Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz.
8:6 — “el ocuparse de la carne.” La versión antigua dice, “la intención de la carne,” o sea la mente de la carne. En el texto griego aparece la palabra “mente” (o intención, propósito) en este versículo, como en el siguiente, donde bien dicen varias versiones buenas (por ej., American Standard, Biblia de las Américas, etcétera) “la mente.” ¿Qué es la mente de la carne? Es andar ocupándose en las cosas mundanas, como fue explicado en los versículos anteriores (véase el versículo 13). Ocuparse en tales cosas es muerte, porque el pecador está muerto a Dios. Es muerte espiritual. (Si no acepta el evangelio para ser salvo, morirá eternamente). — “ocuparse del Espíritu” o más bien, “la mente del espíritu” es, como antes fue explicado, ocuparse en las necesidades del espíritu, andando en actividades espirituales, y teniendo a la carne en sujeción. Este estado es de vida y paz, porque uno tiene unión con Dios (vida espiritual) y paz con Dios porque ha sido reconciliado con Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
porque el ocuparse de la carne es muerte. Rom 8:7, Rom 8:13; Rom 6:21, Rom 6:23; Rom 7:5, Rom 7:11; Rom 13:14; Gál 6:8; Stg 1:14, Stg 1:15.
pero el ocuparse del espíritu. Rom 5:1, Rom 5:10; Rom 14:17; Jua 14:6, Jua 14:27; Jua 17:5; Gál 5:22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
paz es la resolución de la intensa lucha que se describe en el capítulo Rom 7:1-25, así como la armonía y la tranquilidad interior resultan de rendirse a Dios.
PARA VIVIRLO
|
Transformados por el Espíritu
|
Las palabras de Pablo acerca de que era imposible para el producir justicia debido a la debilidad de la carne (Rom 8:3) no debieran interpretarse como si tuviera en poco la Ley. Por el contrario, tomó seriamente el gran llamado y las expectativas que Dios reveló a través de Moisés. Por cierto, andar «conforme a la carne» (Rom 8:4) involucra el cumplimiento de estas expectativas. Es por eso que Pablo amonesta a los creyentes a:
|
• Volverse del mal al bien (Rom 12:2, Rom 12:9).
|
• Buscar el amor (1Co 13:1-13).
|
• No hacer mal uso de la libertad (Gál 5:13-16).
|
• Hacer bien a todos (Gál 6:10).
|
• Vivir en un nuevo estilo de vida y con piedad (Efe 2:1-3; Efe 4:1-3).
|
• Aprender a servir a los demás en humildad, con amor (Flp 2:1-7).
|
• Hacer morir los patrones de pecado dentro de nosotros (Col 3:5-11).
|
• Desarrollar un contentamiento piadoso con lo que tenemos (1Ti 6:6-11).
|
Esta es vida en el Espíritu: una aventura de toda la vida de reclamar lo que Dios se propuso desde el principio para nosotros (Efe 5:8-10).
|
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ocuparse de la carne. En griego, «ocuparse» es la forma sustantiva del verbo en el v. Rom 8:5 y también se puede traducir «con mentalidad carnal». Esta es una ecuación espiritual simple: la persona que tiene la mente enfocada en la carne está muerta en sentido espiritual (cp. 1Co 2:14; Efe 2:1). ocuparse del Espíritu. Esto describe a todo cristiano. La persona que tiene su mente fijada en las cosas del Espíritu de verdad está viva y en paz con Dios (vea la nota sobre Rom 5:1; cp. Efe 2:5).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
8:6– “el ocuparse de la carne.” La versión antigua dice, “la intención de la carne,” o sea la mente de la carne. En el texto griego aparece la palabra “mente” (o intención, propósito) en este versículo, como en el siguiente, donde bien dicen varias versiones buenas (por ej., American Standard, Biblia de las Américas, etcétera) “la mente.” ¿Qué es la mente de la carne? Es andar ocupándose en las cosas mundanas, como fue explicado en los versículos anteriores (véase el versículo 13). Ocuparse en tales cosas es muerte, porque el pecador está muerto a Dios. Es muerte espiritual. (Si no acepta el evangelio para ser salvo, morirá eternamente).
–“ocuparse del Espíritu” o más bien, “la mente del espíritu” es, como antes fue explicado, ocuparse en las necesidades del espíritu, andando en actividades espirituales, y teniendo a la carne en sujeción. Este estado es de vida y paz, porque uno tiene unión con Dios (vida espiritual) y paz con Dios porque ha sido reconciliado con Dios.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
o 473 Rom 6:21; Heb 9:14
p 474 Gál 6:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
6 super (1) Lit., la mente de la carne. En los vs.6-8 el elemento crucial es la mente. La mente es la parte dirigente del alma, la cual es la personalidad del hombre, o sea, su persona. Así que, la mente representa al alma, es decir, a la persona misma. En este capítulo la mente es neutral, estando entre el espíritu que ha sido regenerado y mezclado y el cuerpo caído, la carne. Los caps.7 y 8 muestran que la mente puede llevar a cabo dos acciones diferentes, por las cuales tiene la capacidad de ponernos en el espíritu o en la carne. Si la mente depende del espíritu regenerado y se adhiere a éste, el cual está mezclado con el Espíritu de Dios, nos introducirá en el espíritu y en el disfrute del Espíritu divino como la ley del Espíritu de vida (v.2). Si la mente se adhiere a la carne y actúa de modo independiente, nos meterá en la carne, haciendo que tengamos enemistad contra Dios y que no podamos agradarle (vs.7-8).
6 super (2) La vida y la paz son el resultado de la mente puesta en el espíritu. En tal caso nuestro hombre interior y nuestras acciones exteriores concuerdan y no hay discrepancia entre nosotros y Dios. Entre El y nosotros hay paz, no enemistad (v.7). El resultado es que nos sentimos tranquilos interiormente. Cuando nuestra mente está puesta en la carne y en las cosas de la carne, el resultado es la muerte, lo cual hace que nos sintamos separados del disfrute de Dios. Nos sentimos incómodos y muertos, en lugar de sentirnos tranquilos y vivos. Cuando nos ocupamos de la carne y ponemos la mente en las cosas de la carne, la sensación de muerte nos debe servir de advertencia, instándonos a que seamos librados de la carne y a que vivamos en el espíritu.
6 super (3) Lit, la mente del espíritu. Poner la mente en el espíritu es lo mismo que ocuparse de las cosas del Espíritu, como se describe en el v.5. El v.6 y los vs.7-13 muestran que hoy en día Cristo no sólo es la vida de Dios en el Espíritu divino (v.2), sino también la vida de Dios que mora en Su pueblo, debido a que el Espíritu de vida de Dios ha llegado a ser el Espíritu que mora en nosotros. En estos dos aspectos este Espíritu es Cristo.