No te alegres cuando caiga tu enemigo; y cuando tropiece, no se regocije tu corazón,
Pro 17:5; Jue 16:25; 2Sa 16:5-14; Job 31:29; Sal 35:15, Sal 35:19; Sal 42:10; Abd 1:12; 1Co 13:6, 1Co 13:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Teme a Jehová … y al rey: El texto hebreo interrumpe la oración: «Teme a Jehová, hijo mío, y al rey» (Rom 13:1-7; 1Pe 2:17). Este proverbio se relaciona más con los reyes de la dinastía de David, quienes eran regentes de Dios en la tierra. Una forma en que los israelitas podían mostrar respeto por Dios era ser respetuosos con el rey. Sin embargo, el deber de honrar a las autoridades civiles todavía se aplica a toda personas de todos los tiempos (Rom 13:1).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cuando cayere tu enemigo. vea la nota sobre Pro 25:21-22. Recrearse sobre un enemigo caído puede ser un pecado más grave que el que cometió el enemigo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Job 31:29.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1291 Jue 16:25; 2Sa 16:5; Job 31:29; Pro 17:5; Pro 25:21
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
cuando caiga tu enemigo. La falta de misericordia hacia un enemigo que sufre una desventura es desagradable para Dios. El alegrarse por la calamidad del enemigo vencido puede merecer más castigo que lo que ha hecho el enemigo (vers. 18).