Biblia

Comentario de Salmos 66:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 66:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Cántico y salmo) ¡Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra!

Aclamad a Dios. Sal 81:1; Sal 95:1, Sal 95:2; Sal 98:4; Sal 100:1; 1Cr 15:28.

toda la tierra. Sal 96:1; Sal 117:1, Sal 117:2; Sal 150:6; 1Cr 16:23, 1Cr 16:24; Isa 24:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David exhorta a alabar a Dios, Sal 66:1-4;

a observar sus grandes obras, Sal 66:5-7;

a bendecirle por sus beneficios de gracia, Sal 66:8-11.

Hace voto a sí mismo para servir a Dios, Sal 66:12-15.

Declara a Dios, Sal 66:16-20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de alabanza que ofrece importantes contribuciones a nuestra comprensión de los valores del culto bíblico. En el curso del salmo, el poeta ofrece una alabanza descriptiva, alabando a Dios por lo que es y por lo que hace, así como también una alabanza declarativa, alabando a Dios por respuestas específicas a la oración. La estructura del salmo es la siguiente:

(1) un llamado a toda la tierra a unirse a la celebración de la adoración a Dios (vv. Sal 66:1-4);

(2) una enumeración de las razones para adorar a Dios (vv. Sal 66:5-7);

(3) un llamado a los pueblos a unirse al salmista en la alabanza descriptiva a Dios (vv. Sal 66:8-12);

(4) la decisión del salmista de participar en el sagrado culto (vv. Sal 66:13-15),

(5) una alabanza declarativa de Dios (vv. Sal 66:16-19);

(6) una bendición final del Señor (v. Sal 66:20).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Como en Sal 100:1, el llamado no es sólo para el pueblo de Israel, sino para los pueblos de toda la tierra, para que se unan en alabanza al Dios vivo, al Altísimo (Sal 87:1-7Sal 96:1-13Sal 117:1-2).

Cantad la gloria de su nombre: El Señor se complace con la música que alaba su glorioso nombre (Éxo 15:2). El nombre del Señor describe su carácter, de modo que honrar el nombre de Dios es honrarlo a Él mismo (Éxo 3:14Éxo 3:15).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 66 (Vg 65): Gracias por Una Liberación Milagrosa.
E ste salmo se divide netamente en tres partes: a) himno de alabanza a Yahvé (1-7); b) acción de gracias colectiva (8-12); c) acción de gracias individual (13-20). En las dos primeras partes se destaca el aire colectivo de la composición: el poeta invita a todos los pueblos a alegrarse por los antiguos portentos realizados por Yahvé en favor de su pueblo – paso del mar Rojo y paso del Jordán, que habían quedado en la épica popular de Israel como símbolo del poder de Dios desplegado en favor del pueblo elegido – y por haberles recientemente otorgado la liberación de un poderoso enemigo. La nación se hallaba en una situación crítica, con amenaza de su existencia como pueblo.
En la tercera parte, en cambio, habla un individuo con sus problemas personales. Por ello, no pocos críticos suponen que esta sección es un segundo salmo que ha sido yuxtapuesto al primero, de índole colectiva! Los que mantienen la unidad primitiva de todo el salmo suponen que en esta última parte habla el jefe del pueblo, lo que explicaría bien los abundantes sacrificios de “bueyes y machos cabríos,” conforme a las prescripciones mosaicas 2.
¿En qué circunstancia histórica fue redactado este salmo? En el título no se atribuye a David, y el contenido supone que el pueblo ha sido liberado de una gran catástrofe nacional. No pocos autores suponen, por ello, que fue redactado con ocasión de la liberación de Jerusalén de las tropas de Senaquerib en el 701 a.C.; y, en ese supuesto, el jefe que ofrece en nombre del pueblo sacrificios a Dios sería el propio rey Ezequías. En la oración de este rey pidiendo la liberación se expresa el deseo de que “todos los reinos de la tierra reconozcan que Yahvé es el único Señor” 3. El universalismo del salmo reflejaría así la predicación de Isaías en unos tiempos en que el reino de Judá tenía relaciones con todos los pueblos del Antiguo Oriente 4. Sin embargo, muchos autores prefieren retrasar la época de composición del salmo a los tiempos postexílicos, empalmando su contenido universalista con la panorámica de la segunda parte de Isaías 5.
Literalmente “se puede distinguir en el poema, primero, un preludio o invitatorio, separado del resto por un seláh (¿indicación de alternancia de coro?); después dos partes simétricas, subdivididas cada una en dos estrofas, separadas una de otra por un selah”. Abundan los paralelismos sinónimos y sintéticos.

Preludio: Invitación a alabar a Dios (1-4).
1 Al maestro del coro. Cántico 7. 2 ¡Aclamad a Dios la tierra toda Salmodiad la gloria de su nombre, dadle la gloria de alabanza. 3 Decid a Dios: ¡Cuan admirables son tus obras! 8 Por la grandeza de tu poder te lisonjearán tus enemigos. 4 Póstrese toda la tierra ante ti y entone salmos a tu nombre. Seláh.

Como en otras composiciones salmódicas 9, el poeta invita a toda la tierra a asociarse en la alabanza del Dios poderoso, que obra prodigios sin cuento. Sus obras reflejan su inmenso poder, ante el que tienen que plegarse sus enemigos, es decir, los que se oponen al pueblo de Dios en sus designios providenciales históricos. La omnipotencia divina ha domeñado y sometido a los que se oponían a sus designios sobre su pueblo; si ellos quieren subsistir, tienen que humillarse y reconocer su superioridad, lisonjeándole para atraer su benevolencia. La expresión es antropomóríica y está tomada de la costumbre de adular los pueblos vencidos al vencedor. En realidad, toda la tierra ha sido testigo de los prodigios obrados por Yahvé, y, por tanto, también ella – por sus habitantes – debe sumarse a la glorificación de su nombre, es decir, de la manifestación de su gloria entre todas las gentes, ya que su nombre es el símbolo del poder supremo de la divinidad. Yahvé está vinculado por un pacto al pueblo de Israel, y el nombre de Yahvé – con sus manifestaciones portentosas – constituye el timbre de gloria del pueblo elegido.

Los prodigios de Yahvé (5-7).
5 Venid y ved las maravillas de Dios, admirables gestas en favor de los hijos del hombrel0: 6 El transformó el mar en tierra seca, atravesaron el río a pie enjuto. Alegrémonos de ello. 7 El con su poder domina por la eternidad; sus ojos observan a las gentes, a los rebeldes, para que no se levanten contra El. Seláh.

Muchas son las gestas de Dios en favor de los hombres – aquí el pueblo elegido -, pero en la épica popular de la historia de Israel destacaban los portentos del paso del mar Rojo 11 y del Jordán 12. El poeta recuerda ambos portentos como prenda de aún mayores o similares actos de protección hacia su pueblo, como es en el caso presente, que declarará a continuación i3. En realidad, Yahvé es siempre el misino, pues domina por la eternidad, y, en consecuencia, siempre está dispuesto ¿i desplegar su poder contra las gentes que, atacando al pueblo elegido, se oponen a sus designios históricos (v.7). Con su omnisciencia observa las reacciones de las gentes 14, conculcando a los rebeldes que se levantan contra El o su pueblo. Todos los acontecimientos de la historia están sometidos a la marcha impuesta por el Omnipotente, conforme a su inescrutable sabiduría.

La liberación del pueblo de Yahvé (8-12).
8 Bendecid, ¡oh pueblos! a nuestro Dios; haced oír la voz de sus alabanzas. 9 El ha conservado en vida nuestra alma, no ha dejado que vacilaran nuestros pies. 10 Pues tú, ¡oh Dios! nos has probado, nos has probado como se prueba la plata; 11 Nos hiciste caer en la red, pusiste grave peso sobre nuestros lomos. 12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas. Pasamos por el fuego y por el agua, pero nos sacaste a refrigerio.

Después de cantar las glorias pasadas de Yahvé en beneficio de Israel, el poeta invita de nuevo a todos los pueblos a asociarse a las alabanzas del Señor, que acaba de obrar otro inaudito portento al salvar al pueblo elegido de una situación crítica que no determina, pero que puede ser la liberación de Jerusalén del ejército de Senaquerib, o cualquier otro momento de confabulación de los enemigos de Judá contra el pueblo de Dios. Estando a punto de desaparecer como nación, el pueblo elegido ha conservado su existencia como colectividad gracias a la intervención milagrosa de Yahvé (v.6). La prueba ha sido dura, pues Dios los ha acrisolado como a plata 15 para purificarlos (v.10). Los profetas explican los desastres de Israel como un medio que utiliza Dios para castigar sus infidelidades y hacerle ver que sólo en El encuentra su felicidad. El salmista se sitúa, en la misma perspectiva teológica y atribuye a Dios el desastre nacional. Ha sido una pesada carga, pues los ha entregado a los enemigos, los cuales los han pisoteado y humillado hasta el extremo. El poeta utiliza el símil del ejército invasor que con sus caballos pasa por encima de los vencidos (v.12) l6. El pueblo elegido ha sido sometido a las pruebas extremas, teniendo que pasar por el fuego y el agua, expresión proverbial para significar las penalidades máximas 17. Las pruebas del exilio babilónico explicarían bien estas alusiones del salmista. La liberación en tiempo de Giro sería entonces el refrigerio ansiado de los deportados.

Sacrificios de acción de gracias (13-15).
13 Entraré en tu casa con holocaustos, te cumpliré mis votos, 14 los que pronunciaron mis labios y profirió mi boca en mi angustia, 15 Te ofreceré en holocausto víctimas pingües con perfume de carneros; te sacrificaré bueyes y machos cabrios, Selah.

El tono colectivo desaparece, para ser reemplazado por la oración individual. Si es que no es un nuevo fragmento de otro salmo, tenemos que suponer aquí que un jefe toma la palabra en una solemne asamblea para ofrecer sus sacrificios como representante de la comunidad, aunque las palabras lleven el sello personal. Después de la liberación es necesario cumplir los fotos proferidos en momentos de angustia (v.14). Las víctimas que ofrecen son las propias de un príncipe o jefe de la colectividad: carneros y machos cabríos 18, que se ofrecían en acción de gracias o sacrificios pacíficos.

Dios escucha la súplica de los que a El se dirigen (16-20).
16 Vosotros todos cuantos teméis a Dios, venid y escuchad, y os contaré cuanto ha hecho por mí. 17 Le invocaré con mi boca, le cantaré himnos con mi lengua. 18 Si hubiera tenido iniquidad en mi corazón, no me hubiera escuchado el Señor. 19 Pero me oyó Dios y atendió a la voz de mi plegaria. 20 ¡Bendito sea Dios, que no desechó mi oración ni me negó su piedad!

La experiencia de haber sido salvado por Yahvé le fuerza a declarar su gratitud hacia El, para que los conciudadanos se acojan a El en los momentos de angustia. Públicamente, en la asamblea solemne, quiere relatar el beneficio recibido para que sirva de esperanza y estímulo a los que se hallen en similar situación. El v.18 parece sugerir que el que habla se refiere a una situación personal y no a la colectividad de un pueblo, ya que no tiene conciencia de culpabilidad moral, lo que no es concebible aplicado al pueblo prevaricador israelita de todos los tiempos. Dios le escuchó porque vio la sinceridad de su corazón; en ello se manifestó una vez más su piedad para con sus fieles.

1 Así Ewald. – 2 Cf. Exo 29:18; Num 7:173. – 3 Isa 37:20. – 4 Suponen que es de esta época Delitzsch, Kirkpatrick, Lesétre y Calés. – 5 Así opina E. Podkcharu, o,c., – 6 j.Galés, o.c., I 926. – 7 Cf. Sal 4:1; Sal 46:1; Sal 3:1. – 8 Bib. de Jér.: “Decid a Dios: Tú eres temible.” – 9 Cf. Sal 67; 96; 97; 98; ico. – 10 Bib. de Jér.: “temible por las gestas en favor de los hijos de los hombres,” – 11 Cf. Exo 13:173. – 12 Cf. Jos3:1s. – 13 Cf. 15 11:15; Sal 74:12; Sal 88:12. – 14 Cf. Sal 11:4; Sal 33:13-14; Sal 113:4-6; Sal 9:6-7, – 15 Para la metáfora comp. Sal 12:7; Sal 26:2; Isa 48:10; Zac 13:9. – 16 Cf. Isa 51:23. – 17 Cf. 1343:2. – 18 Cf. Num 7:173.

Fuente: Biblia Comentada

Aclamad … con alegría. Un clamor de lealtad y de homenaje, como en 1Sa 10:24.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este gozoso salmo comienza con una alabanza colectiva y luego se concentra en el culto individual. El salmista refiere algunos de los principales milagros en la historia de Israel y testifica que Dios ha sido siempre fiel en medio de graves aflicciones.

I. Himno colectivo de alabanza a Dios (Sal 66:1-12)

A. Por la gloria futura (Sal 66:1-4)

B. Por la anterior fidelidad (Sal 66:5-7)

C. Por la continua protección (Sal 66:8-12)

II. Cántico individual de alabanza a Dios (Sal 66:13-20)

A. Por medio de votos cumplidos (Sal 66:13-15)

B. Por la respuesta a la oración (Sal 66:16-20)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 66 (65): Salmo mixto compuesto por un himno de alabanza (Sal 66:1-7) y un canto de acción de gracias comunitario (Sal 66:8-12) que culmina con las palabras de reconocimiento del salmista tras su experiencia personal de la intervención salvadora de Dios. (Sal 66:13-20).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 98:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 66. Su Providencia … Mi Oracion

El movimiento de este Salmo desde la tierra (1) hasta mí (20) vía nos (10) no puede ser explicado con certeza. ¿Fue que un individuo prologó su ofrenda de acción de gracias (13-15) y testimonio (16-20) con un himno sobre la relación de Dios con el mundo (1-7) y con su pueblo (8-12)? ¿O fue el pueblo que llegó expresando su gratitud por haber sido liberado (12) y un individuo (¿el rey?) expresó lo que ellos tenían en su corazón (13-20)? Los antecedentes sólo pueden ser conjeturas pero el mensaje es claro.

Lo que el Señor hizo, históricamente, para su pueblo es la base de una invitación a todo el mundo (1-7). El mundo es convocado como si fuera a observar al Señor junto al mar Rojo, y luego sumarse a su pueblo en su regocijo en un Dios así y en no rebelarse contra él (5-7). La salvación que dio a algunos (Israel) es una invitación para todos (cf. 2 Cor. 5:18, 19) (“nosotros … el mundo”).
tratos del Señor con su pueblo en el presente han de ser entendidos a la luz de lo que hizo en el pasado (8-12). Sea cual fuere la prueba (10) que habían pasado ésta era como volver a repetir lo del mar Rojo: cuando cruzaron por el agua lo hicieron para salir a la libertad (12).
que pasar por nuestros sufrimientos de manera que se conviertan en oportunidad para testificar: los pueblos son convocados a bendecir a nuestro Dios por la preservación, la prueba, el profundo dolor y la liberación final y definitiva de su pueblo (8-12).
existe una iglesia aparte de quienes la componen, el individuo respondiendo espiritualmente con su dedicación (13-15), testimonio (16-19) y alabanza (20).
tratos providenciales de Dios con su pueblo brotan de su propia voluntad y hechos (10-12, seis verbos en segunda persona singular), pero la bendición que se manifiesta no llega sin oración (17) y santidad (18). No cabe duda que el Señor realiza sus más grandes y predeterminadas maravillas a través de las oraciones de su pueblo (Mal. 3:1; Luc. 1:13).

1-12 Alabanza mundial. La experiencia, pasada (1-7) y presente (8-12) del pueblo del Señor lleva a una invitación a todos a sumarse a la adoración, reconociendo primeramente que ha revelado quién es él (2, 4, nombre), y sus hechos y poder conquistador (3). 5-7 La experiencia del mar Rojo (6) data de siglos. El llamado, entonces, venid y ved, es deliberadamente imaginativo. Pero habiéndonos transportado al pasado, a aquel gran evento, podemos decir lit. “regocijémonos allí” (6c), como si estuviéramos de pie a la otra orilla, con el victorioso poder del Señor y sus temibles consecuencias (7; cf. Exo. 14:30, 31) de rebelión ante nuestros ojos. Pero Dios todavía está sobre su trono (8-12) y su pueblo tiene una experiencia actual para compartir: Dios está decidido a hacerle bien a su pueblo (9, lit. “Nos ha designado a la vida”); impone sufrimientos con propósito (10) en el sentido de que es probado para comprobar su calidad y purificado para comprobar su pureza; él determina todas nuestras experiencias, por más temibles que sean (11, 12). Cuando la vida nos aprisiona (red), cuando las presiones aumentan (apretura), cuando la gente es atrozmente cruel (cabalgarán encima), cuando una circunstancia amenazante se sucede a otra (fuego … agua); es todo la obra personal de él: nunca estamos fuera de la mano de nuestro Padre (Juan 10:29; 1 Cor. 10:13), el Dios de la abundancia definitiva (12; 2 Cor. 4:16-5:1; Apoc. 7:9-17).

13-20 Alabanza individual. La experiencia individual de dedicación (13-15), oración (17), santidad (18) y oración contestada (19) provee un testimonio para la iglesia (16). El momento de dificultad (14, cf. 10-12) era encarado haciendo votos al Señor, votos que ahora eran cumplidos simbólicamente con los holocaustos (13): la ofrenda que nada se reserva (Gén. 22:2, 12). Pero un voto así no es que se quiera negociar con Dios y cuando sucedió la liberación, no era que Dios estuviera cumpliendo su parte del trato sino una respuesta a la oración. La verdadera oración expresa nuestra oración verbalmente (17, con mi boca), está siempre lista para alabar (17, con mi lengua, “en la punta de la lengua”), y requiere el contexto de un corazón puro (18): la determinación de no “dar lugar en mi corazón al pecado”. A su vez, la oración contestada fluye hacia el exterior en alabanza (20) porque es viva prueba de que su misericordia no se ha lit. “apartado” de mí.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

66.5-7 El escritor recordaba la famosa historia cuando Dios rescató a los israelitas dividiendo en dos el Mar Rojo. Dios salvó a los israelitas entonces y sigue salvando a su pueblo en la actualidad.66.10-12 De la misma manera en que el fuego refina la plata en el proceso de fundición, las pruebas refinan nuestro carácter. Nos proporcionan una sabiduría nueva y mucho más profunda para nuestra vida, ayudándonos a discernir la verdad de la falsedad y nos capacita con la disciplina necesaria para llevar a cabo lo que sabemos que es bueno. Sobre todo, estas pruebas nos ayudan a darnos cuenta de que la vida es un regalo de Dios que debe apreciarse, no un derecho que debe darse por concedido.66.13-15 La gente a menudo hace pactos con Dios, diciendo: «Si me curas (o me liberas de este caos), te obedeceré por el resto de mi vida». Sin embargo, en cuanto se recupera, a menudo se olvida del voto y vuelve a surgir su viejo estilo de vida. Este escritor hizo una promesa a Dios, pero recordó la promesa y pagó su voto. Dios siempre cumple sus promesas y quiere que sigamos su ejemplo. Sea cuidadoso en cumplir lo que haya prometido.66.18 Constantemente debemos confesar nuestros pecados debido a que seguimos haciendo el mal. Pero la confesión requiere que escuchemos a Dios y deseemos dejar de hacer lo que no le agrada. David confesó su pecado y oró: «Líbrame de los [errores] que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias» (19.12, 13). Si nos negamos a arrepentirnos, si abrigamos y acariciamos ciertos pecados, se levanta un muro entre nosotros y Dios. Quizás no podamos confesar todos los pecados que cometimos, pero nuestra actitud hacia la vida debe ser de confesión y obediencia.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “[Gentes de] toda la tierra.” Lit.: “oh toda la tierra”, con un verbo en pl. Compárese con 1Re 10:24, n: “Tierra”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2121 Sal 33:1; Sal 98:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 66 Este Salmo es un himno de alabanza (vers. 1-12) y un canto de acción de gracias (vers. 13-20). El himno de alabanza tiene dos partes: 1) Pide a toda la tierra que alabe las obras portentosas de Dios (vers. 1-4), y 2) da una descripción de esas obras portentosas (vers. 5-12). El canto de acción de gracias incluye: 1) La ofrenda del rey de un holocausto prometido (vers. 13-15), y 2) las palabras de alabanza que lo acompañan (vers. 16-20). Este canto que celebra la liberación del salmista, es parte de un himno nacional que también celebra la liberación del pueblo siendo además parte de un himno internacional que celebra la soberanía universal de Dios. La audiencia primero escucha al coro internacional (vers. 1-4), después el coro de Israel (vers. 5-12), y finalmente el solo del salmista (vers. 13-20).

Fuente: La Biblia de las Américas

Para celebrar alguna liberación nacional, el salmista llama a toda la tierra a alabar a Dios (vv. Sal 66:1-12) y, como representante de la nación, ofrece sacrificios de alabanza (vv. Sal 66:13-15) y exhorta al pueblo a orar y alabar (vv. Sal 66:16-20).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

SALMO 66 (65)[3] La grandeza de tu poder desmentirá a tus enemigos.[7] Pues no quedarán impunes. El dominio universal de Dios es la razón para que todas las naciones lo alaben.

Fuente: Notas Torres Amat