Comentario de Proverbios 1:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

La sabiduría llama en las calles; da su voz en las plazas.

La sabiduría. Mat 13:54; Luc 11:49; 1Co 1:24, 1Co 1:30; Col 2:3.

clama en las calles. Pro 8:1-5; Pro 9:3; Jua 7:37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Originalmente, la palabra sabiduría se encuentra en plural, pero clama está en singular. El plural es intensivo, llama más la atención a la palabra y realza su significado.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

En esta sección se personifica a la sabiduría, que habla en primera persona, resaltando las graves consecuencias que sobrevienen a los que la rechazan. Aparecen otras similares personificaciones de la sabiduría en Pro 3:14-18; Pro 8:1-36; Pro 9:1-12.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Pro 1:20-33 : Discurso público de la sabiduría personificada con evidentes rasgos proféticos; es un recurso frecuente en la primera colección (Pro 8:1-11; Pro 9:1-6). El pregón va dirigido al grupo antónimo de los sabios (necios, ingenuos, incautos, insolentes, pecadores, etc.), a los que pretende conquistar, contraponiendo un doble catálogo de bienes y males, y planteando una última disyuntiva tajante: o sabiduría o muerte.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Pro 8:1-3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La Sabiduría llama a los ingenuos, a los necios y a los confiados en sí mismos, a que presten atención si han de evitar un desastre

Los vv. 20, 21 personifican a la Sabiduría como una mujer profeta predicando en los lugares donde la gente se reúne en la ciudad del modo en que Israel estaba acostumbrado. Los vv. 22-33 registran lo que ella estaba diciendo, continuando con la figura de un profeta predicando, siendo ignorado (cf. Isa. 65), y luego no estando disponible cuando la gente quería consultarle (ver vv. 23, 24, 28). La figura del profeta ayuda a proporcionar la urgencia del llamado de la sabiduría a la gente que está en una situación crítica. Ella habla como si fuese demasiado tarde, como hacen los profetas a menudo para sacudir a la gente a responder antes de que sea verdaderamente demasiado tarde.

El principio (22) y el final (32, 33) resumen su lamento, su advertencia y su promesa. “Amar” y “aborrecer” (22) se muestran aquí como decisiones de la voluntad tanto como emociones, como sucede regularmente en Prov. y otros lugares en la Escritura.

Los vv. 23-25 amplían luego el lamento: la gente no respondió y se privó de la sobreabundante provisión de la sabiduría. No estuvieron dispuestos a escuchar la reprensión y el consejo; lo negativo y lo positivo se complementan. Los vv. 26-28 a su vez amplían la advertencia con la que un profeta característicamente continúa su reprensión: la gente es amenazada con terror repentino y abrumada por la angustia. Los vv. exageran con el fin de comunicar este punto en un intento de sacudir a la gente a su buen sentido.

Los vv. 29, 30 y 31 repiten el modelo de 23-25 y 26-28. Ellos lamentan la negativa deliberada de la gente a decidirse por lo que es justo y a usar su libertad humana para inclinarse en obediencia a Dios (29; cf. vv. 22, 32 por el énfasis en responsabilidad y elección). Ellos advierten cómo tales decisiones humanas tienen sus resultados naturales comparables a la sensación de empacho que nos agobia cuando comemos demasiado (31).

La figura de la sabiduría como un profeta nos ayuda a señalar que la sabiduría habla por Dios y de Dios (ver más en cap. 8). Su enseñanza se deriva de la experiencia, pero no es una mera opinión humana. Dios está implicado en la actividad humana por medio de la cual la gente busca discernir la verdad que la vida misma puede enseñarle. La sabiduría misma enseña que el principal obstáculo al crecimiento en la percepción es uno moral, una indisposición a aprender verdades que incomodan. Ella también enseña que cuando uno está moralmente abierto a vivir por los discernimientos de la sabiduría ellos abrirán el camino hacia una vida exitosa y protegida. Aquí está la verdadera seguridad: contrasta la complacencia con la verdadera seguridad y tranquilidad (32, 33). Alternativamente el desastre vendrá, no meramente porque Dios lo envía sino porque es el resultado “natural” de ac ciones necias (31, 32). Estas son las promesas características de Prov.; el hecho de que no siempre resultan es el punto de partida de Job y Ecl.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

n 40 Rom 11:33; Rom 16:27; 1Co 1:20; 1Co 2:5; Efe 3:10; Stg 3:17

ñ 41 Mat 10:27; Mat 11:19; Hch 5:42

o 42 Pro 8:2; Pro 9:3

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

La sabiduría. Personificada como dama, la sabiduría pronuncia con voz clara y fuerte un sermón evocador de los profetas. Ella coloca su estrado en la calle y otros sitios públicos.

Fuente: La Biblia de las Américas

La sabiduría es impersonada como una mujer que invita a todos a acudir a ella y aprender, pero la mayoría rehúsa prestar atención a su llamado.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., da

Fuente: La Biblia de las Américas