Biblia

Comentario de Salmos 14:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 14:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Salmo de David) Dijo el necio en su corazón: “No hay Dios.” Se han corrompido; han hecho cosas abominables. No hay quien haga el bien.

Dijo el necio en su corazón. Sal 73:3; Sal 92:6; Sal 107:17; 1Sa 25:25; Pro 1:7, Pro 1:22; Pro 13:19; Pro 27:22; Luc 12:20.

no hay Dios. Sal 10:4; Sal 52:1-6; Job 22:13; Rom 1:28; Efe 2:12.

Se han corrompido. Sal 36:1-4; Sal 94:4-8; Gén 6:5, Gén 6:11, Gén 6:12; Isa 1:4.

hacen obras abominables. Job 15:16; Mat 12:34; Mat 15:19; Jua 3:19, Jua 3:20; Rom 1:21-32; Tit 1:16; Tit 3:3; Apo 21:8.

no hay quien haga el bien. Rom 3:10-12; Efe 2:1-3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David describe al hombre natural, Sal 14:1-3.

Convence al malo por la luz de su consciencia, Sal 14:4-6.

Se gloría en la salvación de Dios, Sal 14:7.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

está íntimamente ligado con el (Sal 53:1-6), es un salmo de sabiduría atribuido a David. Habla de la necedad de vivir como si Dios no existiera. El salmo tiene tres movimientos:

(1) una descripción de la influencia del mal (vv. Sal 14:1-3);

(2) una aseveración de que el juicio final ha de venir (vv. Sal 14:4-6);

(3) una plegaria por el Reino de Dios (v. Sal 14:7).

 EN CONTEXTO

¿Dónde vive Dios?

Parece que algunos pasajes de las Escrituras expresan que Dios vivía en el santuario interior (o Lugar Santísimo) del tabernáculo y posteriormente del Templo. Otros pasajes, sin embargo, hablan de que Dios vive en los cielos. Pero, ¿dónde vive Dios exactamente?

La respuesta es que Dios es puramente espíritu que es infinito y por lo tanto no está sujeto al tiempo ni al espacio. No se puede decir que vive en un lugar, de modo que esto pudiera implicar que está limitado a un lugar específico. En el mejor de los casos, se puede decir que Dios está en todas partes, aunque es una manera muy humana de ver las cosas. Dios vive en la eternidad, que está más allá del entendimiento humano.

El Sal 11:1-7 refleja este misterio al referirse a la morada de Dios como el «cielo» (Sal 11:4). Su presencia en el Templo, aunque real, no era exclusiva.

Dios se ha dado a conocer en ciertos momentos y lugares en nuestro mundo. Se reveló a los israelitas en el Monte Sinaí (Éxo 19:16-20), y luego en el tabernáculo (Lev 9:23-24) y en el Templo (2Cr 5:14). También se reveló en su Hijo, Jesús (Jua 1:14; Jua 14:9). Pablo escribió que Cristo vive en los creyentes (Gál 2:20), como también lo hace el Espíritu de Dios (1Co 3:16).

El punto que se nos aplica es que Dios no está limitado a las edificaciones. Lo que no significa que no tengan valor las casas de culto, así como los santuarios de las iglesias, sino que son más refugio para nosotros que residencia de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

La palabra necio se refiere no sólo a incapacidad mental, sino a insensibilidad moral y espiritual. La frase no hay Dios sugiere «ateísmo práctico», el punto de vista de que si hay Dios, realmente no importa para la vida de uno. Es el punto de vista que se establece en Sal 10:4Sal 12:4. La palabra hebrea que se traduce corrompido tiene la idea de leche ácida. Aquel que deja de creer en Dios finalmente se volverá «ácido», degenerará en el mal.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EL NECIO. El «necio» es una persona que vive como si no hubiera Dios. Los necios revelan su rebeldía contra Dios de dos maneras.

(1) Rechazan la revelación de Dios, porque no creen lo que la Biblia dice acerca de Dios. Se burlan de los principios morales de la Palabra de Dios y confían en sus propias ideas para distinguir lo bueno de lo malo (Sal 14:1-3).

(2) No buscan a Dios, ni invocan la presencia y la ayuda de Dios.

(3) Este salmo describe la depravación de los malos y enseña que la raza humana está por naturaleza separada de Dios (cf. Efe 2:2-3). Pablo cita los primeros tres versículos de este salmo para corroborar la verdad de que «todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (Rom 3:23; véase Rom 3:10-12).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 14 (Vg 13): Corrupción General de la Sociedad.
E ste salmo es idéntico al 53, y ambos tienen el texto muy oscuro y corrompido, en tal forma que no nos sirve una recensión para esclarecer la otra. Quizá ambas dependan de una fuente común que los escribas no han entendido bien y la han transmitido defectuosamente. Para tener un sentido probable de algunos versos, como 4-6, es preciso acudir a reconstrucciones hipotéticas más o menos verosímiles. De ahí que las versiones modernas no coincidan en los detalles.
El salmista se hace eco de una corrupción religiosa y moral que domina descaradamente la sociedad de su tiempo (1-3), y apostrofa a los sacerdotes, a los que considera como principales responsables de esta luctuosa situación (v.4), lanzando contra ellos una terrible amenaza (5-6); y termina con una súplica a Yahvé para que se restablezca el buen sentido religioso y moral en la sociedad (v.7). La estructura literaria de la composición se asemeja a la del salmo n: dos estrofas iguales de tres versículos cada una, con una conclusión. Sustancialmente es un poema sapiencial que se cierra con una aspiración mesiánica 1. Según el título, la composición es del rey David. Pero, por no mencionarse la idolatría – vicio capital antes del exilio en Israel -, no pocos autores modernos creen que es de época posterior al destierro babilónico. El salmista arremete contra la clase sacerdotal, que tenía especial fuerza después del exilio; pero ya en los tiempos de los profetas de la monarquía los sacerdotes eran desenmascarados por extraviar al pueblo de los caminos tradicionales del yahvismo.

Ateísmo práctico.
1 Al maestro del coro. De David. Dice en su corazón el necio: “No hay Dios.” Se han corrompido, hicieron cosas abominables, no hay quien haga el bien.

El necio es el materialista, que cree encontrar la felicidad en las cosas de la vida, y por eso cree poder organizar su vida sin depender de Dios, y así piensa torpemente en su interior: No hay Dios. No cree en la existencia de un Dios remunerador de los actos virtuosos y vengador de las malas acciones 2. La frase hebrea “decir en su corazón” equivale a “pensar” 3. El salmista, pues, trata de reflejar los pensamientos íntimos del despreocupado en lo religioso, que no sabe mirar más arriba de lo material. Así, pues, el necio es el opuesto al sabio, que regula su vida conforme al gran axioma: “El principio de la sabiduría es el temor de Dios”4. Entre los semitas no se daba el ateo teórico, pero sí el práctico: no tiene en cuenta la acción de la Providencia en la vida de los hombres5. Los intereses materiales ahogan el pensamiento de un Dios juez y providente. En consecuencia, el necio – al hacer caso omiso de la intervención de Dios en la vida – prescinde de todo principio moral, buscando sólo lo que reporta más utilidad.

Yahvé busca hombres virtuosos (2-3).
2 Se inclina Yahvé desde los cielos hacia los hijos de los hombres para ver si hay algún cuerdo que busque a Dios. 3 Todos se han descarriado y a una se han corrompido; no hay quien haga el bien; no hay ni uno solo.

Pero, a pesar del olvido del necio, la realidad es que Dios contempla desde la altura de los cielos la marcha de la historia y la vida de los hombres y presta atención a lo que hacen, inclinándose para mirar con atención, esperando encontrar alguno que busque a Dios 6. Es un antropomorfismo que refleja bien la solicitud divina por indagar los actos virtuosos de los hombres. Frente al necio, que vive apartado de El, inquiere al “sabio” que busque a Dios, es decir, que organice su vida conforme a los preceptos de la ley divina. Pero el resultado de esta indagación divina es negativo: todos se han descarriado…, no hay quien haga el bien (v.3).

Yahvé, vengador de los justos (4-6).
4 ¿No saben todos los obradores de iniquidad que comen mi pueblo como el pan 7, que no invocan a Yahvé? 8 5 Temblarán con temor grande 9, pues Yahvé está con la generación justa. 6 Queréis frustrar los consejos del desvalido, pero Yahvé es su refugio.

El salmista arremete contra los representantes de la clase sacerdotal, que no hacen justicia al pueblo, protegiéndole y guiándole, sino que más bien lo devoran, como comen el pan del santuario que acompañaba a las ofrendas 10, y en estas circunstancias, aunque hagan sus oraciones, en realidad no invocan a Yahvé, es decir, no le pueden ser aceptas sus oraciones. Los profetas frecuentemente atacan a los sacerdotes porque se limitan a actos de culto, sin que sus oraciones vayan acompañadas de buenas acciones. Incluso se atreven a acercarse al templo con las manos manchadas en crímenes y exacciones 11. Pero llegará la hora del castigo, porque Yahvé está con la generación justa (v.5) y aprueba su conducta; en consecuencia, sale siempre en su defensa. Guando llegue la hora del juicio divino, los obradores de iniquidad, que oprimen al pueblo, temblaran con gran temor 12. Yahvé estará al lado del desvalido contra las maquinaciones de los opresores.

Ansias de salvación.
7 ¿Quién otorgará desde Sión la salvación a Israel? Al hacer retornar Yahvé a su pueblo, se alegrará Jacob, se gozará Israel.

Este verso parece adición redaccional, ya que antes el salmista presentaba a Yahvé viviendo en los cielos y desde allí escudriñando las acciones humanas. Aquí, en cambio, se le presenta como morando en Sión, desde donde ha de salir la salvación para Israel 13. El salmista piensa en el retorno de la cautividad del pueblo de Yahvé, que será la causa de la alegría general en Israel. No obstante, la expresión hebrea shab shabut (lit. “retornar la vuelta”; Vg “averterit captivitatem.”) puede tener el sentido general de volver las cosas al estado que antes tenían, sin aludir al retorno de la cautividad 14; y, en ese caso, el salmista suspiraría, no por el retorno de Israel del cautiverio, sino por la normalización religiosa de la vida social, que antes tanto recriminó. En ese supuesto, el v.7 es la conclusión normal del salmo, aunque métricamente parece superfluo.

1 Cf. J. Calés, o.c., I 186. – 2 Cf. Jer 5:12; Sof 1:12; Sal 10:4.11; Sof 36:2-3; Sof 36:73, n. – 3 Cf. Isa 32:6-7. – 4 Pro 1:7; cf. Deu 32:6.21; Job 2:10; Job 42:8; Sal 74:18.22; Isa 32:5-6. – 5 Cf. Sal 10:4; Isa 73:11; Jer 5:12; Sof 1:12; Rom 1:28s. – 6 Cf. Sal 33:13; Gen 6:12; Deu 26:15; Lam 3:50; Sal 102:20. – 7 Así según los LXX. – 8 Nuestra versión coincide sustancialmente con la del NP; pero, a causa de la oscuridad del texto, las traducciones son muy diversas: “¿No saben todos los malhechores? Comer a mi pueblo, he aquí el pan que comen; no invocan a Yahvé” (Bib de JérJ. – 9 Los LXX y Vg añaden: “ubi non erat tremor.” – 10 Cf. Lev 21:6.17; Num 28:2; Mal 1:7. – 11 Cf. Isa 28:7; Jer 2:8; Jer 5:31; Jer 6:13; Eze 22:26; Ose 4:1-9; Ose 6:9; Miq 3:11; Sof 3:4; Mal 2:1. – 12 Cf. Isa 30:5; Jer 2:26; Jer 6:15; Jer 46:24; Ose 4:6. – 13 Cf. Joe 2:1; Joe 4:17; Sal 2:6; Isa 20:3. – 14 Cf. Dhorme, Le livre de Job; com. a 42:10.

Fuente: Biblia Comentada

el necio. En la Biblia, esta designación comporta un sentido moral, no intelectual (Isa 32:6).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Los «todos» y «ningunos» de estas líneas hacen que las acusaciones sean universalmente aplicables. No es de sorprender que Pablo incluyera estas acusaciones en Rom 3:10-12. Hay también una común asociación entre el hacer con el pensar.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El Sal 14:1-7, un poema sapiencial, junto con su casi idéntico gemelo, Sal 53:1-6, contiene profundas deliberaciones acerca de la corrupción humana. El deseo representativo de David de la deliberación (v. Sal 14:7) proporciona el estribillo a sus dos anteriores endechas acerca de la maldad humana.

I. Las endechas acerca de la maldad (Sal 14:1-6)

A. La primera endecha: En forma de canon, trata de la universalidad de la corrupción (Sal 14:1-3)

B. La segunda endecha: En forma de balada, trata de la futilidad de la corrupción (Sal 14:4-6)

II. El estribillo acerca de la liberación (Sal 14:7)

A. El deseo por la misma (Sal 14:7 a)

B. La adoración que la acompaña (Sal 14:7 b-c)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 14 (13): Salmo de tono profético y sapiencial que recoge el lamento del salmista ante una humanidad malvada e injusta que en su necedad niega a Dios. El Sal 53:1-6 ofrece otra versión con ligeras variantes de este texto.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Gén 6:5, Gén 6:11-12.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— quien haga el bien: El rechazo de la presencia y poder de Dios se concibe como la mayor insensatez humana y raíz de toda mala conducta. Ver Sal 10:4; Sal 10:11; Sal 36:1; Sal 73:11; Jer 5:12. Si la negación de Dios es necedad, su búsqueda caracteriza a la persona juiciosa.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 14. Voces: Ateismo y Experiencia

El enfático Allí (5, lit. “Allí, tuvieron realmente miedo”) trae a la mente la ocasión que motivó este Salmo: Alguna situación en que el ateísmo se encontró cara a cara con la realidad de la presencia de Dios entre su pueblo. No tenemos manera de saber de qué ocasión se trataba. ¿Estaba el salmista meditando en Exo. 14:10-28? El ateísmo que trata es más práctico que teórico, no tanto negando la existencia de Dios como su relevancia.

1 Necio, persona sin ningún sentido de valores morales ni de obligaciones sociales (Isa. 32:6; cf. 1 Sam. 25, especialmente v. 25), corrompido en cuanto a su carácter, espiritualmente abominable [a los ojos de Dios], en cuanto a su conducta no se preocupa por hacer el bien. 2 Dado que entre los necios no hay quien buscara a Dios, las consecuencias, 3 deliberadamente (se habían desviado) se habían corrompido, “echado a perder”, tratan al pueblo del Señor como su presa y no sienten ninguna necesidad de Dios (no invocan). Es igualmente claro que la respuesta a tal pueblo no se trata de algo que se pueda discutir sino la realidad inconfundible de la presencia de Dios entre su pueblo (5b) y su experiencia de encontrar en él un refugio en todas sus necesidades (6b). La respuesta a la falta de espiritualidad es la espiritualidad auténtica.

El Salmo registra tres voces, cada una seguida por un comentario: El necio (1a, b), comentario (1c, d); el Señor (2-4), comentario (5); Israel (7a, b), comentario (7c). La oración final ruega que lo que sucedió una vez (5, 6) se convierta en una realidad permanente (salvación), pero el comentario que lo acompaña es una personificación del realismo: la tarea del pueblo de Dios es regocijarse en él, aquí y ahora.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

14.1-3 El verdadero ateo es o necio o malvado. Necio porque cierra los ojos a la evidencia de que Dios existe, o malvado porque no quiere someterse a las verdades de Dios. Nos volvemos ateos en la práctica cuando nos apoyamos en nosotros mismos más que en Dios. El necio mencionado aquí es alguien agresivamente perverso en lo que hace. Según la Biblia, se necesita ser muy necio para desafiar directamente a Dios.14.3 Nadie es perfecto, excepto Dios. Todos somos culpables ante El (véase Rom 3:23) y necesitamos su perdón. No importa lo bien que nos desempeñemos ni lo mucho que logremos comparado con otros. Ninguno de nosotros puede jactarse de su bondad cuando se compara con los estándares de Dios. El no sólo espera que obedezcamos sus principios, sino que quiere además que le amemos con todo nuestro corazón. Sólo Jesucristo ha hecho eso de una manera perfecta. Todos somos insuficientes, por lo tanto debemos recurrir a Cristo para salvarnos (Rom 10:9-11). ¿Le ha pedido ya que lo salve?14.3, 4 David aplica estas observaciones a sus enemigos, donde dice de los malvados «devoran a mi pueblo como si comiesen pan». «Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno». Como contraste, David dijo: «Tú has probado mi corazón[…] y nada inicuo hallaste» (17.3).Hay una distinción muy clara entre aquellos que adoran a Dios y los que no quieren adorarlo. David adoraba a Dios y bajo su liderazgo Israel obedeció a Dios y prosperó. Varios cientos de años después, sin embargo, Israel se olvidó de Dios. Era muy difícil distinguir entre los seguidores de Dios y los que adoraban ídolos. Cuando Isaías llamó a Israel al arrepentimiento, él, al igual que David, habló de personas que se habían descarriado (Isa 53:6). Pero Isaías estaba hablando de los propios israelitas. Pablo citó el Salmo 14 en Rom 3:10-12. Generalizó aun más la imagen de la oveja descarriada, haciéndola extensiva a toda la gente. Toda la humanidad, judíos y gentiles por igual, se ha apartado de Dios.14.5 Si Dios está «con la generación de los justos», entonces los que atacan a los seguidores de Dios pueden estar atacando a Dios. Hacerlo es totalmente fútil (véase 2.4, 5, 10-12). Por lo tanto, si bien podemos sentir que estamos perdiendo la batalla, no puede haber la menor duda de que nuestra victoria principal está en Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Uno de los ocho cambios de YHWH a ’Elo·hím que hicieron los escribas. Véase Ap. 1B.

(2) LXX añade: “no hay ni siquiera uno”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 321 Sal 10:4; Sal 53:1; Isa 29:16

b 322 Gén 6:12

c 323 Rom 3:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 14 Este Salmo es un canto de confianza de los creyentes, que al ser perseguidos afirman que a pesar de la falta de fe y la corrupción moral, Dios les protegerá y castigará a los insensatos. El Salmo tiene tres estrofas, y usa los elementos de un Salmo de lamento: 1) Lamento describiendo a los insensatos (vers. 1-3); 2) la promesa del Señor para castigar al malvado y proteger a su pueblo (vers. 4-6); y 3) una oración para que Dios cambie la fortuna de su pueblo (vers. 7). Este Salmo es muy similar al Salmo 53.

El Salmo presenta una descripción del insensato (vers. 1) y sus asociados (vers. 2, 3), describiendo su actitud hacia Dios (vers. 1a, 2) y sus acciones hacia los demás (vers. 1b, 3). Ignorando al Dios de los cielos el insensato se comporta en la tierra corruptamente (cp. Ro 1:18-32). Estos vers. son citados por Pablo en Ro 3:10-12 como prueba de la depravación universal de la humanidad sin Cristo.

Fuente: La Biblia de las Américas

El necio (aquel que es moralmente corrompido, no mentalmente deficiente) es descrito respecto a su creencia («no hay Dios») y comportamiento («no hay bien»). Su ateísmo es práctico en vez de teórico.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

David se queja de la necedad moral y de la corrupción de toda la raza humana (vv. Sal 14:1-6) y anhela que se establezca en la tierra el reino justo de Jehová (v. Sal 14:7). Este salmo es idéntico al Sal 53:1-6, con la diferencia de unos pocos cambios en los vv. Sal 14:5-6.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

§232.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

SALMO 14 (13)[1] Sal 53 (52).

Fuente: Notas Torres Amat