeo2. Lo mismo las fronteras septentrionales y orientales son mucho más amplias que las históricas aun en los tiempos más gloriosos de la monarquía israelita. Estos límites ideales y deseables aparecen varias veces en la Biblia3, y aquí se consignan en el estado de esperanza, como gran ilusión para el pueblo escogido.
Límites de la Tierra de Canaán (1-12).
1Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, he aquí el territorio que será vuestra parte: la tierra de Canaán según sus fronteras: 3del lado meridional irá por el desierto de Sin a lo largo de Edom. Vuestra frontera meridional arrancará del extremo del mar de la Sal, a oriente; 4se inclinará al sur, por la subida de Aqrabim; pasará por Sin, llegando hasta el mediodía de Cadesbarne, y continuará por Jasar-Adar, pasando por Asemón, 5y desde Asemón irá hasta el torrente de Egipto, para morir en el mar. 6Por frontera occidental tendréis el mar Grande, que por este lado os servirá de confín. 7 El límite septentrional será: a partir del mar Grande le trazaréis por el monte Hor; 8del monte Hor le llevaréis hasta la entrada de Jamat, llegando a Sédala, 9y continuará por Zifrón, para terminar en Jasar-Enán; éste será vuestro confín septentrional. 10La frontera oriental la llevaréis desde Jasar Enán a Sefama; u bajará de Sefama a Ribla, al este de Aín, descendiendo de aquí al oriente hasta el mar de Kineret, 12y, llegando hasta el Jordán, seguirá a lo largo de éste, para morir en el mar de la Sal. Esta será vuestra tierra y las fronteras que la rodearán.”
La designación de Canaán aparece en las cartas de Tell Amar-na (s.XV a.C.) y en los textos fenicios, pero no en los documentos oficiales asirios, que la llaman Amurra, o país de los amorreos, y Palastu (Filistea). En los textos egipcios suele ser llamada Retenu y Haru, y algunas veces Kinaji. Los hebreos adoptaron este nombre (Kena’an) al hablar de su futura tierra de promisión. Los moradores de esta región son llamados cananeos o amorreos, aunque prevalece la primera denominación. En realidad, la población de Canaán era muy mixtificada, pues, además de estos dos pueblos, existían los jéteos o hititas, joritas o jorreos-jurritas, más los restos de una raza legendaria presemítica de supuesta estatura gigantesca, a la que se atribuían las construcciones megalíticas: refaim, zumzum-mim, anaquim, etc.4 La frontera meridional de Canaán, según la indicación bíblica, limita de oriente a occidente, del límite sur del mar Muerto (“mar de la Sai”) (v.3)5; pasa por la “subida de Aqrabim,” o del os “escorpiones” (el actual naqb es-Safa)6, por el desierto de Sin, e inclinándose por el sudoeste llega a Cadesbarne, a la actual ain-Quedeis; continúa por Jasar-Adar (la actual Ain-Que-deiratt), pasando por Asamón (el actual Queseime?)7, que son tres oasis cercanos, llegando hasta el “torrente de Egipto,” o Wady el Aris, llamado “torrente de la estepa” en Amó 6:14, y en los textos asirios najal Musur (“torrente de Egipto”), equivalente al hebreo najal Misrayim8. La frontera occidental es el mar Grande, o Mediterráneo (v.6), el mar más grande conocido de los hebreos, los cuales nunca fueron aficionados a la vida marinera9. La frontera septentrional parte del Mediterráneo, sin señalar lugar preciso; pasa por el monte Hor (v.8), que es distinto del cercano a Edom 10, y por unos es identificado con Amana, cerca del gran Hermón11, y por otros con djebel Akkar, en la parte septentrional del Líbano. Según la primera interpretación, la frontera partiría de nahr el-Qasimiyeh, al norte de Tiro, y continuaría hacia el oriente en línea recta. Esta frontera se acerca a los límites históricos de Israel en los tiempos davídicos y de Salomón. Otros prefieren ponerla idealmente más arriba, junto a la entrada de Jamat (v.8), la actual Hema, sobre el Orontes, al norte de Homs, o, según otros, la entrada meridional entre el Líbano y Antelíbano, la Beqa’, valle por el que se desembocaba en Jamat, en la Alta Siria. Sedada, quizá el actual Serada, al sur del Líbano, cerca del Hermón. Zifrón, quizá Sabarím, el actual Jirbet-Sabariye, cerca de Serada. Jasar-Εηάη, el actual el-Hader, cerca de Haurán12. La frontera oriental está constituida por el lago de Genesaret, llamado Kineret13; el Jordán y el mar Muerto. Las localidades de empalme con la frontera septentrional son difíciles de identificar14.
La Comisión Distribuidora de la Tierra de Canaán (13-29).
13Moisés dio esta orden a los hijos de Israel: “Esta es la tierra que por suertes habéis de distribuir y que Yahvé ha ordenado dar a las nueve y media tribus; 14porque la tribu de los hijos de Rubén y la de los hijos de Gad han recibido ya su heredad según sus familias, y la media tribu de Manasés ha recibido también la suya. 15Estas tribus y la media tribu tienen ya su heredad al lado de allá del Jordán, frente a Jericó, al oriente.” l6Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 17“He aquí los nombres de los que han de hacer la distribución de la tierra entre vosotros: Eleazar, sacerdote, y Josué, hijo de Nun. 18Tomaréis también un príncipe de cada tribu para distribuiros la tierra. 19He aquí los nombres de éstos: Por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefoné; 20por la tribu de los hijos de Simeón, Samuel, hijo de Amiud; 21por la tribu de Benjamín, Elidad, hijo de Kislón; 22por la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buquí, hijo de Yoglí; 23por los hijos de José: por la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Janiel, hijo de Efod; 24por la tribu de los hijos de Efraím, el príncipe Quemuel, hijo de Seftán; 25por la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elisafán, hijo de Parnaj; 26por la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel, hijo de Ozán; 27por la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ajiud, hijo de Salomí; 28por la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Pedael, hijo de Amiud. 29Estos son aquellos a quienes manda Yahvé distribuir la tierra de Canaán entre los hijos de Israel.”
Los v.13-15 son obra de un redactor que vive ya instalado en Palestina, pues se refieren a los territorios de Rubén, Gad y Manasés, con la frase al lado de allá del Jordán (v.15). Refleja la época del tiempo de los jueces, y, como siempre, para legitimar ortodoxamente la distribución entre las tribus del territorio conquistado, se la atribuye a Moisés, creador del pueblo hebreo como colectividad nacional.
La comisión distribuidora de la tierra prometida está presidida por el sumo sacerdote Eleazar y el jefe – caudillo conquistador -, Josué, e integrada por los jefes de cada tribu, como en la confección del censo del pueblo15. En Josué (c. 14-19) no se menciona para nada a esta comisión, sino que es el propio Josué quien distribuye el territorio por suertes para que la acaben de conquistar, lo que no todos pudieron conseguir. Esta comisión es obra del autor, que busca vinculación del pueblo a la clase sacerdotal en los momentos solemnes de su vida.
1 Eze 47:13-20. – 2 1Ma 14:5. – 3 Cf. Gen 15:18; Deu 1:7; Deu 11:24; Jos – 4 Véase Abel, Géog. I 319. – 5 Llamado de la sai por la gran salinidad de sus aguas (25 por 100), lo que, unido a sustancias sulfurosas, hace imposible la vida. De ahí la designación de “mar Muerto” que ha prevalecido. Las características de este mar son conocidas ya por Aristóteles, Pausanias, Diodoro de Sicilia. Véase San Jerón. : PL 47,472-473; Abel, Géog. I 499. – 6 Véase DB I 151-152. – 7 Es la tesis de Abel, o.c., I 306: RB (1922) 63-70. – 8 Cf. San Jerónimo, In Is. 27,12: PL 24:313; Abel, o.c., I 301: RB (1922) 413. – 9 Cf. 1Re 9:27. – 10 Num 20:22. – 11 Cf. RB (1895) 27-29. – 12 Cf. Abel, Géog. I 304. – 13 Los rabinos han querido explicar el Kineret por la forma de arpa (kinor, Kinar) del lago. Generalmente se cree que el nombre proviene de una antigua localidad del noroeste del lago. Después del exilio se llamó Genesar (nombre de la llanura del oeste, que significa “jardín del príncipe”: gan-hasar); de ahí Genesaret en el ν. Τ., “mar de Galilea,” “Tiberíades” (Abel, o.c., I 494-498). – 14 Véase Abel, o.c., I 4943. – 15 Num 1:5-15; en la exploración de Canaán: Num 13:2-17.
Fuente: Biblia Comentada
La última sección principal de Números registra la obediencia renovada de Israel. Dios siguió hablando (Núm 26:1-2; Núm 26:52; Núm 27:6; Núm 27:12; Núm 27:18; Núm 28:1; Núm 31:1; Núm 31:25; Núm 33:50; Núm 34:1; Núm 34:16; Núm 35:1; Núm 35:9), y la segunda generación de Israel obedeció. La mayoría de los mandamientos en esta sección tenían que ver con la vida de Israel después de su entrada en la tierra.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La Tierra Prometida había sido el objetivo de Israel desde el comienzo de Números. Esta última parte del libro anticipaba el establecimiento en Canaán
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Jos 14:1-15; Jos 15:1-63; Jos 16:1-10; Jos 17:1-18; Jos 18:1-28; Jos 19:1-51; Eze 47:13-21.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Fronteras de la tierra prometida. A Abraham se le prometió la tierra que se extendía entre los ríos de Egipto y el Eufrates, identificada como “la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos, heteos” (Gén. 15:18-21; cf. Deut. 11:24). Las fronteras aquí descritas se ajustan a las que se conocen por medio de textos egipcios del segundo milenio a. de J.C. Esto indica que la descripción de Canaán que se da aquí es antiquísima. Para el tiempo cuando Israel arribó a Moab, las fronteras podían definirse refiriéndose a ciudades y lugares, y Josué siguió estas mismas fronteras (Jos. 15-19). La tierra debía repartirse entre nueve tribus y media, ya que dos tribus y media se establecerían en la Transjordania (v. 32). Sin embargo, parece ser que nunca se tomó posesión de la tierra prometida en toda su extensión. Por un breve período, durante los reinados de David y Salomón, Israel controló la tierra desde el Eufrates hasta Gaza, o desde Dan hasta Beerseba (1 Rey. 4:24, 25), pero después su territorio se redujo. Sin embargo, el ideal de la promesa nunca se perdió de vista (Eze. 47:15-20). Inclusive hoy, Israel aún reclama, en una escala más limitada, este territorio. El restablecimiento del Estado de Israel, en la medianoche del 14 de mayo de 1948, fue un evento sensacional en tiempos modernos, después de siglos durante los cuales la tierra había sido ocupada por otras naciones. Pero la promesa a Abraham espera su cumplimiento.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
34.1ss La tierra fue dada por Dios como herencia; ninguna tribu debía reclamar su propia tierra. Los límites declarados por Dios son más amplios que el área que en realidad ocupan los hebreos. Los límites se corresponden más con la tierra conquistada por David y con el territorio ideal descrito por Ezequiel (Ezequiel 47, 48). El tamaño de la tierra ilustra la generosidad de Dios. El siempre nos da más de lo que podríamos pedir o pensar.34.16-29 En el plan de Dios para organizar la tierra, El (1) explicó qué hacer, (2) lo comunicó claramente a Moisés, y (3) designó a la gente específica para estudiar la distribución de la tierra. Ningún plan estará completo hasta que cada trabajo sea asignado y cada uno comprenda sus responsabilidades. Cuando usted tenga un trabajo por delante, determine lo que debe hacerse, dé instrucciones claras y designe gente a cargo de cada una de las partes.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
Según esta descripción de la frontera de Canaán, la frontera meridional se extendía desde el extremo sur del Mar Muerto hacia el sudeste hasta el centro del Neguev, luego volvía hacia el noroeste hasta el torrente de Egipto ( Wadi el-Arish ) en la orilla sudeste del mar Mediterráneo (vers. 3– 5). La frontera occidental se extendía desde el mar Mediterráneo hasta el norte del Líbano (vers. 6). La frontera septentrional se extendía desde el Mediterráneo hasta muy dentro de Aram (Siria; vers. 7– 9). La frontera oriental aparentemente se extendía hacia el sur desde Aram (Siria) y doblaba hacia el oeste hasta el extremo meridional del mar de Galilea, donde el río Jordán y el Mar Muerto completaban la frontera oriental (vers. 10– 12). Aunque David y Salomón conquistaron la mayor parte de esta región, la tierra de Israel nunca correspondió a esta descripción.
Fuente: La Biblia de las Américas
[=] *Jos 15:1 *Ez 47:13
[=] *Num 18:20 *Jos 21:1 *Ez 48:13
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[3] Jos 15, 1.[17] Jos 14, 2.