Comentario de Romanos 3:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Qué, pues? ¿Les llevamos alguna ventaja? Claro que no; porque ya hemos acusado tanto a judíos como a gentiles, diciendo que todos están bajo pecado,
3:9 — “nosotros” significa los judíos y “ellos” los gentiles. Pablo, habiendo respondido a la objeción (presentada en el versículo 5 por el judío con que pensaba hallarse sin culpa), afirma de nuevo la acusación original de injusticia universal, de parte de judíos y gentiles. En cuanto a culpabilidad, el judío no era mejor que el gentil.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
¿Qué pues? Rom 3:5; Rom 6:15; Rom 11:7; 1Co 10:19; 1Co 14:15; Flp 1:18.
¿Somos mejores que ellos? Rom 3:22, Rom 3:23; Isa 65:5; Luc 7:39; Luc 18:9-14; 1Co 4:7.
pues ya hemos acusado. Rom 1:28; Rom 2:1.
que todos están bajo pecado. Gál 3:10, Gál 3:22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los judíos no son mejores que los gentiles; ambos son culpables de pecado (v. Rom 3:9). Las referencias del AT. judío (vv. Rom 3:10-18) comprueban la culpabilidad de ellos (v. Rom 3:19). Ningún hombre puede ganar una relación justa con Dios por cumplir los requerimientos de la Ley Mosaica (v. Rom 3:20).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
mejores que ellos: Esta pregunta significa: «¿estamos los judíos en ventaja sobre los gentiles?» (v. Rom 3:1). En otras palabras, «¿hay alguna cosa a la que podamos aferrarnos para protección?» La respuesta es no, ya que todos están bajo pecado.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
TODOS ESTÁN BAJO PECADO. En los caps. Rom 1:1-32 y Rom 2:1-29, Pablo ha mostrado que todos, judíos y gentiles, están bajo la servidumbre del pecado. En Rom 3:9-18 explica por qué y enseña que todos tienen una naturaleza pecaminosa que los incita al pecado y a la maldad (véase la nota que sigue). El resultado es que todos son culpables y están bajo la condenación de Dios (v. Rom 3:23). La respuesta de Dios a esa trágica situación es ofrecer perdón, ayuda, gracia, justicia y salvación a todos mediante la redención que hay en Cristo Jesús (vv. Rom 3:21-26).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
¿Somos nosotros mejores … ? «Nosotros» es una referencia probable a los cristianos en Roma que recibirán esta carta. Los cristianos no tienen en sí mismos una naturaleza superior a la de todos aquellos a quienes Pablo ha declarado bajo la condenación de Dios. gentiles. Vea la nota sobre Rom 1:14. bajo pecado. Esclavizados y dominados del todo por el pecado.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Pablo concluye su inculpación de la humanidad con este resumen: judíos y gentiles son culpables por igual delante de Dios (vea la nota sobre Rom 1:18-32 ; Rom 2:1-29 ; Rom 3:1-20).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:9– “nosotros” significa los judíos y “ellos” los gentiles.
Pablo, habiendo respondido a la objeción (presentada en el versículo 5 por el judío con que pensaba hallarse sin culpa), afirma de nuevo la acusación original de injusticia universal, de parte de judíos y gentiles. En cuanto a culpabilidad, el judío no era mejor que el gentil.
–“bajo pecado” significa bajo la condenación del pecado.
Fuente: Notas Reeves-Partain
UN MUNDO SIN CRISTO
Romanos 3:9-18
-Entonces, ¿qué pasa? ¿Tenemos los judíos alguna ventaja?
-¡Claro que no! Porque ya hemos acusado a todos los judíos y griegos de que están bajo el poder del pecado, como está escrito: «No hay nadie que sea justo, ni uno. Nadie se da por enterado. Nadie busca al Señor. Todos se han desviado, y se han echado a perder. No hay nadie que haga cosas buenas, ni uno. Tienen una boca que parece una tumba abierta. Cultivan el fraude con sus lenguas. Tienen veneno de víboras en los labios, y las bocas cargadas de maldiciones y hiel. Sus pies son rápidos para correr a cometer asesinatos. La destrucción y la desgracia están en sus caminos, pero ni conocen el camino de la paz. No tienen nunca el temor de Dios ante los ojos.
En el pasaje anterior Pablo insistía en que, a pesar de todo, los judíos ocupan una posición especial en el plan de Dios. No nos sorprende que entonces el objetor pregunte si eso quiere decir que los judíos les llevan ventaja a los demás pueblos. Y la respuesta de Pablo es que tanto los judíos como los gentiles, si están sin Cristo, están bajo el dominio del pecado. La frase griega que usa es muy sugestiva: hypo hamartían. En este sentido, hypo quiere decir en el poder de, bajo la autoridad de. En Mt 8:9 , el centurión dice: » Tengo soldados hypo emautón, por debajo de mí.» Es decir, a mis órdenes. Un escolar está hypo paidagógon, bajo la dirección del pedagogo, un esclavo al que se le ha confiado. En su estado natural, sin Cristo, el ser humano está bajo el control del pecado, y es incapaz de evadirse.
Hay otra palabra interesante en este pasaje, la del versículo 12, que hemos traducido «se han echado a perder.» La palabra griega es ajeiroó, que quiere decir literalmente dejar inútil. Se usa en relación con la leche que se ha estropeado. La naturaleza humana sin Cristo es una cosa corrompida e inútil.
Pablo hace aquí lo que solían hacer los rabinos. En los versículos 10-18 ensarta una serie de textos del Antiguo Testamento, no citándolos literalmente sino de memoria; incluye versículos de los Sal 14:1-3 ; Sal 5:9 ; Sal 140:3 ; Sal 10:7 ; Isa 59:7 s, y Sal 36:1 . Era frecuente en la predicación de los rabinos el ensartar textos así. Lo llamaban jaraz, que quería decir precisamente eso: ensartar perlas.
Es una descripción terrible de la naturaleza humana en su estado sin Cristo. Vaughan señala que estos textos del Antiguo Testamento describen tres cosas: (a) EL carácter cuyas notas distintivas son la ignorancia, la indiferencia, la tortuosidad y la inutilidad. (b) La lengua que se caracteriza por sus cualidades destructivas, mentirosas y maliciosas. (c) La conducta que se manifiesta en la opresión, la injuria, la implacabilidad. Estos son los resultados de no tener en cuenta a Dios.
Nadie ha visto tan claramente como Pablo la maldad de la naturaleza humana; pero advertimos que esto no era para él una llamada a la desesperación, sino un desafío a la esperanza. Cuando decimos que Pablo creía en el pecado original y en la depravación de la naturaleza humana no debemos concluir que desesperara de la naturaleza humana ni que la mirara con un desprecio cínico. Una vez, cuando William Jay de Bath ya era anciano, dijo: «Me va fallando la memoria; pero hay dos cosas de las que no me olvido nunca: Que soy un gran pecador, y que Jesucristo es un gran Salvador.»
Pablo nunca le quitaba importancia al pecado humano, ni grandeza al poder redentor de Jesucristo. Una vez, cuando el gran independiente de Lancashire William Roby era joven, estaba predicando en Malvem. Tenía tan poco éxito que estaba desanimado y a punto de dejar la obra, cuando recibió una reprensión en sazón de un cierto señor Moody, que le preguntó: «Entonces, ¿es que son demasiado malos para salvarse?» El desafío le hizo volver a William Roby a la labor.
Pablo creía que la gente sin Cristo era mala, pero no demasiado mala para salvarse. Estaba convencido de que lo que Cristo había hecho por él lo podía hacer por cualquier otro.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Ciertamente ninguna: En algunos mss. se suprimen estas palabras que también podrían traducirse: no del todo.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La culpabilidad de toda la humanidad
Aun cuando las breves preguntas con que inicia el v. 9 lo conectan con los vv. 1-8, es claro que Pablo comienza aquí un resumen y aplicación de la argumentación que inició en 1:18. El ha demostrado que la justa ira de Dios cae tanto sobre gentiles (1:18-32) como judíos (2:1-3:8). Por lo tanto, concluye Pablo, todas las personas están “bajo pecado”. Pablo refuerza esta conclusión con una comprobación del AT (10-18), y luego aplica el principio a los judíos (19, 20).
La afirmación que hace Pablo de la continuidad del privilegio judío en 3:1-8 (especialmente los vv. 1-3) estimulan su pregunta ¿les llevamos [nosotros los judíos] alguna ventaja? Su respuesta: Claro que no, no está dirigida a retractarse de lo que dijo en los vv. 1-3, sino a evitar la conclusión que los dones de Dios dados a los judíos les otorgan alguna ventaja en el juicio de Dios. Pablo remata este concepto, recordando a sus lectores que él ya ha acusado tanto a judíos como a gentiles, diciendo que todos están bajo pecado. Estar “bajo pecado” significa no solamente “ser un pecador”, significa ser un esclavo indefenso del poder del pecado (cf. 6:15-23).
Pablo subraya su conclusión respecto del pecado universal con una serie de citas del AT. Colecciones de citas relacionadas según su tema, como ésta, eran algo popular entre los rabinos, y algunos han pensado que Pablo puede estar citando aquí una colección cristiana ya existente. El propósito especial de esta serie es ilustrar el “todos” del v. 9: obsérvese la repetición de no hay [ninguno] (vv. 10, 11, 12), y el regreso al tema principal en los vv. 19, 20: toda boca, todo el mundo, nadie. Los textos parecen estar agrupados desordenadamente a primera vista, pero hay evidencia de una cierta atención a estructura y secuencia. La primera línea, no hay justo ni aun uno, es el encabezamiento, mientras que no hay en el v. 18 vuelve al tema cerrando la serie. Los vv. 11, 12 desarrollan la primera línea con cinco repeticiones aprox. sinónimas del tema “no hay justo ni aun uno”. Estas citas pertenecen en su totalidad al Sal. 143:1-3. En las cuatro líneas siguientes (13, 14), Pablo continúa tomando de los Sal. (5:9; 140:4; 10:7), y en cada una de ellas menciona pecados de palabra. Los vv. 15-17, por otra parte, utilizan citas de Isa. 59:7, 8 para describir pecados de violencia contra otros. Resulta significativo que en tanto algunos de los pasajes del AT que Pablo cita describen a los enemigos de Israel, otros (p. ej. Isa. 59:7, 8) se refieren a pecados del pueblo de Israel. Pablo, de esta manera, subraya sutilmente una vez más que los judíos también deben formar parte de la categoría de “los malos”.
La aplicación de la enseñanza de los vv. 9-18 (e indirectamente de 1:18-3:18 como un todo) que hace Pablo en los vv. 19, 20 pone de manifiesto nuevamente su preocupación respecto de la condición de los judíos. El recuerda a sus lectores que sus citas han sido tomadas de la ley (nomos). El término utilizado aquí se refiere a las Escrituras como un todo (cf. también 1 Cor. 9:8, 9; 14:21, 34; Gál. 4:21b). Pero esta ley está dirigida especialmente a los que están bajo la ley, es decir los judíos (ver 2:12; 3:2). De aquí Pablo concluye que toda boca está ahora cerrada -nadie tiene defensa alguna para ofrecer delante de Dios (ver Job 5:16; Sal. 63:11; 107:42)- y que todo el mundo está bajo juicio ante Dios, esperando la sentencia de la condenación. Pablo puede tomar válidamente tal conclusión universal de la prueba escrituraria de la pecaminosidad de los judíos porque, al demostrar la pecaminosidad del propio pueblo del pacto de Dios, él ha probado la parte más difícil de su caso. Si hasta los judíos son condenados, entonces nadie puede escapar de la misma sentencia.
Esto significa, a su vez, que por las obras de la ley nadie será justificado delante de él (20a). La realidad de que todos los seres humanos están “bajo el poder del pecado” (3:9) significa que nadie puede, de manera alguna, obedecer la ley de Dios lo suficientemente como para ameritar una condición correcta delante de él. Al expresarlo en términos de obediencia a la ley, Pablo está pensando nuevamente de manera particular en la situación del judío. Pero la obediencia judía a la ley es una instancia de la obediencia humana a las leyes morales de Dios. Al descartar las “obras de la ley” judía como insuficientes para alcanzar la salvación, Pablo condena implícitamente toda “obra” humana como igualmente inadecuada. El poder del pecado tiene atrapados a todos los seres humanos bajo su inexorable dominio, y nada que nosotros podamos hacer podrá librarnos de ese dominio. ¿Cuál es, entonces, el propósito de la ley de Moisés? Funciona llevando a las personas a darse cuenta del pecado. Al exponer detalladamente la voluntad de Dios, la ley mosaica no deja lugar a dudas de que es al Dios viviente a quien ofendemos cuando pecamos. De esta manera, le brinda a la humanidad una clara comprensión de su “responsabilidad de rendir cuentas” (ver v. 19) delante de Dios.
Nota. 20 Tradicionalmente, la frase obras de la ley (ver también Rom. 3:28; Gál. 2:16; 3:2, 5, 10) ha sido entendida como significando cualquier cosa que una persona haga en obediencia a la ley de Dios. Esta es la interpretación adoptada en este comentario, y creemos que hay sólidas razones para aceptarla. En tanto que la frase no ocurre en ningún otro lugar en el gr., una frase paralela en heb. aparece en los Rollos del Mar Muerto, y guarda también reminiscencias de las frecuentes referencias de los rabinos a las “obras” y “los mandamientos”, todas las cuales se refieren al hacer lo que la ley demanda en forma general. Pero hay eruditos que en años recientes han sugerido diversas interpretaciones. La que propone James Dunn es probablemente la más difundida e importante. El considera que “obras de la ley” se refiere a aquellos aspectos de la vida de los judíos que los distinguía como pueblo de Dios, especialmente la circuncisión, reglas respecto de los alimentos y la observación de las fiestas. De este modo Pablo estaría negando que la identificación con el pacto judío pueda traer justificación. Aun cuando él verdaderamente enseña esto, pareciera ser que este versículo estuviera diciendo más que esto. A través de 1:18-3:20, Pablo centró su atención en las “obras” en un sentido general (ver, en relación con los judíos, 2:2, 3, 6-10, 21-23, 25-27) y no existe ninguna buena razón para limitar, entonces, ya sea en el uso general de la frase o en el contexto, su significado a la definición de ciertas obras, o a las obras realizadas con cierta actitud.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Pecado.” Gr.: ha·mar·tí·an; lat.: pec·cá·to; J17(heb.): ha·jét’, “el pecado”; de una raíz que significa: “errar el blanco [como al arrojar una lanza contra algo]”. Véase el v. Rom 3:23.
REFERENCIAS CRUZADAS
s 193 Rom 11:17
t 194 Rom 3:23; Gál 3:22
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
todos bajo pecado. Tanto gentiles como judíos están bajo condenación (vers. 8) y el dominio del pecado (vers. 10– 18, 23).
Fuente: La Biblia de las Américas
¿Somos nosotros mejores que ellos? Posiblemente, esto podría traducirse: «¿Estamos los judíos en desventaja?» i.e., en peor posición que los gentiles.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R621 El verbo compuesto προέχω significa: sobrepasar.
M168 Si οὐ πάντως es la variante correcta en este caso, entonces tiene que significar lo que lógicamente se expresaría por medio de las palabras πάντως οὐ: ¡ciertamente no!, en vez de: no, absolutamente; comp. T287).
TGr106 Se discute entre eruditos en cuanto a si el verbo προεχόμεθα tiene un sentido activo o pasivo. En vista de la evidencia, es muy probable que tenga un sentido activo: ¿somos nosotros mejores que ellos?
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, posiblemente, peores