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Comentario de Salmos 144:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 144:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Salmo de David) Bendito sea Jehovah, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para la guerra.

(Título).

Salmo de David. Algunos piensan que este Salmo fue compuesto por David después de la muerte de Absalón; y de una colación del mismo con Sal 18:1-50, en el que las mismas ideas y forma de expresión ocurren, no cabe duda de haber procedido de la misma pluma, y que David fue el autor.

Jehová, mi roca. Sal 18:2, Sal 18:31; Sal 71:3; Sal 95:1; Deu 32:30, Deu 32:31; Isa 26:4; Isa 45:24.

quien adiestra mis manos. Sal 18:34; Sal 44:3, Sal 44:4; Sal 60:12; 2Sa 22:35; 2Co 10:4; Efe 6:10, Efe 6:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David bendice a Dios por su misericordia, tanto para él como para el hombre, Sal 144:1-4.

Él ora para que Dios le libre poderosamente de sus enemigos, Sal 144:5-8.

Promete adorar a Dios, Sal 144:9, Sal 144:10.

Ora por el feliz estado del reino, Sal 144:11-15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Un salmo de alabanza descriptiva con matices de lamento y petición que se atribuye a David. Este poema es similar al Sal 18:1-50, el cual describe los actos de salvación de Jehová en términos de un gran fenómeno celestial. También es posible que este salmo se usara en el entrenamiento del ejército (como lo era el Sal 149:1-9). La guerra en el antiguo Israel estaba muy unida a la adoración de Dios. La liberación del enemigo no era solo un trabajo de soldados fuertes, era un asunto de devoción activa. La estructura es como sigue:

(1) una confesión de alabanza a Dios, el gran guerrero (vv. Sal 144:1, Sal 144:2);

(2) una descripción de la fragilidad del ser humano (vv. Sal 144:3, Sal 144:4);

(3) una descripción de los actos salvadores de Dios (vv. Sal 144:5-8);

(4) una determinación a alabar a Jehová (vv. Sal 144:9, Sal 144:10);

(5) un llamado a Dios para que continúe salvando a su pueblo (vv. Sal 144:11-15).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Jehová, mi roca suele usarse en los salmos para describir a Dios como la fortaleza de su pueblo. A veces, la palabra se traduce fuerza (Sal 18:1). David encontró en Jehová la protección y preparación que necesitaba en tiempos de guerra.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

BENDITO SEA JEHOVÁ, MI ROCA. Dios es roca inconmovible, fortaleza, escudo y libertador para los que se refugian en Él (cf. Sal 140:1-13; Sal 141:1-10; Sal 142:1-7; Sal 143:1-12). Él adiestra las manos de los justos para la guerra y sus dedos para la batalla en todas las esferas del conflicto espiritual (véase la nota siguiente).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

ADIESTRA MIS MANOS PARA LA BATALLA. Al salmista se le llamó a librar batalla por la nación de Israel. Se puede aplicar este mensaje a los creyentes en Cristo, a quienes Dios llama a librar la batalla espiritual contra Satanás, el mundo y la carne. Se debe fomentar su reino al proclamar el evangelio en el poder del Espíritu Santo, al abatir las fortalezas de Satanás y al guiar a las personas a la salvación en Cristo (véanse Efe 6:11-18, notas). Obtendrán la victoria los guerreros que dependan de la fortaleza y el adiestramiento de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 144 (Vg 143): Acción de Gracias por la Victoria.
E l salmo consta de dos partes diferentes por su argumento y su ritmo: a) súplica de un rey que se halla en situación angustiosa como consecuencia de los ataques de pueblos enemigos que violaron la paz de Israel (1-11); b) exaltación de la prosperidad de Israel por su fidelidad a Yahvé (12-15). Esta segunda sección forma parte de otro salmo perdido, que ha sido incrustada a la sección anterior por razones de acoplamiento litúrgico, que a nosotros nos son desconocidas. En la formación de la primera parte intervienen textos de los Sal 18:8-39, Sal 104:33. La segunda parte tiene el aire de un poema “sapiencial” en el que se enseña que la fidelidad a la religión fomenta la prosperidad. En cambio, la primera parece una compilación del salmo 18 1 Por ello se atribuye a David.

La solicitud divina por el hombre (1-11).
1 De David. Bendito sea Yahvé, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la batalla. 2 Es mi fuerza y mi ciudadela 2, mi fortaleza y mi libertador, mi escudo; en El confío. El me somete los pueblos. 3 ¡Oh Yahvé! ¿Qué es el hombre para que de él te cuides? ¿Qué el -hijo del hombre para que pienses en él? 4 Es el hombre semejante a un soplo; sus días son como sombra que pasa. 5 ¡Oh Yahvél Abaja tus cielos y desciende; toca los montes y humearán. 6 Haz brillar tus rayos y dispérsalos; lanza tus saetas y contúrbalos. 7 Tiende tus manos desde lo alto y líbrame de la muchedumbre de las aguas, de mano de los alienígenas, 8 cuya boca habla dolosamente y cuya diestra es diestra de perfidia. 9 Quiero, ¡oh Dios! cantarte un cántico nuevo, entonarte un salmo con el arpa de diez cuerdas. 10 A ti que das la victoria a los reyes, que libraste a David, tu siervo. 11 De la espada maligna líbrame, y sálvame de la mano de los alienígenas, cuya boca habla dolosamente y cuya diestra es diestra de perfidia.

Los v.1-2 ensalzan a Yahvé como protector del rey en sus empresas bélicas. La fraseología es similar a la de Sal 18:35.
En los v.3-4 se trata de la providencia divina en general sobre el hombre, que en su pequenez es digno de la atención de Yahvé. También las expresiones están tomadas de otras composiciones salmódicas 3.
A continuación, el salmista describe la manifestación de su Dios en las tormentas, fulgurando rayos y relámpagos como en Sal 18:9 y 104:32. Apela al poder divino para que le libre de sus enemigos exteriores – alienígenas -, que caen en tromba sobre él como muchedumbre de aguas diluviales. El símil está también tomado de Sal 18:17.46. Sus enemigos traman engañosamente perderle, haciendo juramentos falsos4. El v.8 está tomado de Sal 33:3-4.
Yahvé siempre se ha mostrado propicio a su pueblo, defendiendo a sus reyes, como lo hizo con su siervo David, el rey ideal de Israel 5.

Deseos de prosperidad (12-15).
12 Que sean nuestros hijos como plantas, que crecen en su juventud, y nuestras hijas como pilares, esculpidos como los de un templo. 13 Estén llenos nuestros graneros, rebosantes de frutos a granel; sean nuestras ovejas mil veces fecundas, multiplicadas a millares sobre nuestros campos. 14 Vengan cargados (de mieses) nuestros bueyes. No haya brecha en las murallas, ni destierro, ni clamores en nuestras plazas. 15¡Bienaventurado el pueblo que tiene esto! ¡Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Yahvé!

Esta sección parece estar calcada en las promesas de Deu 28:25 y 30:9. La prosperidad de Israel depende de su fidelidad a Yahvé. La desconexión conceptual con lo que antecede obliga a pensar que nos hallamos ante un fragmento errático de una composición sapiencial6.
El poeta ansia la propagación de la progenie de Israel, que ha de crecer vigorosa como las plantas bien regadas 7. Las hijas serán elegantes y esbeltas, como las columnas adornadas del templo 8. Los graneros, rebosantes; los rebaños, multiplicados, y las mieses, desbordándose sobre los carros arrastrados por los bueyes. Y todo ello en un ambiente de segundad y de paz, sin miedo a enemigos que puedan irrumpir en las murallas de la ciudad, haciendo brechas, y sin peligro de ser llevados al destierro 9. Todo ello es señal de estar bajo la especial protección divina; por eso, el salmista se congratula con el pueblo de Israel, que puede contar con el auxilio de Yahvé, su Dios.

1 En la versión de los LXX se lee en el título “Contra Goliat.” – 2 Mi fuerza: corrección. El TM: “mi bondad.” – 4 Cf. Sal 106:26; Sal 12:3; Sal 41:7. – 5 Cf. Eze 34:23. – 6 Según la versión cíe los LXX y la Vg se lee “sus hijos,” en lugar de “nuestros hijos” del TM. Y entonces se aplican a aquéllos las bendiciones que se relatan en el texto. – 7 Cf. Sal 128:3; Job 14:9. – 8 Cf. 2Sa 1:24. Nada en el texto insinúa la comparación de las hijas a las “cariátides,” o columnas en forma humana femenina empleadas en la arquitectura helenística, pero desconocidas en las construcciones sirias y fenicias. – 9 Cf. Neh 6:1; Jer 14:2; Jer 46:12.

Fuente: Biblia Comentada

mi roca. El fundamento de David es Dios, sólido e inmutable (cp. Sal 19:14; Sal 31:3; Sal 42:9; Sal 62:2; Sal 71:3; Sal 89:26; Sal 92:15; Sal 95:1). adiestra mis manos para la batalla. David vivió en los tiempos de la teocracia de Israel, no de la iglesia del NT. Dios daba poder al rey para someter a sus enemigos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 144 (143): Salmo mixto compuesto de la súplica de un rey que solicita la intervención de Dios frente a sus enemigos (Sal 144:1-11) y de una súplica comunitaria por la felicidad y prosperidad del pueblo (Sal 144:12-15). Los once primeros versos mantienen una estrecha relación con el Sal 18:1-50.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 18:34.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmos 140-145. Orando Hasta Llegar a la Alabanza

Los Sal. 140-145 forman un grupo davídico conectado. El 142 se conecta con las experiencias negativas de David con Saúl y el mismo período concuerda con todos los salmos hasta (como en el Sal. 18) que pasamos a la luz de un gran alfabeto de alabanza en el 145. Los Sal. 140-143 son oraciones: la primera reacción a las dificultades en sus muchas manifestaciones (ver los títulos en el comentario) es «llevárselas al Señor».

Salmo 144. Y llegó la mañana

Mientras que 144-145 se unen a 146-150 en un himno de alabanza para finalizar el Salterio, se conectan más especialmente con 140-143, primero por sus títulos davídicos y segundo por las conexiones entre 144 y 18 (p. ej. 1, 18:34; 2, 18:2, 47; 5, 18:9; 6, 18:14). Así como el 18 anuncia jubilosamente el final de la persecución de Saúl, después de la oscuridad que va empeorando en 140-143, el Sal. 144, anuncia la mañana tan esperada.

1-4 Salvación pasada. David, por fin en su trono (2, pueblos, heb., “mi pueblo”), adjudica todo al Señor y no puede dejar de maravillarse por tanta bondad hacia un mero mortal. Roca (1), inmutabilidad (Deut. 32:4; 2 Sam. 22:47-49), refugio (Sal. 31:2, 3), sustento (Exo. 17:6; Sal. 95:1). Adiestra (1). El Señor determina mucho más que el resultado de la batalla. Se ocupa de los detalles, aun las manos y los dedos, el medio y la habilidad del soldado individual. La batalla es suya, pero no sin la actividad guerrera de su pueblo (Deut. 7:1, 2; Ef. 6:10 ss.). Misericordia mía, lit. “mi amor inmutable”, el atributo divino expresado como un título. Castillo … refugio … escudo, el primero implica fuerza que rodea, el segundo seguridad inaccesible, el tercero, protección en el momento del ataque. La verdad positiva (1, 2) que sólo Dios es Salvador es protegida por la verdad negativa (3, 4) de que el hombre nunca puede merecer ni contribuir a su propia salvación.

5-11 Liberación presente. El Sal. 18:9-17 utiliza estas imágenes (5, 6) para expresar lo que el Señor ha hecho ya para librar a David de Saúl. Aquí las plegarias son para el presente. Todavía hay enemigos, todavía una necesidad de liberación. El salmista promete alabar pero la oración debe seguir mientras siga el peligro. Las misericordias del pasado no promueven una complacencia: “déjaselo al Señor” sino un urgente: “llévaselo al Señor”. Inclina (5), incluye la idea de “abrir” como se abre la cortina de una tienda para dejar que salga el ocupante (Isa. 40:22). Desciende … humeen (Exo. 19:18). Aguas caudalosas (7), representa peligros arrasadores (124:4). Extranjeros (7) como los que amenazaban a David después de su ascenso al poder (2 Sam. 5:17 ss; 10:1 ss.). Derecha (8) la mano derecha usada para hacer un juramento (106:26).

12-15 Prosperidad futura. Qué bien encaja el Salmo con la situación del David que acaba de subir al trono, reflexionando en su alabanza por las nuevas victorias dadas (1-5), el continuo peligro (6-11) y ahora ¡su preocupación por el futuro! La idea fundamental es de confianza (15) al procurar la bendición de la familia, la economía y la nación. Plantas crecidas (12), con buenas raíces, creciendo con fuerza. Columnas labradas … (12), combina la imagen de fuerza, seguridad de posición y hermosura, y también ellas mismas dando estabilidad al “edificio” del cual son parte: la posición de mujer, esposa y madre en una sociedad bien ordenada. 14 Describe por turno una guerra defensiva y ofensiva y el duelo por los muertos que acompaña a cada una. ¡Bienaventurado es, por cierto, el pueblo al cual así le sucede!

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

144.3, 4 La vida es corta. David nos recuerda que es «semejante a la vanidad» y nuestros días «como la sombra que pasa». Acerca de esto, Santiago dice que la vida es «neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece» (Jam 4:14). Debido a que la vida es corta, debemos vivir para Dios mientras tengamos tiempo. No desperdicie su vida al entregarse a un propósito inferior sin valor perdurable. Viva para Dios. El es el único que puede dar valor, propósito y significado a su vida.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. LXXVg añaden: “contra Goliat”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 5201 Deu 32:4; 2Sa 23:3; Sal 18:2; Sal 95:1

b 5202 2Sa 22:35; Sal 18:34

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 144 Este Salmo es una petición del rey por liberación en un contexto de pactos violados y ataques militares (vers. 7, 8, 11). David intercala parte de su Salmo de acción de gracias (Sal 18) en esta petición. Empieza con alabanza, primero celebrando el don de Dios a su rey para hacer guerra a favor de su teocracia (vers. 1, 2) y luego confesando la debilidad humana (vers. 3, 4) con palabras semejantes al Sal 8:4 y 39:11. Luego pide a Dios que acuda al campo de batalla en forma personal y en tormenta (vers. 5-7), una petición que se cambia en queja sobre el enemigo (vers. 8). En vers. 9-11 alaba a Dios con cántico de acción de gracias (vers. 9, 10) y repite su petición y su queja (vers. 11). Ahora la congregación se reúne con el rey (vers. 12-15) pidiendo a Dios que los bendiga con niños fuertes (vers. 12), fertilidad de productos y ganado (vers. 13), seguridad (vers. 14) y admiten que tal situación es la bendición de Dios (vers. 15). La alabanza pone marco a las peticiones, tanto del rey como del pueblo.

Fuente: La Biblia de las Américas