Comentario de Oseas 1:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“No obstante, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: ‘Vosotros no sois mi pueblo’, se les dirá: ‘Hijos del Dios viviente.’
será el número de los hijos. Gén 13:16; Gén 32:12; Isa 48:19; Rom 9:27, Rom 9:28; Heb 11:12.
Y en el lugar en donde. Rom 9:25, Rom 9:26.
les fue dicho. Ose 2:23; Isa 43:6; Isa 49:17-22; Isa 54:1-3; Isa 60:4-22; Isa 66:20; 1Pe 2:9, 1Pe 2:10.
sois hijos del Dios viviente. Jua 1:12; Rom 8:14-17; Rom 9:26; 2Co 6:18; Gál 4:6, Gál 4:7; 1Jn 3:1, 1Jn 3:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El Señor no rechazará a su pueblo para siempre. Dios cumplirá la promesa que le hizo a Abraham y hará a los israelitas tan numerosos como las arenas del mar (Gén 22:17; Gén 32:12).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SERÁ… ISRAEL COMO LA ARENA DEL MAR. El rechazo por Dios del reino del norte como una nación separada no significaba que Dios olvidaría la promesa que les hizo a Abraham, Isaac y Jacob en cuanto a la tierra y a la nación. A pesar del pecado de Israel, Dios encontraría una manera de restituirlos a la condición de hijo. Él reuniría a las doce tribus para formar una nación bajo un solo liderazgo. Esa promesa de reunificación anuncia al Mesías que viene.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
número. Ratificación del pacto con Abraham que no se cumplirá en esta generación, sino en la futura cp. Gén 22:17). no sois pueblo mío. Citado por Pablo en Rom 9:26.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
A pesar del descarrío de Israel, Dios preservó para sí un remanente tanto de Israel como de Judá. Al hablar sobre las bendiciones del milenio, Dios prometió el engrandecimiento de la nación (cp. Isa 54:1), la conversión y reagrupación de la nación (cp. Eze 37:15-23), el liderazgo de la nación (Ose 3:5) y la restauración nacional (Ose 2:23).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Gén 22:1; Gén 32:12; (ver Isa 10:22); Rom 9:25-27; Jua 1:12.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Promesa que sigue al juicio: un vislumbre de un futuro más brillante
Parece prematuro, a primera vista, mencionar la esperanza más allá del juicio en este punto de la profecía. Oseas todavía tiene mucho más juicio que anunciar (¡2:1-13 y la mayor parte de los caps. 4-14!). Sin embargo, el libro está arreglado así como para dar un bosquejo de todo el plan de Dios en los caps. 1-3 en términos de la figura de esposo-esposa, antes de seguir con profecías más detalladas. Más aun, los primeros tres capítulos están arreglados como un emparedado doble: narración (1:2-9), esperanza (1:10-2:1), juicio (2:2-13), esperanza (2:14-23), narración (3:1-5).
Esta estructura ayuda a lograr cuando menos tres cosas. Primera, muestra que el plan de Dios está unificado; él no es un oportunista que solamente se aviene para ver cómo resultarán las cosas. Segunda, muestra el movimiento de la acción de principio a fin, cronológicamente, de la armonía a la discordia, y vuelta (mediante el punto de decisión en 2:7b) a la armonía entre Jehovah e Israel. Tercera, muestra cómo los eventos del matrimonio de Oseas estaban ligados con su mensaje acerca de Dios y su pueblo.
El número de los hijos de Israel será como la arena del mar … (10) recuerda la promesa a Abraham (Gén. 22:17; 32:12), y es, por tanto, una manera indirecta de decir que el pacto será restaurado. En lugar de en otras versiones es traducido “en el lugar en donde”, o sea el lugar en donde los nombres fueron dados públicamente.
La promesa de que Israel y Judá serán reunidos ocurre en varios lugares en el AT (p. ej. Isa. 11:12, 13; Jer. 23:5-8; Eze. 37:15-28). Es difícil ver cómo se cumplió históricamente, puesto que el reino norteño de Israel dejó de ser una nación en 722 a. de J.C. cuando Samaria, la ciudad capital, cayó ante los asirios. La gente fue deportada, y la población se mezcló por vastas zonas del Imperio Asirio. Es posible, sin embargo, ver el cumplimiento en un número de maneras:
a. El pueblo del norte mantuvo su identidad y siguió adorando a Jehovah. Muchos vinieron a unirse con Judá, y hay referencias en los libros posteriores del AT que implican que incluyó tanto a Judá como también a Israel (p. ej. 2 Crón. 34:21; 35:18; Jer. 50:33; Zac. 8:13; 11:14).
b. Cuando Jesús vino como Mesías él fue el rey de Israel, el solo jefe de 1:11b, y el propósito era que todo el verdadero pueblo de Dios se uniera bajo su dirección (p. ej. Mar. 15:2, 26 y paralelos; Juan 1:49; Hech. 17:7).
c. La iglesia une a gente de todas las naciones, incluyendo a gente de Israel y Judá (véase la manera en que se aplica Oseas en Rom. 9:25, 26 y 1 Ped. 2:10).
El día de Jezreel (11) significa tanto “el día en que el castigo debido al pecado en Jezreel será revertido” como también “el día de los esparcidores de Dios” (es decir, ya no esparce a su pueblo entre las naciones, sino siembra semilla para el futuro).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Dios vivo.” Heb.: ’El-jái.
REFERENCIAS CRUZADAS
v 22 Gén 13:16; Gén 26:4; Rom 9:27; Heb 11:12
w 23 Rom 9:26; 1Pe 2:10
x 24 Jua 1:12; Rom 8:14; 2Co 6:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Sois hijos del Dios viviente. Esta es una referencia al pacto con Abraham; por tanto, el pasaje habla de la futura renovación del pacto con Israel. El juicio contra la nación parece devastador, pero se deja entrever la esperanza de que algún día un remanente del pueblo será restaurado a la tierra de la cual fueron llevados en cautiverio y volverán a gozar de las bendiciones del pacto.
Fuente: La Biblia de las Américas
Después de predecir el juicio, Óseas le aseguró al pueblo su restauración final, numérica y espiritualmente. Jezreel, un lugar de juicio en el v. Ose 1:4, es contemplado en el v. Ose 1:11 como un lugar donde Dios bendecirá a Israel en la era del reino.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
TM comienza aquí el c. Ose 2:1-23.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
En el texto heb., cap. 2:1
Fuente: La Biblia de las Américas
TM: El c.2 comienza aquí.
1.10 Lit. que no es medida ni contada.