Biblia

Comentario de Oseas 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Oseas 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

La palabra de Jehovah que vino a Oseas hijo de Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

palabra de Jehová. Jer 1:2, Jer 1:4; Eze 1:3; Joe 1:1; Jon 1:1; Zac 1:1; Jua 10:35; 2Pe 1:21.

que vino a Oseas. Rom 9:25.

en días de. Isa 1:1; Miq 1:1.

Uzías. 2Re 14:16-29; 2Re 15:1, 2Re 15:2, 2Re 15:32; 2Re 16:1-20; 2Re 18:1-37; 2Cr 26:1-23; 2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-27; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Oseas, debe ser una ilustración del pecado de Israel, Ose 1:1-3,

tiene con ella a Jezreel, Ose 1:4-5;

y Lo-ruhama, Ose 1:6-7;

y Lo-ammi, Ose 1:8-9.

La restauración de Judá e Israel bajo una sola cabeza, Ose 1:10-11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

————————

AL IGUAL QUE OTROS ANTES Y DESPUÉS DE ÉL, OSEAS DESCUBRIÓ QUE ser profeta tenía sus peligros. En algunas ocasiones el Señor le exigió a sus profetas que realizaran tareas difíciles e incluso ser objeto de lecciones humillantes para complementar sus mensajes. Al comienzo del ministerio profético de Oseas, el Señor le dijo que se casaría y le anunció que la novia elegida sería infiel a sus votos matrimoniales. Este adulterio ilustraría vívidamente la infidelidad de Israel hacia su pacto con Dios.

Oseas escoge como esposa a Gomer, la hija de Diblaim; tuvieron tres hijos y cada uno recibió un nombre simbólico de parte del Señor. El nombre del hijo primogénito Jezreel era un recordatorio de las atrocidades que habían ocurrido en Jezreel. Dios juzgaría muy pronto a Israel por estos pecados, por medio de una derrota militar en esta misma ciudad. El nombre de su hija Lo-ruhama, que significa «no compadecida», anunciaba que el Señor retiraría de manera temporal su amor a Israel. El nombre del tercer hijo Lo-ammi, que significa «no pueblo mío», anticipaba la drástica ruptura de la relación de pacto del Señor con su pueblo.

A causa de los adulterios de Gomer, el matrimonio se desintegró y ella se convirtió al final en la esclava o concubina de otro hombre. Sin embargo, Dios le da instrucciones a Oseas de tomarla otra vez como esposa. El acto de misericordia de Oseas hacia su esposa fue una imagen impresionante del gran amor del Señor hacia Israel.

Oseas comenzó a profetizar durante un período de gran prosperidad. Jeroboam había extendido las fronteras de Israel por medio de varias operaciones militares (2Re 14:24, 2Re 14:28). En el sur, Uzías había fortalecido las fuerzas armadas de Judá y derrotó a las naciones enemigas (2Cr 26:1-15). A pesar de los triunfos externos de las dos naciones, se vislumbraban problemas en el horizonte. Como bien lo expone el libro de Oseas, la idolatría —especialmente el culto al dios cananeo Baal— se extendió por el reino del norte. El asesinato de Zacarías, hijo y sucesor de Jeroboam, en el 753 a.C. marcó el fin de la dinastía de Jehú e introdujo una nueva era de confusión política.

Peor todavía, el poderoso imperio asirio, luego de varias décadas de decadencia, una vez más fue derrotado y dirigió su mirada hacia el oeste. Durante la segunda mitad del siglo VIII a.C. Asiria redujo a Israel a un estado tributario (tuvo que pagar un tributo regular a Asiria), luego a un estado marioneta (regido por un rey elegido por Asiria), y finalmente a una provincia (regida por un gobernador asirio). Judá también cayó en decadencia espiritual y se dividió por motivos políticos. El rey Acaz rechazó la oferta de Isaías de protección divina, en cambio se aventuró en una política a favor de Asiria que facilitó la toma de los estados palestinos por parte de los asirios, redujo a Judá a un estado tributario y drenó la riqueza económica de la nación.

El libro de Oseas fluctúa entre el juicio y la salvación. Cada una de las cinco partes del libro comienza con una nota amarga pero concluye con una afirmación positiva del compromiso de Dios con su pueblo y la esperanza de que Él los restituirá. Como profeta y poeta, Oseas utiliza un caudal de técnicas retóricas y poéticas para comunicar su mensaje de una manera memorable y persuasiva. Recurre a una gran variedad de metáforas para describir un inmenso surtido de temas, que incluyen: la ira de Dios, el juicio, la devoción y el amor; así como la obstinación y terquedad de Israel. Oseas emplea imágenes que eran familiares para sus contemporáneos y muchas de ellas se relacionaban con la agricultura y la naturaleza. Oseas presenta algunas de las ilustraciones más conmovedoras, aterradoras y estimulantes de toda la Biblia.

El propósito de Oseas era denunciar el pecado, advertir sobre el juicio inminente y asegurarle al fiel que el amor de Dios triunfaría al final. Israel, el reino del norte, es el enfoque principal de la profecía de este libro. Oseas acusa a la nación de ser infiel a sus votos, tal como su esposa adúltera había sido desleal a los suyos. Al participar en los ritos paganos del baalismo el pueblo violó su pacto con el Señor. Dios no tolera esta rebelión y se preparó para dejar caer sobre Israel los juicios advertidos en el pacto (Deu 28:15, Deu 28:68). El propósito de Dios, sin embargo, no fue sólo punitivo; estos severos juicios tenían la intención de que Israel entrara en razón. Oseas proclamó que finalmente el Señor restauraría el pacto con su pueblo y otra vez derramaría sus bendiciones sobre ellos.

La relación de pacto entre Israel y Dios es el centro del mensaje de Oseas. Dios liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto, los estableció como nación y se deleitó en ellos. Él buscaba una respuesta favorable a su amor y obediencia hacia los mandamientos que había dado para regular la adoración del pueblo y sus actividades diarias. No obstante, Israel fue una nación ingrata, se volvió a otros dioses, violó los parámetros sociales y religiosos de su pacto con Dios y formó alianza con las naciones que la rodeaban.

Cuando Dios establece una relación de compromiso, demanda absoluta lealtad. A través de Oseas, Dios anunció que usaría juicios severos para despertar a su pueblo del letargo espiritual y captar su atención. Este juicio tomaría forma de sequía, invasión y exilio. Aunque la severidad del poderoso juicio de Dios pudiera dar la impresión de que Israel fue abandonado para siempre, el Señor tenía la intención de restaurar a su pueblo. Cuando Israel se arrepintió de sus pecados, Él los regresa a su tierra, reúne al norte y al sur bajo un reinado davídico ideal y restaura sus ricas bendiciones.

El libro de Oseas nos ofrece una clara y equilibrada imagen de Dios. Él ama a su pueblo y desea relacionarse en forma íntima e intensa con ellos. Es celoso de su cariño y no tolera rivales. Cuando pecan, los disciplina tan severamente como sea necesario. Aunque los celos de Dios pueden parecer inapropiados y su disciplina cruel, esta respuesta divina hacia el pecado de su pueblo es en realidad un testimonio de su amor y compromiso. Dios no permitirá que nada arruine el pacto que estableció y hará todo lo necesario para preservarlo. Al final, su devoción y misericordia triunfarán y su pueblo recobrará la razón y le dará el amor que Él anhela fervientemente.

Oseas, hijo de Beeri, profetizó durante el siglo VIII a.C. Su ministerio comenzó cuando Uzías (Azarías) era rey de Judá (792-740 a.C. y Jeroboam II era rey de Israel (792-753 a.C. La carrera profética de Oseas abarcó los períodos de los reyes judíos Jotam (752-736 a.C. y Acaz (736-720 a.C. y finalizó durante el gobierno de Ezequías (729-699 a.C. Oseas también testificó durante los reinados de los últimos seis reyes de Israel, aunque no los mencionó en sus profecías.

[image]

Bosquejo

I. Matrimonio simbólico y familia Ose 1:1-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5

A. Los hijos como señales Ose 1:1-11; Ose 2:1

B. El castigo y la restauración de la esposa de Dios Ose 2:2-23

1. El retiro de las bendiciones de Dios Ose 2:2-13

2. La renovación del pacto de Dios Ose 2:14-23

C. Ilustración de Oseas acerca del amor de Dios Ose 3:1-5

II. La nación desleal y la fidelidad de Dios Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9

A. Acusación formal de Dios contra Israel Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-3

1. La ruptura del pacto Ose 4:1-3

2. La causa declarada y los resultados descritos Ose 4:4-19

3. Mensaje especial para el pueblo y sus líderes Ose 5:1-15

4. Llamado al arrepentimiento Ose 6:1-3

B. Castigo de Israel Ose 6:4-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15

1. El caso declarado Ose 6:4-11; Ose 7:1-16

2. El juicio pronunciado Ose 8:1-14; Ose 9:1-17

3. Resumen y apelación Ose 10:1-15

C. El amor fiel del Señor Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9

1. El amor paternal de Dios Ose 11:1-11

2. Castigo de Israel por su infidelidad Ose 11:12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16

3. Restauración de Israel tras su arrepentimiento Ose 14:1-9

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

mujer fornicaria. En la época en que Oseas se casó Gomer pudo haber sido una prostituta común o quizás había participado en un rito sexual como parte del culto a Baal. Sin embargo, lo más probable es que la frase describa o anticipe lo que Gomer llegaría a ser luego de casarse con Oseas.

hijos de fornicación: Si bien Gomer ya era una prostituta cuando se casó con Oseas, aquí podría referirse a los hijos que Gomer ya tenía y que Oseas adoptó cuando se casaron. Una posibilidad mayor es que el título anticipa el nacimiento de hijos de una madre cuyas aventuras y reputación harían de su linaje una casta sospechosa. La infidelidad marital de Gomer es una ilustración de la idolatría de Israel y de su deslealtad a su pacto con Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Introducción a Oseas

Bosquejo

Título (Ose 1:1)

I. El matrimonio de Oseas ilustra la infidelidad, el repudio y la restauración de Israel (Ose 1:2-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5)

A. El matrimonio con Gomer (Ose 1:2)

B. Nacimiento de sus tres hijos (Ose 1:3-9)

C. La profecía de la restauración (Ose 1:10-11; Ose 2:1)

D. Gomer como símbolo de Israel (Ose 2:2-23)

1. El adulterio de Israel (Ose 2:2-5)

2. El juicio de Dios (Ose 2:6-13)

3. Dios promete la restauración de Israel (Ose 2:14-23)

E. Redención de Gomer (Ose 3:1-5)

II. El mensaje de Oseas describe la infidelidad, el repudio y la restauración de Israel (Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9)

A. El adulterio espiritual de Israel (Ose 4:1-19)

B. El juicio de Dios contra Israel (Ose 5:1-14)

C. Arrepentimiento hipócrita de Israel (Ose 5:15; Ose 6:1-3)

D. Registro de los pecados de Israel (Ose 6:4-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-6)

1. Quebrantan el pacto (Ose 6:4-10)

2. Se niegan a confiar en Dios y a obedecerle (Ose 6:11; Ose 7:1-16)

3. Sirven a dioses falsos (Ose 8:1-6)

E. Predicción del juicio de Israel (Ose 8:7-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15)

1. Las naciones se la tragarían (Ose 8:7-14)

2. La prosperidad se evaporaría (Ose 9:1-9)

3. Los vientres se volverían estériles (Ose 9:10-17)

4. La nación sería destruida (Ose 10:1-15)

F. El amor persistente de Dios por Israel (Ose 11:1-11)

G. Repetición de los pecados de Israel (Ose 11:12; Ose 12:1-14)

H. Cuidado pasado y enojo presente de Dios (Ose 13:1-16)

1. La idolatría de Israel (Ose 13:1-3)

2. Cuidado de Dios en el éxodo (Ose 13:4-6)

3. Plan de Dios de destruir a Israel (Ose 13:7-13)

4. Plan de Dios para la restauración final de Israel (Ose 13:14)

5. Insistencia en la destrucción inminente de Israel (Ose 13:15-16)

I. La promesa de Dios de restaurar a Israel (Ose 14:1-9)

1. Llamado al arrepentimiento (Ose 14:1-3)

2. Promesa de bendiciones abundantes (Ose 14:4-9)

Autor : Oseas

Tema : El juicio de Dios y el amor redentor Fecha: 715-710 a.C.

Trasfondo

Oseas, cuyo nombre significa «salvación», se identifica como el hijo de Beeri (Ose 1:1). No se sabe nada más acerca del profeta aparte de los vistazos autobiográficos hallados en el libro. Se ve claro que Oseas era natural de Israel, no de Judá, y que profetizó a su propia nación:

(1) por sus numerosas referencias a «Israel» y «Efraín» (las dos principales designaciones para el reino del norte) y «Samaria» (la capital del reino del norte);

(2) por su referencia al rey de Israel en Samaria como «nuestro rey» (Ose 7:5); y

(3) por su preocupación intensa por la corrupción espiritual, moral, política y social de Israel. El ministerio de Oseas al reino del norte siguió muy de cerca al ministerio de Amos (un profeta de Judá que profetizó a Israel).

Amos y Oseas son los únicos dos profetas del AT cuyos libros proféticos trataron sólo del reino del norte y su destrucción venidera.

Dios llamó a Oseas a profetizar al decadente reino de Israel durante sus últimos cuarenta años, así como lo que se le exigió a Jeremías después en Judá. Cuando Oseas comenzó su ministerio durante los últimos años de Jeroboam II, Israel disfrutaba de un período temporal de prosperidad económica y paz política que producían una sensación engañosa de seguridad. Sin embargo, inmediatamente después que murió Jeroboam II (753 a.C.), la nación comenzó a deteriorarse rápidamente y corrió veloz a su destrucción en 722 a.C. En los quince años después de su muerte, cuatro de los reyes de Israel fueron asesinados; en quince años más, Samaria se convirtió en ruinas humeantes y los israelitas fueron deportados a Asiria y después dispersados entre las naciones. El matrimonio trágico y la palabra profética de Oseas se combinaban para formar el mensaje de Dios para Israel durante esos últimos años caóticos de su precipitación a la destrucción.

Dios le mandó a Oseas que tomara «una mujer fornicaria» (Ose 1:2) para ilustrar la infidelidad espiritual de Israel a Dios. Aunque algunas personas han interpretado el matrimonio de Oseas como una alegoría ficticia, la mayoría de los eruditos bíblicos conservadores lo toman en sentido literal. Parece improbable, sin embargo, que Dios le ordenara a un profeta piadoso que se casara con una prostituta para ilustrar su mensaje a Israel. Parece más probable que Oseas se casó con Gomer cuando era casta, y ella se volvió prostituta después. Así el mandamiento de tomar «una mujer fornicaria» sería en anticipación profética de lo que sucedería.

El ambiente histórico del ministerio de Oseas se identifica como los reinados de Jeroboam II de Israel y cuatro reyes de Judá (Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías; véase Ose 1:1), es decir, cerca de 755-715 a.C. Esto no solamente lo hace el contemporáneo más joven de Amos, sino también de Isaías y Miqueas. El hecho de que Oseas fecha gran parte de su ministerio refiriéndose a cuatro reyes de Judá, en vez de a los breves reinados de los últimos seis reyes de Israel, puede indicar que huyó del reino del norte para vivir en la tierra de Judá poco antes de que Asiria destruyera Samaria (722 a.C.). Allí compiló sus profecías en el libro que ahora lleva su nombre.

Propósito

La profecía de Oseas fue el último intento de Dios de llamar a Israel a arrepentirse de su idolatría y maldad persistentes antes de entregar a la nación al juicio pleno de sus pecados. El libro se escribió para revelar:

(1) que Dios mantenía su amor por su pueblo del pacto y deseaba intensamente redimirlos de su iniquidad, y

(2) que hay consecuencias trágicas para el pueblo que persiste en desobedecer a Dios y repudiar su amor redentor. La infidelidad de la esposa de Oseas se registra como una ilustración de la infidelidad de Israel a Dios. Gomer va tras otros hombres, mientras que Israel va tras otros dioses; Gomer comete el pecado de prostitución física, mientras que Israel comete el de prostitución espiritual.

Visión panorámica

Los caps. 1-3 describen el matrimonio de Oseas con Gomer. Los nombres de sus tres hijos son señales proféticas para Israel: Jezreel («Dios esparce»), Lo-ruhama («No compadecida») y Lo-ammi («No pueblo mío»). El amor perseverante de Oseas por su esposa adúltera simboliza el firme amor de Dios por Israel.

Los caps. Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9 contienen una serie de profecías de Oseas que establecen un paralelo entre la infidelidad de Israel y la de su esposa. La deserción de Gomer a Oseas por otros amantes (cap. Ose 1:1-11) representa la separación de Israel de Dios (caps. Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16). La degradación de Gomer (cap. Ose 2:1-23) representa la vergüenza y el juicio de Israel (caps. Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15). La redención de Gomer por Oseas del mercado de esclavos (cap. Ose 3:1-5) representa el deseo y la intención de Dios de restaurar a Israel en el futuro (caps. Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9). El libro recalca que como Israel ha desdeñado el amor de Dios y su llamado al arrepentimiento, el juicio ya no se puede posponer.

Características especiales

Siete aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Oseas:

(1) Está en primer lugar en la parte del AT llamada «El libro de los doce», también conocida como «los profetas menores» («menores» debido a su brevedad cuando se comparan con Isaías, Jeremías y Ezequiel).

(2) Oseas es uno de sólo dos profetas del norte que tiene un libro profético en el AT (el otro es Jonás).

(3) Como en los casos de Jeremías y Ezequiel, las experiencias de Oseas ilustraron su mensaje profético.

(4) Contiene cerca de 150 declaraciones respecto a los pecados de Israel, y más de la mitad tienen que ver con la idolatría.

(5) Más que ningún otro profeta del AT, Oseas les recordó a los israelitas que el Señor había sido paciente y fiel en su amor por ellos.

(6) No hay un orden discernible entre las profecías de Oseas en la parte principal del libro (caps. Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9). Es difícil saber dónde termina una profecía y comienza otra.

(7) Sus profecías están llenas de figuras literarias pintorescas, muchas tomadas del ambiente rural.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

Oseas contiene varios versículos que el NT cita como cumplidos en Jesucristo:

(1) el llamamiento del Hijo de Dios para que saliera de Egipto (Ose 11:1; cf. Mat 2:15);

(2) la victoria de Cristo sobre la muerte (Ose 13:14; cf. 1Co 15:55);

(3) el deseo de Dios de misericordia y no de sacrificio (Ose 6:6; cf. Mat 9:13; Mat 12:7); y

(4) los no judíos, que no eran pueblo de Dios, se convierten en su pueblo (Ose 1:6; Ose 1:9-10; Ose 2:23; cf. Rom 9:25-26; 1Pe 1:10). Además de ciertos pasajes, el NT expande el tema del libro de que Dios es el esposo de su pueblo, en que Cristo es el esposo de su esposa redimida, la iglesia (véanse 1Co 11:2; Efe 5:22-32; Apo 19:6-9; Apo 21:1-2; Apo 21:9-10). Oseas recalca el mensaje del NT de la necesidad de conocer verdaderamente a Dios para entrar en la vida eterna (Ose 2:20; Ose 4:6; Ose 5:15; Ose 6:3; Ose 6:6; cf. Jua 17:1-3). Junto con este mensaje, Oseas muestra con claridad la relación directa entre el pecado persistente y el juicio ineludible. Pablo resume los dos énfasis principales de Oseas en Rom 6:23 : «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.»

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

1. El Matrimonio de Oseas.
Los tres primeros capítulos del libro de Oseas se refieren a la experiencia personal del propio Oseas en su vida familiar y son como una introducción simbólica al mensaje de amor profundo que Yahvé tiene para con su pueblo Israel.

Introducción histórica.
1 Palabra de Yahvé dirigida a Oseas, hijo de Beeri, en tiempos de Ozías, Joatán, Acaz y Exequias, reyes de Judá, y en tiempos de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.

Este título del libro, sin duda añadido por el compilador de las diversas profecías de Oseas, nos presenta el marco histórico máximo en el que el profeta desarrolló su ministerio. Como en otros profetas, se dan sincronizados los reyes de Judá y de Israel. La actividad profética de Oseas se desarrolla, según los datos que aquí nos da, desde el 750 a.C., más o menos, hasta poco antes de la caída de Samaría en 722-721. Algunos autores creen que deben considerarse como glosas los nombres de Acaz y Ezequías. En las profecías se presenta como futuro el hecho de la caída de Samaría (722-21), y como no hay alusiones a la invasión de Judá por Pecaj de Samaría y Rasín de Damasco en 734 a.C., bajo el reinado de Judá, se circunscribe generalmente la actividad profética de Oseas entre el 750 al 735 a.C. 1

Orden de casarse con una prostituta.
2 Comienzo del hablar de Yahvé en Oseas: Dijo Yahvé a Oseas: Ve y toma por mujer a una prostituta y engendra hijos de prostitución, pues que se prostituye la tierra apartándose de Yahvé.

Dios le da al profeta una orden extraña: la de casarse con una prostituta para que engendre hijos de prostitución. Como veremos después, esta orden tiene una significación simbólica: la de figurar los amores de Yahvé para con Israel, esposa infiel. La palabra prostituta puede tener el sentido de mujer pública, deshonrada ya antes de que la tomara por esposa Oseas, o de adúltera por la conducta infiel en el matrimonio. En este último caso, Oseas se habría casado con una mujer honrada normal, pero que le fue infiel después durante el matrimonio; por eso sus hijos son adulterinos. Esta segunda interpretación se prestaría mejor para el simbolismo que quiere expresar el profeta, a saber, que la tierra de Israel se prostituye, apartándose de Yahvé, yendo tras otros amantes, los ídolos cananeos.

Primer hijo de Oseas (3-5).
3 Fue, pues, y tomó por mujer a Gomer, hija de Diblayim, que concibió y le parió un hijo, 4 y le dijo Yahvé: Ponle por nombre Jezrael, porque de aquí a poco visitaré yo las matanzas de Jezrael sobre la casa de Jehú y pondré fin al reino de la casa de Israel. 5 Aquel día romperé yo el arco de Israel en el valle de Jezrael.

El profeta cumplió al punto la orden de Dios, casándose con una mujer llamada Gomer, hija de Diblayim (v.3). El nombre no tiene nada de misterioso en la onomástica hebrea, y, por tanto, no debemos buscar ocultos sentidos alegóricos en el significado de los mismos. Los que interpretan esta historia familiar de la vida de Oseas en sentido histórico suelen hacer hincapié en los nombres propios aquí consignados. Ya veremos después el valor de este argumento cuando estudiemos la historicidad de estos relatos. De todos modos, aquí el profeta no presta importancia al sentido simbólico posible de su mujer, sino al de su hijo Jezrael (v.4), que habría de recordar las matanzas de Jehú, fundador de la dinastía a la que pertenecía Jeroboam II, en el valle de Jezrael 2. Jehú había sido instrumento de la justicia divina para castigar las idolatrías de Joram, Acab y Jezabel; pero ahora llegaba la hora de pedir cuentas a la dinastía de Jehú (841-814/3), que era tan culpable ante Yahvé como la extinguida por éste.
Con Jeroboam II, el reino del norte, Israel, había llegado a un alto nivel económico y militar. Esto hizo que surgiera el vicio por doquier. Sobre todo, las clases sociales elevadas hacían caso omiso de las prescripciones de la Ley mosaica; contra sus abusos predicó por este tiempo el profeta Amos.
El hijo, pues, de Oseas simbolizará con su nombre de Jezrael la justicia de Dios sobre la dinastía inaugurada en las matanzas de la llanura de Jezrael, entre el Carmelo y Beisán. El primer hijo de Oseas simbolizará el ocaso del reino de la casa de Israel (v.4). Dios pedirá cuenta por las matanzas de Jezrael, llevadas a cabo por el fundador de la dinastía, Jehú, y romperá el arco (la fuerza) de Israel en el valle de Jezrael (v.5), lugar tradicional de batallas. El nombre, pues, del primer hijo de Oseas tendrá un significado siniestro para los destinos del reino de Israel, cuya capital era Samaría.

Nombres simbólicos de los otros hijos de Oseas (6-9).
6 Concibió ella de nuevo y parió una hija, y Yahvé dijo a * Oseas: Dale el nombre de “Lo-Rujamá,” porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, no la perdonaré jamás. 7 Pero tendré misericordia de la casa de Judá, y los salvaré por Yahvé, Dios; no los salvaré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos, ni con jinetes.8 Luego de destetar a “Lo-Rujamá,” volvió a concebir y parió un hijo, 9 y dijo Yahvé: Llámalo “Lo-Ammí,” porque vosotros no sois mi pueblo, y yo no soy vuestro Dios.

Como al primer hijo de Oseas se le impuso un nombre simbólico (Jezrael), para significar la próxima ruina del reino de Israel, así los otros hijos tendrán un significado siniestro para la suerte del reino del norte. La hija se llamará Lo-Rujamá (“sin misericordia”), porque Yahvé ya no volverá a sentir piedad por el reino de Israel. Ha colmado la maldad, y llega la hora de la justicia divina, que descargará sin misericordia, pues Israel ya no es el pueblo de
Yahvé. Al tercer hijo se le pone el nombre simbólico de Lo-Ammí (“no pueblo mío”) (v.9). Se ha roto la alianza que le vinculaba a Israel, y Yahvé le tratará como si no fuera “su pueblo.”
El v.8 parece una glosa intercalada por el compilador para contraponer la triste suerte del reino del norte, Israel, al de Judá, que gozará de una especial protección de Yahvé. De hecho, el reino de Judá sobrevivió al de Israel unos ciento cuarenta años. Yahvé tendrá misericordia de Judá y lo salvará en los momentos críticos sin fuerza militar (arco, espada.), con sólo su omnipotencia.

Bendición de los tiempos mesiánicos (10-2:1).
10 (1) Y será la muchedumbre de los hijos de Israel como las arenas del mar, que son sin medida y sin número, y en el lugar mismo en que se les dijo: “Vosotros no sois mi pueblo,” se dirá de ellos: “Los hijos del Dios vivo,” 11 (2) Los hijos de Judá y los hijos de Israel se juntarán en uno y se darán un jefe único y se desbordarán de la tierra, pues será grande el día de Jezrael. 21 (3) Decid, pues, a vuestro hermano “Ammí” y a vuestra hermana “Rujamá.”

Los v.10 y 11 corresponden en el TM a los tres primeros del c.2. Algunos autores, como Hoonacker, los consideran continuación del v.7 del c.1 y creen están traspuestos. Su lugar debido sería a continuación del v.25 del c.2, donde parecen una explanación lógica de las promesas de rehabilitación de Judá e Israel que allí se expresan. Pueden ser también debidos a un glosista posterior, que en medio de las amenazas de abandono hechas por Oseas contra Israel ha creído conveniente recordar las promesas mesiánicas que Dios reiteradamente ha hecho a su pueblo. En todo caso, se quiere hacer constar que el castigo de Dios sobre Israel será pasajero, pues llegarán días en que volverá a multiplicarse como las arenas del mar. Es la fórmula de la promesa hecha a Abraham (Gen 22:17) y reiterada en otros profetas (Isa 10:22; Jer 33:22). Aunque Dios les ha dicho que no son su pueblo, volverán a llamarse los hijos del Dios vivo (v.10), como pueblo que está bajo la protección inmediata de un Dios vivo, que, como tal, les dispensará su ayuda en todo, en contraposición a los ídolos impotentes, que no tienen vida.
La perspectiva venturosa se completará al juntarse de nuevo los reinos de Israel y de Judá bajo un único jefe, como en los tiempos pasados (v.11). Indudablemente que el fragmento se refiere a los tiempos mesiánicos, en que un nuevo caudillo, el Mesías, reunirá bajo su mando a los dos pueblos, separados después de la muerte de Salomón. Serán tan numerosos, que se desbordarán de la tierra (v.11), incapaz de contenerlos. Entonces los nombres en otros tiempos siniestros de Jezrael, Lo-Rujama y Lo-Ammí cambiarán de sentido, y significarán más bien las bendiciones de Yahvé a su pueblo. Así, Jezrael simbolizará la feracidad de la llanura de Jezrael, que será propicia al trigo, al mosto y al aceite (v.24). Y los nombres de los otros hermanos se cambiarán en Rujamá (“misericordia”) y Ammí (“mi pueblo”) (v.2,1).
Es corriente en la literatura profética intercalar vaticinios conminatorios y de misericordia para, de un lado, sembrar el temor al castigo merecido, y de otro, no caer en la desesperación. Es el caso que aquí comentamos. Quizá el compilador juzgó prudente trasponer esta promesa de misericordia para contrarrestar el anuncio de castigo sobre Israel para que el lector no quedara demasiado impresionado por estos vaticinios amenazadores contra el reino del norte.

1 He aquí la cronología de los reyes de Judá y de Israel mencionados en el texto: En Judá: Oirías, llamado también Azarías en la Biblia (768-740/39), Joatán (740/39-736/35), Acaz(736/35-727), Ezequías (727-698/7). En Israel: Jeroboam II (782/1-753). El autor no menciona otros reyes de Israel. Después de Jeroboam le sucedieron vertiginosamente: Zacarías (753/2), Sellum (752-752/1), Menajem (752-742/1), Pecaya (742/1-740/39), Pecaj (740/39-730/29). – 2 Cf. 2Re 9:21-26.30-37.

Fuente: Biblia Comentada

El libro de OSEAS

Titulo

El título se deriva del personaje principal y autor del libro. El significado de su nombre, «salvación», es el mismo del de Josué (cp. Núm 13:8; Núm 13:16) y Jesús (Mat 1:21). Oseas es el primero de los doce profetas menores. «Menor» se refiere a la brevedad de las profecías, en comparación con la longitud de las obras de Isaías, Jeremías y Ezequiel.

Autor y fecha

El libro de Oseas es la única fuente de información acerca del autor. Poco se conoce de él y aún menos acerca de su padre, Beeri (Ose 1:1). Probablemente, Oseas fue oriundo del reino norteño de Israel, debido a que muestra familiaridad con la historia, circunstancias y topografía del norte (cp. Ose 4:15; Ose 5:1; Ose 5:13; Ose 6:8-9; Ose 10:5; Ose 12:11-12; Ose 14:6). Esto haría que él y Jonás fueran los únicos profetas del reino del norte que escribieron. Aunque él se dirigió tanto a Israel (el reino del norte) como a Judá (el reino del sur), identificó al rey de Israel como «nuestro rey» (Ose 7:5).

Oseas tuvo un período extenso de ministerio, profetizando ca. 755-710 a.C., durante los reinados de Uzías (790-739 a.C.), Jotam (750-731 a.C.), Acáz (735-715 a.C.) y Ezequías (715-686 a.C.) en Judá, y Jeroboam II (793-753 a.C.) en Israel (Ose 1:1). Su larga carrera cubrió a los últimos seis reyes de Israel desde Zacarías (753-752 a.C.) hasta Oseas (732-722 a.C.). El derrocamiento de Zacarías (el último de la dinastía de Jehú) en el 752 a.C. es mostrado como aún futuro (Ose 1:4). De esta manera siguió a la predicación de Amós en el norte, y también fue un contemporáneo de Isaías y Miqueas, quienes profetizaron en Judá. 2Re 14:1-29; 2Re 15:1-38; 2Re 16:1-20; 2Re 17:1-41; 2Re 18:1-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-21 y 2Cr 26:1-23; 2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-27; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33 registran el período histórico del ministerio de Oseas.

Contexto histórico

Oseas comenzó su ministerio a Israel (también llamado Efraín, de acuerdo a su tribu más grande) durante los días finales de Jeroboam II, bajo cuya guía Israel estaba disfrutando tanto de paz política y prosperidad material, como también de corrupción moral y bancarrota espiritual. No obstante, después de la muerte de Jeroboam II (753 a.C.), la anarquía prevaleció e Israel declinó rápidamente. Hasta su derrocamiento por parte de Asiria veinte años más tarde, cuatro de los seis reyes de Israel fueron asesinados por sus sucesores. Profetizando durante los días que rodearon a la caída de Samaria, Oseas se enfoca en la desviación moral de Israel (cp. El libro de Amós) y su rompimiento de la relación de pacto con el Señor, anunciando que el juicio es inminente.

Las circunstancias no estaban mucho mejor en el reino del sur. Usurpando la función sacerdotal, Uzías había sido azotado por la lepra (2Cr 26:16-21); Jotam toleró las prácticas idólatras, abriendo el camino para que Acaz alentara la adoración de Baal (2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-4). El avivamiento de Ezequías únicamente sirvió para reducir la aceleración de Judá hacia un destino similar al de su hermana del norte.

Reyes débiles en ambos lados de la frontera repetidamente buscaron alianzas con sus vecinos paganos (Ose 7:11; cp. 2Re 15:19; 2Re 16:7) en lugar de buscar la ayuda del Señor.

Temas históricos y teológicos

El tema de Oseas es el amor leal de Dios por su pueblo de pacto, Israel, a pesar de su idolatría. De esta manera Oseas ha sido llamado el San Juan (el apóstol del amor) del AT. El verdadero amor del Señor por su pueblo no tiene fin y no tolerará rival alguno. El mensaje de Oseas contiene mucha condenación, tanto nacional como individual, pero al mismo tiempo, él retrata incisivamente el amor de Dios hacia su pueblo con emoción ferviente. Oseas fue instruido por Dios a casarse con cierta mujer y experimentar ton ella una vida doméstica la cual era una dramatización del pecado e infidelidad de Israel. La vida matrimonial de Oseas y su esposa, Comer, proveen la rica metáfora que aclara los temas del libro: pecado, juicio y amor perdonador.

Retos de interpretación.

El hecho de que la esposa infiel, Gomer, es simbólica de la Israel infiel es indudable; pero quedan preguntas. En primer lugar, algunos sugieren que las escenas matrimoniales en los caps. (Ose 1:1-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5 deben ser tomadas únicamente como alegoría. Pero no hay nada en la narración, presentado en prosa simple, que cuestione su ocurrencia literal. Mucho de su efecto se perdería si no fuera literal. Cuando elementos no literales dentro del libro son introducidos, son presentados con «verá» (Ose 5:13; Ose 9:10; Ose 9:13), la forma hebrea normal de introducir escenas no literales. Además, no hay relato alguno de un profeta que se haya hecho a sí mismo el sujeto de una alegoría o parábola.

En segundo lugar, ¿cuáles son las implicaciones morales del mandato de Dios para Oseas de casarse con una prostituta? Parece mejor ver a Gomer como pura al tiempo del matrimonio con Oseas, para volverse más tarde una mujer inmoral. Las palabras «tómate una mujer fornicaria» deben entenderse prolépticamente, esto es, viendo el futuro. Una mujer inmoral no podía servir como el retrato de Israel saliendo de Egipto (Ose 2:15; Ose 9:10), quien más tarde se alejó de Dios (Ose 11:1). El capítulo tres describe a Oseas retomando a su mujer, quien había sido rechazada debido a adulterio, un rechazo que era injustificable si Oseas se hubiera casado con una prostituta con conocimiento total de su condición.

Una tercera pregunta surge con respecto a la relación entre el cap. (Ose 1:1-11 y el cap. (Ose 3:1-5 y si la mujer del cap. (Ose 3:1-5 es Gomer u otra mujer. Hay varios factores que sugieren que la mujer del cap. (Ose 3:1-5 es Gomer. En el Ose 1:2, el mandato de Dios es: «Ve, tómate»; no obstante, en el Ose 3:1, su mandato es: «Ve, ama», sugiriendo que el amor de Oseas tenía que ser renovado con la misma mujer. Además, dentro de la analogía del cap. (Ose 1:1-11, Gomer representa a Israel. Conforme Dios renueva su amor hacia la Israel infiel, así Oseas debe renovar su amor hacia la infiel Gomer. Si Oseas tres denotara a una mujer diferente confundiría la analogía.

Bosquejo

I) Mujer adúltera y esposo fiel (Ose 1:1; Ose 2:1-23; Ose 3:5)

A) Oseas y Gomer (Ose 1:1-11)

B) Dios e Israel (Ose 2:1-23)

C) Ambas partes reconciliadas (Ose 3:1-5)

II) Israel adúltera y el Señor fiel (Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9)

A) Israel adúltera hallada culpable (Ose 4:1-19; Ose 5:1-15; Ose 6:1-3)

B) Israel adúltera desechada (Ose 6:4-11; Ose 7:1-16; Ose 8:1-14; Ose 9:1-17; Ose 10:1-15)

C) Israel adúltera restaurada al Señor (Ose 11:1-12; Ose 12:1-14; Ose 13:1-16; Ose 14:1-9)

ANEXOS

La misericordia de Dios hacia Israel

OSEAS y GOMER DIOS e ISRAEL
DESPOSAMIENTO Ose 1:2 Dado por sentado; Jer 2:2; Eze 16:8
UNA CARNE Ose 1:3 Dado por sentado; Jer 3:1; Eze 16:9-14
ADULTERIO Ose 2:2; Ose 3:1 Ose 2:5; Ose 4:12; Jer 3:6; Jer 5:7; Eze 16:15-34
DIVORCIO Ose 3:1 Ose 2:2; Jer 3:8-10; Jer 3:20; Eze 16:35-59
CASADOS DE NUEVO Ose 3:3-5 Ose 1:10-11; Ose 2:14-23; Ose 14:4-9; Jer 3:22-25; Jer 4:1-2; Eze 16:60-63

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Palabra de Jehová. Cp. Ose 6:5. Esta clase de introducción en la que se ratifica la autoridad del profeta y el origen divino de su mensaje, también aparece en Joe 1:1; Miq 1:1; Sof 1:1; Zac 1:1; Mal 1:1. Declaraciones similares aparecen en Amó 1:3; Abd 1:1; Jua 1:1; Hag 1:2.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

(755-715 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

1. El nombre Oseas significa «salvación». Profetizó en el reino del norte, y lloró por sus pecados como Jeremías lloraría más tarde por los pecados de Judá.

2. Este es quizá el libro más extraño de toda la Biblia, porque Dios instruyó a su profeta para que tomará por mujer a una prostituta.

Había varias razones para que Dios lo hiciera así:

a. La razón experimental. Al casarse Oseas con una mujer infiel podría quizá entender como ningún otro profeta algo de la angustia del corazón de Dios por el reino del norte, cuyas gentes estaban cometiendo constantemente adulterio y fornicación espiritual contra Jehová.

Dios había comparado frecuentemente su relación con Israel con la que se da en el matrimonio. (Véanse Isa 62:5; Ose 2:19; Jer 3:14.)

b. La razón ilustrativa. Su propio matrimonio vendría a ser un ejemplo real y visible de su mensaje a Israel.

c. La razón profética. Dios le iba a mandar que pusiera a sus hijos aquellos nombres que describirían el futuro castigo y posterior restauración de Israel.

3. Puede que ministrara por más tiempo que ningún otro profeta.

4. Oseas predijo la invasión asiria del reino del norte y vivió lo suficiente para ver sus profecías cumplidas en el 721 a.C.

5. Se refiere en su libro al reino del norte constantemente como a Efraín. Esta fue la primera en apostatar de las doce tribus de Israel.

6. El libro de Oseas es citado en el Nuevo Testamento más veces, en relación a su tamaño, que ningún otro libro del Antiguo Testamento, por un total de treinta veces. Comparar:

a. Ose 11:1 con Mat 2:15.

b. Ose 6:6 con Mat 9:13.

c. Ose 10:8 con Luc 23:30.

d. Ose 2:23 con Rom 9:25.

e. Ose 13:14 con 1Co 15:55.

I. Un esposo agraviado y su esposa ofensora (Oseas y Gomer) (Ose 1:1-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5).

A. La mala reputación de la esposa de Oseas. Gomer era aparentemente una prostituta antes de casarse y fue después una adúltera. El profeta trató en vano de salvar su matrimonio tratando diferentes métodos:

1. Apartándola de los mercados del mundo.

«Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos» (Ose 2:6).

Oseas pensó que podría forzarla de esta manera a permanecer en casa. Buscó incluso la ayuda de Jezreel, su primer hijo, pidiéndole que razonara con su madre acerca de la insensatez de su conducta.

«Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos» (Ose 2:2).

Pero nada de esto iba a servir, pues Gomer volvería a las andadas a la primera oportunidad.

2. Comprándola en el mercado de esclavos. Después de haber sido usada por sus lujuriosos amantes, fue abandonada y vendida como esclava.

Dios le ordenó a Oseas que fuera a buscarla y la rescatara de esta situación. «La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada» (Ose 3:2).

B. Los nombres de los hijos de Oseas. Él profeta engendró tres hijos con Gomer. Dios le mandó que pusiera a cada hijo un nombre con significado profético. Al primer hijo le puso el nombre de Jezreel (Ose 1:4), que significa «esparcidos», prediciendo dos eventos futuros.

1. La reprobación de la dinastía de Jehú, el rey del norte. Este brutal y sanguinario rey había matado a muchos en Jezreel o en sus cercanías. Entre sus víctimas se encontraban:

a. Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, a quienes mató en el mismo día (2Re 9:14-28).

b. A Jezabel (2Re 9:33).

c. A los setenta hijos de Acab (2Re 10:1-10).

d. A los familiares distantes de Acab y a sus amigos políticos (2Re 10:11; 2Re 10:17).

e. A los príncipes de Judá (2Re 10:12-14).

f. A los sacerdotes de Baal (2Re 10:18-28). Aunque Dios ciertamente le había encomendado que vengara la muerte de Nabot, asesinado por causa de Acab (1Re 21:1-29), Jehú fue demasiado lejos en su brutal derramamiento de sangre. A causa de esto, sólo se le permitiría a Jehú reinar en el trono de Israel durante cuatro generaciones (2Re 10:30), que fueron:

• primera generación: su hijo Joacaz.

• segunda generación: su nieto Joás.

• tercera generación: su biznieto Jeroboam II.

• cuarta generación: su tataranieto Zacarías.

Cuando nació el hijo de Oseas, reinaba en Israel la tercera generación de la dinastía de Jehú, en la persona de Jeroboam II. No pasaría mucho tiempo sin que dicha dinastía llegara a su fin, lo cual aconteció en los días de Zacarías, quien murió asesinado apenas a los seis meses de subir al trono (2Re 15:12).

2. La invasión asiria. En este tiempo el reino del norte dejó de existir y el pueblo fue esparcido (Ose 1:5).

El segundo hijo fue una niña a quien llamaron Lo-ruhama (Ose 1:6), que significa «no compadecida», indicando con ello que el juicio de Dios era inminente. Junto con esta niña vino, no obstante, la promesa divina de que el Señor libraría a Judá, el reino del sur, de la invasión asiria (Ose 1:7). Esto, por supuesto, sucedió, tal como se registra en 2Re 19:35.

El tercer hijo fue un niño a quien pusieron por nombre Lo-ammi (Ose 1:9), que significa «no pueblo mío».

II. Un esposo agraviado y una esposa ofensora (Dios y Efraín) (Ose 4:14).

A. Efraín es acusado:

1. A causa de su ignorancia: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos» (Ose 4:6).

2. A causa de su idolatría: «Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta… Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados… Efraín es dado a los ídolos; déjalo…» (Ose 4:12-13; Ose 4:17).

3. A causa de la inmoralidad: «Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel» (Ose 5:3).

B. Efraín es deseado: Dios le ama a pesar de todas sus iniquidades. «¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece» (Ose 6:4).

C. Efraín es descrito:

1. Estaba encendido de codicia como un homo ardiente (Ose 7:4). Dios dice que el pueblo tramaba el mal en sus corazones durante la noche y en la mañana estallaba en llamas.

2. Se había mezclado con los paganos y había terminado por ser tan inútil como una torta que está solamente cocida por un lado (Ose 7:8).

3. Era como una paloma atolondrada y carente de inteligencia, buscando ahora la ayuda de Egipto y volviéndose luego a Asiria (Ose 7:11).

4. Era como un arco torcido cuya flecha nunca da en el blanco, que era la gloria de Dios (Ose 7:16).

5. Era tenido entre las naciones como una vasija rota (Ose 8:8).

6. Era terco y salvaje como un asno montés (Ose 8:9).

7. Era como un árbol de raíces secas (Ose 9:16).

8. Era como una viña vacía (Ose 10:1).

9. Era como una novilla indómita (Ose 4:16).

D. Efraín es disciplinado: Dios declara.

«Porque sembraron viento, y torbellino segarán…» (Ose 8:7). (Véase también Ose 10:13.)

1. Dios, por tanto, no tendría (por un tiempo) misericordia de ellos (Ose 2:4).

2. Estarían por muchos días sin (Ose 3:4):

a. Rey. Oseas, el último rey de Israel, fue destronado en el 721 a.C., y en el 587 a.C. cesó de reinar Sedequías, el último rey de Judá. Como seis siglos después fue rechazado el único rey verdadero de Israel (Jua 19:15). Esta trágica situación continuará hasta que Él vuelva otra vez (Apo 19:11-16).

b. Príncipe. El próximo príncipe del futuro Israel que se cita en las Escrituras no ministrará hasta el tiempo del milenio (Eze 44:3).

c. Sacrificio. Tito Vespasiano destruyó el templo en el año 70 d.C. y cesaron todos los sacrificios de animales. Volverán a ser instituidos otra vez durante la tribulación, pero el Anticristo hará que cesen (Dan 9:27).

d. Imagen. La palabra aquí significa literalmente «los pilares» y pueda estar refiriéndose al templo. Un templo será reconstruido durante la tribulación (Apo 13:1-18), destruido (Zac 14:2), y vuelto a edificar durante el milenio (Eze 40:48).

e. Efod. Esta es una referencia al sumo sacerdote de Israel, pues el efod era parte de la vestimenta que él llevaba. Su último sumo sacerdote planeó personalmente la muerte del Mesías de Israel. (Véanse Jua 11:49-51; Mat 26:57-68.)

f. Terafines. Eran normalmente figuras o imágenes en forma humana. (Véase Gén 31:34.) No sabemos exactamente lo que Oseas tenía en mente al decir esto.

3. Serían deportados como esclavos a Asiría (Ose 10:6).

4. Estarían (por un tiempo) esparcidos entre las naciones (Ose 8:8; Ose 9:17).

E. La liberación de Efraín. Este glorioso evento algún día ciertamente tendrá lugar. Notemos los siguientes pasajes:

1. Ose 2:19; Ose 2:23.

2. Ose 3:5.

3. Ose 6:1-3.

4. Ose 11:1; Ose 11:4; Ose 11:8-9.

5. Ose 13:10; Ose 13:14.

6. Ose 14:4-7.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

(755-715 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)

INTRODUCCIÓN

1. El nombre Oseas significa «salvación». Profetizó en el reino del norte, y lloró por sus pecados como Jeremías lloraría más tarde por los pecados de Judá.

2. Este es quizá el libro más extraño de toda la Biblia, porque Dios instruyó a su profeta para que tomará por mujer a una prostituta.

Había varias razones para que Dios lo hiciera así:

a. La razón experimental. Al casarse Oseas con una mujer infiel podría quizá entender como ningún otro profeta algo de la angustia del corazón de Dios por el reino del norte, cuyas gentes estaban cometiendo constantemente adulterio y fornicación espiritual contra Jehová.

Dios había comparado frecuentemente su relación con Israel con la que se da en el matrimonio. (Véanse Isa 62:5; Ose 2:19; Jer 3:14.)

b. La razón ilustrativa. Su propio matrimonio vendría a ser un ejemplo real y visible de su mensaje a Israel.

c. La razón profética. Dios le iba a mandar que pusiera a sus hijos aquellos nombres que describirían el futuro castigo y posterior restauración de Israel.

3. Puede que ministrara por más tiempo que ningún otro profeta.

4. Oseas predijo la invasión asiria del reino del norte y vivió lo suficiente para ver sus profecías cumplidas en el 721 a.C.

5. Se refiere en su libro al reino del norte constantemente como a Efraín. Esta fue la primera en apostatar de las doce tribus de Israel.

6. El libro de Oseas es citado en el Nuevo Testamento más veces, en relación a su tamaño, que ningún otro libro del Antiguo Testamento, por un total de treinta veces. Comparar:

a. Ose 11:1 con Mat 2:15.

b. Ose 6:6 con Mat 9:13.

c. Ose 10:8 con Luc 23:30.

d. Ose 2:23 con Rom 9:25.

e. Ose 13:14 con 1Co 15:55.

I. Un esposo agraviado y su esposa ofensora (Oseas y Gomer) (Ose 1:1-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5).

A. La mala reputación de la esposa de Oseas. Gomer era aparentemente una prostituta antes de casarse y fue después una adúltera. El profeta trató en vano de salvar su matrimonio tratando diferentes métodos:

1. Apartándola de los mercados del mundo.

«Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos» (Ose 2:6).

Oseas pensó que podría forzarla de esta manera a permanecer en casa. Buscó incluso la ayuda de Jezreel, su primer hijo, pidiéndole que razonara con su madre acerca de la insensatez de su conducta.

«Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos» (Ose 2:2).

Pero nada de esto iba a servir, pues Gomer volvería a las andadas a la primera oportunidad.

2. Comprándola en el mercado de esclavos. Después de haber sido usada por sus lujuriosos amantes, fue abandonada y vendida como esclava.

Dios le ordenó a Oseas que fuera a buscarla y la rescatara de esta situación. «La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada» (Ose 3:2).

B. Los nombres de los hijos de Oseas. Él profeta engendró tres hijos con Gomer. Dios le mandó que pusiera a cada hijo un nombre con significado profético. Al primer hijo le puso el nombre de Jezreel (Ose 1:4), que significa «esparcidos», prediciendo dos eventos futuros.

1. La reprobación de la dinastía de Jehú, el rey del norte. Este brutal y sanguinario rey había matado a muchos en Jezreel o en sus cercanías. Entre sus víctimas se encontraban:

a. Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, a quienes mató en el mismo día (2Re 9:14-28).

b. A Jezabel (2Re 9:33).

c. A los setenta hijos de Acab (2Re 10:1-10).

d. A los familiares distantes de Acab y a sus amigos políticos (2Re 10:11; 2Re 10:17).

e. A los príncipes de Judá (2Re 10:12-14).

f. A los sacerdotes de Baal (2Re 10:18-28). Aunque Dios ciertamente le había encomendado que vengara la muerte de Nabot, asesinado por causa de Acab (1Re 21:1-29), Jehú fue demasiado lejos en su brutal derramamiento de sangre. A causa de esto, sólo se le permitiría a Jehú reinar en el trono de Israel durante cuatro generaciones (2Re 10:30), que fueron:

• primera generación: su hijo Joacaz.

• segunda generación: su nieto Joás.

• tercera generación: su biznieto Jeroboam II.

• cuarta generación: su tataranieto Zacarías.

Cuando nació el hijo de Oseas, reinaba en Israel la tercera generación de la dinastía de Jehú, en la persona de Jeroboam II. No pasaría mucho tiempo sin que dicha dinastía llegara a su fin, lo cual aconteció en los días de Zacarías, quien murió asesinado apenas a los seis meses de subir al trono (2Re 15:12).

2. La invasión asiria. En este tiempo el reino del norte dejó de existir y el pueblo fue esparcido (Ose 1:5).

El segundo hijo fue una niña a quien llamaron Lo-ruhama (Ose 1:6), que significa «no compadecida», indicando con ello que el juicio de Dios era inminente. Junto con esta niña vino, no obstante, la promesa divina de que el Señor libraría a Judá, el reino del sur, de la invasión asiria (Ose 1:7). Esto, por supuesto, sucedió, tal como se registra en 2Re 19:35.

El tercer hijo fue un niño a quien pusieron por nombre Lo-ammi (Ose 1:9), que significa «no pueblo mío».

II. Un esposo agraviado y una esposa ofensora (Dios y Efraín) (Ose 4:14).

A. Efraín es acusado:

1. A causa de su ignorancia: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos» (Ose 4:6).

2. A causa de su idolatría: «Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta… Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados… Efraín es dado a los ídolos; déjalo…» (Ose 4:12-13; Ose 4:17).

3. A causa de la inmoralidad: «Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel» (Ose 5:3).

B. Efraín es deseado: Dios le ama a pesar de todas sus iniquidades. «¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece» (Ose 6:4).

C. Efraín es descrito:

1. Estaba encendido de codicia como un homo ardiente (Ose 7:4). Dios dice que el pueblo tramaba el mal en sus corazones durante la noche y en la mañana estallaba en llamas.

2. Se había mezclado con los paganos y había terminado por ser tan inútil como una torta que está solamente cocida por un lado (Ose 7:8).

3. Era como una paloma atolondrada y carente de inteligencia, buscando ahora la ayuda de Egipto y volviéndose luego a Asiria (Ose 7:11).

4. Era como un arco torcido cuya flecha nunca da en el blanco, que era la gloria de Dios (Ose 7:16).

5. Era tenido entre las naciones como una vasija rota (Ose 8:8).

6. Era terco y salvaje como un asno montés (Ose 8:9).

7. Era como un árbol de raíces secas (Ose 9:16).

8. Era como una viña vacía (Ose 10:1).

9. Era como una novilla indómita (Ose 4:16).

D. Efraín es disciplinado: Dios declara.

«Porque sembraron viento, y torbellino segarán…» (Ose 8:7). (Véase también Ose 10:13.)

1. Dios, por tanto, no tendría (por un tiempo) misericordia de ellos (Ose 2:4).

2. Estarían por muchos días sin (Ose 3:4):

a. Rey. Oseas, el último rey de Israel, fue destronado en el 721 a.C., y en el 587 a.C. cesó de reinar Sedequías, el último rey de Judá. Como seis siglos después fue rechazado el único rey verdadero de Israel (Jua 19:15). Esta trágica situación continuará hasta que Él vuelva otra vez (Apo 19:11-16).

b. Príncipe. El próximo príncipe del futuro Israel que se cita en las Escrituras no ministrará hasta el tiempo del milenio (Eze 44:3).

c. Sacrificio. Tito Vespasiano destruyó el templo en el año 70 d.C. y cesaron todos los sacrificios de animales. Volverán a ser instituidos otra vez durante la tribulación, pero el Anticristo hará que cesen (Dan 9:27).

d. Imagen. La palabra aquí significa literalmente «los pilares» y pueda estar refiriéndose al templo. Un templo será reconstruido durante la tribulación (Apo 13:1-18), destruido (Zac 14:2), y vuelto a edificar durante el milenio (Eze 40:48).

e. Efod. Esta es una referencia al sumo sacerdote de Israel, pues el efod era parte de la vestimenta que él llevaba. Su último sumo sacerdote planeó personalmente la muerte del Mesías de Israel. (Véanse Jua 11:49-51; Mat 26:57-68.)

f. Terafines. Eran normalmente figuras o imágenes en forma humana. (Véase Gén 31:34.) No sabemos exactamente lo que Oseas tenía en mente al decir esto.

3. Serían deportados como esclavos a Asiría (Ose 10:6).

4. Estarían (por un tiempo) esparcidos entre las naciones (Ose 8:8; Ose 9:17).

E. La liberación de Efraín. Este glorioso evento algún día ciertamente tendrá lugar. Notemos los siguientes pasajes:

1. Ose 2:19; Ose 2:23.

2. Ose 3:5.

3. Ose 6:1-3.

4. Ose 11:1; Ose 11:4; Ose 11:8-9.

5. Ose 13:10; Ose 13:14.

6. Ose 14:4-7.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

1. Trasfondo histórico-cultural

a) La persona. Aun sabiendo poco de la biografía de Oseas, lo que sabemos nos basta para adivinar una experiencia personal rica, puesta al servicio de su predicación. De su persona conocemos el nombre, que significa “Yahvé (el Señor) salva”; se trata de un nombre más bien corriente (el último rey de Israel también se llamará así). Conocemos el nombre de su padre — Beerí — y su más que probable origen en el Reino del Norte (en Ose 7:5 llama “nuestro rey” al soberano de Samaría). Nos consta también el nombre de su mujer — Gómer — y los que impuso simbólicamente a sus tres hijos: Jezrael, No-compadecida, No-mi pueblo. Con frecuencia alude a situaciones y costumbres de la gente del campo, por ejemplo: las vacas bravas y los corderos del prado (Ose 4:16), los amaneceres y las lluvias tempranas y tardías (Ose 6:3), las siembras y las cosechas (Ose 8:7), las eras y los lagares (Ose 9:2), las uvas, las brevas y las vides (Ose 9:10; Ose 10:1), el rocío y la paja (Ose 13:3). A lo que hay que añadir las imágenes vegetales para describir las nuevas relaciones entre el Señor y su pueblo (Ose 14:5-7). Por todo ello algunos piensan que era campesino, aunque se trata sólo de indicios que no prueban demasiado. Pero apenas existen ni siquiera indicios para la tesis de quienes quieren hacer de Oseas un miembro de la clase sacerdotal o de las asociaciones proféticas profesionales.

Tampoco sabemos fechas exactas de su nacimiento ni del desarrollo de su vida; tenemos, sin embargo, en su mismo libro indicaciones suficientes para establecer el contexto histórico y cultural-religioso en que aconteció su profecía que, con mucha probabilidad, puede datarse entre el 740 y el 722 a. C.

b) La historia nacional. A la época de prosperidad que conoció Israel en el largo reinado de Jeroboán II (783-743 a. C.), sucede un período de completa descomposición política que se manifiesta en una serie de sucesivos asesinatos y usurpaciones reales, y que terminó de manera trágica con la ocupación de Samaría, la capital del Reino del Norte, y la consiguiente deportación a territorio asirio llevada a cabo por Sargón II en los años 722/721 a. C.

Bien haya que atribuir Ose 1:1 al propio profeta o bien pertenezca a la última redacción del libro, es significativo que, a la hora de encuadrar históricamente la actividad profética de Oseas, se nombran cuatro reyes de Judá (Ozías, Jotán, Ajaz y Ezequías), mientras que de Israel (justamente el ámbito territorial de la actividad de Oseas) sólo se nombra a Jeroboán II. Algunos piensan que es preciso rellenar el vacío y debe sobreentenderse: “y también en tiempo de sus sucesores (de Jeroboán) hasta el fin del Reino del Norte”. ¿Se trata de una omisión pretendida? Así lo piensan quienes ven en la omisión un juicio negativo sobre la legitimidad de estos reyes que, al obtener el poder mediante el asesinato y la usurpación, ni siquiera merecen ser nombrados como reyes. Es como si con Jeroboán II hubiera terminado la lista legítima de reyes de Israel. Así lo sugeriría el texto de Ose 8:4.

Y, en efecto, la sucesión de Jeroboán II fue realmente trágica: Zacarías, su hijo, apenas reina un año (743 a. C.); es asesinado por Selún que, a su vez, lo es por Menajén (743 a. C.). Cinco años después (738 a. C.), el hijo de este, Pecaías, es asesinado por Pecaj (737-732 a. C.), quien embarcó a Israel en la guerra siro-efraimita, lo que supuso el comienzo del fin.

Las desastrosas consecuencias de la guerra siro-efraimita y la torpeza política de Oseas — el último rey del Reino del Norte — acarrearon la intervención definitiva de Asiria y la desaparición de dicho reino (722 a. C.). Los cps. Ose 9:1-17; Ose 10:1-15; Ose 11:1-12; Ose 11:12-13 de Oseas parecen tener como fondo histórico este último período de Samaría. Son un testimonio de la situación de zozobra y opresión en vísperas ya de la caída, cuando la situación política no era precisamente para echar las campanas al vuelo. Todo ello se va a reflejar en el mensaje duro de Oseas, considerado paradójicamente como el profeta del amor.

c) La situación religiosa. Tampoco la situación religioso-moral era mucho más esperanzadora. Oseas denuncia una corrupción moral profunda en Israel (Ose 4:1-2), sin que escapen a la crítica los lugares más sagrados (Ose 6:7-10). El profeta pone especial énfasis en la denuncia de la injusticia social y en la falta de responsabilidad de los dirigentes. La raíz de todas las corrupciones y la causa de todos los males la sitúa Oseas en la infidelidad religiosa.

Oseas no es el primer profeta que levantó su voz en Israel contra las componendas religiosas entre el culto a Yahvé, el Señor, y las divinidades cananeas. Ya lo había hecho con fuerza Elías (1Re 18:1-46). Pero la situación histórico-cultural de la época de Oseas con relación a la idolatría, aunque más disfrazada, no dejaba de ser menos peligrosa.

La más fuerte seducción era la de los dioses de Canaán, dioses de la naturaleza, de las tormentas y de la fertilidad, considerados, por tanto, como especialistas en relación con las necesidades de la vida campesina. No se trataba de remplazar al Señor, sino de poner a su lado una comparsa de dioses, según las propias conveniencias, preferentemente materiales. Al fin y al cabo, pensaban muchos, todo era cuestión de retornar a la situación “normal” del pasado, anterior a la asamblea de Siquén (Jos 24:1-33) en la que los israelitas optaron “oficialmente” por el Señor en contraposición a los anteriores dioses tribales.

Este ambiente religioso-cultural (cultura y religión están estrechamente unidas en estos tiempos) es el que más va a influir en el mensaje del profeta Oseas. Al servicio de su predicación pone el profeta la lectura de su propia historia personal como interpretación de la relación de Dios con su pueblo.

2. Aspectos literarios

a) La vida personal se hace símbolo. La relación de la historia personal de Oseas con su mensaje se centra en su matrimonio con la “prostituta” Gómer y en los hijos tenidos con ella. Frente a quienes piensan que se trata de una pura ficción a disposición del mensaje, una especie de gran parábola, la mayoría de los autores actuales sostiene la existencia de una real aventura matrimonial, utilizada simbólicamente por Oseas para ayudar en la comprensión y ahondamiento de la relación entre Dios y su pueblo infiel.

Estaríamos frente a una acción profética, en la línea de otras del mismo género, cuyo significado es aclarado por los mismos profetas que las realizan. Las llamadas “acciones simbólicas” de los profetas pueden ser, en efecto, de dos categorías: las estrictamente dichas, que son acciones particulares, a veces un tanto estrambóticas, explicadas después para orientar la captación del sentido; y las hay también de sentido amplio: la vida o parte de la vida del profeta se reviste de un significado que la trasciende. Ahí habría que colocar el celibato de Jeremías, la viudez de Ezequiel y, en nuestro caso, el matrimonio de Oseas.

Se trate de una única experiencia matrimonial en dos etapas, o de dos experiencias matrimoniales diferentes, la opción por una historia real nos introduce en una situación moralmente turbia. Por esta razón, la exégesis patrística, que juzgaba un tanto extraño el mandato divino de Ose 1:2 y Ose 3:1, se inclinaba por una opción “parabolista”. La exégesis actual, en cambio, no repara tanto en la dimensión anecdótica del caso, cuanto en la fuerza figurativa de una experiencia real, transmitida desde el punto de vista literario con evidentes trazos de composición artificiosa al servicio de su ejemplaridad. Notemos, al respecto, que si bien se da un alcance simbólico al nombre de los tres hijos que tuvo Oseas con Gómer, no sucede lo mismo con el nombre de la prostituta que, si se tratara de una pura ficción literaria, debería tener con mayor razón una dimensión simbólica, dado el papel que juega en la gran metáfora. Y no sucede así.

En todo caso, el matrimonio de Oseas no es una ficción, sino un símbolo. En esa posible historia personal descubrió el profeta “otra” historia: la de Dios con su pueblo. Y de ahí va a derivar el mensaje teológico de su profecía; de ahí y de la otra gran experiencia símbolo que como “metáfora mayor” está presente en Oseas. Nos referimos al tema de la paternidad que en Ose 11:1-4 se ofrece como magnífico paralelo al tema del amor conyugal utilizado también como símbolo en Ose 1:1-11Ose 3:1-5. Desde estas dos grandes experiencias-símbolos, Oseas transmite su más hondo pensamiento acerca del camino de Dios con su pueblo, interiorizando y ahondando así, como ningún otro profeta lo había hecho, el tema de la alianza.

b) La estructura del libro de Oseas. Aunque el libro actual ofrece indicios de añadidos y reelaboraciones posteriores, la mayor parte del mismo puede atribuirse al profeta Oseas. El mal estado del texto hebreo y la oscuridad de algunos pasajes, convierten al libro de Oseas en uno de los más difíciles de leer en hebreo y de traducir. Muchas veces hay que servirse de conjeturas. El estilo de Oseas es vehemente y apasionado, conciso y, en ocasiones, oscuro, con frases cortas y rítmicas. Refleja cierto influjo sapiencial y es abundante en imágenes de la experiencia humana y del mundo vegetal y animal. El libro puede estructurarse en tres grandes partes, enmarcadas por el título y un epílogo:

Título (Ose 1:1)

– La familia del profeta, símbolo de las relaciones entre Dios y el pueblo (Ose 1:2Ose 3:5)

– Oráculos contra Israel (Ose 4:1Ose 9:9)

– Relectura de la historia de Israel (Ose 9:10Ose 14:8)

Epílogo (Ose 14:9)

3. Contenido y dimensión religiosa.

La profundización de la relación de Dios con su pueblo la realiza Oseas en la línea de una interiorización de la alianza. Frente a todo intento de mantener las distancias o de fijar la relación en términos prevalentemente jurídicos, tomados de la vida política, como acontecía con la categoría de “pacto”, el recurso de Oseas a la relación matrimonial o paterna (cps. Ose 1:1-11Ose 3:1-5 y Ose 11:1-12) para expresar esa misma relación desde experiencias mucho más cercanas e íntimas, dan al mensaje teológico-pastoral de Oseas un hondo calado, que lo acerca mucho al NT. En ese mensaje destacan:

— La gratuidad de la relación. La relación amorosa de Dios cobra un relieve especial en el contexto actual de una idolatría práctica del pueblo. No es que lo hayan abandonado, pero se han buscado sus propios “amantes”, más cercanos a las respuestas de sus necesidades inmediatas. El Señor no se retira como respuesta a esa infidelidad. Insiste una y otra vez para “abrir los ojos” a quien, teniéndolos abiertos para sus otros amantes, los había cerrado para su marido. Amando a Gómer tal como era (infiel), Oseas supo comprender y comunicar el amor de Dios a su pueblo tal como el pueblo era (infiel). Ver, al respecto, Ose 14:4 y Rom 5:7.

— El camino “alternativo” de la conversión. La estrategia para provocar la vuelta “voluntaria” de la esposa revela el acompañamiento en un camino de introspección y recapacitación: volveré a mi primer marido, pues me iba mejor antes que ahora (Ose 2:7). Aunque ello suponga “convertirse” o, en palabras del profeta, volver al desierto (Ose 2:14), a los tiempos de la vida nómada, para superar la tentación de rendir culto a los dioses y diosas de la fecundidad — los “amantes” de Ose 2:5 — , especialistas en facilitar los bienes de la vida sedentaria.

— Culto “verdadero” a dioses falsos. Culto “falso” al Dios verdadero. Las dos dimensiones se contienen en el mensaje de Oseas contra la idolatría. Los dioses cananeos no son auténticos dioses y no se pueden esperar bienes de ellos. No aportan salvación y no se les puede adorar. Sólo el Señor es la fuente de todo don. Y no valen las componendas: conservar al Señor — ¡por si acaso! — , pero recurrir a los “dioses especialistas” en las nuevas necesidades.

Por lo demás, al Señor no se le agradecen los dones sólo con el rito externo. Oseas denunciará una piedad puramente externa y la seguridad de que el simple cumplimiento del rito sea suficiente para alcanzar los favores de Dios (Ose 6:4; Ose 14:3). Se necesita un cambio interior — la conversión del “corazón” — que haga posible la “curación” profunda y el nuevo casamiento en justicia y derecho, en amor y ternura (Ose 14:4).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Jeroboán: Se trata de Jeroboán II (782-753 a. C.) cuyo reinado coincidió con los de Amasías y Ozías en el Reino del Sur, es decir Judá, y en cuyos días el Reino del Norte -es decir, Israel- conoció un período de singular prosperidad y bienestar material. Ver Introducción general.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Titulo

Véase la Introducción (Oseas el profeta). Este versículo representa el encabezado de todo el libro. No debe tomarse demasiado lit., porque claramente incluye alguna narrativa que pone las verdaderas profecías en su contexto (caps. 1; 3).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

Oseas sirvió como profeta en Israel (el reino del norte) desde 753-715 a.C.Ambiente de la época: Los últimos seis reyes de Israel fueron especialmente malvados; establecieron impuestos altos, oprimieron a los pobres, fueron idólatras y no tuvieron respeto alguno por Dios. Israel se vio sometido a Asiria y forzado a pagar tributo, lo que le quitó los pocos recursos que le quedaban.Mensaje principal: El pueblo de Israel había pecado contra Dios, como una adúltera peca contra su esposo. Era seguro que el castigo caería por vivir sin respeto a Dios ni a sus compatriotas. Oseas vio sucumbir a la nación ante Asiria en el año 722 a.C.Importancia del mensaje: Cuando pecamos ponemos en peligro nuestra relación con Dios, porque faltamos a nuestro compromiso con El. Si bien todos habremos de responder ante Dios por nuestros pecados, os que busquen el perdón de Dios serán salvos del castigo eterno.Profetas contemporáneos: Jonás (793-753) Amós (760-750) Miqueas (742-687) Isaías (740-681)1.1 Oseas fue profeta en el reino del norte (Israel). Sirvió desde 753 hasta 715 a.C. Bajo Jeroboam II, el reino del norte prosperó materialmente, pero decayó espiritualmente. El pueblo era ambicioso y adoptó la conducta moral y la religión idólatra de sus vecinos cananeos.El papel de Oseas era mostrar que el reino del norte era infiel a Dios, su «esposo» y proveedor, y se casó con Baal y los dioses de Canaán. Les advirtió que a menos que se arrepintieran de su pecado y se volvieran a Dios, irían a parar a la destrucción. Oseas habló de las características de Dios (su inmenso amor poderoso y su fiera justicia) y cómo esto afectaría sus vidas y los haría regresar a El. Es lamentable, pero el pueblo violó su pacto con Dios y recibirían el castigo que El prometió (Deuteronomio 27; 28).1.2, 3 ¿Realmente le ordenó Dios a este profeta que se casara con una prostituta? Algunos a los que se les hace difícil creer que Dios pudiera hacer una petición como ésta ven la historia como una ilustración, no como un hecho histórico. Sin embargo, muchos piensan que sucedió y dan una de estas explicaciones: (1) De acuerdo con la ley de Dios, un sacerdote no podía casarse con una prostituta (Lev 21:7), pero Oseas no era sacerdote. (2) Es posible que Gomer no fuera prostituta cuando Oseas se sacó con ella, y que Dios estaba permitiendo que Oseas supiera que Gomer más tarde se inclinaría hacia el adulterio y la prostitución. En cualquier caso, Oseas sabía de antemano que su esposa le sería infiel y que su vida matrimonial sería una lección objetiva para el adúltero reino del norte a quien él profetizaba.1.2, 3 Es difícil imaginar los sentimientos de Oseas cuando Dios le dijo que se casara con una mujer que le sería infiel. Probablemente no quería hacerlo. Pero obedeció. A menudo Dios pide una obediencia extraordinaria de sus profetas que estaban enfrentando tiempos extraordinarios. Quizás El un día le pida algo difícil o extraordinario. ¿Cómo respondería? ¿Lo obedecería confiando en que El, que lo sabe todo, tiene un propósito especial al pedírselo? ¿Quedaría satisfecho al saber que el dolor que resulte de la obediencia puede beneficiar a las personas que sirve y no a usted mismo?1.4, 5 Elías había predicho que la familia de Acab sería destruida debido a su maldad (1Ki 21:20-22). Sin embargo, Jehú fue demasiado lejos al cumplir la orden de Dios (2Ki 10:1-11). Por lo tanto, la dinastía de Jehú también sería castigada en Jezreel, el mismo lugar donde llevó a cabo la masacre de la familia de Acab. La promesa de Dios de poner fin a Israel como reino independiente se cumplió veinticinco años más tarde cuando los asirios conquistaron el reino del norte y se llevaron cautivo al pueblo.1.6-8 En 1.3, leemos que Gomer le dio a Oseas un hijo. En los versículos 1.6 y 1.8 vemos que dio a luz a dos hijos más, pero no indican que Oseas fuera su padre natural y algunas traducciones implican que no lo era. Ya fueran suyos o no, la clave de esta parte de la historia se encuentra en los nombres que Dios les puso para mostrar su reacción ante la infidelidad de Israel. Su reacción hacia la infidelidad no es diferente en la actualidad.1.7 Dios dijo que personalmente rescataría al pueblo de Judá de sus enemigos sin ejércitos ni armas. A pesar de que Dios nos pide que hagamos nuestra parte, debemos recordar que El no depende de nuestra ayuda. Muchas veces obra por medio de la gente, pero solo porque es bueno para ellos. El puede llevar a cabo todos sus propósitos sin nuestra ayuda si así lo desea. Usted es muy importante para Dios, pero por su cuenta no tiene ni la capacidad de cumplir ni el poder de interrumpir los planes de Dios.1.9 Aquí Dios en esencia estaba disolviendo el pacto. El nombre del tercer hijo expresa determinación en cuanto al castigo. La advertencia de Dios que se registra en Deu 28:15-68 estaba empezando a cumplirse. Israel estaba abandonando a Dios, y este a su vez estaba abandonando a Israel y dejándolo sin sus bendiciones.1.10 Los libros proféticos del Antiguo Testamento en ocasiones utilizan la palabra «Israel» para referirse al reino unido (norte y sur) y en ocasiones solo para referirse al reino del norte. Al hablar acerca de los hechos pasados, Oseas por lo general pensaba en Israel como el reino del norte con Samaria como capital. Sin embargo, cuando Oseas hablaba acerca de acontecimientos futuros que se relacionaban con las promesas de Dios de restauración, es difícil comprender sus palabras aplicándolas exclusivamente al reino del norte debido a que los cautivos del norte se mezclaron para siempre con sus conquistadores. Por todo esto, las promesas del regreso muchos las ven como: (1) condicionales, ya que los israelitas decidieron no volver a Dios y por lo tanto no tenían derecho a las bendiciones incluidas en las promesas de restauración, o (2) incondicionales, porque las promesas de restauración de Dios se cumplen en Jesucristo y por lo tanto la Iglesia (la nueva Israel) recibe sus bendiciones (Rom 9:25-26; 1Pe 2:10).1.10, 11 A pesar de que Israel fue infiel, el compromiso de Dios permaneció inalterable. Esta promesa de una reunificación futura reitera el pacto hecho con Moisés (Deu 18:15-18) y anuncia las profecías de Jeremías (Jer 29:11-14; Jer 31:31-40) y de Ezequiel (Jer 11:16-21). Es una predicción del día cuando todo el pueblo de Dios se reunirá bajo el reinado de Cristo. En la actualidad los creyentes de todas partes del mundo son el pueblo escogido de Dios, una nación de sacerdotes (véase 1Pe 2:9).

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Título Que significa: “Salvación; Liberación”. Heb.: Hoh·sché·a‛. Oseas es el primero de los 12 “Profetas Menores” cuyas profecías los hebreos agrupan en un solo libro llamado “Los Doce”, a saber: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 2Pe 1:21

b 1 Rom 9:25

c 2 Isa 1:1; Miq 1:1

d 3 2Re 15:13; 2Cr 26:1

e 4 2Re 15:32

f 5 2Re 16:1

g 6 2Re 18:1

h 7 2Re 14:23

i 8 2Re 13:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Palabra del S eñor . Los libros proféticos del A.T., usualmente en los primeros versículos, contienen indicaciones claras de ser revelaciones dadas por Dios, (Jer 1:2; Ez 1:3; Jl 1:1; Am 1:3; Abd 1; Jon 1:1).

Oseas. Véase Vista Panorámica.

Fuente: La Biblia de las Américas

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE OSEAS

AUTOR: Oseas

Fecha: ca. 710 a.C.

El profeta y su época Todo lo que se conoce del profeta se deriva de las secciones autobiográficas del mismo libro. Al igual que Amós, su coetáneo, Oseas profetizó para el Reino del Norte (Israel; llamado algunas veces Efraín que era la tribu más numerosa), mientras que Isaías y Miqueas profetizaban en el Reino del Sur Judá). Prosperidad material y bancarrota espiritual caracterizaban la época del reinado de Jeroboam II (782-753), cuando Oseas comenzó su ministerio (2Re 14:232Re 17:41). El juicio parecía remoto pero para el año 732 Damasco había sucumbido ante Asiría y por el año 722 Samaría, la capital de Israel, fue capturada y sus habitantes fueron deportados. Algunos de los pecados específicos denunciados por Oseas están registrados en Ose 4:2; Ose 4:4; Ose 4:11-13; Ose 5:2; Ose 6:8-9; Ose 7:1; Ose 7:5; Ose 8:14; Ose 10:1; Ose 10:4; Ose 13:2.

El matrimonio de Oseas El tema del libro es el amor leal de Dios hacia Israel a pesar de la continua infidelidad de esa nación, descrita dramáticamente mediante la experiencia matrimonial de Oseas. El profeta contrajo matrimonio con Comer y poco después descubrió que ella era infiel. Si bien hubo una separación, el amor de Oseas (como el amor de Dios por Su pueblo) persistió y a la postre se efectuó una reconciliación.

Hay tres puntos de vista respecto al matrimonio de Oseas:

(1) Una simple alegoría, el libro no contiene ninguna base histórica respecto a matrimonio real.

(2) Oseas contrajo matrimonio con una mujer quien ya era una ramera, quizás una prostituta del templo.

(3) Gomer se volvió una ramera después de su matrimonio. Si bien la experiencia trágica de Oseas ilustra el amor de Dios por su pueblo extraviado, no existe ninguna base legítima para rechazar la historicidad del matrimonio. Es difícil determinar si (2) o (3) es el punto de vista correcto.

Contenido Los capítulos Ose 1:1-11Ose 3:1-5 describen la vida familiar del profeta, mientras que el resto del libro registra trozos de sus mensajes predicados durante sus 50 años de ministerio profético. En la sección profética hay tres temas predominantes: el pecado del pueblo, la certeza del juicio y la seguridad del amor leal de Dios.

BOSQUEJO DE OSEAS

I) La esposa pródiga, Ose 1:1Ose 3:5

A) Su infidelidad, Ose 1:1-11

B) Su castigo, Ose 2:1-13

C) Su restauración y la de Israel, Ose 2:14-23

D) Su redención, Ose 3:1-5

II) El pueblo pródigo, Ose 4:1Ose 14:9

A) El mensaje de juicio, Ose 4:1Ose 10:15

1. La acusación, Ose 4:1-19

2. El veredicto, Ose 5:1-15

3. El ruego de Israel, Ose 6:1-3

4. La respuesta de Jehová, Ose 6:4-11

5. Los pecados de Israel, Ose 7:1-16

6. La profecía del juicio. Ose 8:1Ose 10:15

B) El mensaje de restauración, Ose 11:1Ose 14:9

1. El amor do Dios por Su pueblo pródigo, Ose 11:1-11

2. El castigo do Dios a Su pueblo pródigo, Ose 11:12Ose 13:16

3. La restauración de Dios para Su pueblo prodigo, Ose 14:1-9

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Óseas. El nombre significa salvación. Las fechas de los reyes mencionados son los siguientes: Uzías (también llamado Azarías), 791-740; Jotam, 750-732; Acaz, 746-716; Ezequías, 716-687, Jeroboam II, 793-753.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

ben… Esto es, hijo de.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Esto es, hijo de.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[2] Los llamarán hijos de ramera, porque su madre lo fue antes de casarse con el profeta. Había de causar admiración en el pueblo ver que Oseas, joven virtuoso, para anunciar a Israel lo que Dios le mandaba, tomara por esposa una mujer idólatra, o que era o había sido una mujer pública.[5] 2 Re 8, 29; Jos 17, 16.[6] La no compadecida.[7] 2 Re 19, 35; Zac 4, 6.[9] Que significa No eres mi pueblo.

Fuente: Notas Torres Amat