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Comentario de Salmos 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 5:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Para Nejilot. Salmo de David) Escucha, oh Jehovah, mis palabras; considera mi suspiro.

Escucha, oh Jehová. Sal 17:1; Sal 54:2; Sal 55:1, Sal 55:2; Sal 64:1; Sal 80:1; Sal 86:1; 1Pe 3:12; 1Jn 5:14, 1Jn 5:15.

considera mi gemir, o mi lamento. Sal 19:14; 1Sa 1:13, 1Sa 1:16; Rom 8:26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David ora, y declara su meditación en oración, Sal 5:1-3.

Dios no favorece al malvado, Sal 5:4-6.

David, declara su fe, ora a Dios para que lo guíe, Sal 5:7-9;

para destruir a sus enemigos, Sal 5:10;

y para que preserve al piadoso, Sal 5:11, Sal 5:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de lamentación, habla de un período no especificado y penoso de la vida de David, una época marcada por enemigos que se oponían verbalmente a él y a su mandato. En la cultura del AT., una bendición o maldición eran un llamado a Dios para que hicieran lo que especificaban la bendición o maldición. De modo que cuando los enemigos de David le lanzaban maldiciones, ellos creían que esas maldiciones invocaban el poder divino para destruirlo. En este salmo, David está afligido a causa de las falsedades y alardes de sus adversarios (Sal 101:7). Identifica su propia causa con la del Señor, de modo que el ataque a él se transforma en un ataque al propio Dios. El «justo» en el v. Sal 5:12 finalmente señala a Jesús, como es común en el Libro de los Salmos (Sal 1:6). El salmo tiene tres movimientos:

(1) una oración al Señor para la liberación en un momento de problema (vv. Sal 5:1-6);

(2) un deseo de adoración al Señor en un momento de problema (vv. Sal 5:7-9);

(3) una espera del juicio final por el Señor en momentos de prueba (vv. Sal 5:10-12).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Escucha: como en Sal 4:1, este es el lenguaje de una persona que cree por la experiencia que Dios ha olvidado su ruego. El que sufre invoca al Señor para que lo escuche, aun cuando el Señor siempre lo ha estado escuchando y cuidando.

gemir: aquí se refiere al lamento incesante.

Rey mío: A menudo los salmistas se dirigen a Dios en el cielo como Rey, el soberano de todas las cosas. Algunas veces, el salmo se centra en la oración de la mañana (Sal 88:13), un hábito recomendable que ayuda a que la persona dedique todas las actividades del día a la gloria de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 5. Oración Matinal del Justo contra los Impíos.
E l título lo atribuye también a David. La mención del “santuario” (v.8) puede aplicarse al tabernáculo erigido por David en la colina de Sión antes de la erección del suntuoso templo de Salomón. En el título del salmo no se dan las circunstancias históricas de la vida del rey poeta en que hubiera sido compuesto, como en Sal 4. El salmo 5 es una composición surgida en un estado de ánimo dominado por el problema del choque en la sociedad de la conducta del justo y la del impío. Posteriormente ha sido adaptado al servicio litúrgico del templo, como lo prueba la indicación musical del título. El salmista vive a la sombra de la “casa de Yahvé,” el templo o tabernáculo, sin que esto implique necesariamente que sea de la clase sacerdotal. Como no se alude a desvarios idolátricos de los impíos, no pocos críticos suponen que el salmo es postexílico, de la época persa, cuando había cierta lucha en torno a las prerrogativas cultuales del templo de Jerusalén 1.
La forma poética es muy cuidada, aunque hay algunas alteraciones técnicas en el texto. El poema incluye cinco estrofas iguales, compuestas cada una de dos dísticos y un trístico. Los dísticos tienen la técnica de la qinah o elegía 2.
El pensamiento se desarrolla normalmente, sin grandes interrupciones lógicas. La composición tiene la forma de plegaria férvida y ardiente, entremezclada de quejas contra los impíos. Yahvé tiene que salir contra ellos, porque odia el mal. El salmista se considera mejor que sus enemigos, pero no confía tanto en sus méritos cuanto en la justicia y en la misericordia divinas. Yahvé salvará de las emboscadas de los enemigos al que le es fiel, y el justo se sentirá dichoso protegido por la providencia benévola de su Dios.
Podemos distinguir cinco secciones conforme a la distribución estrófica: a) preludio: invocación ardiente a Yahvé con ocasión del sacrificio matutino (1-4); b) confianza en Yahvé, que odia el mal (5-7); c) el salmista, huésped de Yahvé (8-9); d) perfidia de sus adversarios (10-11); e) felicidad del justo (12-13).

Preludio: invocación ardiente matinal (1-4).
1 Al maestro de coro. A la flauta. Salmo de David. 2 Apresta el oído a mis palabras, ¡oh Yahvé! atiende mis suspiros. 3 Atiende a las voces de mi súplica, Rey mío y Dios mío. 4 Porque a ti suplico, ¡oh Yahvé! De mañana tú escuchas mi voz; temprano me pongo ante ti y espero 3.

La indicación musical, a la flauta, es problemática. Los LXX traducen: “para la heredera” (nejiloth). La Vg: “pro ea quae haeredi-tatem consequitur”; es decir, la sinagoga o la nación israelita, heredera de las promesas divinas. Los Santos Padres aplican este título a la Iglesia, heredera de la sinagoga judía.
El salmista declara que todos los días desde la mañana – sin duda a la hora del sacrificio matinal – inicia sus oraciones y súplicas confiadas a Yahvé, que es su Rey y su Dios. El estilo es vigoroso y entrecortado. Es un grito del salmista a su Dios en un momento en que no es comprendida su virtud. Yahvé es el Rey de Israel4 y del universo 5, pero particularmente de las almas justas que viven conforme a su Ley 6. Los fieles israelitas acudían de mañana a expresar sus deseos y angustias cotidianas a su Dios en su morada del templo 7, particularmente en los momentos comprometidos de su existencia, pues Yahvé es la única esperanza del que confía en El. El salmista tiene experiencia de la protección divina, que responde a sus súplicas matinales. Llevado de esta confianza, vuelve de mañana a su santuario a desahogar sus suspiros y a formular sus súplicas.

Confianza en Yahvé, que odia el mal (5-7).
5 Pues no eres tú Dios que se agrade del impío, ni será tu huésped el perverso. 6 No pueden los insensatos estar ante tus ojos; odias a todos los obradores de iniquidad. 7 Das a la perdición al mentiroso; al sanguinario, al fraudulento, los abomina Dios.

El salmista tiene confianza en ser oído, pues sabe que Dios no ampara a los impíos. Dios es justo y santo, y, como tal, no puede complacerse en la iniquidad. Por tanto, no puede agradarse en el impío ni recibir como huésped honrado al perverso, que camina fuera de las sendas de la Ley divina. Los impíos no pueden ser huéspedes de Yahvé en su santuario, ni deben tomar parte en los banquetes sagrados, aspirando a ser oídos en sus súplicas. Quizá el salmista aluda aquí a la pugna que había dentro del templo por la distribución de los diversos servicios divinos. No faltaban los ambiciosos, que, llevados de las pingües ganancias del templo, procuraban apropiarse indebidamente funciones que pertenecían a otros que eran más dignos por su conducta. El salmista llama a estas gentes desaprensivas insensatos, obradores de iniquidad, mentirosos, fraudulentos y sanguinarios. Todos ellos son impíos, en los que Dios no puede agradarse, pues sistemáticamente abomina la iniquidad en sus diversas manifestaciones. Para conseguir sus beneficios, los impíos no dudan en derramar sangre inocente 8, falseando la ley para crearse derechos que no tienen. Pero estos tales no pueden prosperar ante los ojos de Yahvé (v.6), que gobierna con equidad y justicia; por eso terminará por entregarlos a la perdición.

El justo, huésped de Yahvé (8-9).
8 Mas yo, fiado en la muchedumbre de tu piedad, entro en tu morada y me prosterno ante tu santo templo, en tu temor, 9 Guíame, ¡oh Yahvé! en tu justicia, a causa de mis enemigos, y allana tus caminos ante mí.

Enfáticamente, el salmista contrapone su confianza en la piedad de su Dios, que le fuerza a entrar en su morada para prosternarse ante El, lleno de temor por su majestad y las exigencias de su justicia. Los impíos no podían ser huéspedes de Yahvé en su santo templo, porque sus obras inicuas los apartaban de su Dios, puro y santo. Con todo, reconoce el salmista que, si puede entrar confiadamente en la casa de Yahvé, no es fiado en sus méritos, sino en la muchedumbre de su piedad o misericordia, siempre generosa para con los que le son fieles. Confiado en esta benevolencia especial de Yahvé para con los suyos, el salmista entra en su morada, no sólo para participar del espectáculo de las manifestaciones litúrgicas, sino para llevar una vida de íntima unión afectiva con El en la oración. La mención del ingreso en el templo no prueba necesariamente que el salmista sea de la clase sacerdotal, pues todos los israelitas tenían acceso a la santa morada. La preocupación del salmista es librarse de sus enemigos, que le ponen obstáculos en su vida. No concreta en qué consiste esta oposición de sus adversarios, pero debe de ser de índole espiritual, pues no se alude a persecuciones violentas, con peligro de perder la vida, como en otros salmos. Quizá la oposición viniera de la clase sacerdotal, que monopolizaba la vida litúrgica del templo. Con confianza total, el salmista pide a Dios que allane sus caminos, es decir, que le libre de los obstáculos que se oponen en su vida íntima religiosa en el santuario a la sombra de Dios. El norte de la vida del salmista es la justicia de Dios, es decir, sus preceptos luminosos, que se amoldan a las exigencias justas de la divinidad para con el ser humano, y particularmente con el israelita, que tiene especiales deberes de gratitud para con Yahvé, que los ha elegido entre los pueblos.

La perfidia de los enemigos del salmista (10-11).
10 Pues no hay en su boca sinceridad; su interior no es más que malicia; un sepulcro abierto es su garganta, halagan con sus lenguas. 11 Condénalos, ¡oh Yahvé! que fracasen en sus maquinaciones. Por sus muchos crímenes recházalos, ya que se rebelan contra ti.

Los enemigos del salmista atacan con calumnias y mentiras; su garganta (su hablar) es como un sepulcro abierto, que exhala hedor de muerte 9. Jeremías dice de los babilonios invasores que su “aljaba es como un sepulcro abierto”10, en cuanto que siembra la muerte por doquier. El salmista contrapone los halagos de las lenguas de sus adversarios al efecto de muerte que producen con sus palabras calumniosas. Por eso pide a Dios que les condene haciendo fracasar sus maquinaciones contra él (v.11). En realidad, sus enemigos son los adversarios del propio Dios, pues se rebelan contra El y sus preceptos. El salmista encarna aquí al israelita fiel, perseguido precisamente por su fidelidad a la Ley de su Dios. Sus intereses, pues, son los de Yahvé, y en ese sentido pide que los condene o castigue, haciendo fracasar sus maliciosos planes contra él.

Yahvé, protector de los justos (12-13).
12 Y se alegrarán cuantos en ti confían, exultarán por siempre. Tú los protegerás y en ti jubilarán los que aman tu nombre. 13 Pues al justo, ¡oh Yahvé! tú le bendices y le rodeas de tu benevolencia como un escudo.

El triunfo de la justicia divina, manifestada en el castigo de los pecadores,, será objeto de alegría por parte de los que confian en Dios y ajustan su vida a sus máximas. Yahvé, en realidad, es como un escudo protector de sus predilectos; los justos viven vinculados a El por el cumplimiento de la Ley. Estos aman su nombre, es decir, reconocen su soberanía, y ajustan su conducta a sus exigencias. El nombre en lenguaje bíblico equivale a la persona representada por el nombre. Aquí, pues, amar el nombre de Yahvé es amarle en lo que es, con todo lo que implica de subordinación hacia El. El nombre de Yahvé es el compendio de su ser y atributos que lo identifican. Y se revela en lo que es cuando se muestra fiel a sus promesas; entonces los justos le reconocen como tal, pues es la prenda de su salvación y su escudo protector 12.

1 Así opina E. Podechard, o.c., 30. – 2 Véase J. Calés, o.c., 125. – 3 Algunos autores traducen: “De mañana preparo (el sacrificio) y espero.” – 4 Ot 33:5; Sam 12:12; Isa 33:22; Isa 41:21; Isa 43:15; Isa 46:6; Sal 10:10. – 5 Jer 10:7; Sal 47:3-7-9- – 6 Sal 44:5; Sal 84:4” – 7 Sal 55:18; Sal 59:171Sal 88:14; Sal 92:3; Sal 119:147. – 8 Cf. Sal 55:24; Sal 26:9; Sal 59:3; Sal 139:19; Pro 29:10; 2Sa 16:7-8. – 9 Cf. Sal 69:14; i15:7; 149:6 – 10 Jer 5:16. – 11 Cf. Sal 69:37; Sal 119:132. – 12 Sal 35:2; 91:4; Sam 17:7.

Fuente: Biblia Comentada

Escucha. Este imperativo está derivado de la palabra para «oído». Aparece junto a peticiones paralelas de que Dios preste cuidadosa atención al suplicante y a sus padecimientos (Sal 17:1; Sal 55:1-2).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 5: Salmo de súplica de una persona injustamente acusada que, confiando plenamente en Dios, pide protección para ella y castigo para sus enemigos.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 86:6.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 5. El Contexto Moral de la Oracion Que Prevalece

Es posible que este Salmo sea una meditación sobre la segunda mañana de la huida de David por causa de Absalón (ver Sal. 3). No contamos con un título histórico que nos guíe pero el Salmo se ocupa de la oración de mañana tras mañana (3); y los párrafos alternados que tratan sobre los que buscan rectamente a Dios y los malos a quienes él rechaza reflejan bien la situación moral “blanca y negra” en que Absalón colocara a David.

A1 (vv. 1-3) Confianza en el Señor

B1 (vv. 4-6) El Señor rechaza a los malos

C (vv. 7, 8) Consagración al camino recto del Señor

B2 (vv. 9, 10) El Señor echa a los rebeldes

A2 (vv. 11, 12) Gozo en el Señor

El Salmo se centra en la adoración santa y reverente y en la oración por una vida recta (7, 8). David de esta manera adopta una posición que contrasta con la de los que hacen mal (4, 5) y hablan mal (9), y demuestra la consagración de alguien que espera una respuesta a su oración (1-3) y protección divina (11, 12).

1-3 Confianza en el Señor quien escucha las oraciones. Oración (a) es expresar el problema (suspiro) en palabras (1), (b) incluye una garantía de ser escuchado. Note la secuencia (2) Atiende … porque … oraré. (c) Es el primer quehacer del día: de mañana (3ab). La idea no es tanto la regularidad (cf. Isa. 50:4) sino la prioridad en el día (d) espera una respuesta (3c).

4-6, 9, 10 El Señor rechaza a los malos y echa a los rebeldes. Cada una de estas secciones comienza con “porque” (omitido en 6 y 10 en la RVA), o sea que David (1-3) puede confiar en que su oración será contestada “porque” no es como los malos (4-6), y ora pidiendo un camino recto (8) “porque” quiere ser distinto de los rebeldes a quienes el Señor echará (échalos) (9, 10). Esta es la consagración moral de la persona que ora, que in cluye su carácter (4, 5a), su conducta (5b), su hablar (6a), sus relaciones (6b), su veracidad (9a), su integridad (9b) y nuevamente su hablar (9cd). 10 ¿Es correcto un pedido como éste? Como la mayoría de las imprecaciones (ver Introducción) pide a Dios que haga lo que de cualquier manera ya ha afirmado que hará: Exponer y castigar el pecado y a los pecadores (10a, c); hacer a los falsos acusa dores lo que ellos hubieran hecho al objeto de su rencor (10b; cf. Deut. 19:16-19); deja la acción a Dios, sin vengarse personalmente (Prov. 20:22; Rom. 12:19); y es motivado por el daño hecho a Dios (10d), no por animosidad personal. 7 ¿Cómo puede hablar David de un templo cuando el mismo no se había construido aún? Porque (1 Sam. 1:9, 24) templo y casa eran las designaciones comunes del lugar donde moraba el Señor aunque no fuera más que una tienda (1 Sam. 2:22; 2 Sam. 7:2). Note cómo la abundancia de tu gracia nos trae con temor al lugar de santidad.

11, 12 Gozo en el Señor que protege. Justo, los que son rectos delante de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

5.1-3 El secreto de una relación íntima con Dios es orar a El puntualmente cada mañana. Por la mañana nuestras mentes están más libres de problemas y además podemos encomendar el día entero a Dios. La comunicación regular es fundamental en cualquier relación y ciertamente es necesaria para tener una firme relación con Dios. Necesitamos comunicarnos con El diariamente. ¿Pasa un tiempo regular en oración y lectura de la Palabra de Dios?5.5 Dios no puede condonar ni excusar ni siquiera el pecado más pequeño. No podemos excusarnos por haber pecado solo un poquito. Cuando crecemos en nuestra vida espiritual, nuestra sensibilidad hacia el pecado se incrementa. ¿Cuál es su reacción hacia el pecado en su vida? ¿Es insensible y despreocupado en cuanto al pecado? A medida que Dios nos haga conscientes del pecado, debemos adoptar una actitud de intolerancia hacia ese pecado y disposición a cambiar. Todos los creyentes deben luchar por ser más tolerantes con la gente, pero menos tolerantes con el pecado de los demás y los suyos propios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. “Para Nehilot.” No se conoce con certeza el significado. Puede que sea el nombre de un instrumento musical de viento o la designación de una melodía. LXXVg: “aquella que hereda”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 76 Sal 55:1; Sal 65:2; 1Pe 3:12

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 5 Este Salmo es una petición de justicia divina contra los enemigos malvados del rey. El salmista presenta su caso y solicita que el rey lo oiga (vers. 1, 2). Primero el autor describe las circunstancias bajo las cuales él sufre (vers. 3) y presenta su caso en los vers. 4-12 de la siguiente manera: 1) El Señor no se agrada de los pecadores que vienen a sus atrios, más bien los detesta (vers. 4-6); 2) ejerciendo su derecho a gozar del pacto divino el salmista solicita protección de Dios (vers. 7, 8); 3) por cuanto los argumentos torcidos de sus enemigos muestran su rebeldía contra Dios (vers. 9, 10), el salmista solicita de Dios que los condene; 4) alaba a Dios por su protección (vers. 11, 12). El salmista usa aquí los elementos clásicos de la oración: Introducción a la petición (vers. 1-3), palabras de confianza (vers. 4-7), petición (vers. 8-10) y alabanza (vers. 11, 12).

Fuente: La Biblia de las Américas

gemir. Véase nota en Jos 1:8.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

nejilot… Esto es, instrumentos de viento. Del vocablo jalil= flauta. El salmo debía interpretarse al son de instrumentos de viento; mi susurro… Heb. haguiguí= mi susurro1Sa 1:13. Desde el susurro hasta el clamor, David presenta toda su oración → Efe 6:18.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

* Heb., Nehilot

O, meditación

Fuente: La Biblia de las Américas

Tit Heb. nejilot = instrumentos de viento. Del vocablo jalil = flauta. Esto es, el Salmo debía interpretarse al son de instrumentos de viento.

5.1 Heb. haguiguí= mi susurro, que apenas mueve los labios g 1Sa 1:13.

Fuente: La Biblia Textual III Edición