Comentario de Oseas 14:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Vuelve, oh Israel, a Jehovah tu Dios; porque por tu pecado has caído!
Vuelve, oh Israel a Jehová tu Dios. Ose 6:1; Ose 12:6; 1Sa 7:3, 1Sa 7:4; 2Cr 30:6-9; Isa 55:6, Isa 55:7; Jer 3:12-14; Jer 4:1; Joe 2:12, Joe 2:13; Zac 1:3, Zac 1:4; Hch 26:18-20.
porque por tu pecado has caído. Ose 13:9; Jer 2:19; Lam 5:16; Eze 28:14-16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Exhortación al arrepentimiento, Ose 14:1-3.
La promesa de Dios, Ose 14:4-9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La parte final de la profecía de Oseas comienza con un llamado al arrepentimiento que incluye una oración modelo. El pueblo de Israel tenía que orar por el misericordioso perdón de Dios y renovar su fidelidad a Él, renunciando a las alianzas extranjeras, su fuerza militar y los dioses falsos.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
VUELVE… A JEHOVÁ TU DIOS. Aunque sus pecados fueron la causa de su caída, todavía los israelitas tenían la oportunidad de arrepentirse y volverse al Señor. Pero Dios quería más que los sacrificios sin sentido que habían estado ofreciendo. Quería que ellos ofrecieran palabras que salieran de su corazón: palabras de obediencia, palabras de alabanza, palabras que mostraran un cambio de actitud del corazón, palabras de absoluta confianza en el Señor. Palabras como ésas resultarían en obras que agradarían al Señor.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
14. La Rehabilitación de Israel.
Invitación a retornar a Yahvé (1-10).
l Viene sobre Samaría el castigo porque se rebeló contra su Dios. Caerán a la espada sus párvulos, serán estrellados, y sus mujeres encinta serán hendidas. 2 Vuelve, Israel, vuelve a Yahvé, tu Dios, pues has caído por tus iniquidades. 3 Buscad palabras y retornad a Yahvé, diciendo: Perdona toda iniquidad y acepta lo bueno, y pagaremos con el fruto de nuestros rediles1. 4 No nos salvará Asiría. No montaremos “a caballo, nunca llamaremos más “dioses nuestros” a las obras de nuestras manos, pues en ti halla compasión el huérfano. 5 Yo curaré su rebeldía y los amaré generosamente, pues se ha apartado de ellos mi cólera. 6 Yo seré como rocío para Israel, que florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el álamo2. 7 Crecerán sus ramas, y será su floración como la del olivo, y su aroma como la del incienso. 8 Volverán a habitar bajo su sombra, creciendo como el trigo 3, pujando como la vid, y su fama será como la del vino del Líbano. 9 ¿Qué tendrá que ver ya Efraím con los ídolos? 4 Yo, que le afligí, le haré dichoso 5. Por mí, que soy como ciprés, siempre verde, recogerá él sus frutos. 10 ¿Quién es sabio para entender estas cosas, prudente para conocerlas? Pues son del todo rectos los caminos de Yahvé, por ellos van los justos, pero los malvados resbalarán en ellos.
Ante el espectáculo de mortandad que se abre ante los ojos del profeta, se invita a Israel a emprender el camino del retorno a Yahvé como único medio de conjurar tanta desgracia. Deben sentirse movidos de la más íntima compunción, acompañando sus preces de ofrendas dignas de sus rediles a Yahvé (v.3). Yahvé prefiere la entrega de los corazones, pero no excluye los sacrificios si van movidos por la íntima entrega de los oferentes y, sobre todo, si están en los caminos del arrepentimiento. Deben reconocer que ha sido erróneo acudir en busca de ayuda al extranjero: no nos salvara Asiría (v.4.). La política exterior de buscar auxilio en pueblos paganos ha sido una de las causas de la gran catástrofe, juntamente con el pecado de la idolatría. Deben desechar los ídolos que se han fabricado: no llamaremos dioses nuestros a la obra de nuestras manos. La adversidad ha mostrado la inanidad de los mismos. Sólo Yahvé puede rehacer de nuevo la nación.
Una vez arrepentidos de sus pecados, Yahvé promete curarlos (v.5), actuando como rodo bienhechor que haga vivificar el campo, agostado por el viento solano, el invasor (v.6). Israel volverá a florecer como el álamo. La nación prosperará, y su fertilidad volverá a aparecer en la tierra (v.8). La providencia permanente de Yahvé es simbolizada en el ciprés, siempre verde (v.9), de la que depende la salvación y felicidad de Israel.
El ν.10 parece una glosa sapiencial6.
1 Rediles según un reajuste de consonantes propuesto por Hoonacker. El TM dice “fruto de nuestros /tibios.” Seguido por la Bib. de ér. – 2 Leyendo Libneh (álamo) en vez de Lebanón (Líbano), pues se adapta quizá mejor al símil. Así Hoonacker y la Bib. de Jér. – 3 Creciendo. Corrección de Hoonacker. El TM dice “viviendo.” – 4 El TM dice: “que hay para mí respecto a los ídolos” (habla Yahvé). La corrección “para él” (Efraím) parece se adapta mejor en el contexto. – 5 “Le haré dichoso.” Reconstrucción. El TM dice: “velaré sobre él.” – 6 Cf. Jer 4:11; Sal 107(106),43.
Fuente: Biblia Comentada
Israel es invitada a regresar con palabras de arrepentimiento acompañadas de obediencia, como una respuesta apropiada a la gracia con la que Dios les ha aceptado al recibir «la ofrenda de nuestros labios».
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Ose 3:5+.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Un llamado a Israel a regresar al reconocimiento de Dios solamente. ¡Vuelve, oh Israel, a Jehovah tu Dios … ! parece un llamado normal, pero nótese que la promesa ya está allí, en la palabra tu. La causa de su caída ha sido su iniquidad. De modo que ahora se les recomienda hacer una oración específica y declaración de su dependencia de Dios solamente. Esto es similar a la confesión de con fianza que Dios buscaba en 6:1-3, pero aquí hay un reconocimiento más explícito de sus pecados concretos. Ellos se arrojaron sobre la misericordia de Dios, resolviendo alabarlo (te ofrecemos el fruto de nuestros labios). Renuncian a su antigua confianza en dos fuentes equivocadas: Asiria (y su fuerza militar) y los ídolos; y confiesan que sólo en Dios hay compasión para el débil y vulnerable.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
14.1ss Los versículos 1-3 son un llamado de Oseas al arrepentimiento. Los versículos 4-8 son una promesa de Dios de restaurar a su pueblo. Dios debía castigar a Israel por sus graves y repetidas violaciones a su Ley, sin embargo, lo hace con pesar. Hubiera preferido restaurar a la nación y hacerla prosperar.14.1, 2 El pueblo podía regresar a Dios y pedirle que perdonara sus pecados. Usted puede hacer lo mismo y sus pecados serán perdonados, porque para eso murió Cristo en la cruz (Joh 3:16).El perdón comienza cuando vemos lo destructivo que puede ser el pecado y la futilidad de vivir sin Dios. Luego tenemos que reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y que nuestra única esperanza es la misericordia de Dios. A pesar de que no podemos demandar el perdón, podemos tener la seguridad de que Dios nos ha perdonado porque El es misericordioso y amoroso y quiere restaurarnos, del mismo modo que quiso restaurar a Israel.14.2 Presenta «ofrenda de nuestros labios» es ofrecer una ofrenda de alabanza a Dios en vez de ir al Templo a ofrecer un sacrificio. Es un sacrificio espiritual en vez de físico. Antes se presentaban sacrificios de animales para expiar el pecado, pero el sacrificio de alabanza es agradecer a Dios el perdón que recibimos gracias al sacrificio de Jesucrissto, el Cordero de Dios. Un creyente puede ofrecer continuamente sacrificios espirituales de alabanza (Heb 13:15; 1Pe 2:5).14.3-8 Cuando nuestra voluntad es débil, cuando nuestra razón está confundida, cuando nuestra conciencia está cargada de culpabilidad, debemos recordar que la misericordia de Dios nunca falla. Cuando la familia o los amigos nos abandonen, cuando nuestros colaboradores no nos comprendan, cuando nos cansemos de ser buenos, la misericordia de Dios nunca falla. Cuando no podamos ver la salida o no podamos escuchar la voz de Dios, cuando nos falte valor para continuar, la misericordia de Dios nunca falla. Cuando nuestros defectos nos persigan y la conciencia de nuestros pecados nos abrume, la misericordia de Dios nunca falla.14.9 Oseas cierra con un llamado a escuchar, aprender y beneficiarse con la Palabra de Dios. Para los que recibieron el mensaje del Señor por medio de Oseas, esto significaba la diferencia entre la vida y la muerte. Para usted, el lector del libro de Oseas, la opción es similar: o escucha el mensaje del libro y sigue los caminos de Dios, o rechaza caminar en los caminos del Señor. La persona que insista en seguir su propia dirección sin la guía de Dios «anda a tientas y tropieza en la oscuridad» (Pro 4:18-19). Si usted está perdido, puede encontrar el camino al volverse de su pecado y seguir a Dios.14.9 La preocupación de Dios por la justicia que requiere fidelidad y la misericordia que ofrece perdón puede verse en la relación con Oseas. Podemos errar al olvidarnos del amor de Dios y sentir que nuestros pecados no tienen remedio; pero también podemos errar al olvidarnos de su ira contra nuestros pecados y pensar que seguirá aceptándonos sin importar la forma en que actuemos. Perdón es una palabra clave: cuando Dios nos perdona, castiga el pecado pero muestra misericordia para con el pecador. Nunca debemos temer ir a Dios para que borre nuestra deuda y renueve nuestra vida.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 542 1Sa 7:3; 2Cr 30:6; Isa 55:6; Ose 12:6; Joe 2:13
b 543 Jer 2:19; Lam 4:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Este capítulo mira hacia el futuro cuando el S eñor hará que el corazón de Israel cambie, se arrepientan de su apostasía y regresen a El. Entonces ellos florecerán como pueblo fiel de Dios.
Fuente: La Biblia de las Américas
caído. Mejor, tropezado.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
En el texto heb., cap. 14:2
O, en
Fuente: La Biblia de las Américas
[8] Jn 6, 50.[10] Prov 10, 29; Luc 2, 34; 2 Cor 2, 16.