Comentario de Romanos 2:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, acumulas sobre ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
pero por tu dureza. Rom 11:25; Éxo 8:15; Éxo 14:17; Deu 2:30; Jos 11:20; 1Sa 6:6; 2Cr 30:8; 2Cr 36:13; Sal 95:8; Pro 29:1; Isa 48:4; Eze 3:7; Dan 5:20; Zac 7:11, Zac 7:12; Heb 3:13, Heb 3:15; Heb 4:7.
atesoras para ti mismo. Rom 9:22; Deu 32:34; Amó 3:10; Stg 5:3.
el día de la ira. Job 21:30; Pro 11:4; 2Pe 2:9; 2Pe 3:7; Apo 6:17.
del justo juicio de Dios. Rom 2:2, Rom 2:3; Rom 1:18; Ecl 12:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Aquí se usa la palabra ira de forma diferente a la «ira de Dios» en Rom 1:18. Allí la ira de Dios era su actual enfado; aquí la palabra se refiere a la ira futura de Dios. Muchos toman esta ira futura para referirse al día del juicio. Por lo tanto, los hombres que continúan en sus rebeldías contra Dios están acumulando ira para ellos mismos.
EN CONTEXTO
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La Ley
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La referencia de Pablo a «la Ley» (Rom 2:12) no tiene que ver con las leyes en general, sino con el código específico de leyes y regulaciones que Dios dio a Moisés en el monte Sinaí. La Ley parte del pacto que establece a Israel como pueblo apartado de Dios. Dirigió su adoración, sus relaciones con Dios, y sus relaciones sociales con los demás. Los Diez Mandamientos forman un resumen de la Ley.
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Israel no era la única nación que tenía un código de ley. Ciertamente, tales compilaciones eran comunes en el antiguo mundo. Muchas de ellas comenzaban por explicar que los dioses dieron al rey poder para reinar, junto con una declaración acerca de cuán bueno y capaz era. Luego las leyes de los reyes se agruparon por temas. Finalmente, muchos de los códigos concluían con una serie de maldiciones y bendiciones.
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La Ley Mosaica se diferenciaba de estos otros códigos principalmente en su origen. La Ley fue dada por Dios mismo. Al ser obra de su misma naturaleza; como Él, la Ley era santa, justa y buena. De modo que todos los crímenes en Israel eran crímenes contra Dios (1Sa 12:9, 1Sa 12:10). Él esperó que todo el pueblo le amara y sirviera (Amó 5:21-24). Como juicio final de ellos, disciplinó a aquellos que violaron la Ley (Éxo 22:21-24; Deu 10:18; Deu 19:17), aunque también hizo responsable a la nación para asegurar que la justicia se llevara a cabo (Deu 13:6-10; Deu 17:7; Núm 15:32-36).
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Además de esto, Dios gobernó sobre Israel, en efecto, como Rey de la nación. Los antiguos reyes solían promulgar leyes para tratar de superar a sus predecesores en imagen, en poder económico, e influencia política. Dios, sin embargo, dio su Ley como una expresión de amor por su pueblo, para promover sus mejores intereses (Éxo 19:5, Éxo 19:6).
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La Ley puede dividirse en tres categorías: leyes morales, leyes ceremoniales y leyes civiles. Ésta última regulaba en grandes detalles asuntos que tenían que ver con líderes, el ejército, casos criminales, crímenes contra la propiedad, tratos humanos, derechos familiares y personales, derechos de propiedad, y otras conductas sociales.
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Las leyes ceremoniales contenían especificaciones acerca de la adoración publica y ritual, daban gran prioridad al concepto de santidad. Porque Dios es santo (Lev 21:8), Israel debía ser santo en todas sus practicas religiosas.
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La Ley fue dada específicamente a Israel, pero descansó en los principios morales eternos que son coherentes con el carácter de Dios. De modo que es un resumen de normas morales fundamentales y universales. Expresa la esencia de lo que Dios pide de su pueblo. Este es el por qué de que cuando Dios juzga es imparcial. Los gentiles no serán juzgados por la Ley (Rom 2:12), puesto que no se les dio a ellos, pero serán juzgados por el mismo nivel de justicia que sustenta la Ley.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
dureza. El término «esclerosis» que aparece en palabras como arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias), se deriva de esta palabra griega, pero aquí el peligro no es dureza física, sino espiritual (Eze 36:26; Mat 19:8; Mar 3:5; Mar 6:52; Mar 8:17; Jua 12:40; Heb 3:8; Heb 3:15; Heb 4:7). corazón no arrepentido. Se refiere a los que rehúsan arrepentirse (cp. el v. Rom 2:4) y aceptar el perdón de pecado que Dios ofrece a través de Jesucristo. atesoras … ira. Una persona que rechaza la oferta de perdón por parte de Dios y se aferra a su propio pecado, acumula más ira de Dios y puede hacerse acreedora de un juicio más severo (vea las notas sobre Heb 10:26-30; Apo 20:12). día de la ira y … juicio. Se refiere al juicio final de los malos que tendrá lugar ante el gran trono blanco al final del milenio (vea las notas sobre Apo 20:11-15).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Sof 1:14-17; Sof 2:2-3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— día de castigo: o bien, día de la ira. Es la expresión que utiliza el AT para designar el día del juicio de Dios al final de los tiempos. Los profetas emplean a veces con un sentido, si no idéntico, al menos aproximado, la expresión día del Señor (Joe 2:1; Joe 2:11; Amó 5:18-20). En el NT son muy abundantes las alusiones a este “día”, cuando Cristo tendrá el papel protagónico (ver Mat 25:31-46; Hch 17:31; 2Ti 4:1; Apo 6:17; Apo 11:18).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
l 109 Deu 9:6; Eze 3:7
m 110 1Sa 6:6
n 111 Deu 32:35; Pro 28:14
ñ 112 Rev 6:17
o 113 2Ts 1:7
p 114 Hch 17:31; Rev 11:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el día de la ira. Se refiere al juicio final cuando la ira divina se manifestará en forma completa y definitiva sobre los impíos.
Fuente: La Biblia de las Américas
La ira resulta cuando es rechazada la gracia.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
O, de acuerdo con