Comentario de Salmos 15:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Salmo de David) Oh Jehovah, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en tu santo monte?
Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? Sal 1:1-4; Sal 23:6; Sal 21:3-5; Sal 27:4; Sal 61:4; Sal 84:4; Sal 92:13; Jua 3:3-5; Jua 14:3; Jua 17:24; Apo 7:14-17; Apo 21:3, Apo 21:4, Apo 21:23, Apo 21:24.
tu monte santo. Sal 2:6; Sal 3:4; Sal 43:3, Sal 43:4; Sal 87:1-3; Heb 12:22; Apo 14:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David describe a un ciudadano de Sion, Sal 15:1-5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
puede ser un salmo de sabiduría, pero su principal enfoque está en la aproximación apropiada de la adoración a Dios. Aunque todos los salmos se usaran en el culto a Dios, podríamos llamar a este poema un salmo de adoración por su especial enfoque en este tema. El salmo formula la pregunta: ¿Quién es suficientemente justo para aproximarse a Dios? Por cierto que nadie lo es a excepción de Jesús, el Mesías. Pero siempre han existido quienes han estado ante Dios como pecadores perdonados, cuya justicia llega como regalo de Dios. Nosotros, que estamos en Cristo, aprendemos a venir con audacia ante la presencia del Padre porque venimos con la autoridad de su Hijo (Heb 4:16). Jesús nos hace sentirnos en casa ante la presencia del Padre. Este salmo adjudicado a David, está planteado en el formato de pregunta y respuesta. Hay tres movimientos:
(1) la pregunta de quién se puede acercar al Dios santo (v. Sal 15:1);
(2) la respuesta (vv. Sal 15:2-4);
(3) la bendición (v. Sal 15:5).
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EN PROFUNDIDAD
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Salmos de lamentación
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En los salmos de lamentación escuchamos las palabras fuertes y emocionales de los que sufren. Estas palabras están escritas por personas reales en situaciones muy difíciles. Algunas veces la fuerza de las quejas de los salmistas es sorprendente. Pero estos devotos que sufren saben que Dios no estará airado por su honestidad; porque aun cuando claman a Dios, se trata de un clamor de fe.
La estructura básica de los salmos de lamentación es la siguiente:
1. Una introducción en forma de clamor
2. El lamento
• Estoy sufriendo
• No te preocupas
• El enemigo está ganando
3. Una confesión de confianza
4. Razones para que Dios actúe
5. Peticiones
• Escúchame
• Sálvame
• Castígalos
6. Un voto de alabanza a Dios
La introducción del lamento puede ser muy breve: tan solo «Oh Dios», como en el Sal 79:1. Este es el grito de aflicción del salmista al Dios vivo que actuará en su defensa una vez más, aun como ya lo ha hecho en el pasado.
La lamentación como tal consiste en tres partes. La primera parte introduce el dolor y sufrimiento que está experimentando el salmista (Sal 6:6). La segunda parte de la lamentación es la más sorprendente porque aquí el salmista se dirige directamente a Dios. En su ruego el salmista a menudo acusa a Dios de falta de atención, de su olvido y de despreocupación (Sal 13:1). En la tercera parte, el salmista describe el éxito de los malos (Sal 10:3-11). Los malos presentan al salmista dos problemas intolerables: uno es el ataque personal al salmista, un amigo de Dios; y el otro es lo que este malvado ataque significa para la reputación de Dios.
En los salmos de lamentación, estas quejas están acompañadas por declaraciones de confianza. La confesión de confianza muestra que el salmista aún cree en Dios, aun cuando su fe es atacada por los males del mundo, las presiones de sus consejeros y las persistentes dudas. En medio de esta dolorosa situación, el salmista se recuerda a sí mismo de la preocupación de Dios en el pasado (Sal 13:5).
Muchos de los salmos de lamentación contienen una sección que da más razones para que Dios actúe. Aquí el salmista describe con más detalle su propia situación, los actos de los malos o las consecuencias para su vida y para la comunidad de creyentes si el Señor no lo libra de su aflicción.
El salmista presenta sus peticiones sobre la base de una confianza renovada en el Señor. Clama a Dios para que lo escuche, para que lo libere (Sal 71:2) y para que castigue a sus enemigos que se burlan de su fe en Dios (Sal 71:13). Finalmente, este salmo concluye con un voto de alabanza. El salmista promete alabar a Dios ante la congregación cuando Dios lo libere de su situación (Sal 9:14).
Los salmos de lamentación son un modelo de respuesta piadosa al sufrimiento. El Señor no espera que permanezcamos estoicos cuando enfrentamos el sufrimiento. Podemos volcar nuestras almas en el Señor. Sin embrago, en medio de nuestro clamor, debemos recordar la amorosa preocupación de Dios por nosotros en el pasado para que podamos confiar en Él en el futuro. Con este tipo de respuesta, podemos renovar nuestra esperanza en el Dios vivo.
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EN FOCO
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«Gozo»
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(Heb. shimkjá) (Sal 16:11; Neh 8:12, Neh 8:17; Pro 21:15; Jon 4:6) # en Strong H8057: Esta palabra hebrea es una de varias que se usan frecuentemente y que expresan excesiva complacencia o regocijo. Como estos sinónimos, esta palabra se puede aplicar a una disposición del alma (Pro 14:10; Jer 15:16). Frecuentemente se encuentra en un contexto de festividad (Neh 8:12) y canto (Sal 137:3; 1Sa 18:6), como ocurre en una profecía relativa al canto de Dios sobre Jerusalén (Sof 3:17). También la palabra se utiliza para la alegría sin sentido de los enemigos del pueblo de Dios (Jue 16:23; Eze 35:15; Eze 36:5), o de los insensatos (Pro 15:21), de los perezosos (Pro 21:17) y de los hipócritas (Job 20:5). Sin embargo, en la Biblia la alegría generalmente se asocia con el pueblo de Dios, que celebra sus bendiciones en ciertas ocasiones; fiestas, coronaciones de reyes, victoria en batallas y la dedicación de las reconstruidas murallas de Jerusalén (Núm 10:10; 1Re 1:40; 2Cr 20:27; Neh 12:27). Realmente, Moisés exhorta a los israelitas para que sirvan a Dios con alegría, para que no pierdan su bendición (Deu 28:47).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¿quién habitará?: A excepción de los sacerdotes, la gente no vivía en los recintos del Templo. Estas palabras describen una aproximación a la presencia de Dios en la cual uno se puede sentir aceptado, aun «en casa».
monte santo: Como en Sal 3:4, esta frase se usa con relación a la presencia de Dios en el Templo o el tabernáculo. El término hebreo es general y se refiere a dondequiera que el tabernáculo estuviera en tiempos de David; más tarde los lectores y cantantes de este salmo aplicaron apropiadamente el texto al Templo construido en Jerusalén.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
JEHOVÁ, ¿QUIÉN HABITARÁ EN TU TABERNÁCULO? Este salmo responde a la pregunta: «¿Qué tipo de persona experimenta la íntima presencia y comunión de Dios?» Indica que los creyentes pueden hacer que Dios aparte su presencia de la vida de ellos por causa de sus obras de injusticia, engaño, difamación o egoísmo. Por eso los creyentes deben examinar cada día sus acciones, confesar sus pecados, apartarse de ellos, procurar constantemente por medio de Cristo presentarse a Dios aprobados (2Ti 2:15), y comprender que perder la comunión con Dios es perderlo todo (véanse 1Jn 1:6-7; 1Jn 2:3-6; Jua 3:21-24).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 15 (Vg 14): El Huésped de Yahvé.
E n esta bellísima composición encontramos el código moral del fiel que aspira a vivir en intimidad con Dios en el santuario de Jerusalén. No se insiste en las purezas rituales levíticas, sino en las morales del corazón; “es como el ceremonial de corte exigido al que se propone entrar en intimidad con Yahvé.” 1 Sólo el ser humano íntegro, justo y fiel puede tener acceso a la corte del Dios de Israel. La composición se cifra con una promesa de bendición. La exposición del tema es similar a Sal 24:3-6 y a Isa 33:14-16. Por otra parte, el y se reproduce fielmente el precepto de Lev 25:37 (ley de santidad) y se parece a Deu 27:25. Por estas dependencias, no pocos autores suponen que el salmo es posterior al exilio 2. Según el título del mismo, sin embargo, se atribuye la composición al propio David, como los anteriores de esta primera colección del Salterio. Los autores que mantienen la paternidad davídica del salmo creen que el salmista lo compuso con motivo del traslado del arca a la colina de Sión 3, la “montaña santa.”
La composición tiene un aire sapiencial, y quizá se cantaba con ocasión de las peregrinaciones al santuario de Jerusalén. Rítmicamente parece dividida en dos estrofas, precedidas de un preludio y seguidas de un epifonema.
Condiciones para ser huésped de Yahvé en el templo (1-3).
1 Salmo de David, Yahvé, ¿quién es el que puede ser huésped de tu tabernáculo, quién podrá residir en tu monte santo? 2 El que anda en integridad y obra la justicia, el que en su corazón habla verdad, 3 el que con su lengua no detrae, el que no hace mal a su compañero ni a su prójimo infiere injuria.
La distribución tiene un aire de composición dramática. Primero, en el preludio (v.1), una voz plantea un interrogante: ¿Quién puede ser huésped de Yahvé en su santuario? Dios es santo, y, por tanto, para acercarse a El es necesario cumplir determinadas condiciones que no le hagan indigno de la presencia del Altísimo. En Lev 11:44 se dice al pueblo de Israel: “Sed santos como yo soy santo.” Nada contaminado puede entrar en relación con Yahvé, que vive en una atmósfera de santidad y pureza. Para acercarse a El es preciso “santificarse” con ritos especiales de purificación y, sobre todo, tener ciertas cualidades morales excepcionales. El salmista aquí no tiene preocupaciones de índole ritual y sólo exige la preparación moral para acercarse a Dios. La morada en el templo de Yahvé ha sido considerada siempre como una garantía de seguridad y de felicidad íntima espiritual4. El salmista no restringe su perspectiva a los sacerdotes y levitas – funcionarios oficiales del recinto sagrado -, sino que se refiere a todo el que se acerca a la casa de Dios. Para poder acercarse dignamente y ser huésped del santuario 5 se debe llevar una vida en conformidad con las prescripciones divinas, obrando con justicia y rectitud, lo que implica sinceridad en las relaciones con el prójimo, ausencia de engaño y abstención de todo lo que pueda causar daño o injuria al prójimo. Se enumeran diez condiciones para la integridad de la vida moral en su manifestación de palabra y obra.
Exigencias de fidelidad (4-5).
4 El que menosprecia con sus ojos al reprobo, pero honra a los temerosos de Yahvé; el que, jurando en daño suyo, no se retracta; 5 el que no da a usura su dinero y no admite cohecho para condenar al inocente. Al que tal hace, nadie jamás le hará vacilar.
Para ser digno de Dios es necesario tener una valoración religiosa de los hombres; es decir, no se debe uno dejar llevar de las apariencias, honrando a los que triunfan en la sociedad a pesar de ser reprobos ante Dios. Los honores deben reservarse a los temerosos de Yahvé, los que conforman su vida a sus mandatos, sabiendo sacrificar muchas veces sus intereses materiales por seguir la ley de Dios. Los tiempos del salmista eran difíciles, y prevalecían los que hacían caso omiso de los preceptos divinos. Lo más fácil era adular a los poderosos que se habían creado una posición social por su carencia de escrúpulos morales. Estos, en realidad, son para el salmista reprobos ante Dios, y por eso deben ser menospreciados por el que pretenda ser huésped de Yahvé: Al contrario, los temerosos de Dios eran comúnmente despreciados, porque por sus escrúpulos religiosos y morales no habían logrado ascender en la escala social; sin embargo, ellos son los predilectos a los ojos divinos, y por eso deben ser honrados por el que aspira a ser amigo de Dios y entrar en su casa.
La integridad de vida exige también fidelidad a los juramentos prestados, aunque su cumplimiento sea en perjuicio propio (v.4c). La usura es también algo de lo que debe estar alejado el amigo de Dios. En hebreo, el préstamo a interés es llamado “mordedura,” expresión gráfica del perjuicio que causa al que se ve obligado a recibir dinero a crédito. La usura estaba prohibida en la Ley cuando se hacía entre israelitas6, pero estaba permitida con los extranjeros 7. Aquí el salmista no distingue, pero en su perspectiva parece que se refiere a las relaciones con los connacionales. En realidad, a pesar de la Ley, la usura era una plaga en la sociedad hebrea, como nos lo dicen los profetas 8.
El salmista también prohíbe la venalidad en la administración de la justicia. Era corriente que los jueces dictaminaran por cohecho, en contra de los intereses de los más débiles económicamente 9. Vemos, pues, cómo al salmista no le preocupan los problemas de pureza ritual, sino los valores ético-religiosos, lo que está en consonancia con la predicación profética. El ideal que propone es muy alto, pero el premio por parte de Yahvé no se hará esperar: al que tal hace, nadie jamas le hará vacilar (v.5). Tal es el epifonema con que se concluye esta bella composición salmódica. Probablemente es una adición de tipo litúrgico, cuando se adaptó el salmo al culto del templo. El que es fiel a Dios cumpliendo sus preceptos, será inconmovible, porque está anclado en lo eterno, que es el mismo Dios.
1 B. Ubach, E1 Psakeri I (1932) 8o. – 2 Entre ellos E. Podechard , o.c., p.66. – 3 Cf. 2Sa 6:11. – 4 Cf. Sal 23:5-6; Sal 24:3-5; Sal 26:8.12; Sal 27:4-6; Sal 36:8-9; Sal 84:2-5; Sal 92:14-15. – 5 El peregrino de la Meca es llamado hoy huésped de Alá: dgar Aííah. En los textos fenicios encontramos las expresiones ghér Melkart (huésped de Melkart), ghér Ashtartah (“huésped de Astarté”), ghér héikal (“huésped del templo”). El TM emplea el v. ghur (ya-ghur) para expresar esta morada en el templo de Yahvé. – 6 Cf. Exo 22:24; Lev 25:36; Deu 23:305 – 9 Cf! Exo 23:8; Deu 16:19; Deu 27:5; Is 33, – 6 Cf. Exo 22:24; Lev 25:36; Deu 23:305… – 7 Deu 23:21. No sabemos el tipo de interés que se estilaba en la sociedad israelita, pero debía de ser muy alto. En el Código de Hammurabi se imponía un 20 por 100 para la plata V un 25 por ico para los cereales (cf. L. Delaporte, La Mésopotamie. Les civilisations baby-lonienne et assyrienne [París 1923] 139-142). Entre los romanos era el 12 por 100. – 8 Cf Ez. 18: Isa 2:13; 17; Eze 22:12; Neh 5:2-12 – 9 Cf Exo 23:8; Deu 16:19; Deu 27:5; Isa 33:15
Fuente: Biblia Comentada
tu tabernáculo. Lit. «tienda» (cp. Sal 61:4; para un posible contexto histórico, vea 2Sa 6:12-17).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
En tanto que el Sal 14:1-7 se concentra en el camino de los malos, el Sal 15:1-5 lo hace en el camino del justo (cp. Sal 1:1-6). El pecador salvado es descrito como exhibiendo indicaciones de integridad ética. Estas características alternan en tripletes de descripciones positivas y negativas. Todo el salmo se despliega mediante un dispositivo de preguntas y respuestas, y desde luego puede ser considerado como la sesión concluyente de preguntas y respuestas. Con su concentración en la responsabilidad moral, el salmo ofrece una secuencia de respuestas a la pregunta de cuál es la adoración aceptable.
I. Una pregunta en dos partes (Sal 15:1)
II. Una respuesta en doce partes (Sal 15:2-5 b)
A. Tres rasgos éticos enunciados positivamente (Sal 15:2)
1. Su estilo de vida exhibe integridad
2. Sus acciones exhiben justicia
3. Su conversación exhibe fiabilidad
B. Tres rasgos éticos enunciados negativamente (Sal 15:3)
1. No ataca a las personas con la lengua
2. No daña a su prójimo
3. No arroja vituperios sobre su familia o amigos
C. Tres rasgos éticos enunciados positivamente (Sal 15:4 a-c)
1. Contempla a los réprobos como rechazados
2. Respeta al pueblo de Dios
3. Se hace responsable consigo mismo
D. Tres rasgos éticos enunciados negativamente (Sal 15:4 d – Sal 15:5 b)
1. No es inconstante
2. No es codicioso
3. No puede ser comprado
III. Una garantía completa (Sal 15:5 c)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 15 (14): Salmo litúrgico que recoge y enseña las condiciones que debe cumplir quien desee participar en el culto que se ofrece a Dios en el Templo. Los deberes éticos con el prójimo aparecen como requisito ineludible para hospedarse en su morada.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— tu monte santo: A saber, Sión.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sal 24:3-6; Miq 6:6-8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 15. El Huesped Del señor: ¿puedo Venir y Quedarme?
Este es llamado con frecuencia una “liturgia de entrada” con un supuesto adorador preguntando sobre las condiciones para poder entrar y un sacerdote respondiendo. El punto central del Salmo es “residencia” ([1], habitará … residirá): ¿Cómo puede uno residir en su tabernáculo, disfrutando de su hospitalidad como huésped en su casa? Aquí está la santidad sin la cual nadie ve a Dios (Heb. 12:14), que abarca conducta, conversación y relaciones (2, 3), valores, integridad y contentamiento material (4, 5).
Notas. 1 Habitará, “quedarse como huésped”. 2 Anda, estilo de vida; integridad, “perfecto” de una sola pieza; hace justicia, justo ante Dios. 5 “Contentamiento” expresa el hecho de que esta persona no es motivada por el dinero: Dando sin pensar en ganar (Luc. 6:35) o no tomar dinero sucio. 6 Movido, o sea de su lugar en la tienda del Señor.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
15.1 Tabernáculo y monte santo son palabras intercambiables que describen el principal centro de la adoración israelita: la morada de Dios. En la poesía hebrea el esquema de repetición se encuentra más en el pensamiento que en la consonancia o rima.15.1ss Dios llama a su pueblo a ser moralmente recto. En este salmo, nos da diez normas para ayudarnos a determinar cómo vamos. Vivimos en medio de gente malvada cuyas normas y moral se están desgastando. Nuestros estándares de vida no deberían provenir de la sociedad malvada en que vivimos, sino de Dios. Podemos encontrar otras referencias sobre este tema en Isa 33:15, Isa 56:1; Mic 6:8; Hab 2:4 y Mar 12:29-31.15.3, 4 Las palabras son poderosas y la manera en que uno las usa reflejan su relación con Dios. Quizá nada identifica tanto a los cristianos como su forma de medirse al hablar: hablan la verdad, no se burlan y guardan los votos (promesas). Tenga cuidado con lo que dice. (Véase Jam 3:1-12 si desea mayor información acerca de la importancia de dominar la lengua.)15.5 Dios estaba en contra de la práctica judía de cobrar intereses excesivos (usura) o de sacar ganancia sobre los préstamos a los judíos necesitados (véanse Exo 22:25; Lev 25:35-37). Sin embargo, estaba permitido cobrar interés sobre préstamos a los extranjeros (Deu 23:20). El interés estaba además permitido por razones de negocios, siempre y cuando no fuera exorbitante (Pro 28:8).15.5 Algunas personas están tan obsesionadas con el dinero que son capaces de violar las normas de Dios para obtenerlo. Si el dinero es una fuerza dominante en su vida, debe ser frenado o dañará a otros y destruirá su relación con Dios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 339 Rev 21:3
b 340 Sal 2:6; Sal 3:4; Sal 24:3; Isa 2:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 15 Este es un Salmo litúrgico al entrar al templo (v. coment en Sal 24). Los adoradores preguntan al salmista acerca de los requisitos de admisión al santuario (vers. 1). El sacerdote responde con una lista de requisitos (vers. 2-5b), y concluye con la promesa de que el que los cumpla, está seguro para siempre (vers. 5b). Los requisitos de admisión se agrupan en cuatro secciones alternando, entre requisitos positivos (tres en vers. 2 y dos en vers. 4) y requisitos negativos (tres en vers. 3 y dos en vers. 5 a). Los primeros tres requisitos son generales, los demás son más explícitos. La promesa con que se concluye es que tales adoradores nunca serán movidos y se relaciona con la pregunta inicial de quién podía entrar en la tienda de Dios. El Salmo 15 es una secuela apropiada al 14, donde Dios promete proteger a los justos de los insensatos.
Fuente: La Biblia de las Américas
Aquí David describe el carácter de la persona que tiene las cualidades para ser un huésped de Dios. Las preguntas paralelas, sinónimas del v. Sal 15:1, son contestadas en los versículos siguientes mediante una relación de once características del hombre justo quien es recto en obras, palabra, actitud y relaciones financieras. Esas cualidades, no inherentes al hombre, son impartidas por Dios.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., peregrinará
Lit., tienda