Comentario de Salmos 49:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré) Oíd esto, todos los pueblos; escuchad, todos los habitantes del mundo,
(Título).
Un Salmo. Este Salmo fue probablemente escrito por uno de los descendientes de los hijos de Coré, durante la cautividad de Babilonia.
de los hijos de Coré. Sal 46:1; Sal 48:1.
oíd esto, pueblos todos. Sal 34:11; Sal 78:1; Pro 1:20-23; Mat 11:15; Mat 13:9; Apo 2:7, Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:29.
habitantes todos del mundo. Sal 50:1; Isa 49:6; Mal 1:11; Mat 28:19, Mat 28:20; Rom 3:29; Rom 10:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La certeza de la resurrección, no sobre poder mundano, sino por la fe en Dios, Sal 49:1-15.
la prosperidad mundana no es para admirarse, Sal 49:16-20.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de sabiduría atribuido a los hijos de Coré, tiene muchas similitudes con Proverbios y Eclesiastés. El salmo pide que una persona sabia se de cuenta de que no hay nada que temer del rico opresor: como los animales, también morirán. Pero el justo vivirá por siempre. Este salmo es muy diferente de un salmo de alabanza. Este un texto de instrucción para ser musicalizado. Su estructura es:
(1) un llamado a la comprensión (vv. Sal 49:1-4);
(2) un manifiesto de la vanidad de creer en las riquezas (vv. Sal 49:5-9);
(3) un manifiesto de la inutilidad de las posesiones después de la muerte (vv. Sal 49:10-12);
(4) una descripción de la redención de Dios (vv. Sal 49:13-15);
(5) la conclusión de que no es necesario temer a los ricos (vv. Sal 49:16-20).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Oíd esto, pueblos todos: El llamamiento a la sabiduría y entendimiento es para todos, como los llamamientos a la adoración universal del Señor (Sal 117:1-2). Enigma, palabra que se puede traducir como «adivinanza», se refiere a un desconcertante problema moral: ¿cómo se pueden poner de acuerdo los justos con los ricos opresores que parece que no tuvieran consideración de Dios?
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
OÍD ESTO. Este salmo da énfasis tanto a la futilidad de confiar en las riquezas como a la naturaleza transitoria de todo lo que puede ofrecer esta tierra. El salmista afirma que perecerá la persona cuya vida consiste en la abundancia de posesiones, o en la fama o en los placeres mundanos (Mat 6:19-21; Luc 12:15), más bien que en buscar a Dios y su reino (vv. Sal 49:12-14, Sal 49:16-17); por otra parte, los que viven para Dios serán redimidos del poder del Seol (v. Sal 49:15; véase el ARTÍCULO LAS RIQUEZAS Y LA POBREZA, P. 1428. [Luc 18:24-25]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 49 (Vg 48): El Enigma de la Providencia.
E n este salmo didáctico-sapienciai se plantea el gran problema de la retribución en esta vida: ¿Por qué prosperan los impíos, mientras los justos llevan vida dura y miserable? Este problema es el tema central del libro de Job y de algunos otros salmos, como el 39, 73, 90 Y 139- La solución está en los caminos misteriosos de la Providencia, que son inescrutables al humano entendimiento. Al hombre, por tanto, no le queda sino acatar estos misteriosos designios divinos y procurar, con todo, amoldarse a las exigencias de su Ley.
El autor del salmo es un moralista de la escuela de los “sabios,” que insiste en el hecho de que las riquezas no acompañan al impío a la otra vida. Por otra parte, tiene seguridad de que el justo triunfará sobre el impío y que Dios le premiará su virtud (v.1s) librándole del seol, o morada de los muertos (v.16). El estilo sentencioso con que se expone el tema tiene muchas afinidades con el del libro de los Proverbios. El salmo puede dividirse en dos partes, cada una de ellas con dos estrofas, precedidas de un preludio (1-5). Las dos secciones del salmo (v.6-12 y 14-20) se cierran con un estribillo (v.13 y 21) que predica la caducidad de las riquezas humanas. El estilo sapiencial y sus analogías de expresión con el salmo 73 hacen pensar que el salmo 49 es de composición tardía, no anterior al siglo III a.C. l
Preludio: invitación a prestar atención (1-5).
1 Al maestro de coro. Salmo de los hijos de Coré 2. 2 ¡Oíd esto, pueblos todos! ¡Prestad oído todos los moradores del orbe: 3 plebeyos y nobles, ricos y pobres juntamente! 4 Mi boca va a proferir (sentencias) sabias, y la meditación de mi corazón, (palabras) sensatas. 5 Tenderé mis oídos al proverbio, y al arpa expondré mi enigma.
Con todo énfasis, el poeta pide atención a sus oyentes, pues va a dilucidar un problema difícil y a aportar luz a un misterio. Sus palabras se dirigen a los pueblos todos, porque va a tratar de un interrogante que angustia a todas las conciencias: el problema de la justa retribución y compensación en esta vida por las buenas o malas obras realizadas. Por ello, el tema de su discurso es de interés general para todos los moradores del Universo. La literatura “sapiencial” se caracteriza por abordar problemas humanos en toda su universalidad; así, en el libro de Job se plantea con crudeza el problema de la ecuación entre la virtud y la prosperidad en esta vida, y en el libro del Eclesiastés se aborda la realidad de la variedad de las cosas y quehaceres humanos, analizando las inquietudes del hombre sin restricción de fronteras ni razas. El salmista se sitúa en la misma perspectiva universalista: trata del misterio de la Providencia en la vida de los seres humanos como tales, prescindiendo de su pertenencia o vinculación a Israel.
Los críticos resaltan la analogía literaria de este preludio y la introducción al libro de los Proverbios 3 y el exordio del discurso de Elihú en el libro de Job4. En Miq 1:2 encontramos también una introducción enfática y solemne similar a la del salmo: “¡Escuchad, pueblos todos!.”5 El salmista especifica su auditorio (plebeyos y nobles, ricos y pobres…), para insinuar el matiz cíe su discurso. En el contexto del salmo, rico viene a ser sinónimo de impío, y pobre equivalente a justo. La experiencia dice que los impíos se enriquecen, mientras los justos llevan vida pobre y despreciable6. Ahora el salmista quiere probar con sus sentencias sabias y sus palabras sensatas que, en el fondo, la felicidad está al lado del justo, aunque ahora le toque sufrir, pues a la hora de la verdad tendrá la rehabilitación plena, mientras que el impío tendrá que dejar sus riquezas después de la muerte sin compensación alguna. Con todo, su exposición tendrá mucho de enigma. El salmista va a exponer, pues, de modo proverbial y enigmático su solución al problema (v.5), inteligible sólo al que tenga perspicacia mental 7.
La prosperidad de los impíos es sólo transitoria (6.-13)
6 ¿Por qué he de temer los días de desventura, cuando la iniquidad de los que pisan mis talones me cerca 8, 7 los que confían en su opulencia y se glorían de la abundancia de sus riquezas? 8 Nadie puede rescatar al hombre de la muerte, nadie puede dar a Dios su rescate; 9 pues muy caro es el precio de rescate de la vida, y ha de renunciar por siempre 10 a continuar viviendo indefinidamente sin ver la fosa 11 Pues verá cómo los sabios mueren, desaparecen juntamente el necio y el exulto y dejan a otros sus haciendas. 12Las tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de generación en generación, aunque dieron sus nombres a las tierras. 13Pero el hombre no perdura en su esplendor 10, es semejante a las bestias, que perecen.
El salmista sale al paso de los justos que vacilan en sus caminos al contemplar la prosperidad de los malvados y la propia miseria. En realidad, los fieles a la Ley divina están constantemente hostilizados por los que viven fuera de toda ley, los cuales van pisando los talones del justo, poniéndole añagazas y haciendo ostentación de su opulencia y riquezas, para hacerle ver que el único modo de medrar en la vida es no tener escrúpulos religiosos y morales (v.7) 11. Pero, en realidad, su presunción se basa en un supuesto falso, ya que sus riquezas bastarán para rescatarle de la muerte, pues Dios es el único dueño de la vida y de la muerte y no permite que se rescate por dinero su vida; las mayores riquezas no son suficientes para servir de rescate de la vida de un hombre 12. Según la legislación mosaica, en determinados casos se podía redimir y rescatar la vida con dinero i3. Pero nadie puede creer que ha de continuar viviendo indefinidamente, pues el precio del rescate de su vida es tan caro, que no hay dinero suficiente para librar de la muerte. La experiencia muestra que todos, sabios o necios, mueren. Al sabio de nada le sirven sus conocimientos para librarse de la muerte; al final, su suerte es como la del necio o ignorante 14, pues tiene que dejar a otros sus haciendas y contentarse con sus tumbas como moradas permanentes 15. Aunque anteriormente hubieran dado sus nombres a las tierras que poseían, ahora tendrán que contentarse con dar nombre a un sepulcro, a unos pies de tierra. Esta es la gran realidad de la muerte, que evapora todas las falsas ilusiones de la vida. Es inútil que el hombre espere perdurar en su esplendor y triunfo, pues al fin desaparece como las bestias, que perecen (v. 13).
Contraposición de la suerte final de los impíos y de. los justos (14-21)
14 Tal es el camino de los que confían en sí mismos, y el fin de los que se complacen en su boca 16. Selah. 15 Como rebaño son echados al “seol,” la muerte los pastorea, los justos los dominan. A la mañana, su figura se desvanece en el “seol,” lejos de su morada 17. 16 Pero Dios rescatará mi alma de las manos del “seol,” pues me tomará. Seláh. 17 No temas, pues, cuando un hombre se enriquece y se acrecienta la gloria de su casa. 18 Porque a su muerte nada se llevará consigo, ni le seguirá su gloria. 19 Aunque se haya halagado durante su vida: “Te alabarán porque te trataste bien”18, 20 tendrá que irse a la morada de sus padres para no ver jamás la luz. 21El hombre en esplendor no perdura, y se asemeja a las bestias, que perecen.
Los autosuficientes, que creen que no deben confiar sino en sus riquezas, olvidándose de Dios, tendrán un fin desastroso, pues serán visitados por la mano justiciera de Dios, que les enviará la muerte; ésta los gobernará y pastoreará su rebaño en la región tenebrosa del seol, la morada de los muertos. Esta personificación de la muerte es irónica: los impíos, que no han querido someterse al gobierno paternal de la Providencia divina, serán tratados como rebaño destinado al matadero y pastoreado por la muerte. En una noche desaparecen, y a la mañana su figura se desvanece. Los justos, en cambio, despiertan triunfantes sobre los opresores caídos (v.1s): “ha pasado la noche de la opresión para venir la mañana de la liberación”19; es el alborear (mañana) del día justiciero de Yahvé del que habla el profeta: “He aquí que viene el día ardiente como horno, y serán entonces los soberbios y los obradores de iniquidad la paja, y el día que viene la prenderá fuego… Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, se alzará un sol de justicia que traerá en sus alas la salud…, y pisotearéis a los malvados, que serán como polvo bajo la planta de vuestros pies…” 20
El salmista supone que, en el día de la manifestación justiciera de Yahvé sobre los pecadores, los justos los dominarán; es la misma idea del vaticinio profetice, expresada con menos radicalismo. Ante la perspectiva del profeta y del salmista, el “día de Yahvé” es el día de la manifestación de su justicia antes de la inauguración mesiánica. En Sal 1:5 se dice que “no prevalecerán los impíos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos, porque conoce Yahvé el camino de los justos, pero la senda de los pecadores acaba mal.” En efecto, el camino de los que insensatamente confian en si mismos (v.14) llevará a la perdición en la hora de la verdad, que es la de la intervención justiciera de Yahvé. Entonces los impíos serán como un rebaño destinado al sacrificio, a la muerte, que será su “pastor.” 21
En cambio, la situación del justo será muy diversa en la hora de la prueba definitiva, ya que Dios le rescatará del seol, es decir, le liberará de la muerte afrentosa que espera a los impíos; en el momentó crítico de la manifestación justiciera, Dios le tomará a sí (v.16). En cambio, los pecadores son presa, del seol, donde su figura se desvanece, pues es la región de las “sombras,” en la que los difuntos llevan una vida lánguida como en ectoplasma, sin el vigor físico que caracteriza a la corporal de la tierra 22. Al contrario, los justos serán objeto de una particular providencia divina, pues serán preservados de la muerte que amenaza a aquéllos. La perspectiva es escatológica, y parece aludir al juicio divino antes de la manifestación mesiánica y la implantación de la nueva teocracia, a la que sólo tendrán acceso los justos. Según la mentalidad del A.T., Dios envía a los pecadores una muerte prematura, mientras que a los que le son fieles les otorga una vida larga 23. Según el salmista, las riquezas de los impíos no tendrán valor para rescatar su vida a la hora de la muerte, mientras que las obras buenas y la fidelidad del justo contribuirán a que Dios rescate su alma o vida (v.16) de la muerte. En los salmos son corrientes las frases alusivas al rescate de la vida del justo de una muerte inminente 24. En el momento crítico, Dios le tomará para que no vaya a engrosar el rebaño de los impíos, que están destinados a la muerte. En Gen 5:24 se dice de Henoc que Dios “le tomó,” librándole de la muerte corporal. Quizá en las ansias de supervivencia del salmista haya una remota esperanza de ser preservado de la muerte de modo milagroso, pero en el contexto no hay indicios claros para esta suposición.
En el contexto no encontramos la expresión clara de la esperanza de supervivencia en la otra vida en intimidad con Dios, como se supone en el libro de la Sabiduría 25; ni menos la esperanza de resurrección; pero en las palabras del salmista hay unos deseos incoercibles de permanecer viviendo a la sombra protectora de Yahvé, y, en este sentido, sus afirmaciones llevan el germen de la futura doctrina sobre la retribución en ultratumba, lo que es más verosímil suponiendo que el salmo sea de la época tardía sapiencial, cuando los problemas individuales privaban sobre los de la colectividad, conforme a la nueva vía abierta por Ezequiel sobre la responsabilidad personal 26. No obstante, si el salmista hubiera afirmado abiertamente la vida dichosa del justo después de la muerte, habría dado una solución más clara al problema de la desigualdad del impío y del justo en esta vida. Aquí parece que la compañía y las buenas relaciones con Dios son la mejor garantía para el justo contra la muerte, al tener menos probabilidades de ser arrebatado en muerte prematura como el impío 27.
Consecuencia de esta doctrina es que no se debe tener envidia del que prospera en esta vida, pues sus riquezas no le servirán para después de la muerte, y más bien aceleraran el fin del que las posee si no vive según la ley divina (v.18). Es lo que declara el sabio en Ecl 5:13 : “Piérdense las riquezas…; como desnudo salió del seno de su madre, desnudo se tornará…, y nada podrá tomar de sus fatigas para llevárselo consigo…”8 El vate latino refleja este mismo pensamiento: “Haud ullas portabis opes Acherontis acl undas: Nudus ad inferna, stulte, vehere, rate” 29. Durante su vida se halagaba a sí mismo, creyendo que había triunfado en ella al poder satisfacer sus caprichos y considerándose al abrigo del infortunio 30; pero llegará la hora de dejarlo todo, para ir a la morada de sus padres, la región tenebrosa del seol 31. Según la mentalidad viejotestamentaria, los difuntos se reunían por familias en la región de las sombras, imitando así de algún modo la vida anterior en la tierra 32; pero el seol es una región de “sombras” y en ella no se ve la luz (v.20). El que ha entrado en esta región oscura no podrá volver de nuevo a la vida luminosa de la tierra 33 El salmista termina repitiendo el estribillo de que el esplendor del ser humano es transitorio, y al fin muere como las bestias (v.21).
1 Cf. E. Püdechard, O.C., I 222. – 2 Sobre el significado del título véase com, a Sal 4:1; Sal 42:1. – 3 Cf. Prov 1:1s. – 4 Cf. Job 34:2. – 5 Cf. Miq 1:2. – 6 En hebreo tenemos las expresiones bene-‘adam (“hijo de hombre” en general, el άνθρω-Ττός del griego) ybene-‘ish (“hijo de varón”:’άνήρ). La primera expresión designa a un hombre cualquiera, mientras que la segunda alucie a los de alta alcurnia. – 7 Cf. Isa 14:4; Jue I4:12s; 1Re 10:1. – 8 La Bib. de Jér.r “la malicia me pisa el talón y me cerca. Orígenes leía aquba.v (espías) en vez de aqebay (talones) del Tivl. – 9 Texto oscuro. Las traducciones no concucrdan: “Debe renunciar por siempre a vivir aún. ¿No vería al fin el sepulcro”? NP: “Nimio constat liberado animae eius, ñeque unquaní sufficiet ut vivat ultra in aeternum nec videat interitum.” – 10 Los LXX y Vg “non intelligit.” En este supuesto, el salmista quería insistir en que el hombre ciego por las riquezas es tan ininteligente como las bestias. – 11 Cf. Sal 12:36; 73:3-0. – l2 Cf. Job 33:23* – 13 Cf. Exo 21:30. – 14 Lo:3 triiumu·. «Sabio·,” oneció,” “insensato,” son muy propios del libro de los Proverbio.” – 15 Cf. Ecl 12:5; Tob 3:6; Isa 22:16. – 16 Este verso es muy diversamente traducido, aunque el sentido general es claro: Bib. de Jér.; “Así van ellos: confianza en sí mismos; y detrás de ellos, a su voz, se acude.” NP: “Hace vía eorum, qui stulte confidunt, et hic finís eorum, qui sorte sua delectantur.” – 17 También este verso es oscuro, y las traducciones difieren: Bib. de Jér.: “a la mañana se desvanece su imagen; el.seol, hr aquí su morada.” Así también el NP. Nuestra traducción coincide con la de (Jale·;. – 18 Bib. de Jei.: *su alma, que en bu vida se bendecía (se te alaba de haber tenido cuidado de ti)…”) Podechard: “Si durante su vida se felicita su alma y la alaba por las satisfacciones que se da…” – 19 A. F. Kirkpatrick, o.c., 273- – 20 Mal 4:1-3 – 21 Cf. Isa 14:2; Sal 104:36. – 22 Cf. M. García Cordero, La vida de ultratumba según la mentalidad popular de los antiguos hebreos: “Salmanticensis,” 1 (1954) 343-364. – 23 Cf. Deu 5:16; Deu 5:30, Deu 5:16. – 24 Cf? Sal 30:4; Deu 33:19s; Deu 86:14; Deu 103:5; Deu 138:8; 139:49- – 25 S ab3:17. – 26 Cf. Ez 18:2s. – 27 Los autores no convienen al determinar el sentido preciso del v.16, pues unos, como Konig, ven aquí la fe en la inmortalidad del alma y su reunión con Dios; Kittel cree que el salmista espera ser librado de la muerte, como Henoc, y ser llevado a Dios. Podechard admite la idea de la inmortalidad: “La verdadera novedad del salmo respecto de los pecadores es que la morada perpetua en el seol les es exclusivamente reservada, en lugar de ser, corno antes, el patrimonio de todos los mortales. Para ellos se convierte en una prisión perpetua en razón de las privaciones que esta morada entraña: privación de todas las alegrías de la vida presente, de la riqueza, de los goces que procura, y, sobre todo, ausencia de toda esperanza de no volver a vivir y ver la luz. Mas para el justo, del que el salmista no es más que el tipo, es seguro que por una intervención divina será preservado del seol y recibido junto a Dios. Es la revelación solemnemente anunciada en los vv.2-5.” (Le Psautier I 220). – 28 Cf. Job 1:21; 1Ti 6:7. – 29 Propercio IV.5.I3. – 30 Cf. Deu 29:19; Lev 12:19. – 31 Compárese la conocida frase bíblica: “fue a reunirse con sus padres” (Gen 15:15); “reunirse con su pueblo” (Gen 25:7; Gen 35:39; Gen 49:29.33; Num 20:24.26; Deu 32:50; Núm 27:13; Deu 31:2). – 32 Véase M. García Cordero, a.c., 3575. – 33 Cf. Sal 58:9; Job 3:16; Ecl 6:5.
Fuente: Biblia Comentada
pueblos todos … habitantes todos. El alcance de su mensaje es geográficamente universal.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El Sal 49:1-20 trata acerca de la cosa más real acerca de la vida, la certidumbre de la muerte. Una de sus principales lecciones es que «realmente no puedes llevártelo contigo». Al contener estas clases de lecciones muy prácticas acerca de la vida y de la muerte, cae limpiamente en la categoría de un poema didáctico o sapiencial. En ciertos lugares suena mucho como secciones de Job, Proverbios y Eclesiastés. Contiene advertencias a los ricos y a los famosos y palabras de consuelo para los pobres. Estos intemporales mensajes del AT subyacen en muchos de los pasajes del NT, como los relatos acerca del rico insensato en Luc 12:13-21 o del rico y Lázaro en Luc 16:1-31. Después de una introducción bastante prolongada, el cuerpo del salmo se distribuye en dos secciones, como queda indicado por el estribillo culminante en los vv. Sal 49:12 y Sal 49:20. El poeta sapiencial del Sal 49:1-20 desarrolló su más sombrío tema en dos etapas, centrándose en la muerte como la experiencia universal de todos los hombres.
I. Introducción (Sal 49:1-4)
II. Primera etapa: La común experiencia de la muerte (Sal 49:5-12)
A. Aplicación de su enseñanza mediante una importante reflexión (Sal 49:5-6)
B. Explicación de su enseñanza mediante importantes recordatorios (Sal 49:7-12)
III. Segunda etapa: La experiencia contrastada en la muerte (Sal 49:13-20)
A. La certidumbre de esta experiencia contrastada en la muerte (Sal 49:13-15)
B. La aplicación de esta experiencia contrastada en la muerte (Sal 49:16-20)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 49 (48): Como los Sal 37:1-40 y Sal 73:1-28, este poema sapiencial plantea el problema de la prosperidad de los malvados, una circunstancia que cuestiona el principio de la retribución según el cual Dios da a cada uno según sus obras. El salmista fundamenta su reflexión en la idea de que ni riqueza ni poder pueden librar de la muerte, el destino final de todo ser humano.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Miq 1:2; Pro 8:4.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 49. Redencion Divina y Esperanza
Eterna
El Sal. 49 bien puede haber sido colocado aquí debido a las últimas palabras del Sal. 48. ¿Es verdad que cuando la muerte misma nos amenaza podemos confiar en que el Señor sea nuestro guía? La respuesta triunfal llega: Dios redimirá mi vida del poder del Seol (15). Los versículos como 6:5; 30:9; 88:4, 5 son citados con frecuencia para mostrar que el AT no ofrece esperanza para después de la muerte, pero los versículos en cuestión son todos expresiones de personas que se veían (fuera cierto o no) morir bajo la ira de Dios y apartadas de él. En una muerte así no hay esperanza, pero la realidad es que no se referían a toda muerte sino al caso de ellos en particular.
El Sal. 49 (cf. 73) presenta claramente las alternativas: hay una muerte sin esperanza (13, 14) y hay una muerte llena de esperanza (15). El ser humano puede morir como las bestias (12) o puede morir con entendimiento (20). Esta es la solución del rompecabezas universal (1-4) que el salmista se propone solucionar. Primero (5-12) hace frente al hecho de que todos mueren. El punto inicial de sus pensamientos era la opresión a mano de aquellos cuyas riquezas les daban poder de amenazar a otros (5, 6), y empieza a consolarse con el pensamiento de que la riqueza no puede comprar todo (7-9): la muerte marca el momento cuando el dinero de rescate deja de tener valor. Todos por igual, sabios o necios, mueren (10) y luego la riqueza terrenal no provee más que una tumba duradera (11). Pero, en segundo lugar (13-19) la muerte no es el final: existen destinos más allá de la tumba que deben ser tenidos en cuenta. No importa cuánto se admire sobre esta tierra el hecho de que alguien sea seguro de sí mismo, independiente, su final es la muerte y la descomposición; mientras que los que andan bien con Dios pueden esperar un futuro de redención en la presencia de Dios (13-15). Por eso, no se agiten por las desigualdades de la vida (16); la muerte es la gran igualadora y en contraste con su experiencia terrenal, no hay luz para aquellos más allá de la tumba (17-19).
2 Tanto la gente común como la gente notable, mejor “toda la humanidad por igual”. 3 Inteligencia, “discernimiento”, palabra a la cual vuelve en el v. 20 (entendimiento): el discernimiento de que existe otra vida en la que no funcionan las nociones terrenales sobre el poder y la influencia; una vida negada a los que confían en sí mismos (13) y disfrutada únicamente por medio de la redención divina (15). 4 Oído … expresaré. Escuchar antes de hablar. El conocimiento que puede resolver el misterio de la vida y la muerte debe proceder de escuchar la palabra de Dios. 6 Por primera vez (ver también 13) se menciona la idea clave, confían. Confiar en uno mismo es lo contrario a un destino bendito después de la muerte. 7-9 Redimir … rescate, la primera palabra enfatiza enterarse del precio, la segunda, cubrir la necesidad. Pero ningún pago es suficiente para comprar la vida eterna. A su hermano. El heb. dice “aun un hermano”, o sea, aun en el caso cuando el amor no retendría nada. Hay un caso donde el pago puede exculpar la pena de muerte (Exo. 21:30), ¡pero la muerte misma no puede ser conmutada! 10 El necio, uno que actúa irresponsablemente hacia la vida y sus obligaciones, que se interesa únicamente en sí mismo y nunca mira más allá de las ventajas de corto alcance. El torpe, insensible a las realidades espirituales. 11 Sus tumbas. En heb.: “para adentro hacia ellos”, “lo que asumen en su interior es”. Sus horizontes son los de este mundo de manera que, -¡oh la ironía de ello!- lit. “¡Pusieron sus propios nombres a las tierras!” 13 Ver el v. 6. 14 Seol … Seol, el lugar donde los muertos siguen viviendo. Los rectos, los que mueren en buena relación con Dios (Núm. 23:10); cuyas vidas se conforman al camino de Dios (1 Rey. 15:5); aceptables a Dios (Job 1:1); aquellos a quienes el Señor salva (Sal. 7:10). Enseñorearán, el revés celestial de las relaciones terrenales del v. 5 (cf. Luc. 16:22-25). Amanecer (17:15), el despertar después de la muerte. 15 Redimirá, Dios encontrará y pagará el precio fuera del alcance del hombre (7). Seol, “de la mano del Seol”, el poder del Seol de recibir y retener a los que no son redimidos (14). Llevará, como en Gén. 5:24; 2 Rey. 2:1; Sal. 73:24. 20 A través del Salmo se enfoca el caso del rico pero la verdad se aplica a todos: no es la riqueza lo que descalifica de una eternidad bendita sino la falta de un verdadero discernimiento (ver 3).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
49.1ss La futilidad de la mundanalidad: riquezas, jactancia y fama, resuenan en este salmo. Comparable en su forma con el libro de Eclesiastés, este salmo es uno de los pocos escritos cuyo propósito es enseñar, más que alabar.49.7, 8, 15 En el mercado de esclavos del mundo antiguo, un esclavo tenía que redimirse o rescatarse (alguien tenía que pagar el precio) para quedar en libertad. En Mar 10:45, Eph 1:7 y Heb 9:12, aprendemos que Jesús pagó ese precio para darnos la libertad de la esclavitud del pecado a fin de comenzar a disfrutar una vida nueva con El.No hay forma de que una persona compre la vida eterna con Dios. Sólo El puede redimir un alma. No cuente con la riqueza ni la comodidad para hacerlo feliz, porque nunca tendrá lo suficiente para evitar la muerte.49.10-14 El rico y el pobre tienen algo en común: al morir, dejan todo lo que poseen en la tierra. En el momento de la muerte (y todos la enfrentaremos), tanto ricos como pobres están desnudos y llevan las manos vacías ante Dios. Las únicas riquezas que tendremos en ese momento son las que invertimos en nuestra herencia eterna. Al morir, cada uno desearemos haber invertido menos en la tierra, donde debemos dejarlo todo, y más en el cielo, donde lo retendremos para siempre. Para tener tesoros en los cielos debemos poner nuestra fe en Dios, comprometernos a obedecerle y utilizar nuestros medios para el bien de su Reino. Este es un buen momento para analizar sus inversiones y ver dónde ha invertido la mayor parte. Luego, haga todo lo necesario para colocar sus inversiones donde realment
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “de la duración de la vida”. Heb.: já·ledh.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1614 1Cr 6:37
b 1615 Sal 17:14; Heb 1:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 49 Este Salmo es un canto de sabiduría proclamando la insensatez del rico que acumula riquezas sólo para sí. El Salmo consiste de una introducción (vers. 1-4), presentando a quienes está dirigida la canción (o sea el pueblo (vers. 1, 2) y al autor (un hombre sabio, vers. 3, 4). El Salmo contiene dos estrofas de igual longitud (vers. 5-12, 13-20) y concluye con un estribillo casi idéntico. El símil de que el rico muere como la bestia (vers. 12 y 20) resume la verdad de cada estrofa. La riqueza del insensato es temporal por causa de lo inevitable de la muerte (vers. 5-12); su muerte, en contraste de la del sabio, terminará su esperanza y los beneficios de su riqueza (vers. 13-20). El poema no parece oponerse a la riqueza como tal, sino al egoísta insensato que no puede ver mas allá de ella.
Fuente: La Biblia de las Américas
Este salmo sapiencial, escrito para instruir al pueblo, no para alabar a Dios, llama al mundo a oír la verdad (vv. Sal 49:1-4) tocante a la gloria temporal y a la falsa seguridad de los ricos malvados (vv. Sal 49:5-14), cuya ruina es cierta, en contraste con la esperanza eterna del justo (vv. Sal 49:15-20).