Comentario de Proverbios 26:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Como nieve en el verano y lluvia en la siega, así no le caen bien los honores al necio.
en el verano. 1Sa 12:17, 1Sa 12:18.
así no conviene al necio la honra. Pro 26:3; Pro 28:16; Jue 9:7, Jue 9:20, Jue 9:56, Jue 9:57; Est 3:1-15; Est 4:6, Est 4:9; Sal 12:8; Sal 15:4; Sal 52:1; Ecl 10:5-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Observaciones acerca de los simples, Pro 26:1-12;
acerca del perezoso, Pro 26:13-16;
y del rencilloso, Pro 26:17-28.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
nieve en el verano: Suceso muy improbable en Israel.
lluvia en la siega no es solo inconcebible; sino desastroso, debido a que la lluvia en esa época del año hace que se pudra la cosecha.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
26. Necedad, Pereza, Odio Enmascarado (26:1-12).
1 Como nieve en el verano y lluvia en la siega, así conviene al necio la honra. 2 Como pájaro vago y como golondrina que vuela es la imprecación sin motivo, no se cumple. 3 Para el caballo el látigo, la cabezada para el asno” la vara para las espaldas del necio. 4 No respondas al necio según su necedad, para no hacerte como él. 5 Responde al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio. 6 Sus pies se corta y daños sufre el que envía un mensaje por mano de un necio. 7Como cojean las piernas del cojo, así el proverbio en la boca del necio. 8 Como quien liga la piedra en la honda, así es el que hace honor al necio. 9 Como rama de espino en mano de un borracho, así es el proverbio en la boca del necio. 10 Como saeta que hiere a cualquiera que pasa, así al que asalaria al necio y al borracho. 11 Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite sus necedades. 12 ¿Has visto a uno que se cree sabio? Más puedes esperar del necio que de él.
Toda la perícopa está dedicada al necio en el orden intelectual. Presenta, a base de imágenes y ejemplos, un conjunto de sarcasmos hacia la clase social más opuesta a la de los sabios. Al necio le cae el honor, la autoridad, el respeto y veneración por parte del público algo así como al verano la nieve, y a la siega en Palestina la lluvia. Estas cosas son tan raras en Palestina, que se consideran poco menos que imposibles, por no decir un milagro 1. Aquéllas no pegan en modo alguno al necio, a quien lo que lógicamente corresponde es el deshonor y el vituperio. Pensaban los antiguos que la bendición y la maldición tenían una eficacia objetiva y alcanzaban a aquellos a quienes iban dirigidas 2. El sabio advierte que no hay nada que temer de las imprecaciones que carecen de razón suficiente; son como pájaro que pasa volando, sin dejar rastro detrás de sí. La comparación del v.3 se encuentra en todas las literaturas antiguas. El único medio para hacer caminar al necio por el recto sendero es el castigo, pensamiento frecuente en los sabios 3. Es como un ser privado de inteligencia, a quien no se puede guiar apelando a la razón.
Los versos siguientes (4-5) señalan la norma a seguir para con el necio. En primer lugar no se le debe responder con arrogancia e irreflexión, de modo que vengas a asemejarte a él, sino que has de reprochar sabia y prudentemente su insensatez, a fin de que caiga en la cuenta de su necedad y sienta deseos de alcanzar la sabiduría. La aparente contradicción entre los dos versos 4 y 5 (en el primero se mira al bien del sabio, en el segundo al del necio) fue uno de los textos en que se apoyaron los rabinos para poner en duda la inspiración del libro. Otra recomendación del sabio es que no se confíe el envío de mensajes al necio; sería exponerlo a no llegar a su destino, con el consiguiente daño de quien lo envía o de aquel a quien se envía. En 25:13 hizo el sabio resaltar los beneficios de una fiel embajada.
Una comparación pone de manifiesto la impresión que produce el proverbio en la boca del necio: la del cojo que apenas puede servirse de sus piernas para andar. Posee unos miembros valiosos, pero para él inútiles. El necio que pronuncia proverbios posee las enseñanzas de la sabiduría, pero apenas sabe servirse de ellas para regir su conducta. Y a veces puede incluso serle ocasión de mal. Lo expresa el sabio con otra comparación (V.9): si un borracho coge en sus manos una rama de espino, lo más probable es que, privado como está de sus facultades, se haga daño con él o lo haga a los demás. Del mismo modo, una sentencia sabia enseñada o aplicada por quien carece de inteligencia puede resultar peligrosa y hacer daño. Por eso, rendir honor al necio (v.8) es algo tan inútil y hasta ridículo como el intentar lanzar una piedra con la honda habiendo atado aquélla de modo que no pueda salir disparada. Es el mismo pensamiento del v.1, expresado con una comparación diversa4. El v.10 es considerado por los críticos como uno de los más difíciles de reconstruir5. La lección que escogemos da un buen sentido: como el arquero que dispara sin ton su flecha y hiere al que pasa, así es quien da salario a un necio, que no sabrá hacer buen uso de él y lo empleará tal vez para su propio mal, o a un borracho, que lo empleará sin duda en saciar sus ansias de beber. Con una imagen que causa náuseas, la del perro, que vuelve sobre su vómito, animal por lo demás impuro para los judíos, expresa el sabio la torpeza del necio, que recae en sus maldades. San Pedro aplica también esta imagen a los cristianos que después de haber conocido el camino de la justicia lo abandonan 6. Los pecados precedentes a la conversión tenían alguna excusa, debido a la ignorancia en que se encontraban respecto del camino de la salvación; volver a la vida de pecado después de haber conocido a Jesucristo y la gravedad de aquél, es algo tan abominable y repugnante como la acción mencionada. Todo esto no obstante, hay algo más difícil de corregir que el mismo necio. Respecto de éste, sobre todo si su necedad es consecuencia de ignorancia, aún queda alguna posibilidad de hacerle salir de ella, aunque sea con medios correctivos. El presuntuoso, que se cree sabio y superior a los demás, está más incapacitado que el mismo necio para aceptar consejos de los demás, haciéndose de todo punto incorregible. Además, el soberbio se cierra a sí mismo las gracias de Dios, que se complace en los humildes.
El perezoso (26:13-16).
13 Dice el perezoso: “En el camino hay una fiera, un león en la plaza.” 14Las puertas giran en sus quicios, y el perezoso en su lecho. 15 El perezoso mete la mano en el seno y se cansa aun para llevársela a la boca. 16 El perezoso se cree sabio más que siete que sepan responder.
Una pequeña perícopa sobre el perezoso, cuyas máximas nos son ya conocidas. El ν.13 presenta los peligros que la imaginación del perezoso presenta como excusa para no ir al trabajo7. La comparación del v.14 alude a una de las actitudes más frecuentes del negligente: como las puertas giran una y otra vez sin salirse de sus quicios, así el perezoso da una y otra vuelta en el lecho buscando la posición más cómoda, sin decidirse a salir de él 8.
La afirmación proverbial del v.15, que repite 19:24, expresa en estilo oriental la inactividad del desidioso aun para aquellas cosas que son más necesarias para la vida, como el trabajo, preciso para asegurar el sustento familiar. Pero lo peor es que el perezoso se cree a sí mismo más sabio que nadie. El es el que entiende la vida, pues come sin trabajar. Los que se fatigan en el trabajo son unos pobres hombres que no valen para otra cosa. El número “siete” significa, como en otros lugares, muchas veces.
Contiendas. Lisonja. Odio enmascarado (26:17-28).
17 Coger a un perro por las orejas es entrometerte en un pleito que no te importa. 18 Como el loco que lanza llamas y saetas mortíferas, 19 tal es el hombre que daña a su amigo y dice después: “Lo hice por broma.” 20 Por falta de leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda. 21 Como el carbón a las brasas y la leña al fuego, así es el chismoso para encender contiendas. 22 Las palabras del chismoso son bocado suave, que baja hasta el fondo de las entrañas. 23 Baño de plata sobre vasija de barro son los labios lisonjeros y corazón malvado. 24 El que aborrece se enmascara con los labios, pero dentro lleva la traición. 25 Cuando te habla amigablemente, no le creas, porque lleva siete abominaciones dentro del corazón. 26 Con doblez esconde su rencor, pero su malicia será descubierta en la asamblea. 27 El que cava la fosa cae dentro de ella, y al que rueda vina piedra se le viene encima. 28 La lengua mentirosa produce muchos males y la boca lisonjera hace resbalar.
La primera sentencia compara al que se entromete en un litigio ajeno con el que coge por las orejas a un perro extraño. Ambas cosas son peligrosas y difícilmente se sale de ellas sin daño. La experiencia dice que, no pocas veces, quien quiso con toda su buena intención mediar en un conflicto, sufrió las iras de los contendientes, que se concitaron contra él.
Quien hace daño a su prójimo pretextando después que se trataba de una broma, es, dice el sabio, como el loco que lanza llamas y saetas mortíferas. No te puedes fiar de él. La malicia oculta, que se vale de estas artimañas o fraudulencias para hacer el mal a otros en bien suyo, es más temible que la que se presenta abiertamente. “Ninguna peste es más eficaz para hacer daño que un enemigo familiar,” escribe Boecio 9. Frente al adversario que se declara puedes tomar las precauciones oportunas para evitar el mal; el que simula amistad te sorprenderá completamente desprevenido y no podrás tan fácilmente evitarlo. Sin leña no puede haber fuego, sin carbón no puede haber brasas; de la misma manera, afirma el sabio, sin el chismoso no se suscitan las contiendas, pues que es él con sus palabras, con sus invenciones, con sus malas interpretaciones, quien las suscita. Por eso aconsejó antes: “arroja al petulante y se acabará la contienda” (22:10); y semejante consejo se repite en la literatura egipcia 10. El v.22 reproduce 18:8, y constata otra vez esa impresión tristemente agradable que siente nuestra naturaleza caída ante las críticas y juicios temerarios del chismoso, que no deberían provocar otros sentimientos que la indignación y repulsa.
Una imagen pone al descubierto lo que es la palabra lisonjera. A una vasija de barro se la puede revestir de una capa de metal y darle un bello y valioso aspecto, pero en su interior es una vasija de barro. Lo mismo ocurre con la palabra lisonjera; es blanda, halagadora, y parece buscar el bien del prójimo, pero dentro se oculta un corazón hipócrita o tal vez malvado, que encubre bajo la lisonja su odio, y aprovechará la primera ocasión oportuna para hacerte mal. Por eso, cuando un malvado te habla amigablemente y se muestra obsequioso contigo, ponte sobre aviso, no sea que en su interior esté maquinando el mal contra ti. No es que vayamos, sin más, a desconfiar, pero es claro que con tal clase de personas es preciso extremar la prudencia. El inciso “siete abominaciones” puede referirse a las enumeradas en 6:16-19 o designar “muchas.” Algún día se descubrirá su malicia; en un principio encubre su odio, pero éste es como un fuego, que antes o después termina por irrumpir, y se manifestará en sus palabras, en sus obras, y tal vez se hará patente en la asamblea pública encargada de administrar justicia u, adonde tuviste que ir a responder de tus engaños e impiedades. El pensamiento del v.27 se encuentra en todas las literaturas. Recoge una experiencia frecuente y contiene una sabia advertencia. Ahikar la expresó en estos términos: “Por mucho tiempo que tú vivas, guárdate de cavar una fosa para otro, porque vendrías tú a caer en ella.”12 Ben Sirac es del mismo parecer. “El que hace el mal caerá, sin que sepa de dónde le viene.”13 La historia bíblica ofrecía al autor notables ejemplos 14. El texto del v.28 está corrompido. La lección adoptada constata cómo la lengua mentirosa y la boca lisonjera hacen mucho mal. Aquélla, con sus engaños y falsos testimonios; ésta, con sus palabras, suaves como el aceite, pero en el fondo son afilados cuchillos 15. San Agustín escribía: “Prefiero ser reprendido de cualquiera antes que ser alabado por el adulador.” 16 Otros interpretan del mal que el mentiroso y el adulador se hacen a sí mismos, en cuyo caso tendríamos una aplicación del verso precedente.
1Sa 12:17. – 2 Gen 27:13; Num 23:7; Eclo 3 – 3 10:13; 19:29; 20.30; Eco 33:25-30. – 4 La Vulg. traduce 8a: es como el que arroja una piedra en el montón de Mercurio. Era este el dios de los viajeros, a quien se alzaba una estatua en el cruce de los caminos. Cuando aquéllos pasaban ante ella, arrojaban en su honor una piedra, de modo que se formaban grandes montones de piedras ante tales estatuas. Era algo completamente inútil en la mente del autor, pues se trataba de una superstición. – 5 No se ha propuesto una lección satisfactoria. El TM dice: Como poderoso que contrata al primero que pasa… La Vulg. traduce muy diversamente: La sentencia termina las causas, y quien impone silencio al necio mitiga las iras. Vaccari propone: El litigador pone todas las cosas en movimiento; él contrata al necio y al transeúnte. Bickell traduce el hebreo rab por arquero. La Bib. de Jér.: un arquero que hiere a todos los que pasan es quien emplea un necio. Cf. en Toy, o.c., p.476 los muchos intentos de reconstrucción. – 6 2Pe 2:22. – 7 22:13. – 8 6:9-10; 24:33. – 9 De consolatione. – 10 Duesberg, O.C., p.110 – 11 En los períodos persa y griego, los judíos en muchas partes tenían su organización civil, con derecho a administrar justicia. Probablemente se alude a esta función de la asamblea. – 12 Ahikar, 268; ñau, p.277-78. – 13 27:30. – 14 Est 7:1-10; Dan 6:24; Dan 13:59-62. – 16 l.q De Trinitate, – 15 Sal 55:22.
Fuente: Biblia Comentada
Estas dañinas incongruencias de la naturaleza ilustran las del ámbito moral. cp. Pro 17:7; Pro 19:10.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La colección de Ezequías de proverbios de Salomón.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El necio. Hay poca definición de la necedad aquí, pero hay ilustración vívida de ella. Los necios pueden en teoría apreciar la sabiduría, pueden tal vez aprenderla de memoria, pero no saben có mo usarla (7). Son como estudiantes que han acumulado conocimiento pero no han adquirido la habilidad para aplicarlo: como alguien que tiene un arma peligrosa pero no sabe cómo utilizarla (9; a no ser que el punto de este v. sea que han adquirido este conocimiento sólo por accidente). Ni siquiera pueden sacar provecho de sus errores (11).
Por definición, los necios no van a aprender de estos dichos. ¿Qué aprenderán de ellos los sabios? Dejarán sentado que honrar a los necios está ridículamente fuera de lugar (1, 8; una piedra se co loca en una honda para ser arrojada, no guardada allí). Utilizarán el método apropiado de enseñanza para los necios (3). Han de evitar utilizar a los necios si desean lograr algo (6:10; el v. 10 implica que algo se logrará, pero no hay manera de saber qué será). Deben evitar imaginarse superiores a los necios, lo que puede probar que no lo son (12, el aguijón en la cola de esta sección).
Los vv. 4 y 5 ofrecen un consejo marcadamente adverso respecto a cómo uno responde a las tontas preguntas de un necio. Depende de si uno toma la pregunta del necio seriamente, o la ignora, comportándose así del modo que el necio lo hace con puntos en disputa. La vida es compleja, y la misma respuesta fácil no es aplicable a cada situación. La persona sabia es aquella que puede ver qué porción de sabiduría se aplica a cada circunstancia.
Notas. 2 Este v. viene aquí no porque continúa el tema sino porque lo vincula al v. 1: ambos son comparaciones de la naturaleza, y en ambos las palabras “como” y “así” están presentes en el texto, lo que no ocurre usualmente en las comparaciones en estos caps. Debido a que las palabras pueden ser muy poderosas, particularmente las oraciones o declaraciones de bendición o maldición, uno debe te mer que una maldición inevitablemente se cumplirá; este dicho promete que esto no es así.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
26.4, 5 Estos dos versículos parecen contradictorios. Pero el autor dice que no deberíamos tomar al necio en serio ni tratar de razonar con sus argumentos huecos. Esto solo lo enorgullecerá y se dispondrá a ganar la discusión. A veces no debería siquiera tratar de contestar a un necio, porque no hay manera de penetrar en su mente cerrada. Es más, bajaría al nivel de esa persona si decide contestar. Tal tipo de persona abusará de usted y se verá tentado a responder de la misma manera. Existen otras situaciones donde su sentido común le dirá que responda a fin de exponer el orgullo y disparate del necio.26.7 En la boca del necio, un proverbio se vuelve inútil como una pierna paralizada. Algunos son tan ciegos que no adquirirán mucha sabiduría por leer estos proverbios. Solo los que quieren ser sabios tienen la actitud receptiva necesaria para sacar el mejor provecho de ellos. Si queremos aprender de Dios, El responderá y derramará su corazón en nosotros (1.23).26.8 Algunas veces cuando alguien en un grupo provoca discordia o disensión, el líder trata de lograr su lealtad y productividad al darle una posición de privilegio o responsabilidad. Por lo general, esto no da resultados. En realidad, es como atar una piedra a la honda: no irá a ninguna parte y volverá, le golpeará y lo lastimará. El nuevo poder del disidente quizás sea solo lo que necesita para manipular al grupo.26.9 Por lo general, el primer pinchazo nos alerta, luego sacamos la espina antes de que nos dañe. Sin embargo, un ebrio quizás no sienta el pinchazo y seguirá su curso en la carne. De manera similar, un necio puede no sentir el escozor de un proverbio porque no percibe a qué aspecto de su vida se ajusta. En lugar de aplicar este punto a su corazón, un necio lo hará a su iglesia, patrón, cónyuge o a cualquier otro contra el que se rebela. La próxima vez que se vea diciendo: «Fulano y Mengano son los que de verdad deben poner atención a esto», deténgase y pregúntese: «¿Hay un mensaje en eso para mí?»26.13-16 Si una persona no está dispuesta a trabajar, puede encontrar interminables excusas para evadirlo. Pero la pereza es más peligrosa que un león rondando. Mientras menos haga, menos querrá hacer y se volverá más inútil aún. Para superar la pereza, tome algunas medidas pequeñas hacia el cambio. Establezca una meta realista y concreta. Planee los pasos que tiene que dar para alcanzarla y sígalos. Ore por fortaleza y persistencia. Para evitar que sus excusas lo hagan inútil, deje de dar excusas inútiles.26.17 Halarle las orejas a un perro es una buena forma de lograr que lo muerda e intervenir en pleitos es una buena forma de resultar herido. Muchas veces las dos personas que discuten se volverán en contra del entremetido. Es mejor mantenerse al margen de las discusiones que no nos incumben. Si usted debe participar, trate de esperar hasta que los que discuten dejen de pelear y se calmen un poco. Entonces quizá pueda ayudarlos a resolver sus diferencias y su relación.26.20 Hablar sobre cada cosa pequeña que nos irrita solo mantiene encendido el fuego de la ira. Negarse a discutir corta el suministro de combustible y hace que el fuego se extinga. ¿Hay alguien que lo irrita continuamente? Trate de cortar toda murmuración y compruebe si su irritación muere por la falta de combustible.26.24-26 Este proverbio significa que la gente que odia en su corazón puede aparentar ser agradable. No crea en lo que le dice.LAS CUATRO LENGUASLo que decimos quizás afecte a más personas que cualquier otra acción que llevemos a cabo. Por lo tanto, no sorprende que Proverbios dé una atención especial a las palabras y a la forma en que se usan. En Proverbios se describen cuatro patrones comunes de hablar. Los primeros dos deben imitarse, mientras que los últimos deben evitarse.La lengua controladaLos que siguen este patrón al hablar piensan antes de hacerlo, saben cuándo es mejor guardar silencio y dan consejos sabios. 10.19; 11.12, 13; 12.16; 13.3; 15.1, 4, 28; 16.23; 17.14, 27, 28; 21.23; 24.26La lengua bondadosaLos que siguen este patrón hablan con verdad mientras procuran alentar. 10.32; 12.18, 25; 15.23; 16.24; 25.15; 27.9La lengua perversaLos que siguen este patrón al hablar están llenos de motivos perversos, chismes, calumnias y un deseo de torcer la verdad. 6.12-14; 8.13; 16.28; 18.8; 25.18; 26.20-28La lengua detractoraLos que siguen este patrón al hablar están llenos de mentiras, maldiciones, palabras irritables que pueden llevar a la rebelión y a la destrucción. 10.18, 32; 11.9; 12.16, 18; 15.4; 17.9, 14, 19; 20.19; 25.23Otros versículos acerca nuestra manera de hablar incluyen: 10.11, 20, 31; 12.6, 17-19; 13.2; 14.3; 19.5, 28; 25.11; 27.2, 5, 14, 17; 29.9
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1359 1Sa 12:17
b 1360 Est 3:1; Pro 30:22; Ecl 10:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
nieve en el verano…lluvia en la siega. Así como las manifestaciones de la naturaleza pueden ocurrir desordenadamente y ser destructivas ( nieve en verano, lluvia en la siega ), también colocar a un necio en una posición de honor sería devastador para la sociedad (cp. 30:21, 22).
Fuente: La Biblia de las Américas
honra. I.e., un lugar de honor.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[26] Luc 12, 2; Sal 7, 16.