Biblia

Comentario de Salmos 24:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 24:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Salmo de David) De Jehovah es la tierra y su plenitud, el mundo y los que lo habitan.

Año 1042 a.C.

De Jehová es la tierra. Sal 50:12; Éxo 9:29; Éxo 19:5; Deu 10:14; 1Cr 29:11; Job 41:11; Dan 4:25; 1Co 10:26.

el mundo, y los que en él habitan. Sal 89:11; Sal 98:7; Nah 1:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios, Sal 24:1, Sal 24:2.

Los ciudadanos de su reino espiritual, Sal 24:3-6.

Una exhortación para recibirle a Él, Sal 24:7-10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de David, es uno de los salmos reales. El salmo describe la entrada del Señor a la ciudad sagrada. Puede haber sido cantado cuando David trajo el arca de la alianza a Jerusalén (2Sa 6:15). A menudo se une este salmo con los Sal 22:1-31 y Sal 23:1-6, porque los tres salmos hablan proféticamente del Señor Jesús. El Sal 24:1-10 tiene también algunas afinidades con el Sal 15:1-5, porque ambos preguntan y responden la pregunta de quién es la persona apropiada para presentarse ante el Señor. La respuesta del Sal 15:1-5 se centra en la persona justa; la respuesta del Sal 24:1-10 se centra en el Rey de gloria. También se debe leer el Sal 24:1-10 junto con los Sal 2:1-12 y Sal 110:1-7, que comparten un enfoque en el regreso del Señor Jesucristo para establecer su reino en la tierra. Este salmo tiene tres movimientos:

(1) alabanza a Dios el Creador y Soberano del mundo (vv. Sal 24:1, Sal 24:2);

(2) una interrogante con relación a la aproximación apropiada al Señor (vv. Sal 24:3-6);

(3) una anticipación del Rey de gloria (vv. Sal 24:7-10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

De Jehová es la tierra: El salmista alaba a Dios como Soberano sobre todo lo que ha creado. Estas palabras también establecen el escenario de la pregunta de los (vv. Sal 24:3-5). ¿Si Dios es Señor de todo, entonces quien se le puede aproximar? los que en él habitan: Dios gobierna sobre todo el pueblo, aún sobre aquellos que no reconocen su poder.

fundó sobre los mares: Inspirándose en el lenguaje de Gén 1:1-31 en el cual Dios le pide a la tierra seca que se levante del abismo con agua (Gén 1:2Gén 1:9), David describe el continuo control de Dios sobre las aguas.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 24 (Vg 23): Canto Procesional.
P odemos distinguir en esta composición poética tres partes: a) himno al Creador (1-2); b) condiciones que ha de tener el que pretenda acercarse al monte santo de Sión (3-6); c) himno procesional en forma dialogada, en el que se celebra la entrada triunfal de Yahvé en su templo (7-10). Los críticos no concuerdan al estudiar la unidad literaria del salmo, pues no son pocos los que creen que se trata de tres composiciones salmódicas diferentes, unidas después por exigencias del servicio litúrgico en el templo.
Según la indicación del título, el salmo es del propio David; y en ese supuesto habría sido compuesto con motivo del traslado del arca de Cariatiarim al monte de Sión 1. De hecho los v.7-10 tienen un aire de arcaísmo que bien puede llevarnos a los tiempos de David 2.

Yahvé Creador y Soberano del universo (1-2).
1 Salmo de David. De Yahvé es la tierra y cuanto la llena, el orbe de la tierra y cuantos la habitan. 2 Pues El es quien la fundó sobre los mares y sobre los ríos la estableció.

El salmista proclama el señorío de Yahvé sobre todo el orbe, y basa sus derechos legítimos en su calidad de Creador de todo. Conforme a la mentalidad de los antiguos hebreos, la tierra está asentada sobre los mares. Del hecho de que el agua proceda de fuentes y pozos subterráneos deducía la sabiduría popular que la parte sólida descansaba sobre otra líquida. Esto es una maravilla, pues Dios hace descansar la tierra inmóvil sobre algo tan móvil y poco resistente como el agua 3. En ello se manifiesta también la omnipotencia del Creador. Al ser humano no le toca, pues, sino reconocer la soberanía del que ha hecho la tierra y cuanto la llena (v.1). En las religiones paganas, las diversas obras eran atribuidas a distintas divinidades; el salmista proclama la soberanía total de Yahvé sobre todas las manifestaciones de la naturaleza y sobre todos los seres vivientes del orbe: cuantos la habitan. No cabe afirmación monoteística más clara. Todo depende de El en su ser y en su manifestación vital.

Condiciones morales para acercarse a Yahvé en el templo (3-6).
3 ¿Quién subirá al monte de Yahvé? ¿Quién se mantendrá erecto en su santo lugar? 4 El de limpias manos y de puro corazón, el que no alzó su alma a cosas vanas y no juró con mentira. 5 Ese alcanzará de Yahvé bendición, y justicia de Dios, su Salvador. 6 Esa es la raza de los que le buscan, de los que buscan la faz del Dios de Jacob 4. Selah.

Después de declarar enfáticamente la soberanía absoluta de Yahvé sobre todo, implícitamente se deduce la obligación de reconocerla por parte del hombre. Los v.1-2 anteriores tienen el carácter de una oda triunfal fragmentaria que ha sido unida a una composición de tipo didáctico sapiencial, constituida por los v.3-6, como introducción un tanto artificial. El acento es similar al del salmo 15. La santidad del templo de Yahvé exige una pureza moral en consonancia con la santidad de Yahvé, que en él habita. Sólo podrá subir al templo de Jerusalén, y mucho más mantenerse digno ante su Dios, el que cumpla un ideal de perfección moral mínimo que le haga acepto a los ojos de Yahvé. Los habitantes de Bet-Semes se sentían sobrecogidos ante la presencia del arca de Yahvé, que se hallaba en su territorio, y decían: “¿Quién puede estar firme delante de Yahvé, este Dios santo?” 5 La santidad es una fuerza secreta aislante y peligrosa, que mata al que se acerque indebidamente a Yahvé; por eso el sumo sacerdote debía llevar unas campanillas en sus vestidos, que avisaran su presencia para que no se acercaran a él, pues había peligro de muerte al “santificarlos”6. Yahvé habita en su santo lugar, que es el monte de Sión, “santificado” con la presencia del Omnipotente7.
Y el salmista recita en estilo sapiencial las condiciones que debe tener el que pretenda acercarse al santuario nacional. Es el enunciado del ideal moral de su tiempo dentro de los círculos “sapienciales.” Lo primero que se exige es tener limpias las manos, libres de toda acción violenta y atropello, y el corazón puro, es decir, exento de turbias intenciones 8. Además, debe estar exento de toda veleidad idolátrica, sin haber alzado su alma a las cosas vanas, e.d., los ídolos, permaneciendo siempre fiel a Yahvé. Dentro de esta línea de pureza moral está el abstenerse de juramentos dolosos contra el prójimo 9.
El que se acerque a Yahvé con estas mínimas condiciones morales conseguirá la bendición y justicia o salvación de su Dios10. Yahvé se manifiesta al justo como el “Dios de su salvación” o Salvador 11; y esta “salvación” es el premio y reconocimiento de su recto obrar 12. Los fieles israelitas que se acerquen en estas condiciones morales, constituyen la raza o generación de los que verdaderamente le buscan afanosamente y aspiran a ver su cara, o manifestación radiante y benevolente,-en las solemnidades del templo. Los salmistas tienen la obsesión litúrgica, pues en el templo encuentran la felicidad de su alma al entrar en relaciones íntimas afectivas con su Dios; allí realmente contemplan su faz.

Entrada triunfal de Yahvé en el templo (7-10).
7 Alzad, ¡oh puertas! vuestros dinteles; levantaos, jetemos portales! para que entre el Rey de la gloria. 8 ¿Quién es ese Rey de la gloría? Es Yahvé, el Fuerte, el Héroe; Yahvé el Héroe del combate. 9 Alzad, ¡oh puertas! vuestros dinteles; levantaos, ¡eternos portales! para que entre el Rey de la gloria. 10 ¿Quién es este Rey de la gloria? Es Yahvé, el Dios de los ejércitos. ¡Ese es el Rey de la gloria! Selah.

El tono del salmo cambia inesperadamente. El salmista asiste a una procesión – -quizá con el arca de la alianza – y, entusiasmado ante la manifestación de religiosidad y sobrecogido por la majestad del Dios que no cabe en los cielos, según declara el propio Salomón en su oración el día de la inauguración del templo 13, pide enfáticamente a las puertas del santuario que ensanchen sus dinteles para que pueda entrar el Rey de la gloria, el Rey glorioso por excelencia. Es la única vez en que se da ese título a Yahvé en el A.T. Son los portales eternos porque son renombrados por su antigüedad o están destinados a un porvenir prolongado. A la invitación enfática, con acentos de prosopopeya, del salmista, que reclama más altura para que entre el Rey de la gloria, contestan las mismas puertas del templo: ¿Quién es ese Rey de la gloria? Y la respuesta es retadora: Es Yahvé… el Héroe en el combate (v.8). Estas son las credenciales del que entra triunfalmente en el templo. Como tal viene a que públicamente se le reconozca su soberanía. La expresión recuerda ¡a del cántico de Moisés: “Yahvé es un hombre guerrero” 14, y como tal “reinará por siempre” 15. En la literatura bíblica, Yahvé aparece muchas veces como el Dios de los ejércitos, que en los momentos decisivos de las batallas con los enemigos de Israel salva a su pueblo 16. El título de Dios héroe no es raro en los escritos bíblicos 17, aunque menos corriente que la fórmula estereotipada Dios de los ejércitos, expresión que primeramente designaba a Dios como Señor de las constelaciones siderales, que se mueven armónicamente como un ejército, y después se aplicó a Dios como Señor del ejército de la creación; finalmente, se le dio el sentido guerrero de Dios de los ejércitos de Israel18, su protector y generalísimo. En la estructura del salmo, la expresión Dios de los ejércitos representa como el climax de la gradación conceptual ascendente. Es la primera vez que aparece esta denominación en el Salterio. El salmista recalca la grandeza del Soberano que entra simbólicamente en el templo; y por eso considera pequeñas las puertas antiguas o eternas y las invita a ensanchar sus dinteles, pues son incapaces de acoger al Rey de la gloria, al Héroe del combate, al Dios de los ejércitos, títulos todos sobrecogedorés que reflejan la grandeza del Dios de Israel,

1 Cf. 2 Sam 6:1s. – 2 Admiten el carácter arcaico de este salmo Briggs, Kittel, Kirkpatnck y Podechard (cf. su obra, p.117). – 3 Cf. Exo 20:4; Sal 136:6; Job 26:7; Job 38:4”; Pro 8:28-29; Gen 1:4; Gen 7:11 ; Gen 49:25; Dt 32Cr 3:131 Sal 104:6. – 4 Así según la Vg y los LXX. El TM lit.: “que buscan tu faz, Jacob”; lo que resulta in- – completo. – 5 Cf. Sam 6:20. – 6 Cf. Exo 20:37; Exo 20:30, Exo 20:2; Kz 44:19. – 7 Cf. Sal 2:6; Sal 3:4; Cf 4:1:31 Isa 2:2-3. – 8 Cf. Sal 18:20-24; Mat 5:8. – 9 La Vg, siguiendo a los LXX, añade “próximo suo.” – 10 Cf. Isa 46:13; Isa 51:6-8; Isa 54:17. – 11 Sal 25:5; 27:9. – 12 Cf. Sam 26:23; Sal 18:20.24. – 13 Cf. 1Re 8:27. – 14 Cf. Exo 15:3 – 15 Exo 15:18. – 16 Cf. Exo 15:3; Núm 10:35; Exo 21:14; Sam 18:17; 25:28; 2Sa 5:23-24; Gen 2:1; 1Re 22:19, – 17 Cf. Deu 10:17; Jer 32:18; Isa 10:21; Neh 0:32. – 15 Cf. Sam 17:45; Sal 44:9; Sal 60:10,

Fuente: Biblia Comentada

De Jehová. Sobre su potestad universal como Amo de todo, (cp. Éxo 19:5; Deu 10:14; Sal 50:12; Sal 89:11; en el NT. cp. 1Co 3:21; 1Co 3:23).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 24 (23): Salmo de alabanza a Dios, creador y rey de la gloria, que contiene una liturgia de entrada al Templo (Sal 24:3-6) y un himno al Señor, guerrero victorioso que regresa al santuario entre aclamaciones (Sal 24:7-10).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 50:12; Sal 89:11; Isa 66:1-2; 1Co 10:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 24. Derecho de Entrar

Para trasfondo cf. 1 Sam. 5; 6; 2 Sam. 6, la restauración que hizo David de llevar el arca a Sion. Más importante es la unidad teológica en su tema: ¿Con qué derecho entramos a la presencia de Dios (3-5), y con qué derecho viene él para estar entre nosotros (7-10)? Entramos únicamente por derecho de santidad (4); él viene por derecho de soberanía, gloria, poder y redención (7-9).

1, 2 Sitúan la escena afirmando el dominio del Señor sobre su mundo. Porque es lo que es, nadie puede entrar sin ser invitado ni proponer sus propias condiciones de entrada. Del Señor es enfático: “¡Es al Señor a quien pertenece la tierra!” La tierra física y el mundo habitado (1) son suyos por creación (fundó) y porque los mantiene (2, “sigue manteniéndolo”), ciertamente ¿quién sino él podría sacar una tierra estabilizada de los turbulentos mares y mantenerla ante las fuerzas de la marea (ríos) (Gén. 1:9, 10)?

3-6 Subirá, ascenderá adonde está el Señor (Exo. 19:3); permanecerá, “se levantará” para adorar (Exo. 33:10), para argumentar por su causa (1:5), mantener su posición (Jos. 7:12) ante tal Dios. Las calificaciones son comprensibles: personales, espirituales y sociales (4, lit. “jurar con intención de engañar”, p. ej. hacer promesas sabiendo que son falsas); cubren actividad (manos) y carácter (corazón), lealtad al Señor solamente (no ha elevado … ), y las relaciones con otros sin intenciones de lograr alguna ventaja personal. Tales personas reciben bendición (5), absolución ante el juez. Pero el Dios ante el cual venimos es de salvación, o sea que la raíz del asunto no está en nosotros sino en su voluntad de salvar. 6 Generación, un grupo unido por características que tienen en común.

7-10 Imaginan la procesión de 2 Sam. 6:12-15. El requerimiento de entrar se encuentra con un pedido de credenciales, provocando la respuesta que es el Señor quien redime a su pueblo y vence a sus enemigos (Exo. 3:5-15; 6:6, 7; 20:2), el Rey en toda su gloria, el Dios de un poder totalmente eficaz (8, fuerte … poderoso … batalla) y poder intrínseco total (10, de los ejércitos, teniendo dentro de sí toda potencialidad y poder).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

24.1 Dado que «de Jehová es la tierra», no somos más que mayordomos o administradores. Deberíamos comprometernos a administrar adecuadamente este mundo y sus recursos, pero no debemos consagrarnos demasiado a ninguna cosa creada ni actuar como únicos propietarios porque este mundo pasará (1Jo 2:17).24.1ss Este salmo pudo haber sido escrito para celebrar el traslado del arca del pacto desde la casa de Obed-edom hasta Jerusalén (2Sa 6:10-12). La tradición dice que este salmo se cantaba el primer día de cada semana en los cultos del templo. Los versículos 1-6 nos dicen quién es digno de unirse en tal celebración de adoración.24.4 Jurar con engaño significa mentir bajo juramento. ¡Qué gran valor le da Dios a la honestidad! La deshonestidad surge con mucha facilidad, sobre todo cuando la veracidad total puede costarnos algo, hacernos sentir incómodos o colocarnos en una posición desfavorable. Sin una comunicación sincera, las relaciones se obstaculizan. Sin honestidad (pureza), se vuelve imposible una relación con Dios. Si mentimos a otros, comenzamos a engañarnos a nosotros mismos. Dios no puede oírnos ni hablarnos si levantamos un muro de autoengaño.24.7 ¿Quién es el Rey de Gloria? El Rey de gloria, identificado además como Jehová de los ejércitos o comandante de las fuerzas celestiales, es el eterno, santo y poderoso Mesías. Este salmo no es solo un grito de batalla para la iglesia. Es también una mirada a la futura entrada de Cristo en la nueva Jerusalén para reinar para siempre (Rev 19:11-21).24.7-10 Este salmo, a menudo cantado con música, probablemente era utilizado en la adoración colectiva. Pudo haber sido representado muchas veces en el templo. La gente que permanecía afuera pediría que las puertas del templo se abrieran para permitir que el Rey de Gloria entrara. Desde adentro, los sacerdotes u otro grupo preguntaría: «¿Quién es el Rey de Gloria?» Afuera, el pueblo respondería al unísono con una proclamación de su gran poder y fuerza: «Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla». Este intercambio después se repetía (24.9, 10), y las puertas del templo se abrían de par en par, simbolizando el deseo del pueblo de tener la presencia de Dios entre ellos. Todo esto habría sido una lección importante para los niños que pudieron haber participado.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “La tierra habitada”, gr.: he oi·kou·mé·ne; lat.: ór·bis ter·rá·rum, “círculo de la tierra entera”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 687 Éxo 9:29; Éxo 19:5; Deu 10:14; 1Cr 29:11; Job 41:11; 1Co 10:26

b 688 Sal 89:11; Sal 98:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 24 Este himno alaba a Dios como rey de gloria. Primero es alabado como Rey del universo (vers. 1-2). Al fundar la tierra, en medio del caos de las aguas, el Creador puede reclamar que la tierra y todo lo que hay en ella es suyo. También El es el Rey del pacto (vers. 3-6). Por cuanto el justo Israel mantiene los requisitos de la ley, tiene el derecho de acceso al santuario del omnipotente Rey de quien recibe bendiciones. Finalmente, El es el Rey conquistador, el Señor de los ejércitos, poderoso en la batalla (vers. 7-10). La segunda y tercera estrofa sugieren que el Salmo era cantado litúrgicamente al entrar en el templo (Sal 47, 68,118), primero por los israelitas (vers. 3-6), luego por el Rey (vers. 7-10). Al igual que la entrada litúrgica de los israelitas en el Salmo 15, este Salmo comienza con una pregunta (vers. 3) y se da la respuesta en los vers. 4, 5 seguido de una afirmación en el vers. 6. Dos veces los adoradores claman que las puertas del santuario se abran para el Rey de gloria (vers. 7, 9). El Señor pudo haber sido representado en la procesión por el Arca del Pacto al entrar en el santuario (2 S 6:12-19), o por el descendiente de David que ocupaba su trono. Los cristianos han usado este Salmo para celebrar la ascensión de Cristo al santuario celestial.

Fuente: La Biblia de las Américas

Dios es el dueño de todo porque El es el Creador de todas las cosas.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., y su plenitud

Fuente: La Biblia de las Américas

SALMO 24 (23)[2] El mar y los ríos conquistados por Dios son signo de su poder creador con el cual da firmeza a la tierra. La antigua liturgia católica usaba estas palabras al comienzo de la Eucaristía.

Fuente: Notas Torres Amat