Comentario de Salmos 3:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Yo me acosté y dormí. Desperté, porque Jehovah me sostuvo.

Yo me acosté y dormí. Sal 4:8; Sal 127:2; Lev 26:6; Job 11:18, Job 11:19; Pro 3:24; Hch 12:6.

Jehová me sustentaba. Sal 4:8; Sal 66:9; Pro 14:26; Pro 18:10; Isa 26:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Yo me acosté y dormí: Dada la tensión que David enfrentaba, es notable que fuera capaz de disfrutar de una noche de descanso. Esto sólo era posible a causa del poder sustentador de Dios. El don del descanso de Dios se puede dar hasta en los momentos más problemáticos.

No temeré: Cuando Dios es nuestro protector, no hay que temer (Sal 23:4; Sal 27:3; Sal 118:6).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

YO ME ACOSTÉ Y DORMÍ. Los creyentes que con fervor invocan a Dios y constantemente confiar: en su fidelidad, con la seguridad de que Él oye (Sal 3:4), pueden acostarse en paz y dormir seguros (cf. Sal 4:8). Dios los sustentará y les ministrará su gracia aun mientras duermen (véanse Sal 127:2; Pro 3:24).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Yo me acosté y dormí. Por cuanto Dios es conocido por su constante protección, David podía descansar en las circunstancias de mayor aprieto.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Sal 4:8; Pro 3:24.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— el Señor me sostiene: Con esta imagen del descanso nocturno se refuerza la expresión de sosiego y calma de quien se sabe protegido por Dios en medio de la adversidad.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

i 52 Sal 4:8; Sal 127:2; Pro 3:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo