Comentario de Salmos 39:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David) Yo dije: “Cuidaré mis caminos para no pecar con mi lengua. Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté frente a mí.”

Año 1034 a.C. (Título) Jedutún, probablemente sea el mismo Etán, 1Cr 6:44, que fue uno de los hijos de Merari, y supuestamente uno de ls cuatro músicos principales, o líderes de grupos, que pertenecían al servicio del templo. Es por tanto probable que David, haya compuesto este Salmo, se lo dio a Jedutún y a su compañía para cantar; y es muy probable, que haya sido escrito en la misma ocasión del salmo anterior. Sal 62:1; Sal 77:1; 1Cr 16:41; 1Cr 25:1-6.

Yo dije: atenderé a mis caminos. Sal 119:9; 1Re 2:4; 2Re 10:31; Pro 4:26, Pro 4:27; Heb 2:1.

para no pecar con mi lengua. Sal 12:4; Sal 73:8, Sal 73:9; Sal 141:3; Pro 18:21; Pro 21:23.

guardaré mi boca con freno, o como con mordaza. Stg 1:26; Stg 3:2-8.

en tanto que el impío esté delante de mí. Amó 5:13; Miq 7:5, Miq 7:6; Col 4:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David, Sal 39:1-3.

Considerando la brevedad y vanidad de la vida, Sal 39:4-6;

la reverencia a Dios, Sal 39:7-9.

y oración, aplacan su impaciencia, Sal 39:10-13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de sabiduría en la forma de lamento individual. El título indica que este es un salmo de David compuesto para Jedutún. El Sal 39:1-13 es poco común en muchos aspectos. Habla de una determinación de guardar silencio ante los enemigos, en tanto que la mayoría de los salmos hablan audazmente contra los enemigos. Aun más, termina con un ruego a Dios para que deje solo al salmista, una circunstancia que es notablemente semejante a algunas secciones del Libro de Job. La estructura del poema es en cuatro movimientos:

(1) una determinación del salmista a guardar silencio ante sus enemigos (vv. Sal 39:1-3);

(2) una petición de ayuda a Dios en vista de la brevedad de la vida (vv. Sal 39:4-6);

(3) una petición de perdón y liberación (vv. Sal 39:7-11);

(4) una petición a Dios para que lo deje solo (vv. Sal 39:12, Sal 39:13).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Guardaré mi boca: David resuelve sufrir en silencio para no hablar insensatamente. Véase Sal 32:3 otra razón de guardar silencio.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ATENDERÉ A MIS CAMINOS. Este salmo continúa con el tema del Salmo 38, porque el salmista todavía está bajo el severo castigo de Dios. Comprende que es el Señor quien está causando su sufrimiento: «Estoy consumido bajo los golpes de tu mano» (v. Sal 39:10). Él quiere saber cuánto tiempo vivirá y cuánto tiempo debe seguir sufriendo tal castigo directo de Dios. Pide no morir separado de Dios y de su misericordia (vv. Sal 39:12-13).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 39 (Vg 38): Deprecación del Justo Atribulado.
E sta composición tiene el aire de una elegía bellísima y original. La ilación lógica de las ideas no es fácil captarla muchas veces, porque el texto ha llegado a nosotros en un estado desordenado. Se pueden distinguir dos partes netas en el salmo: a) exposición apasionada de un justo afligido que busca el consuelo en la bondad de un Dios justo y condescendiente (2-7); b) súplica ardiente a Dios para que le dé reposo y felicidad en esta vida. Según la mentalidad del A.T., la enfermedad era un castigo por el pecado, y la muerte representaba la interrupción de la amistad con Dios. Por el contenido ideológico y aun por las expresiones empleadas, el salmo tiene mucho de parecido con el anterior y con el salmo 62. En ambos se destaca la esperanza en Dios y la vanidad de la vida. No faltan paralelos con el libro de Job.
Desde el punto de vista literario, este salmo es de gran valor. Ewald afirmaba de él que era “incontestablemente la más bella de todas las elegías del Salterio.” Se refleja en él la melancolía profunda y la sinceridad y lealtad del alma angustiada. El estilo es vigoroso y fresco, con gran riqueza de coloridos y matices. La distribución estrófica es difícil, ya que el texto ha sido muy retocado.
También en el título se atribuye a David, pero las analogías con otros escritos sapienciales, como el libro de Job y aun el Eclesiástico, hacen pensar que su redacción es postexílica.

Deseos de sufrir en silencio las contrariedades (1-4).
1 Al maestro de coro. De Iditún. Salmo de David1. 2 Yo me dije: Velaré sobre mi conducta 2 para no pecar con mi lengua; pondré freno a mi boca mientras tenga al impío frente a mí. 3 Quedé silencioso, mudo; del bien me abstuve, pero mi dolor se exacerbaba. 4 Me ardía el corazón en mi interior, se encendía el fuego en mi meditación y prorrumpí con mi lengua.

El problema del salmo es el de la retribución moral. El salmista se halla en una situación de agotamiento a causa de los sufrimientos físicos y no ve el término de esta enfermedad; angustiado, está a punto de desahogar su queja contra el trato que le da su Dios, pero teme que, al criticar los caminos de la Providencia, dé pie a sus enemigos, los impíos, a burlarse de sus creencias de que Yahvé se ocupa del gobierno del mundo y, sobre todo, de los fieles a su religión 3. Por ello decide callar, al menos mientras estuviera presente el malvado 4. Teme pecar contra la Providencia al contrastar su situación deplorable con la prosperidad de los impíos5. Frente a él está la prosperidad del impío, lo que resulta escandaloso para sus creencias sobre la retribución moral; pero, con todo, cree que lo más prudente es callar: quedé silencioso (v.3).
Pero, después de mucho ahogar sus palabras meditando sobre los caminos de la Providencia, su dolor se ha sobreexcitado, pues le falta el desahogo de sus palabras. Su silencio, lejos de darle la paz, le punzaba, pues con su pensamiento se entregaba a la meditación sobre la prosperidad de los pecadores y la miseria de los justos, y entonces ardía su corazón. La descripción es muy psicológica. Sus cavilaciones no le permitían callar, y por eso, al fin su lengua prorrumpe en súplicas ardientes a su Dios para que abrevie su situación casi desesperada. Su silencio agriaba su vida; se había abstenido de todo: de decir bien o mal 6; pero este mutismo absoluto no aliviaba su situación interior, y, por otra parte, parecía como si Dios le tuviera olvidado, sin valorar este mutismo calculado. Por eso se encendía el fuego en su interior 7.

La efímera vida del hombre (5-7).
5 Dame a conocer, ¡oh Yahvé! mi fin y cuál sea la medida de mis días; que sepa cuan caduco soy. 6 Has reducido a un palmo mis días, y mi existencia delante de ti es la nada; no dura más que un soplo todo hombre. 7 Pasa el hombre como una sombra, por un soplo solo se afana; amontona sin saber para quién.

La brevedad y fragilidad de la vida es un tema corriente en la literatura salmódica y sapiencial 8. El salmista debe de ser ya de edad provecta, y, por tanto, sabe que le queda poco para ver la justicia de Dios 9. Sus días son un palmo, medida que correspondía a cuatro dedos, unos siete centímetros10. Todo esto es una insignificancia ante la duración eterna de Dios. La vida del hombre es como un soplo o una sombra pasajera, y, además, sus afanes no tienen sentido, pues no sabe el hombre para quién amontona y deja sus ahorros n; los usufructuarán gentes que no conoce: “Mi fortuna, ¿quién la verá? ¿Va a bajar detrás de mí al sepulcro?”12 El Eclesiástés es más explícito: “Aborrecí todo cuanto había hecho bajo el sol, porque todo tendré que dejarlo a quien venga después de mí. ¿Y quién sabe si ése será sabio o necio? Y, con todo, dispondrá de todo mi trabajo, de lo que me costó estudio y fatiga debajo del sol… y desesperé en mi corazón de todo el trabajo que he hecho debajo del sol, porque quien trabajó con conocimiento, con pericia y buen suceso, tiene después que dejárselo todo a quien nada hizo en ello… Pues ¿qué le queda al ser humano de todo su afanarse y fatigarse con que debajo del sol se afanó?”13. El salmista recalca también la vanidad del trabajo humano, ya que la vida es una sombra que pasa, y por ello el ser humano no puede disfrutar de sus trabajos, ni sabe quién los usufructuará.

Oración para obtener la misericordia (8-12).
8 Y ahora, ¿qué puedo esperar, Señor? Mi esperanza está en ti. 9 Líbrame de todas mis iniquidades, no me hagas objeto de escarnio de los insensatos. 10 Enmudezco, no abro mi boca, porque tú eres el que obras. 11Desvía de mí tu azote; el rigor de tu mano me consume. 12 Tú corriges al hombre castigando la iniquidad, y consumes, como la polilla, lo que le es más querido. Cierto que todo hombre es un soplo. Seldh.

Supuesta la brevedad y futilidad de la vida humana, no queda más esperanza que el propio Yahvé. Sólo El le puede librar de los males. Es lo único seguro y estable a lo que se puede acoger el hombre. Consciente de su culpabilidad moral, pide primero que le perdone sus iniquidades, que son causa de que hagan burla de él los insensatos o ateos prácticos, que ven en su desgracia una prueba de que Dios no está con El, a pesar de gloriarse de ser su amigo. No comprende el salmista que Yahvé dé la razón a sus adversarios, que lo son de Dios, los cuales de su situación angustiada deducen que no tiene providencia sobre los suyos 14. Sabe que sufre por sus pecados, pero pide se le perdonen y muestre su misericordia salvándole de la angustiosa situación 15.
Confiado en la misericordia divina, el salmista se calla y no vuelve a repetir su súplica, pues al fin Yahvé ha de obrar y sacarle de sus angustias. Su silencio es un acto de sumisión a Dios, pues reconoce que la enfermedad que sufre viene fundamentalmente de sus pecados. Espera en silencio la intervención divina. No quiere discutir con su Dios sus derechos y se confía a su intervención 16. Pero, apesadumbrado por el dolor, vuelve a rogar que se aparte de él el azote divino, la enfermedad que le consume (v.11). Está a punto de morir, víctima del rigor de la mano de su Dios. No pretende criticar los caminos de la Providencia, pues sabe que en el fondo de estos reveses hay un castigo por alguna iniquidad pasada. Con las pruebas y castigos corrige al hombre y le hace volver al buen camino. Su intervención punitiva consume, como la polilla, lo que constituye motivo de orgullo para el hombre, su fuerza física, su vigor y sus mejores cualidades humanas, porque, en
realidad, la vida del hombre es un soplo 17, y en su fragilidad es un juguete del Omnipotente 18.

Súplica final (13-14).
13 Oye, ¡oh Yahvé! mi plegaria; da oídos a mis clamores; no seas insensible a mis lágrimas. 14 Porque yo no soy más que un extranjero para ti, un advenedizo, como todos mis padres. Aparta de mí tu mirada (airada), para que yo respire antes de que me vaya y ya no sea.

De nuevo insiste en su plegaria de salvación; su situación precaria no permite esperar más, pues se acerca el trágico desenlace de su vida, con lo que cantarán victoria sus adversarios, que niegan la Providencia divina en la vida de los seres humanos . Confiesa que, como todo israelita, es un extranjero ante Yahvé y un advenedizo en la posesión de la tierra de Canaán, que pertenecía, en realidad, únicamente a Dios. Sus mismos antepasados – sus padres – tampoco tenían especial derecho a vivir permanentemente y en propiedad sobre la tierra de Yahvé 19. Pero, aunque sea un extranjero, un peregrino, un huésped, tiene derecho a cierta hospitalidad pasajera, y por eso insiste en que le prolongue la vida, librándole del peligro inminente de muerte. En consecuencia, le pide que al menos le trate como huésped en su tierra, con capacidad de gozar de su generosa hospitalidad, de su amistad. San Pedro aplica el texto a los cristianos, que deben considerarse como peregrinos en este mundo 20. El salmista termina su composición rogando a Dios que aparte de él su mirada justiciera y no le imponga el castigo que merece por sus muchas faltas. Así podrá tener un respiro en la vida, gozando de ella antes de desaparecer para siempre de la escena de este mundo 21. La falta de perspectiva de una vida con Dios en ultratumba hace a los salmistas suspirar por la prolongación de ésta para gozar de la amistad divina.

1 En los salmos 62 y 67 se lee’al-yedúthún en vez del lidithún de este salmo. Yedutun parece ser un nombre propio. Efectivamente, conocemos a un jefe de coro con este nombre, que aparece juntamente con Hernán y Asaf (cf. 1Cr 16:45; 1Cr 25:1s; 2Cr 5:12; 2Cr 35:15). – 2 Lit. “guardaré mis caminos.” – 3 Cf. Sal 36:2-3; Sal 73:11. – 4 Cf. Hab 1:3. – 5 Cf. Sal 37:7; Eco 20:29. – 6 Cf. Gen 31:25. – 7 Cf. Sal 32:4. Ovidio: “Strangulat inclusus dolor atque exaestuat intus” (Trist. V 1.63·) – 8 Cf. Sal 62:10; Sal 90:3-6; Sal 102:12; Sal 103:14-16; Sal 144:4; Job 7:6-10. – 9 Cf. Sal 119:84; Job 6:11-12. – 10 Cf. Jer 52:25. – 11 Cf. Sal 49:11; Eco 2:18-22; Eco 4:7-8; Ecl 14:15. – 12 Job 17:15-16. – l3 Ecl 2:18-22. – 14 Cf. Job 10:2s. – 15 Cf. Sal 130:3; Job 90:3-9I Job 14:1-4. – 16 Cf. Job 10:28; Isa 53:2; Ose 5:12; Job 13:28; Isa 50:9; Job 51:8. – 17 Cf. Ose 5:12. – 18 Job 4:19. – 19 Cf. Gen 23:4; Gen 35:27; Gen 47:9; Lev 25:23. – 20 Cf. 1Pe 2:11; Heb 11:13. – 21 Cf. Job 7:19; Job 14:6; Job 10:20-21; Job 7:8.

Fuente: Biblia Comentada

Atenderé … Guardaré. La forma de estas expresiones indica unos compromisos intensos de la voluntad. Para no pecar con mi lengua. Este pecado podría haber sido de una o dos maneras: 1) directo, por criticar a Dios por no lanzar venganza sobre los malvados, y 2) indirecto, al quejarse a oídos de los malos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 39 (38): Salmo de lamentación y súplica individual de una persona que reflexiona desde su dolor sobre la caducidad de la vida y el sufrimiento humano. Tras reconocer en el pecado la raíz de los males que lo afligen, el salmista pide a Dios su perdón y el fin del castigo que lo ha llevado a las puertas de la muerte.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 38:13.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 39. La Pregunta Candente

La situación concuerda con el Sal. 38: el silencio en presencia de observadores (38:12, 13; 39:2), la acción divina contra el pecado (38:1-3; 39:9-11), la esperanza en el Señor únicamente (38:15, 21, 22; 39:7). Pero el enfoque es distinto. En el Sal. 38 la enfermedad ha expuesto el pecado, produciendo la necesidad del perdón; en el Sal. 39 la enfermedad expone la brevedad de la vida, produciendo un anhelo por tener un periodo de alegría (13) antes de que lo transitorio de la vida siga su curso.

La brevedad de la vida y la tristeza de la muerte son temas de toda la Biblia y la revelación plena del mundo inmortal no las quita. La vida es valiosa. Sus alegrías y amores pueden trascender pero no pueden ser reemplazados. Estar de duelo es “tristeza sobre tristeza” (Fil. 2:27); nuestra propia partida de esta vida no puede ser contemplada con total ecuanimidad, aunque el cielo sea seguro. David lamentaba la muerte de su hijito aunque sabía que se volverían a encontrar (2 Sam. 12:22, 23) y aquí lamenta el posible acortamiento de su propia vida terrenal.

1-3 Un silencio forzado. El temor de decir algo equivocado en el momento de tensión. A pesar de lo mucho que pueda aumentar la presión (2, 3), la cuestión del testimonio delante del impío es importante (cf. 73:15).

4-6 La pregunta candente. Poéticamente el v. 4 pregunta: “¿Voy a morir?” Esta era la pregunta que sentía que debía guardarse ante los que no compartían su fe, porque, con una esperanza celestial (49:15; 73:24) en el futuro, ¿por qué habría de temer y resentir la muerte? Pero la pregunta se exterioriza y David encara la brevedad, lo insubstancial y el propósito incierto de la vida terrenal (5, 6).

7-11 Dios es mi esperanza. Qué esperaré y esperanza son sinónimos. David ha estado preguntando ansiosamente: “¿Voy a morir?” (4), pero ahora ve el futuro desde una perspectiva correcta. Quizá sufra una enfermedad mortal (10, lit. “Estoy acabado”) pero tiene exactamente la misma cantidad de tiempo terrenal como cualquiera, o sea la que el Señor designa. Esta es su segura expectación: corta o larga, la vida es como Dios la dispone. 8 Líbrame … no me pongas. En su crisis, David se apoyó exclusivamente en la oración. Si la oración “no es contestada”, sus críticos se regocijarán (38:15, 16) y el insensato (gente sin percepción moral y espiritual) se burlará. 9 Silencio aceptador bajo la mano de Dios (cf. 2). 10, 11 El juicio divino del pecado es una causa de que se abrevie el tiempo de la vida terrenal (cf. 90:5-9), de allí que la preocupación de David no es de ser sanado sino de ser perdonado (8).

12, 13 Oración pidiendo luz. El final de la existencia terrenal debe llegar; mientras tanto anhela “animarse”. 12 La oración lleva nuestras necesidades a Dios; el clamor, nuestra impotencia; las lágrimas, nuestra urgencia. Forastero … advenedizo. El Señor hizo a su pueblo “forasteros y advenedizos” en su tierra (Lev. 25:23); forastero, alguien que ha pedido asilo; advenedizo, un “inquilino” sin derecho de propiedad. El Señor ama a sus “forasteros” (Deut. 10:19) y da protección y tenencia.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

39.1-3 David determinó guardar su lengua para no pecar, así que decidió no quejarse ante otros de cómo Dios lo trataba. Sin dudas, David tenía razones para quejarse. Era el rey ungido de Israel, pero tuvo que esperar muchos años antes de asumir el trono. Luego uno de sus hijos trató de matarlo para ser rey en su lugar. Pero David decidió no quejarse de sus problemas con los demás, sino que llevó sus quejas directamente a Dios. Todos nos quejamos del trabajo, del dinero o de las situaciones en la vida, pero quejarnos ante otras personas puede hacerlas pensar que Dios quizás no tenga control sobre nosotros. También pudiera parecer como si culpáramos a Dios de nuestros problemas. En cambio, al igual que David, debemos llevar nuestros problemas directamente a Dios.39.4 La vida es corta sin importar cuánto vivamos. Si hay algo importante que queramos hacer, no debemos posponerlo para otro día, mejor pregúntese: «¿Qué haría si solo tuviera seis meses de vida?» ¿Le diría a alguien que lo ama? ¿Trataría de enderezar algún área rebelde de mi vida? ¿Le hablaría a alguien de Jesús? Debido a que la vida es corta, no se olvide de lo que es realmente importante.39.5, 6 La brevedad de la vida es un tema tratado a través de los libros de Salmos, Proverbios y Eclesiastés. Cristo también habló acerca de ello (Luk 12:20). Es irónico que la gente pase tanto tiempo asegurando su vida en la tierra y muy poco o nada en donde pasará la eternidad. David se dio cuenta de que las sorprendentes riquezas y las tareas terrenales que nos llevan tanto tiempo alcanzar no tienen ningún valor en la eternidad. Muy pocas personas comprenden que su única esperanza es el Señor. (Si desea más información sobre la brevedad de la vida, véanse Ecc 2:18 y Jam 4:14.)39.10 ¿Qué quiso decir David cuando le pidió a Dios que le quitara la «plaga» porque estaba consumido «bajo los golpes» de su mano? Quizás ilustre las dificultades que David enfrentaba y que le hacían sentir que le golpeaban. De la misma manera que un padre amoroso disciplina con esmero a sus hijos, así Dios nos corrige (Heb 12:5-9).

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. “Jedutún.” Un término del que no se conoce la explicación.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1291 1Cr 16:41; 1Cr 25:1

b 1292 1Re 2:4; Sal 34:13; Sal 119:9; Heb 2:1; 1Pe 2:23

c 1293 Job 2:10; Sal 12:4; Pro 18:21; Stg 3:5

d 1294 Sal 141:3; Stg 1:26; Stg 3:2

e 1295 Col 4:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 39 Esta es una oración pidiendo el perdón del pecado para que los santos puedan disfrutar de una relación estrecha con Dios durante su breve existencia en la tierra. La oración contiene elementos típicos de los Salmos de petición: la aflicción del salmista (vers. 2-4), la presencia de enemigos (vers. 1; 8b), lamento en medio de sus enemigos (vers. 1; 8b), súplica de liberación (vers. 7-11) y por ser escuchado (vers. 12, 13). El Salmo no comienza con una presentación como normalmente ocurre en este tipo de Salmos y se añade una oración acerca de lo transitorio de la vida (vers. 4-6). A la luz de lo pasajero de la vida, es aparente al salmista que la vida no consiste en la abundancia de las cosas materiales (vers. 6), sino en conocer a Dios. El pide ser librado del pecado y su castigo, y ser recompensado con la presencia de Dios. El Salmo se divide en las siguientes partes: una introducción (vers. 1-3) y peticiones para conocer la naturaleza transitoria de la vida (vers. 4-6), ser librado del pecado y de su castigo (vers. 7-11) y ser restaurado a una relación más íntima con Dios (vers. 12, 13).

39 Título: Jedutún. Junto con Asaf y Hemán, Jedutún fue un director de música del templo. Los tres eran videntes (cp. 1 Cr 16:41, 42; 25:1, 6; 2 Cr 5:12; 35:15).

Fuente: La Biblia de las Américas

La creencia de David de que Dios era culpable por la brevedad de la vida era lo suficientemente profunda para considerarse como deslealtad si se hubiese considerado delante del impío.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Jedutún… Heb. Yedutún o YeditúnSal 62:1; Sal 77:1. Levita cantor en la Casa de Dios → 1Cr 16:41-42; 1Cr 25:1; 2Cr 5:12.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Fuente: La Biblia de las Américas

Tit. Heb. Yedutu250?n o Yeditu250?n g 62.1; 77.1. Levita cantor de la Casa de Dios g 1Cr 16:41-42; 1Cr 25:1 y 2Cr 5:12.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

SALMO 39 (38)[14] Aun confiando en Dios, el salmo termina con una expresión sombría. Job 7, 9; 10, 20-21.

Fuente: Notas Torres Amat