Comentario de Salmos 69:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Oh Dios, tú conoces mi insensatez; mis pecados no te son ocultos.
Y mis pecados. Sal 17:3; Sal 19:12; Sal 44:20, Sal 44:21.
no te son ocultos. Sal 38:9; Jer 16:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el celo de tu casa: Como Finees en Núm 25:1-18, David se describe a sí mismo como un hombre cuyo celo por la casa del Señor lo consume. La limpieza del Templo por parte de Jesús dio cumplimiento a estas palabras (Jua 2:17).
Lloré: Hasta la piedad de David había dado pie para que sus enemigos lo censuraran.
los que se sentaban a la puerta: Los ancianos de las ciudades miraban a David con desdén, tal como muchos de los ancianos de Jerusalén desdeñaban a Jesús.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
— no se te ocultan mis pecados: A la declaración de inocencia anterior (Sal 68:4) se contrapone el reconocimiento ante Dios del propio pecado como causa, según la mentalidad del AT, de los pesares que abaten a la humanidad. Ver Sal 32:4; Sal 38:2 ss; Sal 39:10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
i 2266 Jer 16:17