Biblia

Comentario de Romanos 14:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Romanos 14:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Pues todos compareceremos ante el tribunal de Dios,

14:10 — “Pero tú (el débil en la fe), ¿Por qué juzgas (condenas) a tu hermano (al fuerte en la fe, que come y no observa días)? O tú (el fuerte) también, ¿por qué menosprecias a tu hermano (al débil, que no come y que tal vez hace caso especial de días)?” La razón de por qué no juzgar y menospreciar es dada en la última frase de este versículo. No somos jueces y señores unos sobre otros; Cristo es el Juez que se sentará en el tribunal.

¡Nótese! “Juzgar” se usa en este versículo, en el versículo 3, y en la primera parte del 13, en el sentido de “condenar.” En asuntos de indiferencia nadie tiene el derecho de condenar los hechos de otro. Ahora, es abusar de este versículo, o del 13, aplicarlo a toda clase de “juzgar” y bajo cualquier circunstancia. La Biblia no condena todo “juzgar” (Jua 7:24; 1Co 6:2; 1Co 6:5; 1Co 10:15; Hch 4:19; Rom 14:5; Rom 14:13, decidid; 2Co 2:1 determiné; etcétera. La misma palabra griega, krino, aparece en estos pasajes). Pero siempre hay quienes dicen: “La Biblia dice que no juzguemos,“ y luego citan tales textos como Rom 14:10 y Mat 7:1, torciéndolos porque ignoran el contexto y el sentido en que se usa la palabra en tales textos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿por qué menosprecias a tu hermano? Rom 14:3, Rom 14:4; Luc 23:11; Hch 4:11.

todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Rom 2:16; Ecl 12:14; Mat 25:31, Mat 25:32; Jua 5:22; Hch 10:42; Hch 17:31; 1Co 4:5; 2Co 5:10; Jud 1:14, Jud 1:15; Apo 20:11-15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Nuevamente (v. Rom 14:3) Pablo se dirige a los débiles y a los fuertes. El débil no debe juzgar, y el fuerte no debe menospreciar, la misma palabra que se traduce «despreciar» en el v. Rom 14:3.

todos los creyentes son responsables ante su Amo, Jesucristo, ellos se presentarán delante de Él.

ante el tribunal de Cristo, cada vida de los creyentes se evaluará para determinar la recompensa de ellos (1Co 3:11-15. 2Co 5:9, 2Co 5:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

juzgas … menosprecias. Vea la nota sobre el v.Rom 14:3. tu hermano. Un hermano creyente en Cristo. el tribunal de Cristo. La traducción que se prefiere es «el tribunal de Dios» (vea las notas sobre 1Co 3:13-15). Cada creyente rendirá cuentas de sí mismo y el Señor juzgará las decisiones que tomó, incluidas todas las relacionadas con asuntos de conciencia. Ese veredicto es el único que importa (vea las notas sobre 1Co 4:1-5; 2Co 5:9-10).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

14:10– “Pero tú (el débil en la fe), ¿Por qué juzgas (condenas) a tu hermano (al fuerte en la fe, que come y no observa días)? O tú (el fuerte) también, ¿por qué menosprecias a tu hermano (al débil, que no come y que tal vez hace caso especial de días)?” La razón de por qué no juzgar y menospreciar es dada en la última frase de este versículo. No somos jueces y señores unos sobre otros; Cristo es el Juez que se sentará en el tribunal.
¡Nótese! “Juzgar” se usa en este versículo, en el versículo 3, y en la primera parte del 13, en el sentido de “condenar.” En asuntos de indiferencia nadie tiene el derecho de condenar los hechos de otro. Ahora, es abusar de este versículo, o del 13, aplicarlo a toda clase de “juzgar” y bajo cualquier circunstancia. La Biblia no condena todo “juzgar” (Jua 7:24; 1Co 6:2; 1Co 6:5; 1Co 10:15; Hch 4:19; Rom 14:5; Rom 14:13, decidid; 2Co 2:1 determiné; etcétera. La misma palabra griega, krino, aparece en estos pasajes). Pero siempre hay quienes dicen: “La Biblia dice que no juzguemos,“ y luego citan tales textos como Rom 14:10 y Mat 7:1, torciéndolos porque ignoran el contexto y el sentido en que se usa la palabra en tales textos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

PERSONAS A JUICIO

Romanos 14:10-12

¿Quién eres tú para juzgar a tu hermano por nada? ¿Y tú, el otro, qué te has creído que eres para despreciar a tu hermano? Porque todos vamos a comparecer ante el tribunal de Dios; porque está escrito: «Tan cierto como que Yo estoy vivo -dice Dios-, a Mí se doblarán todas las rodillas, y todas las lenguas confesarán su fe en Dios.» Así que cada cual dará cuenta a Dios por sí.

Hay una razón fundamental por la que no tenemos derecho a juzgar a ningún otro, y es que cada uno de nosotros estamos pendientes de juicio. Es de esencia de nuestra condición humana que no estamos para juzgar a nadie, sino para ser juzgados. Para demostrarlo, Pablo cita Isa 45:23 .

Cualquier judío estaría de acuerdo con Pablo en esto. Había un dicho rabínico: «No te imagines que la tumba va a serte un refugio seguro; porque independientemente de tu voluntad fuiste formado, y naciste, y vives, y morirás, y tendrás que rendir cuentas ante el Rey de reyes, el Santo, bendito sea.» Dios es el único que tiene derecho a juzgarnos; el que está pendiente de juicio no puede erigirse en juez.
Pablo ha estado pensando en la imposibilidad de la vida aislada. Pero hay una situación en la que cada uno estará aislado, y es ante el tribunal de Dios. En los tiempos antiguos de la república romana, en la esquina del foro que estaba más lejos del capitolio estaba el tribunal, en el que el praetor urbanus se sentaba para hacer justicia. Cuando Pablo escribía esto, la justicia romana necesitaba más de un tribunal; así que, en las grandes basílicas, es decir, las columnatas que rodeaban el foro, se sentaban los magistrados para hacer justicia. Los Romanos estaban familiarizados con la escena del acusado que se presentaba a juicio ante el tribunal.

Eso es lo que pasa con todas las personas. Y es un tribunal ante el que nos hemos de presentar uno a uno. En este mundo, a veces se le aplican a uno los méritos de otro. A muchos jóvenes los ha librado del castigo la honorabilidad de sus padres; muchos hombres han obtenido gracia a causa de su esposa o hijos. Pero en el juicio de Dios cada uno tiene que responder por sí. A veces, cuando muere algún personaje, se ponen encima del ataúd los ropajes y emblemas de sus títulos o méritos; pero el muerto no lleva esas cosas consigo. Nacemos desnudos, y desnudos partimos de este mundo. Nos encontramos ante Dios en la tremenda soledad de nuestra alma; ante Él no podemos presentar más que el carácter que hemos forjado durante la vida.
Sin embargo, esa no es toda la verdad. No nos encontramos solos ante el tribunal de Dios, porque Jesucristo está con nosotros. No tenemos que presentarnos despojados de todo, sino cubiertos con Sus méritos. El escritor y periodista Collin Brooks escribe en uno de sus libros: » Puede que Dios sea más benévolo de lo que pensamos. Si no puede decir: » ¡Bien hecho, buen y fiel siervo!», puede que acabe diciendo: «No te preocupes, mal e infiel siervo mío: no me disgustas del todo.»» Esa era la manera graciosa en que ese hombre expresaba su confianza; pero es más que eso: no es sólo que a Dios no le disgustamos del todo; es que, aunque somos pecadores, nos ama por amor de Jesucristo. Es verdad que tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios en la desnuda soledad de nuestra propia alma; pero, si hemos vivido con Cristo en el mundo, El estará con nosotros en la muerte, y será nuestro Abogado y nuestro Pastor en la Eternidad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Rom 12:19; Hch 17:31; 2Co 5:10; Mat 25:31-46.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

t 858 Luc 6:37; Rom 14:4

u 859 Hch 10:42; Hch 17:31; 2Co 5:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¿por qué…¿por qué. Pablo critica la actitud de juzgar, tanto del débil como del que tiene madurez (cp. vers. 4).

Fuente: La Biblia de las Américas

10 (1) El juicio ante el tribunal de Dios es diferente del juicio eterno de Dios mencionado en 2:2,3,5,16 y 3:8, el cual será llevado a cabo principalmente ante el gran trono blanco ( Rev_20:11-15). El juicio eterno en el gran trono blanco será (1) después del milenio, (2) para juzgar a todos los incrédulos muertos, y (3) para castigo eterno en el lago de fuego. Tal juicio se menciona en este libro en la sección que trata de la condenación porque se ejecutará este juicio sobre todos los pecadores condenados. Sin embargo, el juicio ante el tribunal de Dios, o sea, el tribunal de Cristo, será (1) antes del milenio, inmediatamente después del regreso de Cristo, (2) para juzgar a todos los creyentes que hayan sido arrebatados, tanto los vivos como los resucitados, y (3) para recompensa o castigo durante el reino milenario. En este juicio se tendrá en cuenta la vida y las obras de los creyentes después de que fueron salvos. Ya que este juicio tiene mucho que ver con la transformación de los creyentes, se menciona aquí en esta sección que trata de la transformación.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

ante el tribunal de Cristo. Más probablemente, de Dios. Cp. 1Co 3:10-15; 2Co 5:10.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

tribunal…2Co 5:10.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R678 Σύ tiene aquí una posición enfática.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Algunos mss. dicen: de Cristo

Fuente: La Biblia de las Américas

g 2Co 5:10.

Fuente: La Biblia Textual III Edición