Comentario de Romanos 7:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó; y por él, me mató.

7:11 — La versión antigua de Valera dice, “me engaño por el mandamiento.” La Revisada dice, “tomando ocasión por el mandamiento, me engañó.” Los traductores en sus versiones ponen los signos de puntuación según entienden ser el sentido del pasaje, pues los manuscritos griegos no traían tales signos.

Satanás (llamado en este contexto “el pecado”) toma ocasión por el mandamiento (versículo 8) para engañarnos, pero no somos engañados por el mandamiento de Dios. Consideremos el caso de Eva. Dios le había dicho no comer de cierto árbol (Gén 3:3). Satanás (“la serpiente muy astuta” — 3:1, o sea muy engañosa) le engañó con una mentira (2Co 11:3). La pena por esa desobediencia fue la muerte. Satanás, «tomando ocasión por el mandamiento» (versículo 8), engañó a Eva, «y por él» (el mandamiento de Dios de no comer de ese árbol) le “mató.” (versículo 11). Así fue con Pablo, y Pablo presenta su caso como típico de toda otra persona.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

porque el pecado. Rom 7:8, Rom 7:13.

por el mandamiento, me engañó. Isa 44:20; Jer 17:9; Jer 49:16; Abd 1:3; Efe 4:22; Heb 3:13; Stg 1:22, Stg 1:26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

el pecado … me engañó. Porque le dio la falsa esperanza de que podría tener vida por medio de guardar la ley, cuando todo lo que encontró fue muerte (v. Rom 7:10), y también al convencerlo de que era aceptable para Dios como resultado de su propio mérito y buenas obras.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:11– La versión antigua de Valera dice, “me engaño por el mandamiento.” La Revisada dice, “tomando ocasión por el mandamiento, me engañó.” Los traductores en sus versiones ponen los signos de puntuación según entienden ser el sentido del pasaje, pues los manuscritos griegos no traían tales signos.
Satanás (llamado en este contexto “el pecado”) toma ocasión por el mandamiento (versículo 8) para engañarnos, pero no somos engañados por el mandamiento de Dios. Consideremos el caso de Eva. Dios le había dicho no comer de cierto árbol (Gén 3:3). Satanás (“la serpiente muy astuta”– 3:1, o sea muy engañosa) le engañó con una mentira (2Co 11:3). La pena por esa desobediencia fue la muerte. Satanás, «tomando ocasión por el mandamiento» (versículo 8), engañó a Eva, «y por él» (el mandamiento de Dios de no comer de ese árbol) le “mató.” (versículo 11). Así fue con Pablo, y Pablo presenta su caso como típico de toda otra persona.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— el pecado… para engañarme: Esta personificación del pecado como agente seductor (ver también Rom 7:13) evoca sin duda el relato de Gén 3:1 ss (ver Sab 2:24).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

2Co 11:3; Heb 3:13.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

z 430 Heb 3:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

11 (1) La ley es el instrumento por medio del cual el pecado engaña al hombre y lo mata. El poder del pecado es la ley ( 1Co_15:56). Este hecho debe servirnos de advertencia para que no acudamos a la ley con el fin de guardarla, porque al hacer eso damos al pecado la oportunidad de engañarnos y matarnos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

O, tomando ocasión mediante el

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. base de operaciones.

Fuente: La Biblia Textual III Edición