Comentario de Salmos 28:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
No me arrastres junto con los impíos, con los que hacen iniquidad, los cuales hablan de paz a su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
No me arrebates. Sal 26:9; Núm 16:26; Mat 25:41, Mat 25:46.
los cuales hablan paz. Sal 12:2; Sal 55:21; Sal 62:4; Jer 9:8, Jer 9:9; Miq 3:5; Mat 22:15-18.
la maldad está en su corazón. Sal 7:14; Sal 10:7, Sal 10:14; Sal 36:4; Sal 52:1; Pro 26:23-26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
No me arrebates: Nuevamente, el salmista está pidiendo que lo liberen de la muerte (Sal 6:5).
conforme a su obra: David pronuncia su maldición sobre los malos, de quienes quiere que lo diferencien (Sal 4:3).
no atendieron: Aquí el lenguaje es similar al de Pablo en Rom 1:18-32. Un día hasta los malos tendrán que reconocer a Dios como su Creador y concederle la gloria que Él merece.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Las iniquidades de los enemigos del salmista (realmente, enemigos de Dios) concitan enérgicas imprecaciones.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Sal 12:2; Sal 26:9; Pro 26:24-25.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
g 825 Núm 16:26; Sal 26:9
h 826 Sal 62:4; Jer 9:8
i 827 Sal 7:14; Sal 36:4; Pro 26:25