Biblia

Comentario de Salmos 80:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 80:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Sobre Sosanim. Testimonio. Salmo de Asaf) ¡Oh Pastor de Israel, escucha, tú que conduces a José como a un rebaño! ¡Tú, que estás entre los querubines, resplandece

Año 541 a.C. (Título).

sobre Lirios, o según la tonada a los lirios. Sal 45:1; Sal 60:1; Sal 69:1 Un Salmo. Generalmente se supone que este Salmo fue escrito durante el cautiverio babilónico; pero algunos piensa que se refiere a las desolaciones hechas por Senaquerib.

Escucha, Oh Pastor de Israel. Sal 23:1, Sal 23:2; Sal 5:1; Sal 55:1; Isa 40:11; Eze 34:23; Jua 10:14; Heb 13:20; 1Pe 2:25; 1Pe 5:4.

Tú que pastoreas. Sal 77:20; Sal 78:52; Isa 49:9, Isa 49:10; Isa 63:11; Jua 10:3, Jua 10:4.

que estás entre querubines. Sal 99:1; Éxo 25:20-22; 1Sa 4:4; 2Sa 6:2; 2Re 19:15; Eze 1:13; Eze 10:4.

resplandece. Sal 80:3, Sal 80:7, Sal 80:19; Sal 50:2; Sal 94:1; Deu 33:2; Job 10:3; Isa 60:1; Eze 43:2; Dan 9:17; Apo 21:23.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El salmista en su oración se queja de las miserias de su pueblo, Sal 80:1-7.

Dios, Sal 80:8-13.

Ora por liberación, Sal 80:14-19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un lamento de la comunidad con una imagen especialmente poderosa. Este salmo está marcado por dos metáforas de Israel con respecto a su relación con Dios:

(1) el rebaño del buen Pastor;

(2) la viña de la vid verdadera. Ambas metáforas son usadas por Jesús en el NT. (Jua 10:1-42; Jua 15:1-27) al referirse a su pueblo. Este es uno de los salmos de Asaf (Sal 50:1-23; Sal 73:1-28; Sal 74:1-23; Sal 75:1-10; Sal 76:1-12; Sal 77:1-20; Sal 78:1-72; Sal 79:1-13; Sal 80:1-19; Sal 81:1-16; Sal 82:1-8; Sal 83:1-18) y está adecuado para la melodía: «Los lirios» (Sal 45:1-17; Sal 69:1-36). La estructura del poema es la siguiente:

(1) un llamado al Pastor de Israel a restaurar a los afligidos (vv. Sal 80:1-3);

(2) un lamento concerniente a la ira de Dios contra su pueblo (vv. Sal 80:4-7);

(3) la metáfora de un viñedo (vv. Sal 80:8-13);

(4) un llamado a Dios para que devuelva, reviva y restaure a Israel (vv. Sal 80:14-19).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Oh Pastor de Israel es una reminiscencia de las enseñanzas del Sal 23:1-6 y apunta hacia las enseñanzas de Jua 10:1-42. El plan de Dios es guiar a su pueblo como un pastor podría guiar a un rebaño.

entre querubines: En el lugar santísimo, el arca de la alianza estaba coronada por el asiento de la misericordia en el cual había dos querubines, símbolos celestiales del trono de Dios (Éxo 25:22).

resplandece: Después de que Moisés había estado muy cerca del Señor, su propio rostro fue transformado por un brillo resplandeciente (Éxo 34:29-35). Aquí el llamado significa que el Señor debería manifestar su presencia como Salvador. Las tribus de Efraín, Benjamín y Manasés pueden ser representativas de toda la nación. Efraín estaba en el norte; Benjamín estaba donde se ubicaba Jerusalén; Manasés estaba en parte al otro lado del Jordán.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

OH PASTOR DE ISRAEL, ESCUCHA. En este salmo de intercesión, el salmista suplica por el avivamiento y la renovación del pueblo de Dios a su estado de plena bendición y buena voluntad de Dios.

(1) El salmo describe a un pueblo cuya divina protección se ha derrumbado, dejándolos expuestos

a los ataques exteriores (vv. Sal 80:12-13). Ellos han comido pan de lágrimas y son objeto de escarnio (vv. Sal 80:5-6). Con gran humildad, repetidas veces el salmista intercede para que Dios muestre su buena voluntad una vez más y haga que su rostro resplandezca sobre el remanente que invoca su nombre (vv. Sal 80:1, Sal 80:3, Sal 80:7, Sal 80:14-15, Sal 80:19).

(2) Las emociones del salmo son características del apuro y de la oración del pueblo de Dios que preceden de inmediato a un tiempo de gran avivamiento.

(3) Este salmo se dirige a todos los creyentes, individual y colectivamente, que no estén experimentando la plenitud de vida, el poder y la justicia de Dios como se promete en su Palabra. Ellos deben pedir que Dios los reavive y los renueve con su poder y misericordia.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 80 (Vg 79): Oración por el pueblo Perseguido.
L as tribus del norte – Efraím, Benjamín y Manases – fueron llevadas en cautividad por los asirios al ser conquistada Samaría en el 721. Esta desaparición de las tribus septentrionales dejó gran impresión en los ánimos del reino de Judá, que por otra parte estaba amenazado del mismo peligro, pues el ejército de Sargón amenazaba con devastar también el reino de Ezequías. El salmista piensa en la triste suerte de sus hermanos llevados en cautividad y en la desaparición de las tribus que descendían también del glorioso patriarca Jacob.
Dios habita en el cielo, pero desde allí contempla y dirige las cosas de la tierra. Supuesta esta su providencia, el salmista pide ansiosamente que se preocupe de Israel – su “viña” -, que ha sido devastada y desolada. Como Dios de los ejércitos, con un simple acto de benevolencia puede salvar la actual situación de postración del pueblo elegido. Aunque Israel ha pecado, sin embargo, los portentos obrados en el éxodo y después en la conquista de Ca-naán dan ánimos al poeta para suplicar la intervención del Omnipotente y resolver la nueva crítica situación.
El poema contiene cinco estrofas: a) súplica para el restablecimiento de las tribus del norte (1-4); b) Israel, vilipendiado por los enemigos de Dios (5-8); c) la viña de Yahvé, trasplantada de Egipto a Canaán (9-12); d) la viña devastada (13-16); e) súplica de protección sobre Israel (17-20).
Por las alusiones del salmo podemos colegir que ha sido redactado cuando los asirios habían invadido el territorio septentrional de Israel y estaba a punto de caer Samaría o ya había sucumbido en manos de los ejércitos de Salmanasar V (727-722). Sin embargo, no pocos críticos creen que el salmo fue compuesto después de la desaparición del reino de Judá en el 586 a.C. l El título de los LXX – ”acerca del Asirio” – avala la primera opinión, que parece más en consonancia con las exigencias del contexto.

Súplica por el restablecimiento de las tribus. septentrionales (1 -4 )
1 Al maestro del coro. Sobre “los lirios del testimonio.” Salmo de Asaf 2. 2¡Oh Pastor de Israel! apresta el oído. Tú que conduces a José como un rebaño, que te sientas sobre los querubines, muéstrate esplendoroso 3 ante Efraím, Benjamín y Manases. Despierta tu poder, ven y sálvanos. 4 ¡Oh Dios! restaúranos, haz esplender tu rostro, y seremos salvos.

El poeta apela a las dos condiciones de Yahvé para que salga en favor de Israel: su calidad de Pastor solícito, que se preocupa de José – reino del norte – como de su propio rebaño 3, y su categoría de Dios, que majestuosamente tiene su trono entre los querubines 4. Como tal, debe mostrarse esplendoroso, haciendo uso de su poder en beneficio de Efraím, Benjamín y Manases, las tres tribus que están a punto de desaparecer por efecto de la invasión asiría (v.3). Benjamín era hermano uterino de José, cuyos hijos eran Efraím y Manases5; quizá por ello aparezca asociado a estas dos tribus, aunque Benjamín estuviera en la frontera con Judá y más vinculada históricamente a ésta que a las del norte. De ella había salido el primer rey Saúl6. Sin embargo, parte de la tribu de Benjamín estuvo unida al reino cismático del norte 7. El salmista pide ansioso a Yahvé que salve estas tribus, y con ellas a todo Israel: restaúranos. Debe manifestarse benevolente – haz esplender tu rostro -, otorgando su protección decisiva en estos trágicos momentos nacionales 8.

Israel, vilipendiado por las naciones vecinas (5-8).
5 ¡Oh Yahvé, Dios de los ejércitos! ¿Hasta cuándo estarás enojado contra la oración de tu pueblo? 6 Les das a comer pan de lágrimas, les haces beber lágrimas en abundancia; 7nos has hecho objeto de contienda para nuestros vecinos, y nuestros enemigos se burlan de nosotros. 8Dios de los ejércitos, restaúranos; haz esplender tu rostro y seremos salvos.

Apelando al poder omnímodo del Dios de los ejércitos – Señor de las constelaciones celestes, del cosmos, y valedor de los intereses de Israel en las batallas -, el salmista pide angustiadamente que cese su enojo contra su pueblo y acceda a su oración confiada. La situación de la nación es tan triste, que puede decirse que se alimenta de pan de lágrimas 9. Al perder la independencia, sin autoridad representativa, sus enemigos levantan contienda contra ellos, exigiendo nuevos límites fronterizos; los edomitas y moabitas ocupan territorios israelitas y levantan querellas contra ellos, y, lo que es peor, se burlan del pueblo elegido, humillado y abandonado de su Dios 10.

Israel es la viña trasplantada de Egipto a Canaán (9-12).
9 Tú arrancaste de Egipto una vid, arrojaste a las gentes y la trasplantaste. 10 Le pusiste en derredor una albarrada, y extendió sus raíces y llenó la tierra. 11 Cubriéronse los montes de su sombra, y sus sarmientos llegaron a ser como los cedros de Dios; 12 extendió sus ramas hasta el mar, y hasta el río sus retoños.

Con toda delicadeza, y recurriendo a resortes psicológicos, el salmista recuerda la extrema solicitud que Yahvé ha mostrado, a través de la historia, a favor de Israel, sacándolo de Egipto y trasplantándolo a la tierra de Canaán después de haber arrojado a sus habitantes. El símil cíe la viña es corriente en la literatura bíblica 1], y se comprende bien en un país como Palestina, en la que abundan las viñas. Egipto no es país del vino, pero el salmista, que vive en Canaán, presenta a Israel como una viña naciendo en Egipto para después ser injertado en Canaán. Con toda solicitud Yahvé la cuidó, rodeándola de una albarrada. El resultado fue que se desarrolló con pujanza, extendiéndose por los montes, y, con hipérbole oriental, compara sus sarmientos a los cedros más robustos del Líbano 12. En Armenia – lugar primitivo del cultivo de la viña -, las ramas de la vid son enroscadas a los árboles, y aun en Palestina a las higueras 13. La nación israelita – simbolizada en. la viña – se extendió hasta el mar y hasta el río Eufrates, los límites ideales de los escritos profetices 14.

La viña abandonada y devastada (13-16).
13 ¿Por qué has derribado su albarrada y la vendimian los que pasan por el camino? 14La devastan los jabalíes del monte y pastan en ella las bestias del campo. 15¡Dios de los ejércitos! vuélvete ya, mira desde los cielos y contempla y visita esta viña. 16 Esta viña que ha plantado tu diestra, el renuevo que tú hiciste fuerte 15.

Dios abandonó a su viña y la dejó indefensa, cayendo su albarrada y quedando abierta a todos los viandantes y expuesta a los jabalíes y bestias del campo 16. El salmista vuelve a pulsar los resortes psicológicos: ¿para qué haber empleado tanto trabajo y solicitud en plantarla y cercarla, si al fin la deja abandonada? Dios habita en los cielos, pero desde allí contempla la historia de los hombres y de los pueblos. Israel ha sido formado por Yahvé y se ha engrandecido gracias a su protección; por tanto, tiene derecho ahora a que ponga sus ojos en la viña que tan amorosamente plantó su diestra 17.

Súplica final (17-20).
17 Los que la abrasan por el fuego y la asolan perezcan por el enojo de tu faz. 18 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo de hombre a quien para ti corroboraste; 19 y no nos apartaremos más de ti; nos darás la vida e invocaremos tu nombre. 20 Yahvé, Dios de los ejércitos, restaúranos; haz esplender tu faz sobre nosotros, y seremos salvos.

Como es ley en estos salmos, el poeta pide justicia contra los devastadores de la viña de Israel, suplicando protección sobre la nación: el varón de tu diestra. Parece que juega con el nombre de Benjamín (“hijo de la derecha”), y quizá aluda a Saúl, primer rey de Israel18. Estar “a la diestra” significa participar del poder de Dios 19. La expresión hijo del hombre que para ti corroboraste puede aplicarse a Israel como colectividad, al que en Exo 4:22-23 se le llama “mi hijo, mi primogénito” 21. No parece que se aluda directamente al Mesías como persona, sino a Israel con sus destinos históricos, que está lanzado hacia los tiempos mesiánicos.
El salmista termina haciendo promesas de fidelidad y reconociendo que es Yahvé quien les da la vida; por tanto, sólo por El podrá Israel recuperar su vida plena nacional. El estribillo final que cierra cada estrofa, sintetiza las ansias de salvación del poeta, que se hace eco de las angustias de su pueblo.

1 Opinión de Briggs, Kittel y~Stárk. – 2 Sobre los lirios (‘Al Shoshaním) parece ser el principio de una canción conocida a la que debía ajustarse la melodía del salmo. – 3 Cf. Gen 48:15; Gen 49:24; Sal 77:21; Sal 81:6. – 4 Cf. Sal 18:11; Eze 1:1s; Sam 4:4; 2Sa 6:2. – 5 Cf. Gen 35:10s; Gen 48:13. – 6 Cf. Sam 9.1-2. – 7 Cf. 1Re 12:21; 2Cr 11:3.23. – 8 Cf. Num 6:25; Sal 4:5; Sal 31:17 : “brillar la faz de Yahvé” significa mostrarse benevolente. – 9 Cf. Sal 102:10; Sal 42:4. – 10 Cf. Jer 15:10; Sal 79:4. – 11 Cf. Isa 5:1-7; Eze 17:1s; Jer 2:2; Ose 10:6; Isa 27:2-6; Me 12:9. – 12 Cedros de Dios: expresión para indicar su fortaleza; cf. “montañas de Dios” (Sal 36:5). – 13 Cf. 1Re 5:5; 2Re 18:31; Jer 8:13; Hab 3:17; Sal 105:33. – 14 Cf. Deu 11:24; Sal 72:8; 1Re 5:1; Isa 16:8; 2Sa 8:6. – 15 Esto ultimo está sólo en el TM, y parece anticipación de i8b. Por eso muchos traductores lo suprimen. – 16 Abundan los jabalíes en los boscajes del Jordán. Cf. Abel, Géog. de la Palestine I p.221. – 17 El Targum aplica al Mesías el verso: “Y sobre el Mesías rey, que tú has hecho fuerte para ti…” – 18 Cf. 1Sa 6:1. – 19 Cf. Sal 110:1; 1Re 2:19; Sal 45:10; Mat 20:21; Mat 20:26.64; Mar 10:37. – 20 Jer 31:20.

Fuente: Biblia Comentada

estás entre querubines. Una referencia al arca del pacto, símbolo de la presencia de Dios. Había imágenes de dos querubines encima del arca, uno frente al otro (cp. Éxo 37:1-9).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 80 (79): Salmo de súplica comunitaria motivada por una grave desgracia nacional que hace nacer el lamento y el grito de auxilio del pueblo. Los orantes, tras recordar la prosperidad pasada en contraste con los males presentes, piden el perdón y la ayuda de Dios invocándolo como pastor y viñador de Israel.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 18:10; Sal 99:1; 1Sa 4:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— sobre querubines: Seres alados que, como carroza o trono divinos, son signos de la majestad y la gloria de Dios. Ver nota a Sal 18:10.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 80. La Sonrisa y el Ceño Fruncido

A lo largo de este Salmo aparece el ruego pidiendo la luz del favor divino (1, 3, 7, 19). El contraste entre la sonrisa de Dios (3, Haz resplandecer tu rostro) y el ceño fruncido (16, la reprensión de tu rostro) lo dice todo. Por más desesperada que sea la situación -el enemigo triunfante (6), la ira de Dios (4) y la aparente desaparición de la obra de gracia (8, 12)- el único remedio que se necesita es que sonría, tan poderoso es el favor de Dios y tan desastrosa su desaprobación. El desastre ha caído sobre las tribus del norte, Efraín, Benjamín y Manasés, el antiguo “campamento de Efraín” (Núm. 2:18), las tribus conectadas con José. Los paralelos con el Sal. 79 (el tema “pastor-rebaño” [1; 79:13], la ira divina prolongada [4; 79:5], adversarios que se burlan [6; 79:4]) sugieren que el lamento de un sobreviviente de la tribu de Judá de la victoria babilónica en el Sal. 79 encuentra aquí una pieza-compañera de un sobreviviente del antiguo reino del norte.

El Salmo se caracteriza por un estribillo que se repite (3, 7, 19) en el cual la urgencia aumenta a medida que la exclamación inicial Oh Dios (3) se convierte en el v. 7 en lit.: “Oh Dios, oh Señor Omnipotente, oh Omnipotencia” y en el v. 19: “Oh Yahweh, oh Dios, oh Omnipotencia.” Pero aunque la urgencia aumenta, la realidad permanece igual: un cambio en el rostro de Dios tiene un poder transformador. Porque el problema no era que habían caído en las manos del hombre -eso era únicamente un síntoma terrible- sino que habían caído fuera del favor de Dios. Así sucede con todos nuestros fracasos, y ser recibidos nuevamente por un Dios sonriente y reconciliador es nuestro remedio. Puede ser que el v. 14 debiera entenderse como otro estribillo, dividiendo aun más el Salmo en sus estrofas. Por cierto que aparece en el lugar más apropiado, pero teológicamente es de suprema importancia. No podemos ser restaurados con Dios (3, 7, 19) a menos que él regrese (vuelve), reconciliándose con nosotros (14). El gran ajuste tiene que ser de parte de él. En cuanto a nosotros, sólo nos queda implorar.

1, 2 El pastor y rey. Un tema muy antiguo conectado con José (Gén. 48:15; 49:22-24). Que estás … querubines. Los querubines que sombreaban el arca eran un pedestal para el trono invisible del Dios invisible y también el lugar de reunión entre el Señor y su pueblo (Exo. 25:18-22). Resplandece o “brilla hacia afuera” (50:2). No se pide una gran demostración de poder, sólo que la oscuridad de su desaprobación sea disipada por su luz. 3, 7, 19. Restáuranos, “tráenos de regreso” (a ti). Haz resplandecer … El pedido es únicamente para que haya un cambio en Dios; que su ceño fruncido se convierta en una sonrisa.

4-6 El extraño proveedor. 4 Lit. “Oh Yahweh, Oh Dios, oh Omnipotencia”, o sea que él es el Redentor (Exo. 3:14-17; 6:6), él es Dios y es él mismo toda potencialidad y poder. Has de mostrar, como un fuego lento, “humear”, expresa santidad divina (Exo. 19:18), ira (74:1) y separación de los pecadores (Isa. 6:4, 5). 5 Nos has (Isa. 45:7; Amós 3:6). El Señor usa agentes (6; 79:1-3: Isa. 10:5-15) pero nunca deja de ser El Agente. 6 Nos has puesto por escarnio, posiblemente al estar ellos peleando por el botín obtenido en la conquista.

8-13 El viticultor. Como las ovejas entre los animales domésticos, la vid entre las plantas necesita cuidado persistente. Bajo este tema de providencia paciente, el Salmo muestra la obra de redención, herencia (8, 9) y prosperidad (10). Su radio de influencia (11) desde el mar Mediterráneo hasta el Río Eufrates fue logrado bajo David y Salomón, pero después de ellos la historia es inestable y la soberanía cada vez más estrecha hasta que Samaria cayó en manos de Asiria en 722 a. de J.C. y Jerusalén en manos de Babilonia en 586 a. de J.C. Isa. 5:1-7 revela la causa de esa decadencia hasta ser un enclave desprotegido donde no hay frutos para Dios y, por ende, no hay poder contra el enemigo.

15-18 Hombre de tu diestra. Raquel, muriendo al dar luz a un hijo (Gén. 35:18) llamó a su hijito Ben-Oni, “hijo de mi dolor”, pero su padre le dio el nombre de Benjamín, “hijo de mi diestra”. De esta manera, el Salmo ha dado la vuelta entera: Benjamín (2) se ha sumido en su dolor y pérdida, pero la fe dice que el Señor tiene un hombre de tu diestra … , el hijo del hombre (17) a quien se mira en busca de una solución, en quien, por lo tanto, el rostro de Dios nuevamente lucirá la sonrisa de su favor. En una forma natural y clara el v. 15 permite el desarrollo de la viña, porque (Gén. 49:22, otra referencia a José) “hijo” (15) puede significar zarcillo de la vid. Aparte de lo que el salmista puede haber sabido, el Señor ciertamente cuidó a su pueblo (vid) hasta que en la plenitud del tiempo (Gál. 4:4) nació el zarcillo (hijo), el hombre de tu diestra (17) en quien nos ha sido dada nueva vida (18; Juan 10:10) y un acceso a Dios sin precedentes (Ef. 2:18) para invocar su nombre.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

80.1 Querubines son ángeles poderosos.80.3, 7, 19 Tres veces el escritor llama a Dios para que los «restaure». Antes de la restauración debe venir el arrepentimiento, un cambio de actitud respecto a nuestros pecados. El arrepentimiento demanda que nos humillemos y volvamos a Dios para recibir su perdón. Cuando nos volvemos a Dios, nos ayuda a vernos a nosotros mismos, incluyendo nuestros pecados, con más claridad. Y cuando vemos nuestro pecado, el proceso de arrepentimiento debe repetirse una y otra vez. Solo así seremos restaurados a la comunión con Dios.80.17 «Sea tu mano sobre el varón de tu diestra» quizás no se refiera al Mesías, sino a Israel, a quien Dios llama en otras partes «mi hijo, mi primogénito» (Exo 4:22). El salmista suplica que Dios restaure su misericordia a Israel, el pueblo escogido para llevar su mensaje.LA ORACION EN EL LIBRO DE SALMOSLa oración es la comunicación del hombre con Dios. Los salmos pueden describirse como una colección de cánticos-oraciones. Tal vez la característica más impresionante de estas oraciones es su sinceridad no editada. A menudo las palabras expresan nuestros sentimientos, esos que preferiríamos que nadie, mucho menos Dios, alguna vez conociera. Convertir estos salmos en nuestras oraciones puede enseñarnos mucho acerca de cómo Dios quiere que nos comuniquemos con El. Demasiado a menudo le ofrecemos una versión ligera de nuestros sentimientos, esperando así no ofenderlo ni que fiscalice nuestros motivos. Cuando utilizamos los salmos para expresar nuestros sentimientos, aprendemos que la honestidad, la receptividad y la sinceridad son valiosas para Dios. A continuación veremos diferentes tipos de oraciones con ejemplos provenientes de los salmos. Considere que los escritores de los salmos se comunicaban con Dios de diversas formas y por un sinnúmero de razones. A cada uno de nosotros se nos invita a comunicarnos con Dios. Utilizar los salmos enriquecerá su vida personal de oración.Oraciones de :Alabanza a Dios 100; 113; 117Gratitud de una comunidad: 67; 75; 136Gratitud de un individuo: 18; 30; 32Petición de una comunidad: 79; 80; 123Petición de un individuo: 3; 55; 86Dolor de una comunidad: 44; 74; 137Dolor de un individuo: 5; 6; 120Ira: 35; 109; 140Confesión: 6; 32; 51Fe: 11; 16; 23

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. Véase Sal 45:1 Enc, n: “Lirios”.

(2) Enc. Véase Sal 60:1 Enc.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2801 Sal 45:0; Sal 60:0

b 2802 Sal 74:0

c 2803 Sal 55:1

d 2804 Sal 77:20; Isa 40:11; Jer 31:10; Eze 34:12; 1Pe 2:25

e 2805 Éxo 25:20; 1Sa 4:4; 2Sa 6:2; 2Re 19:15; Sal 99:1

f 2806 Deu 33:2; Sal 50:2; Sal 94:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 80 Este es un canto de petición nacional al Señor de los ejércitos para una restauración política y espiritual, después que el ejército invasor había arrasado el reino del norte. El tema del Salmo se enfatiza por la repetición del estribillo conteniendo ecos de la bendición de Aarón (Nm 6:24-26) en los vers. 3, 7 y 19. La petición de una renovación nacional es unida a una petición de fortalecimiento para la casa de David (vers. 17, 18). La petición tiene tres secciones casi iguales (vers. 1-7, 8-13 y 14-19). La primera y la última están marcadas por peticiones dirigidas directamente a Dios en sus primeros y últimos vers., junto con el estribillo al final de sus vers. Las secciones de petición enmarcan la sección de lamento (vers. 8-13). La primera sección de petición consiste de dos estrofas (vers. 1-3 y 4-7), también caracterizadas por peticiones directas (vers. 1, 4) y por el estribillo. La primera estrofa usa el epíteto de pastor y rey para referirse a Dios (vers. 1) y la segunda estrofa usa el epíteto Dios de los ejércitos (vers. 4). El lamento principal usa la metáfora de la vid y contiene tres estrofas relatando la salvación de Dios en la historia desde el nacimiento de la nación, en el éxodo y la conquista (vers. 8, 9) hasta su edad de oro durante la monarquía unida (vers. 10, 11), luego su derrota (vers. 12, 13). La tercera sección consiste de dos estrofas: un ruego a Dios para que mire con favor a su vid quemada (vers. 14-16) y una exhortación por el fortalecimiento del rey y la renovación espiritual de la nación (vers. 17-19).

Fuente: La Biblia de las Américas