Dad licor al que va a perecer, y vino a los de ánimo amargado.
los de amargado ánimo, o de alma. 1Sa 1:10; 1Sa 30:6; 2Re 4:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
DAD LA SIDRA AL DESFALLECIDO. Es improbable que el escritor inspirado tuviera la intención de aprobar ni ordenar la embriaguez como una manera de olvidar la aflicción cuando se acerca la muerte. La prescripción de Dios para la aflicción es volverse a Él en oración, no a las bebidas embriagantes (Sal 12:1-8; Sal 25:1-22; Sal 30:1-12; Sal 34:1-22).
(1) Pudieran interpretarse esas palabras como una expresión irónica de que la bebida embriagante es para los que ya han arruinado su vida y no tienen esperanza, no para reyes y gobernantes sabios que deben ser absolutamente abstemios (vv. Pro 31:4-5).
(2) Los vv. Pro 31:8-9 prosiguen con la apropiada medida que debe tomarse en cuanto a los que están sufriendo porque han sido violados sus derechos (cf. v. Pro 31:5): los justos deben defender los derechos de los afligidos. Recomendar la embriaguez para ayudarlos a olvidar sus problemas no resolvería ningún problema, sino sólo crearía nuevos problemas. Procurar mitigar los problemas mediante la embriaguez pudiera ser el método del mundo, pero no es el método de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Dad la sidra. O «bebida fuerte». Estas situaciones tan extremas, probablemente relacionadas con un criminal esperando la ejecución o alguien agonizando en el dolor de una enfermedad mortal o en circunstancias trágicas, están en total contraste con las circunstancias del rey (cp. Sal 104:15).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
i 1596 Sal 104:15; Mat 27:34
j 1597 Jer 16:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Estos versículos no aprueban la intoxicación sino que indican el uso medicinal del alcohol en tiempos antiguos.