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Comentario de Salmos 68:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 68:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Salmo de David. Cántico) Dios se levantará, y se dispersarán sus enemigos; huirán de su presencia los que le aborrecen.

Año 1042 a.C. (Título) Esta magnífica y verdaderamente sublime oda se piensa fue compuesta por David, y cantada cuando se trasladó el Arca desde Kiriat-jearim.

Levántese Dios. Sal 7:6, Sal 7:7; Sal 44:26; Sal 78:65-68; Sal 132:8, Sal 132:9; Núm 10:35; 2Cr 6:41; Isa 33:3; Isa 42:13, Isa 42:14; Isa 51:9, Isa 51:10.

sean esparcidos sus enemigos. Sal 68:14, Sal 68:30; Sal 59:11; Sal 89:10; Isa 41:15, Isa 41:16; Eze 5:2; Eze 12:14, Eze 12:15; Dan 2:35.

los que le aborrecen. Sal 21:8; Éxo 20:5; Deu 7:10; Jua 14:23, Jua 14:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Una oración en el traslado del Arca, Sal 68:1-3.

Una exhortación para alabar a Dios por sus favores, Sal 68:4-6;

por su cuidado hacia el pueblo, Sal 68:7-18;

por sus grandes obras, Sal 68:19-35.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

se basa en parte en el cántico de Débora de Jue 5:1-31. Habla con gran energía de la gloria de Dios. El primero y el último versículo del salmo (vv. Sal 68:1, Sal 68:35) capturan su esencia. El título se refiere a él como un «salmo» y un «cántico», indicando su naturaleza musical. La estructura del salmo es la siguiente:

(1) un llamado a Dios para que se alce en juicio contra los impíos (vv. Sal 68:1-3);

(2) un llamado para que el pueblo de Dios lo alabe por sus maravillas y bondades (vv. Sal 68:4-6);

(3) un resumen de las obras de Dios en favor de su pueblo (vv. Sal 68:7-14);

(4) una celebración de la ciudad de Dios y sus obras de salvación (vv. Sal 68:15-20);

(5) una anticipación de la victoria final de Dios sobre todos sus enemigos (vv. Sal 68:21-27);

(6) una anticipación del culto de Dios por los pueblos de la tierra (vv. Sal 68:28-35).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Levántense … huyan: La presencia de los impíos en la tierra es un ataque a la santidad de Dios y una constante amenaza para los justos. Sólo la misericordia de Dios lo impulsa a retardar su juicio (Sal 75:2). Pero cuando Dios despierte, sus enemigos serán dispersados; desaparecerán como humo.

Mas los justos se alegrarán: La alegría de los justos será grande cuando el mal llegue a su fin (Sal 58:10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LEVÁNTESE DIOS. Este salmo, que exalta el gobierno y el cuidado de Dios de su pueblo Israel y su victoria sobre sus enemigos, pudiera prefigurar

(1) la destrucción por parte de Cristo del mal y del maligno en los postreros tiempos, y

(2) el triunfo de todos los creyentes en Cristo, cuando se alegren eternamente en la presencia de Dios (Apo 19:1-21; Apo 20:1-15; Apo 21:1-27).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 68 (Vg 67): Canto Triunfal: Las Gestas de Yahve.
E ste salmo tiene un marcado sello de himno de alabanza y de acción de gracias de índole colectiva y nacional, y parece haber sido compuesto con motivo de la liberación de una situación crítica del pueblo, oprimido por una potencia extranjera. El pensamiento fluctúa entre lo épico y lo lírico, y, así, tan pronto se presenta a Yahvé como Guerrero libertador, como Señor de la naturaleza que protege a su pueblo a través de la historia. El Dios de Israel habita en el santuario y desde allí dispensa su protección a los desvalidos. Los pensamientos se suceden de modo heterogéneo, sin que falten las perspectivas mesiánicas al anunciar la venida de las naciones extranjeras ante Yahvé. Parece que restarnos en presencia de un himno con ocasión de la liberación de deportados o prisioneros; se celebra a grandes rasgos la historia del pasado de Yahvé en relación con la vida de Israel, y se apela a su historia futura, su triunfo sobre las naciones hostiles y aun su glorificación por los reinos de la tierra en general 1.
Desde el punto de vista de interpretación, este salmo es quizá el más oscuro y heterogéneo del Salterio: desconexión del pensamiento de no pocos versículos, alusiones d. hechos desconocidos, expresiones oscuras sumamente originales y peregrinas. Por eso no es fácil captar el sentido literal inmediato de no pocas secciones, y las hipótesis interpretativas se multiplican con cada autor. Λ Dios se le designa con los nombres de EIohim, El, Yahvé, Yah, Adoiiai, Shadday, lo que acentúa la complejidad del origen literario de esta composición salmódica. Algún autor lo ha definido como “un salmo al estilo de Débora, moviéndose sobre la más alta cima del sentimiento y de la presentación lírica. La dicción es atrevida y tan idiomática, que no se encuentran menos de trece palabras no usadas fuera de aquí.” 2
No obstante, podemos seguir el sentido general. Parece ser un canto procesional – en estilo de oda triunfal – -en torno al santuario de Jerusalén. Por eso se ensalza a Yahvé, que ha preferido el monte de Sión para habitar en él a otras montañas más elevadas, como las de Basan. Desde el punto de vista rítmico literario, podernos distinguir dos partes – una relativa al pasado y otra referente al presente y al futuro -, incluyendo cuatro estrofas.
Aunque en el título se asigne este salmo a David, sin embargo, son pocos los autores que mantienen la paternidad davídica del mismo. Se supone la existencia del templo. Por ciertas afinidades conceptuales con la segunda parte del libro de Isaías, no pocos críticos modernos infieren que esta composición es postexílica, de los tiempos de la opresión seléucida, y así creen que fue compuesta con motivo de la repatriación de los judíos de Egipto en tiempos de Ptolomeo Filadelfo (285-274 a.C.), y3 aun otros rebajan la época de composición a los tiempos macabaicos: se aludiría a la liberación de los judíos llevados en cautividad a Galaad en tiempo de Judas Macabeo (año 164 a.C.)4. Una tercera posición es la de los que suponen que el salmo es de origen davídico, pero que fue aumentando progresivamente por exigencias del culto litúrgico, con nuevas adiciones poéticas más o menos en consonancia con el esquema primitivo general del salmo5.

Preludio: La manifestación victoriosa de Yahvé (1-3).
1 Al maestro del coro. Salmo de David. Cántico 6. 2 ¡Alzase Dios! Se dispersan sus enemigos y huyen a su vista los que le odian. 3 Se desvanecen como se desvanece el humo; como al fuego se funde la cera, perecen los impíos ante la presencia de Dios.

Al iniciarse la solemne procesión, el poeta declara el poder absoluto dé Dios sobre sus enemigos, que son los del pueblo de Israel. En realidad, este pensamiento está calcado sobre las palabras que repetía Moisés al ponerse en marcha el arca de la alianza por el desierto: “Levántate, Yahvé; dispérsense tus enemigos y huyan ante ti los que te aborrecen.”7 Las palabras del salmista pueden entenderse en sentido optativo, como traducen no pocos comentaristas 8. La historia de Israel es la historia de los triunfos de Yahvé sobre sus enemigos. Estos no han podido resistir ante el empuje del Omnipotente. Con metáforas muy realistas expresa el poeta la débil resistencia que oponen a Yahvé: se desvanecen como humo y se derriten como cera al fuego 9.

La protección de Dios sobre los desvalidos (4-7).
4 ¡Alégrense, por el contrario, los justos y exulten, salten de de júbilo en presencia de Dios! 5 Cantad a Dios, ensalzad su nombre, allanad el camino al que viene cabalgando por el desierto: Yahvé es su nombre; exultad ante El. 6 El padre de los huérfanos, el defensor de las viudas, es Dios en su santo tabernáculo. 7 Dios, que da casa a los desamparados, que pone al libertad a los cautivos. Sólo los rebeldes se quedarán al seco.

El poder omnímodo de Yahvé debe ser causa de confianza y alegría para los justos que le son fieles. Nada deben temer, y, al contrario, todo lo pueden esperar del que les dispensa su protección con amplia generosidad. Son los amigos de Dios, y, en consecuencia, deben alegrarse por los triunfos de la justicia divina, manifestada en el castigo sobre los que viven fuera de la Ley. Yahvé se ha manifestado a través de la historia acompañando a su pueblo por las estepas del Sinaí; por eso, el poeta invita a los temerosos de Dios a preparar el camino del que avanza majestuoso en cortejo triunfal, cabalgando por el desierto (v.5). En Isa 40:3 se invita a abrir una gran avenida por el desierto para que pase el cortejo solemne de Yahvé con sus exilados de Babilonia, que vuelven alegres a su patria 10, Aquí el salmista habla en sentido metafórico e invita a los fieles a Yahvé a vivir conforme a su Ley, preparando así el nuevo advenimiento espiritual del Omnipotente al santuario de Jerusalen. Y con todo énfasis declara el nombre de su Dios: Yahvé, el tetragrammaton misterioso que había sido revelado a Moisés en las estepas del Sinaí, y que resumía la protección que en los días del éxodo había dispensado a su pueblo; las gestas de Yahvé en el pasado son una garantía y una prenda de su nueva intervención en favor de los que le son fieles en medio de una sociedad hostil y materializada n.
Pero Yahvé no sólo es el Dios de las grandes gestas en favor de su pueblo, sino el Padre amoroso que se preocupa de los desvalidos: los huérfanos y las viudas (v.6) 12. Prueba de su solicitud por los humildes y desamparados es su presencia habitual en su santo tabernáculo de Jerusalén, desde donde atiende a las súplicas de sus fieles necesitados 13. Yahvé es la única protección para los desamparados, a los que otorga casa, a la par que da la libertad a los cautivos. Su solicitud abarca a todos los menesterosos; sólo los que le son rebeldes quedan a la intemperie, desamparados de toda protección (v.7). Esta providencia especial que Yahvé tiene de los individuos necesitados la tiene también de Israel como colectividad; en los grandes momentos críticos, la omnipotencia divina ha estado al servicio de los intereses del pueblo elegido, liberándolos de Egipto, estableciéndolos en Canaán y, finalmente, libertándoles de la cautividad babilónica.

Las gestas de Yahvé en la estepa del Sinaí (8-11).
8 ¡Oh Dios! Cuando tú salías a la cabeza de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto, Selah, 9 tembló la tierra, y los cielos se derritieron; tembló el Sinaí ante Dios, el Dios de Israel. 10 Tú hacías llover, ¡oh Dios! una lluvia generosa sobre tu heredad, y cuando ésta desfallecía, tú la sostenías. 11 Tu familia habitó en ella; tú preparaste, ¡oh Dios! tus bienes a los menesterosos.

El poeta pasa revista a la historia accidentada de Israel y alude a las teofanías del Sinaí y a la entrada en Canaán con palabras tomadas del canto de Débora: “Cuando tú, ¡oh Yahvé! salías de Seir, cuando subías desde los campos de Edom, tembló ante ti la tierra; destilaron los cielos, y las nubes se deshicieron en agua; derritiéronse los montes a la presencia de Yahvé, a la presencia del Dios de Israel.” 14 La presencia sensible de Yahvé en medio de su pueblo durante las etapas duras del Sinaí fue la razón de su triunfo; y sus teofanías, acompañadas de conmociones atmosféricas, testificaban al pueblo su superior grandeza sobre los supuestos dioses de los otros pueblos 15. Y no sólo le conducía por tierras inhóspitas, sino que le proporcionaba el maná – y las codornices la lluvia generosa – que habían de alimentar a su heredad 16. Y su providencia se extendió hasta asentar a Israel – su familia – en Canaán, donde los israelitas menesterosos encontraron los bienes prometidos por su Dios (v.11).

La conquista gloriosa de Canaán (12-15).
12 Da su voz cíe mando el Señor: vienen en tropel los Cortadores cíe buenas nuevas: 13 “Huyen los reyes de los ejércitos, huyen; aun la mujer casera participa en el botín.” 14 Y mientras vosotros reposáis entre los oviles, las alas de la paloma se han cubierto de plata, y sus plumas, de oro brillante. 15 Al dispersar el Omnipotente por ella a los reyes, cayó la nieve sobre el Selmón.

El salmista alude ahora a determinados hechos gloriosos de armas que nos son desconocidos. Sus expresiones parece que están calcadas sobre las victorias antiguas de Débora y Barac en tiempo de los jueces 17. Al dar Yahvé la voz de mando, al punto vienen los mensajeros con las buenas nuevas de la victoria: los reyes huyen desordenadamente, y el botín es tan abundante que hasta la mujer casera toma parte en la recogida del botín 18. El poeta se encara ahora con los israelitas cobardes que no han querido tomar parte en la batalla – como en otro tiempo las tribus de Rubén, Gad, Dan y Aser no quisieron luchar con Débora y Barac 19 -, y les dice irónicamente: mientras reposáis en los oviles (como bestias indolentes y sin ilusiones de gloria), los mejores representantes de Israel – la paloma, designación cariñosa que aparece en Sal 75:19 – se han vuelto cargados de botín: sus alas se han cubierto de plata, y sus plumas, de oro brillante (v.14) 20. La valentía de los aguerridos israelitas fue premiada con la intervención del Omnipotente, que dispersó a los reyes, haciendo caer copiosa nieve sobre el Selmón, nombre que se da a un monte cerca de Siquem 21, aunque quizá sea una cima de la cordillera del Haurán 22. Tal vez el poeta aluda a la victoria sobre Og, rey de Basan, en la TransJordania septentrional 23.

La colina de Sión, elegida por Yahvé (16-19).
16 Monte de Dios es el monte de Basan; montaña rica en cumbres la montaña de Basan. 17 ¿Por qué miráis con envidia, montes encumbrados, al monte que eligió Dios para morada suya, en el que por siempre habitará Yahvé? 18 Los carros de Dios son millares de millares; viene entre ellos Yahvé del Sinaí a su santuario. 19 Subiste a lo alto, apresando cautivos, recibiendo hombres como presentes, aun a los rebeldes contra la morada de Yahvé Dios.

A pesar de que en Basan estaban las cumbres más elevadas, Yahvé no las escogió como morada permanente suya, sino que fijó los ojos en la modesta colina de Sión. El monte Hermón, cubierto de nieves, es la cima más alta de los montes de Basan, y domina todo el panorama de Palestina y TransJordania. Su majestad parece en consonancia con las exigencias de la majestad divina, y, sin embargo, Yahvé no puso los ojos en él para establecer su tabernáculo 24. Por su elevación excepcional se le llama monte de Dios 25. El salmista, con gran belleza poética, presenta a las cimas de Basan envidiosas de la situación privilegiada de la modesta colina de Sión, donde mora Dios (v.17). Pero la elección de Yahvé es irrevocable: allí habitará por siempre.
Yahvé ha entrado triunfalmente como un guerrero en el monte de Sión, escoltado de un ejército de millares. Su marcha desde el Sinaí no ha podido ser más triunfal; los vencidos son sin número, pues sometió a los recalcitrantes y rebeldes – cananeos y jebuseos – que se oponían al establecimiento de Yahvé en la colina de Sión (v. 19)

Yahvé, vengador de los enemigos de Israel (20-24).
20 Bendito sea todos los días el Señor; El lleva nuestra carga, es el Dios de nuestra salvación. Selah. 21 Dios es Dios nuestro para salvar, y a Yahvé, nuestro Señor, pertenecen las salidas de la muerte, 22 pues Dios rompe la cabeza a sus enemigos y el cráneo cabelludo al que persiste en su maldad. 23 Dijo el Señor: “Haré volver de Basan, yo haré volver de las profundidades del mar, 24 para que puedas lavar tus pies en la sangre, y que la lengua de tus perros tenga parte en los enemigos.”

Poro la protección de Dios sobre su pueblo no pertenece sólo al pasado, sino que se muestra con viveza en la actualidad, pues en todo momento es el Dios de salvación de los que le son fieles. En realidad, sólo El tiene poder sobre la muerte, y por eso, en los momentos de máximo peligro, sabe encontrar las salidas de la muerte, la liberación 26.
Nadie se puede oponer a Yahvé, que, como un guerrero indómito, es capaz de abatir a los enemigos más fuertes (v.22) 27. Aunque éstos se refugiaran en lo más tupido de los montes de Basan o en las profundidades del mar, Yahvé los haría reaparecer para que su pueblo pudiera lavar sus pies en la sangre 28. La expresión es feroz, conforme a la mentalidad vengativa del A.T., cuando aún no habían aparecido las claridades de amor del mensaje de Cristo. El estadio de revelación del A.T. es sumamente imperfecto, y por eso algunas expresiones radicales de los hagiógrafos chocan con nuestra sensibilidad cristiana superior; pero debemos medirlas a la luz del genio extremista oriental, propenso a la hipérbole y a la frase descarnada, y teniendo en. cuenta el estadio imperfecto de la revelación. Para los hagiógrafos, los enemigos de Israel son los enemigos de Dios, y por eso, llevados del celo de la justicia divina, ansian no pocas veces que ésta descargue despiadadamente sobre los que se oponen a los designios de Yahvé sobre su pueblo 29.

La descripción de la solemne procesión (25-28).
25 Aparece tu cortejo, ¡oh Dios! el cortejo de mi Dios, cíe mi Rey, en el santuario. 26 Preceden los cantores, detrás los músicos, en medio las vírgenes con címbalos. 27 Bendecid a Dios en las asambleas, al Señor de la fuente de Israel30. 28 Allí está Benjamín, el más joven, a la cabeza; allí los príncipes de Judá en muchedumbre, allí los príncipes de Zabulón y los de Neftalí.

El salmista ahora se entusiasma ante la marcha solemne de la procesión en honor del Dios que les ha dado la victoria en tantas ocasiones: cantores, músicos y coro de vírgenes contribuyen al esplendor de la manifestación religiosa. Todas las principales tribus tienen su representación: desde la más pequeña – Benjamín – hasta la más numerosa y cargada de gloria – Judá -, sin que falten las más septentrionales, como la de Zabulón y la de Neftalí. Las dos primeras representan las meridionales, mientras que las otras dos las septentrionales; quizá sean mencionadas por su heroico comportamiento, relatado en el cántico de Débora, del que depende en gran parte este salmo 31.

Súplica por el advenimiento de los tiempos mesiánicos ( 29-32 ).
29 Manda, oh Dios! conforme a tu poder; confirma, ¡oh Dios! lo que has hecho por nosotros. 30 Por tu templo en Jerusalén, te ofrecerán dones los reyes. 31 Espanta a las fieras del cañaveral, la manada de los toros con los novillos de los pueblos; prostérnense con barras de plata; dispersa a los pueblos que se deleitan en la guerra. 32 Vendrán príncipes de Egipto, y Etiopía se apresurará a presentar sus manos a Dios.

El glorioso pasado debe ser confirmado en el presente y en el futuro, ya que el poder de Dios siempre es el mismo. En la mente de todos los fieles israelitas está la esperanza de los tiempos mesiánicos; por eso le pide que acelere el cumplimiento de las antiguas promesas. Su presencia en el templo es una garantía de que no abandonará a su pueblo. El salmista pide en nombre del pueblo que Yahvé haga frente a los enemigos de Israel, espantando a la fiera del cañaveral – el hipopótamo, símbolo de Egipto, opresor del pueblo elegido 32 – y a los toros o príncipes que se oponen con sus auxiliares – novillos – al cumplimiento de las antiguas promesas sobre Israel (v.3À) 33. Según éstas, todos los príncipes extranjeros deben ser vasallos del pueblo elegido, y, por eso, el poeta desea que se presenten, en señal de acatamiento, con ofertas cuantiosas de barras de plata, y que desaparezcan todos los que mueven la guerra, comprometiendo la existencia del pueblo de Israel. Llevado de! entusiasmo de los vaticinios mesiánicos, el salmista anuncia la llegada de los príncipes de Egipto y de Etiopía, que se presentan como vasallos al Dios de Jerusalén 34.

Invitación a todos los pueblos a rendir homenaje a Dios (33-36).
33 Reinos de la tierra, cantad a Dios, entonad salmos al Señor. Selah. 34 Al que cabalga sobre los cielos eternos, al que hace oír su voz, su voz potente. 35 Dad a Dios el poder; su majestad está sobre Israel, y su poder sobre las nubes. 36 Eres terrible, ¡oh Dios! en tu santuario. Es el Dios de Israel, el que da a su pueblo poder y fuerza. ¡Bendito sea Dios.

El salmo procesional se termina con una invitación a todos los reinos a asociarse al reconocimiento del único Dios, que habita en Jerusalén, en medio de su pueblo, pero que a la vez es el mismo que cabalga sobre los cielos eternos y en las tormentas hace oír su potente voz 35. Con todo, su providencia se extiende a toda la historia de Israel, mostrando su majestad y poder sobre los enemigos. Es terrible en sus manifestaciones punitivas, pero, al mismo tiempo, es el sostén y poder de su pueblo en los momentos difíciles y críticos de la historia.

1 E. Podechard, O.C., I p.295. – 2 Es la opinión de Delitzsch. – 3 Cf. fl. Josefo, Arit. lud. XII 1.6-9; Contra Apió I 210; 11 45- – 4 Cf. 1 Mac 5:1s. – 5 Es la opinión de Calés, siguiendo a Kirkpatrick. – 6 Sobre los títulos véase com. a 4:1; 3:1; 46:1. – 7 Núm 10:35. – 8 Así traducen la Bib. de Jér. y Podechard. – 9 Cf. Sal 37:20; Sal 102:4; Müj 1:4; Sal 97:5. – 10 Cf. Isa 57:14; Isa 62:10. – 11 Cf, Kx 15:3. – l2 Cf. Exo 22:22s; Mal 3:5; Isa 1:17.23, – 13 Cf. Jer 25:30; Zac 2:13; 2 Par 30,27-• – 14 Cf. Jue 5:4-5. – 15 Cf. Exo 19:16s; Sal 18:6s; Hab 3:33. – 16 Cf. Exo 15:17; Jer 2:7. – 17 Cf. Jue 5:1s. – 18 Cf. Jue 5:30; 2Sa 1:24. – 19 Cf. Jue 5:16-18. – 20 Hemos traducido así según el TM; es sustancialmente la versión de la Bib. de Jér. y de Podechard. – 21 Cf. Jue 9:14. – 22 Ptolomeo cita un monte llamado Asalmonos en el Haurán. – 23 Cf. Num 21:33-35; Dt 3.1-n; Sal 135:10-11; Sal 136:20. – 24 Cf. Sal 78:68; 87:Sal 1:2-5; Sal 125:1; Sal 132:13. – 25 Cf. Sal 36:7; Sal 80:11; 1Cr 12:22. – 26 Cf. 1Co 10:13. – 27 La expresión cráneo cabellado es sinónimo de cabeza; es la expresión paralela a la de “cabezas negras” de los textos cuneiformes para designar a los hombres. – 28 Cf. Sal 58:11; 1Re 21:19; 1Re 22:38. – 29 El poeta pone en boca de Dios el pensamiento que quiere expresar, pero esto es un artificio literario para dar más viveza al lenguaje. – 30 Algunos autores, leyendo mimmqora e (i) en vez de mimmmqore(l), traducen: “elegidos.” – 31 Cf. Jue 5:14-18. – 32 Cf. Job 40:15-24 – 33 Cf. Jer 46:20-21; Eze 39:18. – 34 Cf. Isa 11:11; Jer 44:1.15; Eze 29:14; Eze 30:14; Isa 18:7; Isa 19:21-22; Isa 45:14; Isa 60:3-7; Sof 3:9-10; Zac 14:16-19. – 35 Cf. Deu 33:26; Sal 46:5; Sal 39:28.

Fuente: Biblia Comentada

Levántese Dios. La primera oración en este salmo es esencialmente la misma que en Núm 10:35. Era quizás una fanfarria de palabras anunciando el movimiento del arca del pacto (cp. vv. Sal 68:24-27; también 2Sa 6:12-15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este exuberante salmo incluye oración, alabanza, acción de gracias, recordatorio histórico e imprecación. Se ufana en Jehová Dios por el cuidado de su pueblo y su majestad en el universo. La redacción de este salmo puede haber procedido de la jubilosa restauración del arca del pacto a Jerusalén de mano de David (cp. 2Sa 6:12-15).

I. Una fanfarria de elogios (Sal 68:1-6)

II. Una reflexión sobre la fidelidad (Sal 68:7-18)

III. Una aclamación de majestad (Sal 68:19-31)

IV. Una invitación a la alabanza (Sal 68:32-35)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 68 (67): Himno a Dios que, desde el Sinaí hasta Sión, marcha victorioso al frente de su pueblo protegiéndolo con su poder y derrotando a los enemigos. Su triunfo se celebra con una procesión litúrgica hacia el Templo de Jerusalén en la que participa toda la asamblea y a la que se suman los pueblos extranjeros. Este salmo, que acumula un amplio abanico de motivos de alabanza relacionados con la majestad y el poderío de Dios, posee reminiscencias del canto de Moisés (Éxo 15:1-27) y del canto de Débora (Jue 5:1-31). Asimismo, subyacen elementos mitológicos de origen cananeo a los que se les otorga un sentido nuevo.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— huyen de su presencia: Posible alusión al rito de levantamiento del Arca que, según Núm 10:35, Moisés acompañaba con las palabras que se recogen en este verso.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Núm 10:35; Isa 33:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 68. Desfile: Una Marcha de Recuerdos y Expectaciones

Al repetir (1) Núm. 10:35, el Salmo recuerda la marcha hacia adelante de Israel desde el Sinaí hacia Canaán (1-3). Los que marchaban eran los cautivos (6) a quienes el Señor guió desde Egipto y para quienes es él ahora padre y juez en su viaje por el desierto (4-6). Son ellos a quienes él trae a la abundante lluvia de Canaán (7-10) donde esparció … a los reyes (14), anunciando su victoria para que gentes gozosas la anuncien en otros países (11-14). Dentro de Canaán también (para disgusto de montes más majestuosos), escogió el monte Sinaí y ascendió triunfante (15-18), como el Dios que salva a su pueblo y destruye a sus enemigos (19-23). Pasando así a su trono en medio de líneas de muchachas tocando tamboriles y acompañado de cantores e instrumentistas y de representantes de su pueblo en presencia de la gran congregación ofreciendo su alabanza (24-27). En oración piden a Dios que todo el mundo se someta a él (28-31) y, con gran visión, convocan a todo el mundo a sumarse a la alabanza (32-35).

Pero hay más aquí que una marcha en el recuerdo. Podemos notar la descripción dramática de marchas triunfales de verdad (24) que podríamos identificar con la ocasión cuando David llevó el arca al monte de Sion (2 Sam. 6:12-16; 1 Crón. 15:1-28).

1 Dios se levantará, etc. la oración del pasado convirtiéndose en una afirmación del futuro. 2 Humo … cera. Respectivamente lo que es insustancial y vulnerable. Así son los enemigos del Señor delante de él, por más invencibles que nos parezcan a nosotros. Impíos. En sus victorias el Señor es siempre motivado por consideraciones morales, actuando desde su santidad, no por favoritismo a su pueblo (cf. 21; Gén. 15:16). 4 Preparad camino, “construyan un camino para él” (Isa. 40:3). Van marchando de manera que van creando un camino para que el Señor marche entre ellos. Sobre las nubes enmienda el texto heb. a la luz de 18:9, 10 y paralelos paganos pero, lit. “a través de los desiertos” va mejor en esta estrofa: el gran Jinete del desierto ha llegado para brindar su amoroso cuidado a su pueblo en el desierto (Deut. 2:8; 8:15). 5 Cf. 10:14; 146:9; Exo. 22:22-24; Deut. 10:18. 6 Cautivos, los que fueron librados de la “casa de esclavitud” (Exo. 20:2). Rebeldes, Núm. 14:9, 22 y 23; 26:64 y 65; Deut. 2:14-16. No sólo para sus enemigos (2, 21) sino también para su pueblo, el Señor es el Dios santo que demanda obediencia e impone sus disciplinas. 7, 8 Cf. Jue. 5:4, 5. El Sinaí se caracterizaba por las manifestaciones naturales que reflejan la grandiosidad del Señor (Exo. 19:16-18), pero el Dios del Sinaí utiliza su creación también para la providencia más bondadosa que es la abundante lluvia (Deut. 11:10-12). Contraste las sequedades (6) con la posesión que reanimaste (9), los destinos del desobediente y obediente, respectivamente (Hech. 3:19; 5:32). 11 El Señor … hueste … buena nueva. Como el Comandante en Jefe (2 Sam. 18:19 ss. el Señor anuncia su victoria y, como en Exo. 15:20, 21; 1 Sam. 18:6, lit. “grande era la multitud de mujeres contando las buenas nuevas”.

12 Reyes (Jos. 12:7-24). En su casa las mujeres o “ella que se quedó en casa” (cf. Jue. 5:28-30). 13 Recostabais entre los rediles, los que guardaban la casa, pero que no estaban “de guardia”; alternadamente “entre las alforjas”, como un asno abrumado por el peso que lleva: oprimidas por las demandas de la ocasión; o “junto al fuego”, las mujeres cuidando de su hogar. Hasta tal punto es la victoria obra del Señor que ni el descanso, ni el agotamiento, ni la falta de participación humana puede incidir sobre los resultados. Paloma, considérese una referencia al pueblo del Señor a quien él adorna con plata y oro tomado del botín obtenido por la victoria alcanzada sin el esfuerzo del pueblo. O el v. 13 puede ser una referencia poética al rico botín mismo. 14 Salmón … nieve. ¿Significa esto que el Señor esparció a los reyes como nieve en el viento? ¿O utilizó el Señor una tormenta de nieve para asegurar la victoria? (cf. Jos. 10:11; Jue. 5:21). ¿O era que los deshechos de la batalla eran tan tupidos que eran como nieve que cubría la tierra? Salmón (ver Jue. 9:48). La expresión puede ser un proverbio cuyo significado es ahora incierto. 15-17 El monte de Basán puede parecer más imponente, pero no se puede comparar con la grandeza de Sion que consiste en haber sido la elección, la presencia y el poder del Señor (16, 17). Sinaí … santuario. El Sinaí fue el escenario de una manifestación grandiosa del Señor (Exo. 19). Cuando llega a Sion, entonces, lit. “Sinaí está en el lugar santo”: Todos los valores y las realidades del Sinaí residen ahora en Sion. (Cf. 1 Cor. 3:16; 6:19; Ef. 2:19-22; 3:16-19.)

18 Subiste … tributos … hombres. Al final de la larga marcha por el desierto y el arduo trabajo de la conquista, el Señor victorioso viene triunfalmente a Sion. Ha llevado lit. “cautiva a la cautividad” (cf. Jue. 5:12). O sea que ha tomado como cautivos a los que tenían cautivo a su pueblo. Hombres … aun de los rebeldes reconocen la victoria del Señor dando sus tributos. Podríamos, sin embargo, traducir: “ … obsequios, a saber, personas -¡para colmo rebeldes!- a fin de que el Señor pueda fijar su residencia”, o sea los rebeldes han sido conquistados por el Señor, quien hizo esto para poder morar entre ellos (Exo. 29:46; 2 Cor. 6:16). 19, 20 Cuando Pablo usó el v. 18 para referirse a la ascensión del Señor Jesús (Ef. 4:8) incorporó lo que los vv. 19 y 20 dicen sobre la bondad de Dios hacia su pueblo adaptando la cita para decir “dio dones”. Lleva … (Isa. 46:1-3) el Señor … muerte, posiblemente “Al Señor soberano le pertenecen las salidas que son de la muerte”. La muerte celosamente vigila las puertas que mantienen adentro a los prisioneros, ¡pero aun las puertas pertenecen al Señor! 21-23 Con típico realismo se describen los resultados de la victoria, pero haciendo notar que cuando el Señor aplasta “la cabeza” de sus enemigos y da a su pueblo los frutos de la conquista, todo se justifica por razones morales (21, 23). Nosotros que sufrimos de atrofia moral, que tenemos poca capacidad de verdadera indignación moral, que siempre estamos listos para contemporizar en lo moral, no sabemos lo que el pecado realmente es, cómo lo ve y cómo ofende a un Dios santo y cuán justa es la retribución aparentemente más salvaje. Volver … volver. La referencia puede ser a lo inevitable que será que los enemigos del Señor, queriendo escapar, serán ajusticiados, o la constancia con que el Señor trae de vuelta a su pueblo aun si sus enemigos procuran desheredarlos. 24-27 Tamboriles (Exo. 15:20; Jue. 11:34; 1 Sam. 18:6, 7). Benjamín, etc. Dos tribus del sur y dos del norte sugieren poéticamente todas las tribus del pueblo del Señor. 28-31 Al avanzar la procesión y luego subir al monte de Sion, recapitula para los que marchan y los que observan toda la larga marcha de la historia de Israel y la gracia y el poder del Señor. Ahora la gran congregación se dispone a orar que el Señor pruebe ser el mismo manifestando su poder (26-28) y su gracia (templo, 29a), para lograr la sumisión del mundo (29-31). Fiera … cañaveral, Egipto ubicado junto al Nilo. Toros … becerros, representan respectivamente poder y liderazgo, subordinación y seguidores: tanto reyes como pueblo. Se complacen en batallas. El reino joven de David estaba rodeado de naciones listas para poseerle, especialmente los filisteos. Una referencia a ellos aquí juntaría a enemigos grandes (Egipto) y pequeños (filisteos), del pasado y del presente. Cus, una sección remota más allá del alto Egipto, representando los confines más lejanos de la tierra. 32-35 La oración se convierte en alabanza, por la seguridad que el Señor contestará. Por lo tanto, se puede convocar a toda la tierra para alabar su ensalzada sabiduría, su poder, su dominio sobre Israel y, sobre todo (33, 34), su maravillosa santidad y su permanecer por gracia (santuario), su poder a disposición y por merecer alabanza (35).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

68.1ss Este salmo comienza de la misma manera que el clamor de Moisés en Num 10:35 cuando los israelitas seguían el arca del pacto. Es indudable que trajo a la mente los tiempos en que David encabezó una procesión gozosa cuando llevó el arca desde la casa de Obed-edom hasta Jerusalén (2Sa 6:11-15).68.3, 6 Con gritos de alabanza y sonido de trompetas, David y su pueblo llevaron el arca santa hacia el monte de Sion (2Sa 6:15). Era el momento de cantar alabanzas al Señor, cuya presencia traía gran gozo. Sólo en El encuentran esperanza los huérfanos, las viudas, los prisioneros y todos los que se encuentran solos. Si usted es uno de esos que están solos o en situación desventajosa, únase al rey David en alabanza y descubra el gran gozo de amar y alabar a Dios.68.4-6 David alabó a Dios por su protección y sustento. Cuando vemos la verdadera majestad de Dios, nuestra respuesta debe ser de alabanza. Esta era una canción de fe, ya que la mayoría de estos beneficios aún no habían llegado en el tiempo de David. También es un cántico de fe para nosotros. Debemos seguir confiando en Dios porque, a su tiempo, cumplirá todas sus promesas.68.8 El monte Sinaí jugó un papel importante en la historia de Israel. Fue allí donde Dios se reunió con Moisés y lo comisionó para guiar a Israel fuera de Egipto (Exo 3:1-10). Fue en el monte Sinaí adonde volvió la nación de Israel, recibió las Leyes (Exo 19:1-3) y la presencia de Dios hizo que temblara todo el monte (Exo 19:18). Este monte sagrado servía como recordatorio para el pueblo de las palabras y las promesas de Dios.68.13 La paloma es un símbolo del Israel amado por Dios. Israel es tan protegida y bendecida que ha tomado plata y oro de sus enemigos, aun cuando se quedó en el campamento.68.15, 16 Basán, tierra al noreste de Israel, era un lugar de montes majestuosos, incluyendo el Hermón, el más alto y sorprendente de la región. La elección que hizo Dios para ubicar el templo del monte de Sion, comparable a una colina, llevó al salmista a escribir poéticamente acerca de la envidia de los montes de Basán.68.17 Este salmo celebra las etapas finales de un viaje que comenzó en el monte Sinaí con la construcción del arca y que terminó adecuadamente en el monte Sion (sitio del santuario), el lugar escogido para la morada de Dios en su pueblo. Es posible que describa el traslado del arca del pacto a Jerusalén.68.18 Este versículo se cita en Eph 4:8 con referencia al ministerio del Cristo ascendido. Celebra la victoria sobre el mal. Afirma a todos los que creemos en Cristo que, por confiar en El, podemos vencer el mal.68.19-21 Dios libera a su pueblo y aplasta a sus enemigos. La salvación es la libertad del pecado y de la muerte. El pecado y la muerte aplastarán a quienes se niegan a volverse a Dios. Los atrapará el pecado que amaban y los destruirá la muerte que temían. Cuánto mejor será para los que aman a Dios y temen las consecuencias del pecado.68.34, 35 Cuando consideramos todo lo que Dios ha hecho por nosotros, debemos sentir una sensación abrumadora de temor reverente cuando nos hincamos ante el Señor en su santuario. Alrededor nuestro hay innumerables señales de su maravilloso poder. El poder ilimitado y la majestad inexplicable nos deja sin aliento en su presencia. Cuán afortunados somos de que Dios nos cuida.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2174 Núm 10:35; Sal 44:26

b 2175 Sal 59:11; Isa 33:3

c 2176 Deu 7:10; Sal 21:8

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 68 Este Salmo describe a Dios como un guerrero invencible y celebra sus victorias a favor de su pueblo. El ha mantenido su parte del pacto: Desde tiempos pasados El peleó por su pueblo (vers. 2-4), juzgó a la comunidad con justicia (vers. 5-7), proveyó la lluvia para el pueblo de su pacto (vers. 8-10), aseguró la posesión permanente de la tierra (vers. 11-14), cambió su habitación del monte de Sinaí al monte de Sion en medio de pompa y triunfo (vers. 15-18), y ejerció efectivamente su reinado al librar a Israel y destruir a sus enemigos (vers. 19-23). Con visión profética el salmista pide a Dios que muestre su fortaleza, que someta toda resistencia a su gobierno y reciba el tributo del mundo (vers. 28-31). Finalmente, el salmista y rey llama a todas las naciones a unirse en este himno de alabanza a este gran guerrero de Israel que gobierna los cielos y la tierra (vers. 32-35). El Salmo se mueve cronológicamente desde el comienzo del gobierno de Dios sobre Israel en el Sinaí (en los días de Moisés), la peregrinación por el desierto, la conquista de la tierra prometida y el establecimiento del reinado de Dios en Sion (en los días de David). Señala hacia el reino del Mesías en la tierra y hacia el futuro de su dominio glorioso, eterno y universal.

Fuente: La Biblia de las Américas

Este himno de victoria, probablemente compuesto para la ocasión cuando David trasladó el arca de la casa de Obed-edom a Jerusalén (2Sa 6:12), pide a los impíos que huyan de la presencia de Dios (vv. Sal 68:1-6), celebra la victoriosa marcha de Dios desde Egipto hasta Jerusalén (vv. Sal 68:7-18) y Su poder manifestado en la elección de Jerusalén (vv. Sal 68:19-31), y llama a las naciones a alabar a Jehová (vv. Sal 68:32-35).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

presencia… Lit. rostro.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit. rostro.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

SALMO 68 (67)[2] Num 10, 35.[18] Hebr 12, 22.[34] Se puede traducir Se ha subido a lo más alto del cielo. El himno exige el reconocimiento de Dios entronizado en su santuario.

Fuente: Notas Torres Amat