Comentario de Romanos 1:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

A pesar de que ellos reconocen el justo juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen en los que las practican.

1:32 — Los gentiles originalmente tenían revelaciones de Dios respecto a la verdad. Descendieron a la locura de la idolatría. Dios los entregó; los dejó. Entonces prosiguieron ellos a la degradación moral, abusando de sus cuerpos y cometiendo los demás pecados mencionados. Sabían que hacían mal; no obstante, persistían en esas cosas, y aprobaban a otros que las hacían. Estaban sin excusa. Siendo así la condición del mundo gentil, el Dios de amor envió a que fuera anunciado el evangelio de salvación (5:8).

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Nota adicional tocante al capitulo 1

Hay quienes afirman que los no cristianos no pueden pecar, con referencia a las Escrituras, porque no están relacionados con Dios en pacto; que no están sujetos a la Ley de Dios porque no son cristianos. Están perdidos, dicen, porque no obedecen al evangelio. Si se casan y se divorcian muchas veces por cualesquier causas, no están pecando, se afirma, porque no son responsables a la Ley de Dios. Luego, cuando se bautizan en Cristo se les permite continuar con el último compañero de matrimonio, porque no estaban viviendo en adulterio, pues no podían cometer el adulterio según la Biblia lo define. Pero, Romanos capítulo 1 nombra en larga lista los pecados cometidos por los gentiles y por los cuales eran dignos de muerte (véase 11:30). Uno de estos pecados es la fornicación. El hombre es pecador porque peca, y porque es pecador, merece la muerte por recompensa. No está perdido sencillamente porque no obedece al evangelio. Preguntamos: ¿qué sería del pecador si Cristo no hubiera muerto por él? ¿Iría al cielo? ¡Iría al infierno! Si un hombre se está ahogando en un río, y rehúsa la salvación por medio de una soga que algún amigo le tira, ¿se ahoga porque no agarra la soga? ¡No! Se ahoga porque está en el agua profunda que le está asfixiando. Si el amigo no hubiera llegado para tirarle la soga, siempre se habría ahogado.

Así que el hombre está perdido porque es pecador; es pecador porque peca. El pecado es infracción de la ley de Dios (1Jn 3:4). La paga del pecado es muerte (Rom 6:23). El evangelio nos rescata de esa muerte eterna.

1Co 6:9-11 prueba que el no cristiano sí viola la ley de Dios al pecar, y no sencillamente alguna supuesta “ley natural.”

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

habiendo entendido el juicio de Dios. Rom 1:18, Rom 1:21; Rom 2:1-5, Rom 2:21-23.

son dignos de muerte. Rom 6:21.

se complacen con los que las practican. Sal 50:18; Ose 7:3; Mar 14:10, Mar 14:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

SE COMPLACEN CON LOS QUE LAS PRACTICAN. El que practica el pecado que describe Pablo en este capítulo se expone a la condenación de Dios, pero le espera un castigo mayor al que lo respalda y aprueba al complacerse en la inmoralidad de los demás. Ese es el colmo de la depravación: el disfrutar de los actos de lujuria y de la maldad de otras personas, de modo que el pecado se convierte en una diversión.

(1) Las palabras «se complacen» (gr. sunudokeo), que significan «estar de acuerdo con», «consentir en» o «entenderse con», indican el deleite rutinario del pecado ajeno que prevalece en la sociedad humana.

(2) Hoy se sabe cuánto daño produce la representación de la inmoralidad a la que se le da tanto énfasis en los espectáculos públicos; no obstante, muchos dan su consentimiento y eso les satisface el apetito sensual. El entretenerse contemplando el pecado de aquellos que le dan rienda suelta a los deseos impíos, aun cuando no se practique, lleva a la misma condenación de Dios que la de los que participan en tales prácticas malvadas. El pecado se intensifica en cualquier sociedad donde se practica sin la restricción de la desaprobación de los demás.

(3) Aquellos (sobre todo quienes profesan fe en Cristo) que aprovechan las acciones inmorales de los demás como medio de diversión y deleite personal contribuyen directamente a incrementar la opinión pública favorable a la inmoralidad y, por lo tanto, a la corrupción y condenación eterna de muchísimas personas más. Ese pecado es digno de muerte (v. Rom 1:32), y se revelará y juzgará el día del juicio (2Ts 2:12).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

habiendo entendido. No ignorancia, sino rebelión flagrante (vea la nota sobre Rom 2:15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:32 — Los gentiles originalmente tenían revelaciones de Dios respecto a la verdad. Descendieron a la locura de la idolatría. Dios los entregó; los dejó. Entonces prosiguieron ellos a la degradación moral, abusando de sus cuerpos y cometiendo los demás pecados mencionados. Sabían que hacían mal; no obstante, persistían en esas cosas, y aprobaban a otros que las hacían. Estaban sin excusa. Siendo así la condición del mundo gentil, el Dios de amor envió a que fuera anunciado el evangelio de salvación (5:8).
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Nota adicional tocante al capitulo 1
Hay quienes afirman que los no cristianos no pueden pecar, con referencia a las Escrituras, porque no están relacionados con Dios en pacto; que no están sujetos a la Ley de Dios porque no son cristianos. Están perdidos, dicen, porque no obedecen al evangelio. Si se casan y se divorcian muchas veces por cualesquier causas, no están pecando, se afirma, porque no son responsables a la Ley de Dios. Luego, cuando se bautizan en Cristo se les permite continuar con el último compañero de matrimonio, porque no estaban viviendo en adulterio, pues no podían cometer el adulterio según la Biblia lo define. Pero, Romanos capítulo 1 nombra en larga lista los pecados cometidos por los gentiles y por los cuales eran dignos de muerte (véase 11:30). Uno de estos pecados es la fornicación. El hombre es pecador porque peca, y porque es pecador, merece la muerte por recompensa. No está perdido sencillamente porque no obedece al evangelio. Preguntamos: ¿qué sería del pecador si Cristo no hubiera muerto por él? ¿Iría al cielo? ¡Iría al infierno! Si un hombre se está ahogando en un río, y rehúsa la salvación por medio de una soga que algún amigo le tira, ¿se ahoga porque no agarra la soga? ¡No! Se ahoga porque está en el agua profunda que le está asfixiando. Si el amigo no hubiera llegado para tirarle la soga, siempre se habría ahogado.
Así que el hombre está perdido porque es pecador; es pecador porque peca. El pecado es infracción de la ley de Dios (1Jn 3:4). La paga del pecado es muerte (Rom 6:23). El evangelio nos rescata de esa muerte eterna.
1Co 6:9-11 prueba que el no cristiano sí viola la ley de Dios al pecar, y no sencillamente alguna supuesta “ley natural.”

Fuente: Notas Reeves-Partain

— Conocen: Probablemente aluda Pablo al veredicto de la conciencia, al que se refiere en Rom 2:14-16.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 95 Deu 4:8

o 96 Deu 22:21; 2Ts 2:12; Rev 21:8

p 97 Sal 50:18; Ose 7:3

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

conocen el decreto de Dios. Este decreto no se refiere a alguna revelación especial, sino a la justicia de Dios que se ha revelado en la creación (vers. 18) y dentro de cada ser humano (vers. 19). Al tener noción de los atributos de Dios, de su poder y divinidad, el hombre tiene « pleno conocimiento» (gr. epiginosko) de las consecuencias de su pecado.

Fuente: La Biblia de las Américas

32 (1) O, justo requisito, como en 8:4; es decir, el requisito de la justa voluntad de Dios. Así que, esta frase también se refiere al juicio que procede de la voluntad de Dios ( Rev_15:4); o a los estatutos que acarrean juicios, es decir, las ordenanzas (2:26; Luc_1:6); o al acto justo que satisface el requisito de Dios (5:18).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

se complacen con los que las practican. No sólo pecaban las personas ellas mismas, sino que alentaban y disfrutaban vicariamente los pecados de otros.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie