Biblia

Comentario de Romanos 14:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Romanos 14:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

14:7-9 — A menudo se citan estos versículos para aplicarlos a la cuestión de nuestra influencia unos con otros. Pero Pablo no está hablando de relaciones que sostengamos unos con otros, o de influir en otros, sino de nuestra relación con Cristo, nuestro dueño, y de quien somos siervos. Lo que hace el cristiano, en comer carne o no comerla, en observar días o no observarlos, como en todo acto como siervo de Cristo, tiene que hacerlo con Cristo por objeto y para agradarle a él. Cristo murió para establecer esta relación de Señor, y siervos, y hacernos la posesión de él. El cristiano, pues, no debe tratar de agradarse a sí mismo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Rom 14:9; 1Co 6:19, 1Co 6:20; 2Co 5:15; Gál 2:19, Gál 2:20; Flp 1:20-24; 1Ts 5:10; Tit 2:14; 1Pe 4:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

ninguno de nosotros se refiere a los creyentes, no a los hombres en general. Los creyentes pertenecen a Jehová. Ellos viven y mueren en relación con Él. Por lo tanto, los cristianos debieran concentrarse en agradarle a Él.

 EN CONTEXTO

¿Son especiales los domingos?

En el AT. Dios mandó a los hebreos a reservar un día de la semana como día de reposo, un día santo de descanso (Éxo 20:8-11; Isa 58:13, Isa 58:14; Jer 17:19-27). Sin embargo, aquí en Romanos, Pablo parece tomar una postura no definida hacia el día de reposo del AT. (Rom 14:5). ¿Quiere decir esto que no hay tal cosa como «el día de Jehová»? ¿Que el pueblo de Dios ya no necesita guardar un día de reposo, sea este sábado o domingo?

No exactamente. Para Pablo, todos los días debieran vivirse para el Señor porque somos posesión de Jehová (Rom 14:8). Si actuamos como si el domingo fuera el día de Jehová pero los otros seis días pertenecen a nosotros, en consecuencia, tenemos un gran malentendido. Los siete días de la semana pertenecen a Jehová. La iglesia primitiva adoraba el primer día de la semana porque era el día de la Resurrección.

Asimismo la pregunta real es: ¿Debiera observarse uno de esos días de una forma especial, a la luz de las instrucciones de Dios acerca del día de reposo? Pablo dice que ni la presión de otros hombres ni la tradición debiera atar nuestras conciencias. Al contrario, debemos buscar la dirección del Espíritu de Dios en cuanto a lo que debemos hacer. Debido a que inspiró las Escrituras, Dios nos ayudará a determinar lo que debemos hacer al estudiarlas.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

vive para sí … muere para sí. El enfoque de la vida cristiana nunca es uno mismo porque todo lo que hacemos debe tener el propósito de agradar a nuestro Señor soberano (cp. 1Co 6:20; 1Co 10:31).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

14:7-9– A menudo se citan estos versículos para aplicarlos a la cuestión de nuestra influencia unos con otros. Pero Pablo no está hablando de relaciones que sostengamos unos con otros, o de influir en otros, sino de nuestra relación con Cristo, nuestro dueño, y de quien somos siervos. Lo que hace el cristiano, en comer carne o no comerla, en observar días o no observarlos, como en todo acto como siervo de Cristo, tiene que hacerlo con Cristo por objeto y para agradarle a él. Cristo murió para establecer esta relación de Señor, y siervos, y hacernos la posesión de él. El cristiano, pues, no debe tratar de agradarse a sí mismo.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA IMPOSIBILIDAD DEL AISLAMIENTO

Romanos 14:7-9

La razón de todo lo dicho es que no hay nadie que viva ni muera para sí solo; porque, ya sea que vivamos o que muramos, vivimos o morimos para el Señor, porque somos Su propiedad. Fue para esto para lo que Cristo murió y resucitó otra vez a la vida: para ser el Señor tanto para los que viven como para los que mueren.

Pablo presenta el hecho innegable de que es por naturaleza imposible vivir una vida independiente. No hay tal cosa en el mundo como un individuo totalmente aislado. De hecho, eso es verdad en dos sentidos. » El hombre -decía Macneile Dixon- tiene que ver con los dioses y con los mortales.» Nadie puede desligarse, ni de sus semejantes ni de Dios.

Hay tres dimensiones en las que uno no puede desligarse:

(i) No se puede aislar del pasado. No hay nadie que se haya hecho a sí mismo. «Soy parte -decía Ulises- de todo lo que me he encontrado.» Todos hemos recibido una tradición. Somos una amalgama de todo lo que nuestros antepasados nos han hecho. Cierto que cada uno hace algo en esa amalgama; pero no empieza desde cero. Para bien o para mal empieza con todo lo que el pasado le ha hecho. La innumerable nube de testigos no sólo le rodea, sino que está en él. No se puede disociar del tronco del que ha salido o de la roca de la que ha sido extraído.

(ii) No se puede aislar del presente. Vivimos en una civilización que nos va uniendo cada vez más estrechamente. Nada que haga una persona la afecta solamente a ella. Cada uno tiene el tremendo poder de hacer a otros felices o desgraciados con su conducta; y el poder todavía más tremendo de hacer a otros buenos o malos. Cada persona irradia una influencia que les hace a otras seguir el camino hacia arriba o hacia abajo. Las obras de cada cual tienen consecuencias que afectan más o menos a otros. Cada persona está envuelta en el paquete de la vida, del que no puede escapar.

(iii) No se puede aislar del futuro. Como recibe la vida, así la transmite. Comunica a sus hijos una herencia de vida física y de carácter espiritual. No es una unidad hermética, sino un eslabón de la cadena. Alguien ha contado lo que le pasó a un chico que iba a lo suyo, y que empezó a estudiar biología. Estaba viendo por el microscopio algunas de esas criaturas que se pueden ver nacer y producir otras y morir en un instante de tiempo. Cuando se levantó, dijo: » Ahora sé que soy un eslabón de la cadena, y ya no quiero ser más un eslabón flojo.» Nuestra tremenda responsabilidad está en lo que dejamos de nosotros mismos en el mundo al dejarlo en otros. El pecado sería algo mucho menos terrible si solamente afectara al que lo comete. Nos debe infundir santo temor el pensar que cada pecado empieza o continúa una cadena de maldad en el mundo.

Y una persona puede desligarse todavía menos de Jesucristo.
(i) En esta vida Cristo es una Presencia viva para siempre. No tenemos que hablar de vivir como si Cristo nos viera; es que Él nos ve. Toda vida se vive en Su Presencia. Es tan imposible escapar del Cristo Resucitado como de nuestra propia sombra: no hay posibilidad de dejárnosle atrás, ni de hacer nada que Él no pueda ver.
(ii) Ni siquiera la muerte nos puede apartar de Su Presencia. En este mundo vivimos en la Presencia invisible de Cristo; en el siguiente viviremos en Su Presencia visible. La muerte no es una sima que acaba en la total eliminación, sino una puerta que conduce a Cristo.

Ningún ser humano puede seguir una política de aislacionismo. Está ligado a sus semejantes y a Cristo por lazos que no pueden romper ni el tiempo ni la eternidad. Nadie puede vivir ni morir para sí mismo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

n 851 1Co 6:19

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

BD188(2) Los dativos que aparecen en los vv. 7 y sigs., expresan más la idea de posesión que la de ventaja o desventaja. [Editor. Lo más probable es que estos dativos se usen para indicar ventaja y desventaja (vive para sí mismo). Un dativo de posesión es realmente un dativo predicativo y generalmente aparece con εἰμί, γίνομαι ο ὑπάργω. La construcción τοῦ κυρίου ἐσμέν no es exactamente paralela de ninguna de las construcciones dativas precedentes, especialmente por el hecho de que hay un cambio en el verbo.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego