Comentario de Salmos 42:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
¿Por qué te abates, oh alma mía? Sal 42:5; Sal 43:5.
salvación mía y Dios mío. Jer 30:17; Jer 33:6; Mat 9:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
:Título Las referencias al «músico principal», es decir, el director del culto, y a Masquil, una «contemplación» o lección (vea la nota al margen; cp. Sal 32:1) no son nuevas, pero la referencia a «los hijos de Coré» sí lo es. Acerca del linaje de «los hijos de Coré», (cp. Núm 26:10 ss; 1Cr 6:16 ss; 2Cr 20:19). Un total de once salmos están asociados con este grupo, y siete de los mismos se encuentran en el libro II (Sal 42:1-11; Sal 44:1-26; Sal 45:1-17; Sal 46:1-11; Sal 47:1-9; Sal 48:1-14; Sal 49:1-20). Estos hombres deben probablemente considerarse como intérpretes levíticos, más que los autores de estos salmos (es decir, «para los hijos de Coré»).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Como sucede con el Sal 9:1-20 y el Sal 10:1-18, el Sal 42:1-11 y el Sal 43:1-5 fueron probablemente originalmente uno. Algunos antiguos manuscritos los ponen juntos; el Sal 43:1-5 no tiene título, mientras que el resto de los que tiene alrededor sí lo tienen. En su forma, el Sal 42:1-11 puede ser considerado como un lamento individual. Este salmo ejemplifica también una característica principal del libro II de los Salmos, la preferencia de la designación «Dios» (o paralelos de la misma) para la deidad. El contexto y la situación del Sal 42:1-11 no se especifican históricamente. Sin embargo, lo que es evidente es que la situación del salmista era penosa y muy agravada por los escarnecedores que lo rodeaban. Consiguientemente, el Sal 42:1-11 es una endecha de dos estrofas.
I. Primera estrofa: El salmista canta acerca de su sequía (Sal 42:1-5)
A. El contenido de esta estrofa (Sal 42:1-4)
B. El estribillo de esta endecha (cp. v. Sal 42:11) (Sal 42:5)
II. Segunda estrofa: El salmista canta acerca de su ahogamiento (Sal 42:6-11)
A. El contenido de esta estrofa (Sal 42:6-10)
B. El estribillo de esta endecha (cp. v. Sal 42:5) (Sal 42:11)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
NOTAS
(1) Lit.: “mi rostro”. Véase Sal 42:5, n: “Persona”.
(2) “Y como Dios mío.” Heb.: wE’·lo·hái.
REFERENCIAS CRUZADAS
c 1430 Sal 42:5
d 1431 Sal 43:5
e 1432 Sal 37:7; Sal 71:14
f 1433 Sal 42:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Estos dos salmos constituyen un solo poema, hermoso si bien triste, en el que el salmista, exiliado en el extremo norte de la Palestina (Sal 42:6), suspira por regresar al Templo en Jerusalén. En primer lugar, expresa su gran deseo de comunión con Dios (Sal 42:1-5), luego revela la profundidad de su angustia (Sal 42:6-11) y ruega que pueda regresar (Sal 43:1-5).
Masquil. Véase la nota introductoria en el Sal 32:1-11. Doce salmos (Sal 42:1-11; Sal 43:1-5; Sal 44:1-26; Sal 45:1-17; Sal 46:1-11; Sal 47:1-9; Sal 48:1-14; Sal 49:1-20; Sal 84:1-12; Sal 85:1-13; Sal 87:1-7; Sal 88:1-18) son dedicados a los descendientes de Coré (véase nota en Núm 16:1-3) quienes formaban parte del coro del Templo (2Cr 20:19).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
O, estás deprimida, o, hundida
O, a
O, todavía
O, las acciones de salvación, o, ayuda
Lit., rostro