Biblia

Comentario de Romanos 3:19 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Romanos 3:19 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre, y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios.

3:19 — “la ley” de Moisés. Nótese que los pasajes de los Salmos citados en los versículos anteriores aquí son considerados como de “la ley.”

— “a los que están bajo la ley” son los judíos.

— “toda boca.” Todo judío tuvo que admitir su culpa y hallarse sin defensa, no pudiendo responder nada.

— “todo el mundo.” Los judíos reconocían que los gentiles estaban bajo pecado, y sus Escrituras probaban que ellos también lo estaban (versículo 9). Todo el mundo se encuentra bajo la condenación del pecado.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

todo lo que la ley dice. Rom 3:2; Rom 2:12-18; Jua 10:34, Jua 10:35; Jua 15:25; 1Co 9:20, 1Co 9:21; Gál 3:23; Gál 4:5, Gál 4:21; Gál 5:18.

que toda boca se cierre. Rom 3:4; Rom 1:20; Rom 2:1; 1Sa 2:9; Job 5:16; Job 9:2, Job 9:3; Sal 107:42; Eze 16:63; Mat 22:12, Mat 22:13; Jua 8:9; 1Co 1:29.

y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios. Rom 3:9, Rom 3:23; Rom 2:1, Rom 2:2; Gál 3:10, Gál 3:22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

todo lo que la ley dice se refiere a los (vv. Rom 3:10-18).

todo el mundo, ya sea judío o gentil, estará en silencio bajo el juicio de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

los que están bajo la ley. Todo ser humano no redimido, tanto los judíos que recibieron la ley escrita a través de Moisés (Rom 3:2) como los gentiles, tienen las obras de la ley escritas en el corazón de cada uno de ellos (Rom 2:15), de tal modo que ambos grupos deben rendir cuentas a Dios por igual. toda boca se cierre … bajo el juicio de Dios. No existe defensa posible contra el veredicto de culpable pronunciado por Dios sobre toda la raza humana.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:19– “la ley” de Moisés. Nótese que los pasajes de los Salmos citados en los versículos anteriores aquí son considerados como de “la ley.”
–“a los que están bajo la ley” son los judíos.
–“toda boca.” Todo judío tuvo que admitir su culpa y hallarse sin defensa, no pudiendo responder nada.
–“todo el mundo.” Los judíos reconocían que los gentiles estaban bajo pecado, y sus Escrituras probaban que ellos también lo estaban (versículo 9). Todo el mundo se encuentra bajo la condenación del pecado.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA ÚNICA MANERA DE QUEDAR EN PAZ CON DIOS

Romanos 3:19-26

Sabemos que todo lo que dice la Ley va dirigido a los que están dentro de su sistema; y la finalidad de la Ley es que se callen todas las bocas y que todo el mundo sepa que está expuesto al juicio de Dios; porque nadie va a llegar a la debida relación con Dios haciendo las cosas que manda la Ley. Lo que sí se obtiene mediante la Ley es la plena consciencia de la realidad del pecado. Pero ahora se nos abre un camino hacia la recta relación con Dios aparte de la Ley, del que dan testimonio la Ley y los Profetas. Porque la perfecta relación con Dios la obtienen por medio de la fe en Jesucristo todos los que creen en El. Yaquí no hay diferencia entre judíos y gentiles, porque todos han pecado y se encuentran excluidos de la gloria de Dios; pero alcanzan la debida relación con Dios gratuitamente, mediante Su Gracia, por medio de la liberación que ha obrado Jesucristo.
Dios mismo nos Le presenta como el Que puede ganarnos el perdón de pecados si ponemos nuestra fe en su sangre. Dios lo ha hecho todo así para demostrar Su justicia, porque, en Su paciencia, había pasado por alto los pecados cometidos en el tiempo pasado, y lo hizo para demostrar Su justicia en esta era presente, para que quede claro que Él es el único justo, y el Que acepta como justos a todos los que creen en Jesús.

Aquí tenemos otro pasaje que no es fácil de entender, pero que está lleno de riqueza cuando se capta su significado. A ver si podemos penetrar en la verdad básica que contiene.
El problema supremo de la vida es: ¿Cómo puede uno estar en la debida relación con Dios? ¿Cómo puede sentirse en paz con Dios? ¿Cómo puede dejar de sentirse a una distancia insalvable, y de tenerle miedo a la presencia de Dios? La religión de los judíos contestaba: «Uno puede llegar a estar en la debida relación con Dios cumpliendo meticulosamente todo lo que manda la Ley.» Pero eso equivale a decir sencillamente que nadie tiene la menor posibilidad de llegar a estar en la debida relación con Dios, porque nadie puede cumplir perfectamente todos los mandamientos de la Ley. Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Para que nos demos cuenta de la realidad del pecado. Sólo cuando conocemos la Ley e intentamos cumplirla nos damos cuenta de que nos es imposible. El propósito de la Ley es hacernos conscientes de nuestra debilidad y pecado. Entonces, ¿es imposible llegar a Dios? Todo lo contrario; porque el camino que nos lleva a Dios no es el de la Ley, sino el de la Gracia. No por las obras, sino por la fe.

Para ponérnoslo más claro, Pablo usa tres comparaciones.

(i) Nos pone el ejemplo del tribunal, lo que llamamos justificación. En este ejemplo se piensa que el hombre se encuentra ante el tribunal de Dios. La palabra griega que traducimos por justificar es dikaiún. Todos los verbos griegos que terminan en -ún quieren decir, no hacer a alguien algo, sino tratar, considerar a uno como algo. Si se presenta ante el juez uno que es inocente, el juez le declara inocente. Pero el caso del que se presenta ante Dios es que es totalmente culpable, y sin embargo Dios, en su infinita misericordia, le trata y le considera como si fuera inocente. Eso es lo que quiere decir justificación.

Cuando Pablo dice que » Dios justifica al malvado» quiere decir que Dios le trata como si fuera bueno. Eso era lo que escandalizaba a los judíos hasta el colmo. Para ellos eso sólo lo harta un juez inicuo. «El justificar al culpable es una abominación para Dios» (Pr 17:15 ). «Yo no perdonaré al culpable» (Ex 23:7 ). Pero Pablo dice que eso es precisamente lo que hace Dios.

¿Cómo puedo yo saber que Dios es así? Lo sé porque Jesús lo ha dicho. Vino a decirnos que Dios nos ama aunque somos malos. Vino a decirnos que, aunque somos pecadores, seguimos siéndole muy queridos a Dios. Cuando descubrimos eso y lo creemos, se cambia radicalmente nuestra relación con Dios. Somos conscientes de nuestro pecado, pero ya no estamos aterrados ni alejados. Quebrantados y arrepentidos acudimos a Dios, como viene a su madre un niño triste, y sabemos que el Dios al Que venimos es amor.

Eso es lo que quiere decir justificación por la fe en Jesucristo. Quiere decir que estamos en la debida relación con Dios porque creemos de todo corazón que lo que Jesús nos ha dicho de Dios es la verdad. Ya no somos extraños que tienen terror a un Dios airado. Somos hijos, hijos errantes que confían en que su Padre los ama y los perdonará. Y nosotros no podríamos haber llegado nunca a esa relación con Dios si Jesús no hubiera venido a vivir y a morir para decirnos lo maravillosamente que Dios nos ama.

(ii) Pablo nos pone el ejemplo del sacrificio. Nos dice que Dios hizo que Jesús fuera el que ganara el perdón de nuestros pecados. La palabra griega que usa Pablo para describir a Jesús es hilastérion. Viene de un verbo que quiere decir propiciar,

y que se usa en relación con los sacrificios. En el Antiguo Testamento, cuando uno quebrantaba la Ley le ofrecía un sacrificio a Dios. Lo que pretendía era que el sacrificio le librara del castigo que habría de venirle. Para decirlo de otra forma: un hombre pecaba, y aquel pecado destruía su relación con Dios; para restaurarla ofrecía un sacrificio.

Pero la experiencia humana era que un sacrificio animal no podía producir ese efecto. «A Ti no Te complacen los sacrificios; si yo Te ofreciera holocaustos, a Ti no Te agradaría» (Sal 51:16 ). «¿Con qué me presentaré al Señor, y daré culto al Dios Altísimo? ¿Con holocaustos, con becerros de un año? ¿Le agradarán al Señor millares de carneros, o miríadas de arroyos de aceite? ¿Tendré que dar mi primogénito en compensación por mi transgresión, o el fruto de mis entrañas para expiar el pecado de mi alma?» (Mi 6:6 s). Los hombres sabían instintivamente que, una vez que habían pecado, toda la parafernalia de los sacrificios terrenales no podría arreglar las cosas.

Por eso dice Pablo: «Jesucristo, con su vida de obediencia y su muerte por amor, Le ofreció a Dios el único sacrificio que puede expiar el pecado real y verdaderamente.» E insiste en que lo que sucedió en la Cruz nos abre la puerta para que volvamos a estar en la debida relación con Dios, cosa que no puede hacer ningún otro sacrificio.
(iii) Pablo pone el ejemplo de la esclavitud. Habla de la liberación que ha obrado Jesucristo. La palabra apolytrósis significa rescate, redención, liberación. Esto quiere decir que la humanidad estaba en poder del pecado, y Jesucristo es el único que la podía libertar.

Por último, Pablo dice que Dios hizo todo esto porque es justo, y acepta como justo al que cree en Jesús. Es lo más sorprendente que se puede decir jamás. Bengel lo llamaba «la suprema paradoja del Evangelio.» Pensemos un poco: quiere decir que Dios es justo, y que acepta al pecador como si fuera justo. Lo natural habría sido decir: «Dios es justo; y, por tanto, condena al pecador como a un criminal.» Pero aquí tenemos la gran paradoja: Dios es justo, y, de alguna manera, con esa Gracia increíble, milagrosa, que Jesús vino a traer al mundo, acepta a los pecadores, no como criminales, sino como hijos a los que sigue amando a pesar de todo.
¿Qué es todo esto en esencia? ¿En qué consiste la diferencia entre esto y el antiguo sistema de la Ley? La diferencia fundamental es esta: que el método de la obediencia a la Ley se refiere a lo que el hombre puede hacer por sí mismo; mientras que el método de la Gracia consiste en lo que Dios ha hecho por él. Pablo hace hincapié en que nada que nosotros podamos hacer puede ganar el perdón de Dios; solamente lo que Dios ha hecho por nosotros puede ganarlo. Por tanto, el camino que conduce a la perfecta relación con Dios no es un intento agotador y desesperado para ganar el perdón de Dios por nuestra cuenta, sino la humilde y arrepentida aceptación del Amor y de la Gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— la ley: El término ley designa aquí a cualquier parte del AT, del mismo modo que en Jua 10:34; 1Co 14:21; 1Co 14:34.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 143:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “La Ley.” Gr.: ho nó·mos, con el artículo definido ho para especificar. Aquí el contexto justifica la mayúscula para indicar la “Ley” dada mediante Moisés. En The Bible Translator, vol. 1, enero de 1950, publicación de las Sociedades Bíblicas Unidas, Londres, p. 165, J. Harold Greenlee declara: “La palabra ‘ley’ requiere atención individual. El artículo [griego] indica una ley en particular, o la ley de Moisés; sin el artículo, la referencia puede ser a ‘ley’ como principio”.

REFERENCIAS CRUZADAS

e 205 Gál 3:24

f 206 Sal 63:11

g 207 Rom 5:13

h 208 Rom 2:12; Gál 3:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

a los…bajo la ley. Es decir, los judíos.

todo el mundo…ante Dios. La conclusión de Pablo es que tanto judíos como gentiles son culpables y serán enjuiciados delante de Dios.

Fuente: La Biblia de las Américas

19 (1) El propósito de Dios al dar la ley era exponer al hombre, sojuzgarlo, y guardar o preservar para Cristo a los escogidos de Dios, a fin de que fueran conducidos a Cristo (véanse las notas de Gál_3:23-24).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Lit., en

Lit., cierre

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. habla.

Fuente: La Biblia Textual III Edición