Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
6:14 — Antes de la conversión del cristiano, el pecado se enseñoreaba de él, condenándole a la muerte eterna. Pero, ahora en su obediencia de corazón al evangelio, el pecado ya no reina en su cuerpo mortal y por eso no tiene señorío sobre él, ni le puede condenar porque por la gracia ha sido perdonado o justificado. El cristiano no persevera en el pecado porque murió a él con Cristo. No está bajo ley (solamente). Si fuera así, estaría bajo condenación, porque la ley condena al pecador y él era pecador. Está bajo la gracia que perdona, que salva al pecador de la condenación de la ley. Siendo así, el pecado no puede vencerle finalmente con muerte eterna como condenación. Pablo no está diciendo que no hay ley que nos gobierne. La ley de Dios siempre la hay y rige a todos. Si no hubiera ley, no podría haber pecado. Hay pecado (en abundancia); se sigue pues que hay ley. Pero el cristiano no está bajo ley en el sentido de no estar bajo la condenación de ley. Se escapó de esa condenación por medio de la gracia salvadora de Dios. La ley condena, pero la gracia perdona. El no está bajo esa condenación (8:1), y en ese sentido no está bajo ley.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
porque el pecado no se enseñoreará. Rom 6:12; Rom 5:20, Rom 5:21; Rom 8:2; Sal 130:7, Sal 130:8; Miq 7:19; Mat 1:21; Jua 8:36; Tit 2:14; Heb 8:10.
pues no estáis bajo la ley. Rom 3:19, Rom 3:20; Rom 7:4-11; Gál 3:23; Gál 4:4, Gál 4:5, Gál 4:21; Gál 5:18.
sino bajo la gracia. Rom 6:15; Rom 4:16; Rom 5:21; Rom 11:6; Jua 1:17; 2Co 3:6-9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no estáis bajo la ley significa no estar bajo la ley de Moisés. Sin embargo, el creyente con la ayuda de Dios, el creyente bajo la gracia, cumple la Ley (Rom 3:31; Rom 13:8-10). El sistema Mosaico consistía de leyes externas que revelaban el pecado prevaleciente en el corazón humano. En contraste, la gracia de Dios coloca al creyente en Cristo, y al Espíritu Santo en el creyente. Por lo tanto, un cristiano no tiene que pecar; el o ella puede resistir la tentación y hacer lo que es correcto (2Co 3:15-18).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
el pecado no se enseñoreará. El pecado debe estar en capacidad de ejercer control en nuestro cuerpo, de lo contrario la admonición de Pablo sería innecesaria (v. Rom 6:13). El pecado no tiene por qué reinar allí, así que el apóstol expresa su confianza en que quienes son de Cristo no permitirán que así sea. no … bajo la ley, sino bajo la gracia. Esto no significa que Dios haya abrogado su ley moral (Rom 3:31; cp. Mat 5:17-19). La ley es buena, santa y justa (Rom 7:12; cp. 1Ti 1:8), pero no puede ser cumplida a perfección, así que se convierte en maldición para el hombre. Como no puede ayudar a alguien a vivir conforme al parámetro moral de Dios (cp. Rom 7:7-11), la ley solo puede mostrar ese parámetro y así reprender y condenar a quienes no lo guarden a perfección. Ahora bien, el creyente ya no está bajo la ley como una condición para ser aceptado por Dios, sino que esa condición imposible de cumplir hace lo que Dios se propuso con ella: mostrar al hombre su pecaminosidad y lo indefenso que es (vea las notas sobre Rom 3:19-20; cp. Gál 3:10-13). El creyente vive ahora bajo la gracia divina que lo capacita para cumplir de verdad los requisitos justos de la ley (Rom 7:6; Rom 8:3-4). El capítulo Rom 7:1-25 es el comentario completo de Pablo acerca de esta expresión crucial.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:14– Antes de la conversión del cristiano, el pecado se enseñoreaba de él, condenándole a la muerte eterna. Pero, ahora en su obediencia de corazón al evangelio, el pecado ya no reina en su cuerpo mortal y por eso no tiene señorío sobre él, ni le puede condenar porque por la gracia ha sido perdonado o justificado. El cristiano no persevera en el pecado porque murió a él con Cristo. No está bajo ley (solamente). Si fuera así, estaría bajo condenación, porque la ley condena al pecador y él era pecador. Está bajo la gracia que perdona, que salva al pecador de la condenación de la ley. Siendo así, el pecado no puede vencerle finalmente con muerte eterna como condenación.
Pablo no está diciendo que no hay ley que nos gobierne. La ley de Dios siempre la hay y rige a todos. Si no hubiera ley, no podría haber pecado. Hay pecado (en abundancia); se sigue pues que hay ley. Pero el cristiano no está bajo ley en el sentido de no estar bajo la condenación de ley. Se escapó de esa condenación por medio de la gracia salvadora de Dios. La ley condena, pero la gracia perdona. El no está bajo esa condenación (8:1), y en ese sentido no está bajo ley.
Los cristianos no “estáis bajo ley” (Versión ASV). El texto griego no dice “la ley,” sino “ley.” La Versión Moderna dice, “no estáis bajo sistema de ley.” Muchos pervierten este pasaje para enseñar que no hay nada de ley en el evangelio, que todo es de gracia. Pero están bien equivocados. Considérense estos pasajes: 3:27; 8:2; 1Co 9:21; Gál 6:1; Stg 1:25. Pablo ya está para hablar sobre la obediencia del cristiano (a la ley de Cristo), versículos 16,17.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Gál 5:18.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— no se dejen dominar: O bien: el pecado no los dominará; la forma verbal griega en futuro parece indicar al mismo tiempo una exigencia y una certeza.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “será”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 376 Rom 7:6; Gál 5:18; Col 2:14
b 377 Jua 1:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el pecado no tendrá dominio sobre vosotros. Aunque el creyente está en lucha contra el pecado, no debe estar controlado por éste; como Cristo es su nuevo Señor, el creyente no luchará solo contra la dañina influencia del pecado.
no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. Una vez que el creyente es salvado por la dádiva gratuita de Dios en Cristo, ya no es dejado a merced de la ley. El creyente está bajo la gracia y unido a Cristo. Ahora él puede guardar los mandatos dados en los vers. 12– 13.
Fuente: La Biblia de las Américas
14 (1) El pecado, personificado aquí, se enseñorea de nosotros por medio de las concupiscencias de nuestro cuerpo (v.12).
14 (2) El hecho de que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia es la razón por la cual el pecado no puede enseñorearse de nosotros. Esto nos pone en la posición de rechazar el pecado. El pecado ya no tiene ningún derecho de exigirnos nada, pero nosotros tenemos todo el derecho de rechazar el pecado y su poder. Al rechazar el pecado y ponernos del lado del Cristo resucitado, nos presentamos a nosotros mismos y nuestros miembros como esclavos a la justicia para que la vida divina obre dentro de nosotros a fin de santificarnos, no sólo en cuanto a nuestra posición, sino también a nuestro modo de ser, con la naturaleza santa de Dios.
14 (3) Esto no nos hace personas que vivan sin ley, tal como lo eran algunos durante los tiempos de la degradación de la iglesia ( Jud_1:4). La ley a la cual se refiere este versículo es la ley dada por Moisés, la cual ha sido reemplazada por las leyes interiores del nuevo pacto ( Heb_10:16). De la misma manera que los caps.5 y 6 explican que ahora estamos bajo la gracia, los caps.7 y 8 explican cómo es posible que no estemos bajo la ley.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R635 En los vv. 14 y sigs., el concepto de ὑπό es el de descanso: bajo la ley.
R796 Νόμου sin artículo se refiere a ley mosaica (comp. Rom 2:13 y 17).
T177 Ἁμαρτία aquí no se refiere a ningún pecado, sino a ningún pecado como poder (como es común en Pablo, comp. BD258[2]).