Biblia

Comentario de Salmos 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Mictam de David) Guárdame, oh Dios, porque en ti me he refugiado.

Año 1042 a.C. (Título).

Mictam, o un salmo de oro de David. Sal 56:1; Sal 60:1.

Guárdame, oh Dios. Sal 17:5, Sal 17:8; Sal 31:23; Sal 37:28; Sal 97:10; Sal 116:6; Pro 2:8.

porque en tí he confiado. Sal 9:10; Sal 22:8; Sal 25:20; Sal 84:12; Sal 125:1; Sal 146:5; Isa 26:3, Isa 26:4; Jer 17:7, Jer 17:8; 2Co 1:9; 2Ti 1:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David, no confiando en sus méritos, y odiando la idolatría, huye hacia Dios para su preservación, Sal 16:1-4.

Muestra la esperanza de su llamado, de la resurrección, y vida eterna, Sal 16:5-11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de lamentación, tiene un aspecto notablemente profético que es análogo a muchas de las profecías mesiánicas relacionadas con el siervo sufriente (Isa 53:1-12). Este poema de David llegó a ser un tema central en las prédicas de los apóstoles en los primeros tiempos de la Iglesia (Hch 2:22-31). El salmo tiene cuatro movimientos:

(1) una petición a Dios de liberación (vv. Sal 16:1-3);

(2) una condenación del malo y sus prácticas (v. Sal 16:4);

(3) una exaltación de la relación del salmista con Dios (vv. Sal 16:5-8);

(4) una confiada afirmación de que Dios perdonará la vida del salmista y la bendecirá (vv. Sal 16:9-11).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

he confiado: Para indicar su completa confianza en el Señor, David usa la expresión de un ave que busca refugio bajo el ala de su madre (cf. Sal 7:1Sal 11:1). A partir de esta fuerte postura de confianza, puede presumir de que su bondad sólo proviene de Dios. Comparte con el pueblo de Dios la alegría de la presencia de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 16 (Vg 15): Ansias de Intimidad con Yahvé.
E sta composición es una expansión confidencial del alma que encuentra su felicidad en vivir en compañía de Dios, porque El es la fuente única de todo bien. De aquí se sigue la simpatía por todos los que son fieles a su Dios y la aversión hacia los que se entregan a prácticas idolátricas. Los ídolos, lejos de otorgar la felicidad a los seguidores, son ocasión de grandes perversiones morales, de prácticas crueles e inhumanas, llegando hasta el derramamiento de sangre humana en sus libaciones. Al contrario, el que sigue a Yahvé ha encontrado su porción selecta. El salmista, consciente de este privilegio, tiene, de día y de noche, presente en su mente a su Dios y ansia y espera perpetuar esta intimidad espiritual de vida con su Dios aun por encima de la muerte.
Como los salmos anteriores, también éste es atribuido en el título a David. San Pedro recoge esta tradición y arguye en ese supuesto para probar el sentido mesiánico del salmo 1. En realidad, el apóstol entonces no trataba de dilucidar exegéticamente el problema de la autenticidad crítica del salmo, sino de probar su relación con Cristo, y basa su argumento tomando como base la opinión común recibida. El P. Lagrange dice a este propósito: “No tiene importancia para la argumentación de Pedro que el autor del salmo sea David u otro. Si David ha muerto, con mucha más razón cualquier otro debe sufrir las consecuencias de la muerte, a no ser su Hijo, más grande que él.” 2 Se mantiene la autenticidad davídica del salmo, basándose en esta cita de San Pedro 3. Con todo, por razones de crítica interna, no pocos autores, aun del campo católico, como Podechard, creen que el salmo es posterior al exilio babilónico, pues cree encontrar dependencias literarias del profeta Jeremías4.
Desde el punto de vista literario es un canto lírico de gran contenido teológico. La distribución rítmica es bastante regular, a base de cuatro estrofas, abundando los paralelismos sinónimos.

Adhesión del salmista a Yahvé (1-4).
1 Miletam. De David. Guárdame, Yahvé, pues a ti me acojo. 2 Yo dije a Yahvé: “Mi Señor eres tú, no hay dicha para mí fuera de ti” 5. 3 Cuanto a los santos que están en la tierra, “son mis príncipes en los que tengo mi complacencia” 6. 4 Multiplican sus dolores los que siguen a otros dioses 7; no derramaré yo sus libaciones de sangre y no pondré sus nombres en mis labios.

La indicación introductoria de miktam aparece también en los salmos 56-60, que constituyen una colección atribuida también a David. Su desplazamiento resulta, pues, anómalo, quizá por el parecido conceptual que este salmo tiene con el siguiente. Parece ser una indicación musical de sentido incierto. La Vg, siguiendo a los LXX, traduce por “tituli inscriptio.” Aquila, Símaco y San Jerónimo traducen por “el humilde, sincero e irreprochable,” aplicándolo, como epíteto, a David. Los autores modernos más bien creen que es o una indicación musical o literaria, como si fuera una composición epigramática de sentido esotérico.
Sustancialmente, la idea central del poema es la de la confianza ciega en Dios. El salmista se acoge a la protección divina como única fuente de felicidad. Por eso lo proclama como Señor único, pues sólo en El encuentra su dicha (v.2). Llevado de esta su vinculación a Dios, sólo le interesan los que están en buenas relaciones con El, como los santos; en éstos tiene su complacencia, y son en realidad, a su estimación, los verdaderos principes preclaros (v.3). Los autores que suponen que el salmo es de David, creen que el poeta regio expresa su fidelidad a Yahvé y a los suyos en el momento de ser expulsado a tierra de los filisteos 8. Esta expatriación forzosa habría de ser una invitación a la apostasía, ya que, en la mentalidad de los antiguos, cada región tenía sus dioses: “eius religio cuius et natío.” David, al contrario, al salir del territorio de Yahvé, entonaría un himno de adhesión incondicional a Yahvé y a sus seguidores, los santos, llamados tales porque adoran al Santo por excelencia y habitan en la tierra “santificada” por su presencia en el tabernáculo. Para el salmista, los nobles o príncipes no son los que ocupan altos cargos sociales ni los que tienen bienes de fortuna conforme a la estimación popular, sino los que se amoldan a la vocación de Israel, que debe ser una “nación santa” 9; por eso, sus componentes – cumplidores de la ley de Dios – son considerados como santos. Esta interpretación es recta en el supuesto de la versión que hemos adoptado en el texto 10.
Pero no son pocos autores los que creen que las palabras santos y principes tienen aquí un sentido despectivo e irónico, cuanto que se aludiría a los apelativos que dan los idólatras a sus ídolos, los dioses cananeos H. El salmista, en todo caso, declara que no quiere participar en los cultos idolátricos, en los que no faltan las libaciones de sangre (v.4), aludiendo quizá a los sacrificios de seres humanos a los ídolos 12. Esta alusión a los sacrificios humanos parece avalar la antigüedad de la composición, ya que después del exilio no se daban estos sacrificios humanos en el culto idolátrico en Palestina. Pero quizá la expresión libaciones de sangre se refiera a la efusión normal de sangre animal en los sacrificios. En todo caso, el salmista no quiere tomar parte en los actos de culto a los ídolos, porque los que lo hacen multiplican sus dolores 13, ya que no les pueden ayudar en sus necesidades. Por eso no quiere ni nombrarlos: no pondré sus nombres en mis labios.

Yahvé es la porción selecta del justo (5-8).
5 Yahvé es la parte de mi heredad y mi cáliz; tú eres quien me garantiza mi lote. 6 Cayeron para mí las cuerdas en parajes amenos, y es mi heredad muy agradable para mí. 7 Bendeciré a Yahvé, que es quien me aconseja; aun de noche me reprenden mis ríñones. 8 Tengo siempre a Yahvé ante mí; porque está a mi diestra, no me moveré.

El salmista no quiere tomar parte en los cultos idolátricos, porque no tiene más que un Dios, Yahvé, que es la parte de su heredad y su cáliz (v.5). La metáfora alude a la distribución de la tierra de Canaán entre las doce tribus. A la de Leví no se le dio extensión territorial, porque su parte o hijuela fue el propio Yahvé. Debía estar dedicada exclusivamente al culto, por pertenecer de un modo especial a Dios, y por eso las otras tribus debían atender al sostén material de sus miembros 14. Yahvé es, pues, la porción y heredad especial de los levitas y sacerdotes 15; pero también lo era de Israel16, de las almas piadosas 17. Y el mismo Israel es la heredad de Yahvé 18. El símil expresa bien la vinculación mutua de Yahvé e Israel.
Una segunda metáfora confirma la idea de que Yahvé es el cáliz del salmista; alusión a la costumbre de dar el padre de familias a beber el cáliz común a sus hijos y huéspedes 19. Algunos autores creen que se alude a la costumbre de echar suertes en un cáliz o copa 20. En todo caso, se expresa la alegría del salmista, que se siente privilegiado al poder tener como heredad suya al propio Yahvé, el cual garantiza su lote, es decir, su íntimo bienestar y felicidad. Realmente ha sido afortunado en la distribución, pues las cuerdas cayeron para él en parajes amenos (v.6). Ahora el símil está calcado en la costumbre de medir con cuerdas las diversas partes para determinar la hijuela de cada miembro de la familia.
El ha sido afortunado, pues su parcela cayó en la parte más feraz del terreno 21.
Agradecido, el salmista quiere bendecir a Yahvé, que le aconseja y le hace ver que su verdadero bien está en el propio Yahvé, que le ha cabido en suerte; su conciencia (sus ríñones) le amonestan de noche, cuando medita secretamente en el lecho sobre la elección divina sobre él.-En la literatura bíblica del A.T., los ríñones son considerados como la sede de los afectos íntimos 22; aquí, pues, equivalen a la voz de la conciencia. En las horas tranquilas de la noche es cuando el salmista oye la voz de Dios reflejada en su conciencia.
Consecuencia de esta meditación profunda y secreta sobre su suerte privilegiada es su entrega sin reservas a Yahvé, al que tiene siempre ante su mente; y precisamente en esta su vinculación constante a su Dios está su seguridad inconmovible: no me moveré (v.8). Yahvé está siempre a su diestra, protegiéndole contra todo peligro.

El sendero de la vida (9-11).
9 Por eso se alegra mi corazón y jubila mi lengua24, y aun mi carne descansa segura, 10 pues no abandonarás mi alma al “seol” ni permitirás que tu fiel vea la fosa 25. 11 Tú me enseñarás el sendero de la vida, la hartura de alegría ante ti, las delicias a tu diestra para siempre.

Este sentimiento de seguridad bajo la protección de Yahvé hace que el justo se entregue a transportes de alegría que penetran todo su ser: el corazón, la lengua y la carne. Esta triplicidad de términos resalta enfáticamente la gran alegría que embarga al salmista al sentirse bajo la protección divina. Con El descansa seguro 26, porque podrá hacer frente a todos los peligros. Movido de esta confianza, el salmista espera que su Dios no le dejará ir al Seol, o región subterránea donde están los difuntos, llevando una vida lánguida como de “sombras,” sin dolores físicos, pero tampoco con alegrías y satisfacciones positivas. Es una concepción similar al “arallu” babilónico y al “hades”’ de los griegos, del cual decía Aquiles a Ulises que era preferible ser pastor entre los hombres que rey entre los muertos 27. El salmista espera que su Dios protector le libre del peligro de muerte, de ver la fosa. Esta expresión equivale a morir, ser relegado al sepulcro 28. Así, fosa y Seol son dos términos paralelos para designar la muerte 29.
El salmista expresa su esperanza de librarse de la muerte por intervención divina, que le enseñará el sendero de la vida (v.11); es decir, le permitirá vivir en plenitud junto a El, gozando de la hartura de alegría y de las delicias a su diestra 30. Los salmistas encuentran su felicidad en vivir en intimidad litúrgica con Yahvé en su templo 31. El es el dispensador de toda felicidad, y sólo en vida es posible tener relaciones con Dios, ya que en el Seol no se le puede alabar 32, aunque la región tenebrosa está sometida a su dominio 33. En sus ansias de felicidad, el salmista aspira a convivir para siempre con su Dios; quizá en estas frases haya un presentimiento de otra vida en ultratumba en unión con Yahvé, como se declara en el libro de la Sabiduría34. En Pro 12:28, el “sendero de la vida” es el sendero de la justicia, y, como tal, se contrapone a los caminos que conducen al Seol y a la muerte 35. Creemos que, en la perspectiva del salmo, la antítesis “no está entre esta vida y la otra, sino entre la vida con Dios o sin Dios”36.

Carácter mesiánico del salmo.
Desde la época apostólica se ha dado al salmo un sentido marcadamente mesiánico, fundándose en la aplicación que hace San Pedro en su alocución el día de Pentecostés. Efectivamente, el apóstol toma pie de la afirmación del salmista según la versión de los LXX (“no permitirás que tu santo vea la corrupción”) y ve en ella un anuncio de la resurrección de Jesucristo. Esta esperanza no se cumplió en David, porque murió y no resucitó; luego se cumplió en Jesús 37. San Pablo utiliza también el texto para probar la resurrección de Cristo38. Entre los Padres esta interpretación fue común. Así, cuando Teodoro de Mopsuestia propuso que el que hablaba en el salmo no era David, sino el pueblo israelita, y, por tanto, que se anunciaba la resurrección del pueblo, el concilio Constantino-politano II le condenó expresamente. Se mantiene el sentido mesiánico del salmo y su alusión a la resurrección 39. No determina si ese sentido mesiánico y esa relación del salmo con la resurrección de Cristo se ha de tomar en sentido literal o típico.
La dificultad para aplicar los textos del salmo a Cristo en sentido literal individual radica en ciertas expresiones de los v.1-7 del mismo salmo, que ciertamente no se pueden poner en labios de Cristo, pues se alude por parte del salmista al miedo de caer en la idolatría y apartarse de Yahvé. Por eso parece más razonable considerar el salmo como mesiánico en sentido típico. San Pedro ve en las expresiones del salmista un trasfondo de aplicación a la resurrección de Cristo, y su argumentación es concluyente para aquel auditorio que aceptaba la versión griega, en la que se habla de la liberación de la corrupción. San Pablo utilizará muchas veces argumentaciones de la versión alejandrina para probar su doctrina aun en textos que difieren grandemente del original hebreo 40. En la mentalidad biblista judaica era preciso colorear todas las ideas de expresiones bíblicas viejotestamentarias, y para ello se utiliza el texto sagrado en el modo más diverso, acudiendo a sus diversos sentidos, literal, típico y acomodaticio. En sus argumentaciones apologético-paneréticas no se trataba de aquilatar exegéticamente el sentido de cada texto, sino de utilizarlo según requerían las circunstancias prácticas y la calidad del auditorio. Así, San Pedro, hablando bajo impulsos del Espíritu Santo, establece también una relación entre las palabras del salmista y la realidad de la resurrección de Cristo41.

1 Hec 2:25-31. – 2 M. J. Lagrange, RB (1905) p.12a. – 3 Cf. EB 11.340. – 4 Podechard, o.c., 75, – 5 La Vg, siguiendo a los LXX, añade: “quoniam bonorum meorum non eges.” Nuestra traducción está basada en la versión de Símaco, el Talmud y San Jerónimo. El TM dice: “tú eres mi bien, nada sobre ti”; lectura que es seguida por la Bit,” de }ér. – 6 Texto oscuro; las versiones son muy diversas. La que hemos aceptado es seguida por NP, Ceuppens, Bib. de Jér. Calés. Podechard corrige: “malhechores son los santos,, y altos lugares están en el país.” – 7 También este verso es dificultoso. Nuestra versión coincide con la de Ceuppens, NS, Cales, Kirkpatrick. Bib. de/ér.: “Sus ídolos pululan, se camina tras ellos”; Podechard: “Porque los poderosos, en los que se complacen, multiplican sus sufrimientos, después (los ex- – terminan).” – 8 Cf. Sam 26:19. – 9 Exo 19:6. – 10 La siguen Ceuppens, Kirkpatrick, Calés. 1 Así Wellhausen, Lagrange, Podechard. – 12 Cf. Isa 57:6; Isa 65:11. – 13 Targum, Símaco y San Jerónimo traducen: “sus ídolos,” leyendo ‘atsabehem en vez del ‘atsbotam del TM. Ceuppens sigue esta corrección. – 14 Cf. Num 18:20; Deu 10:9. Heredad.traduce la palabra griega kléronomía. Etimol. la palabra kléros designaba la piedrecita que se echaba a suertes. De ahí viene nuestra palabra clero, es decir, la heredad o porción de Yahvé: los levitas del N.T. – 15 Cf. Num 18:20. – 16 jer 10,16; Num 51:19. – 17 Sal 73:26; Sal 142:6; Sal 119:57. – 18 Deu 32:9; Zac 2:10. – 19 Véase Sal 11:6. – 20 Así opina N. peters, Das Buch der Psalmen (Paderborn 1930) p.29. – 21 Cf. Sal 27:4; Sal 27:90, Sal 27:17; Prov 3Jn 1:7; Jer 3:19. – 22 Cf. Jer 12:2; Sal 63:21; Pro 33:16. – 23 Cf. Sal 4:4; 17:3- – 24 Así según los LXX. El TM dice “mi gloria” (kebodí, que algunos cambian en kebedi, “mi hígado”). – 25 Los LXX, en lugar de fosa, traducen corrupción: διαφθοράν. Le sigue la Vg. En esta versión se basa la argumentación de San Pedro para aplicar el texto a la resurrección de Cristo. – 26 Cf. Deu 33:12; Jer 23:6; Jer 33:16; Pro 1:33. – 27 Cf. Odisea XI 491- – 28 Cf. Sal 49:10; Job 17:14; Sal 30:10; Job 103:4; Job 107:20; Jua 2:7. – 29 Cf. Sal 30:4; Jua 55:16; Jua 89:19; Prov 5: Sal 5:7 :27; Gant 8:6. – 30 Cf. Pro 2:19; Pro 6:23; Sal 10:17; Pro 15:24. – 31 Cf. Sal 47:8; Sal 5:12-13; Sal 21:7; Sal 23:6; Sal 27:4. – 32 Cf. Sal 88:13; Isa 38:18-22; Sal 88:6; Bar 2:17-18; Eco 17:23-27. – 33 Cf. Pro 15:12; Job 26:6; Sal 139:8. – 34 gab 3:17s. – 35 En Sal 30:4 se dice: “¡Oh Yahvé! has sacado mi alma del seoí, me has llamado a la vida de entre los que bajan a la fosa.” La expresión es, pues, paralela a la de nuestro salmo: no abandonaras mi alma al seol.,., tú me enseñarás el sendero de la vida. En ambos casos parece que se trata de la liberación de un peligro de muerte, expresado en términos radicales hiperbólicos, como si el salmista hubiera ya entrado en el seol. Así interpretan J. Touzard: RB 7 (1898) 219; M. J. Lagrange: RB 14 (1905) 190; N. Peters, o.c. (1930) p.29. – 36 Klrkpataick, O.C., 77. – 37 Cf. Hec 2:24-33- – 38 áCan 13:35-37. – 39 Cf. EB 529. – 40 Caso típico de la argumentación a base de una lección incorrecta de los LXX en relación con el texto hebreo masorético es el de 1Co 15:54. El Apóstol aplica un texto de Ose 13:14 a la victoria de Cristo sobre la muerte por la resurrección: “¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?” En el contexto de Oseas no se alude para nada a la resurrección, sino que es una invocación a las fuerzas destructoras del seoí para que caigan sobre el infiel Efraím: “¿Dónde están, ¡oh muerte! tus plagas? ¿Dónde está, ¡oh seol! tu azote?” Se trata, pues, de una acomodación, utilizando un texto incorrectamente traducido, pero que le daba pie para establecer una relación de semejanza con el triunfo de Cristo resucitado sobre la muerte. – 41 El P. Lagrange concluye: “El punto más delicado sería admitir un salmo compuesto en la persona del Mesías, y que le haría hablar; la analogía del salmo 22 atenuaría un poco esta dificultad, pero parece más natural, leyendo el salmo, que su autor hable de sentimientos que él mismo ha experimentado. Se debe, pues, simplemente concluir que su esperanza no ha sido realizada absolutamente más que en Jesucristo, del que era figura” (RB [1905] 192). Sobre la interpretación de este salmo véanse: J. Touzard, La doctrine de l’immortalité dans Γ Anden Testament: RB 7 (1898) 219; H. Gunker, Das Buch der Psalmen (1926) 51; N. Peters, Das Buch der Psalmen (Paderborn 1930) p.29; W. E. Barnes, The Psalms II 535; A. F. Kirkpátrick, The Book of Psalms (Cambridge 1951) 76-78; ch. A. Briggs, The Book of Psalms (ICC) (Edimburgo 1927) I 117-126; J. Calés, Le livre des Psaumes (París) I 195-204; E. Podechard, La Psautier I (París 1949) 06-75; L. Arnaldich, Carácter mesiánico del salmo 16 (Vulg. 15),10-11 (Madrid 1946) 56; A. Vaccari, Antica e nova interpretazione del salmo 16 (Vulg. 15): Bíblica (1933) 314-325; G. Ricciotti, Biblia e non Biblia (1932) 156.

Fuente: Biblia Comentada

Guárdame. Esta es una frecuente petición en la que el salmista ruega a Dios que lo proteja (cp. Sal 17:8; Sal 140:4; Sal 141:9).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 16 (15): Salmo de confianza individual en el que se proclaman los sentimientos de adhesión total a Dios y la alegría desbordante de quien se refugia en él.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 31:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 16. Seguridad Eterna

No es seguro qué motivó a David a clamar pidiendo ser preservado (1), pero el enfoque en el Seol (9-11) sugiere que encontrándose cerca a la muerte, por enfermedad o peligro, se siente impulsado a indagar sobre la seguridad personal, su naturaleza y extensión. En cualquier caso éste es el tema del Salmo cuya estructura proclama su mensaje:

A1 (v. 1) Seguridad en Dios: un ruego

B (vv. 2-4, 5, 8) Las evidencias de seguridad

a1 (v. 2) El Señor mi todo bien

a2 (v. 5) El Señor mi porción

b1 (v. 3) Complacencia en el pueblo

b2 (v. 6) Complacencia en la herencia

c1 (v. 4) Compromiso: negativo

c2 (vv. 7, 8) Compromiso: positivo

A2 (vv. 9-11) Seguridad eterna en Dios: una posesión

1 Seguridad en Dios: un ruego. La seguridad comienza cuando la pedimos y buscamos en Dios (1). 2-8 Existen tres evidencias de que uno posee seguridad: Primera, se complace en el Señor: (2) aparte de ti, “mi bien, o bienestar, no está fuera de ti, es decir, no se encuentra fuera de ti”, “eres todo el bien que necesito”: “Tú, oh Cristo, eres todo lo que anhelo”; (5) lit. “El Señor es mi parte de la porción”; copa, ver también 11:6, mi suerte personal, buena o mala, en la vida. Decir el Señor es … mi copa es afirmar que en tristeza o alegría él es la realidad principal (73:25, 26). Segunda, deléitate en el pueblo y el reino del Señor: (3) santos, “los consagrados”, los que el Señor ha “apartado” para sí; (6) placentero, sinónimo de complacencia (3), aquí el objeto es la herencia que el Señor ha designado. Tercera, se complace en la verdad del Señor. Negándose a adorar a otros dioses (4c) o lo que pretendan ser (4d, nombres), David se complace en la enseñanza del Señor (7 aconseja … corrige) y, en su luz, hace del Señor la meta constante de la vida (8 he puesto … delante) y experimenta su presencia (8b, c).

9-11 Seguridad eterna en Dios: una posesión. La seguridad tiene una dimensión eterna: La persona entera, en su interior (corazón) y en su exterior (cuerpo), descansará en seguridad, aun en presencia de la muerte (Seol, donde siguen viviendo los muertos); más allá del Seol hay una senda de la vida que lleva a lit. “saciedad de alegrías” en tu presencia (ver Introducción, “Esperanza”).

Al escribir David este Salmo incluyó cosas fuera de su propia experiencia personal: no siempre, p. ej. ponía al Señor primero, ni se sentía siempre inconmovible. Tanto él como sus contemporáneos reconocerían al Salmo como un ideal no cumplido. Con razón, entonces, el NT encuentra aquí un presagio del Señor Jesucristo en quien estos ideales y esperanzas fueron cumplidos (Hech. 2:24-32) y por medio de quien nos depara una esperanza idéntica (Rom. 8:11).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

16 Título Mictam proviene de un término que puede significar «cubrir». Podría significar cubrir los labios (una oración silenciosa) o bien, una oración pidiendo protección («cobertura») para alguna persona. Mictam puede significar también «expiar». Mictam podría ser un salmo de expiación.16.7, 8 Es inherente a la naturaleza humana hacer nuestros propios planes y luego pedir a Dios que los bendiga. En vez de ello, debemos buscar primeramente la voluntad de Dios. Al pensar constantemente en El y en la forma que desea que vivamos, podemos obtener un panorama que nos ayudará a tomar las decisiones adecuadas y a vivir de la forma que Dios desea. Al comunicarnos con El le permitimos aconsejarnos y darnos su sabiduría.16.8 Al decir que él «no será conmovido», David expresa el sentido de seguridad único que experimentan los creyentes. Dios no exime a los suyos de las circunstancias diarias de la vida. Los creyentes y los no creyentes experimentan de igual forma el dolor, los problemas y a veces los fracasos (Mat 5:45). La persona que no cree tiene desesperanza acerca de la vida y confusión sobre su verdadero propósito en la tierra. Los que buscan a Dios, sin embargo, pueden marchar hacia adelante confiando en que es correcto e importante, a los ojos de Dios, lo que están haciendo. Saben que Dios los protegerá y no serán apartados de su camino.16.8-11 A menudo se dice que este salmo es mesiánico porque se cita en el Nuevo Testamento por hacer referencia a la resurrección de Jesucristo. Pedro y Pablo mencionaron este salmo al hablar de la resurrección del cuerpo de Cristo (véanse Act 2:25-28, Act 2:31; Act 13:35-37).16.9 El corazón de David estaba contento: había descubierto el secreto del gozo. El verdadero gozo va más allá de la felicidad. Podemos sentirlo a pesar de los problemas más profundos. La felicidad es temporal debido a que está basada en las circunstancias externas, pero el gozo perdura porque está basado en la presencia de Dios dentro de nosotros mismos. Al contemplar su presencia cada día, hallará contentamiento. A medida que entendamos el futuro que El tiene preparado para nosotros, estaremos gozosos. No base su vida en las circunstancias, sino en Dios.16.10 David declaró con confianza que Dios no abandonaría a sus amados en la tumba. Mucha gente teme a la muerte porque no puede controlarla ni comprenderla. Como creyentes, podemos tener la seguridad de que Dios no nos olvidará después de nuestra muerte. Nos dará vida otra vez para vivir con El para siempre. Esto nos da una seguridad real. Si desea leer otros pasajes acerca de la resurrección, véanse Job 19:25-26; Isa 26:19; Dan 12:2, Dan 12:13; Mar 13:27; 1Co 15:12-58; 1Th 4:13-18; Rev 20:11-21. PROBLEMAS Y QUEJAS EN LOS SALMOSPodemos identificarnos con los salmos pues expresan nuestros sentimientos. Todos enfrentamos problemas, como los salmistas cientos de años atrás, y con frecuencia reaccionamos como ellos lo hicieron. En el Salmo 3, David le dice a Dios cómo se siente acerca de las probabilidades en su contra. Pero luego de tres versículos, el rey se da cuenta de que la presencia y el cuidado de Dios anulaban las probabilidades. Esta experiencia se ve repetida en varios salmos. Por lo general, la esperanza y la confianza en Dios sobrepasan el temor y el sufrimiento, pero algunas veces no. Aun así, los salmistas derramaban sus pensamientos y emociones delante de Dios. Cuando se sentían abandonados por Dios, se lo decían. Cuando se sentían impacientes porque Dios tomaba mucho tiempo en contestar sus oraciones, se lo decían. Se sentían en libertad de ser hombres y sinceros con su Creador porque reconocían la diferencia entre ellos y Dios. Es por eso que tantos de los salmos sombríos terminan en la luz. ¡Los salmistas empezaban expresando sus sentimientos y terminaban recordando con quién estaban hablando!A pesar de que tenemos mucho en común con los salmistas, somos diferentes en dos sentidos: Puede que no le digamos a Dios lo que pensamos o sentimos y, por lo tanto, ¡tampoco reconocemos, ni siquiera vagamente, quién es el que escucha nuestras oraciones!Cuando lea Salmos, tome en cuenta este esquema y ponga la visión del salmista a prueba. Puede que su apreciación y su conocimiento de Dios crezcan en la medida que usted es sincero con El. (Véanse Salmo 3; 6; 13; 31; 37; 64; 77; 102; 121; 142.)

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. Heb.: mikj·tám. Un significado que se había sugerido era: “Salmo de expiación”, KB, p. 523. Sin embargo, KB3, p. 551, da el significado: “inscripción”. Esto indicaría que los seis salmos (Sl 16, 56-60) que tienen el encabezamiento “miktam” son inscripciones de los numerosos episodios que se describen en ellos.

(2) “Dios.” Heb.: ’El.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 353 Sal 25:20; Sal 91:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 16 El Salmo es una petición por liberación de la muerte y de una confianza de que Dios no lo abandonará en la fosa de corrupción. El autor presenta su petición y confianza en Dios en el vers. 1. En el resto del Salmo él da evidencia de su confianza en Dios (vers. 2-4) y entona las bendiciones de la vida de la fe (vers. 5-11). Alaba a Dios por permitirle una vida de servicio y dependencia en El (vers. 5, 6) y expresa su confianza (vers. 7, 8) de que Dios no le abandonará a la tumba (vers. 9, 10) y le permitirá gozar de comunión personal y eterna con El (vers. 11). Basados en este Salmo, Pedro y Pablo consideraron que David se refería a la resurrección de Cristo (Hch 2:25-32; 13:34-37). En unos Salmos se pide a Dios que manifieste el justo juicio y dominio sobre la tierra. Los Salmos 16, 49 y 73 se refieren más explícitamente a una vida que va más allá de la tumba y la muerte: la existencia de eterna y perfecta felicidad para el creyente en la presencia de Dios. En la historia de la asunción de Enoc y Elías, los escritores del A.T. no mencionan el tema de un estado intermedio entre la muerte y la existencia eterna.

Fuente: La Biblia de las Américas

Mictam… Término técnico, cuyo significado exacto se desconoce. LXX estilografía. Prob. significa tesoro escondido, o corona de oro. Pudiera tratarse del nombre de un instrumento musical de la época; Elohim… Lit. ´El. Contracción de Elohim§001.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

* Posiblemente, Poema epigramático, Salmo de expiación

Fuente: La Biblia de las Américas

Tít. Término técnico, cuyo significado exacto se desconoce. LXX lo traduce como estilografía. Prob. significa tesoro escondido, corona de oroo pudiera ser también el nombre de un instrumento musical de la época.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

SALMO 16 (15)[10] El verso habla de la corrupción como muerte inminente de la que libera Dios al salmista para restablecer su amistad en esta vida. Se puede entender como la liberación de la corrupción después de la muerte, con lo que se afirma la inmortalidad. En ese caso corrupción se traduce como abismo. El nuevo testamento aplica este salmo a la Resurrección de Cristo. Hech 2, 25-31; 13, 34-37.

Fuente: Notas Torres Amat