Biblia

Comentario de Salmos 8:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 8:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Lo has hecho un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.

Le has hecho poco menor. Sal 103:20; Gén 1:26, Gén 1:27; Gén 2:7; 2Sa 14:29; Job 4:18-20; Flp 2:7, Flp 2:8; Heb 2:7, Heb 2:9, Heb 2:16.

y lo coronaste de gloria. Sal 21:3-5; Sal 45:1-3, Sal 45:6; Jua 13:31, Jua 13:32; Efe 1:21; Flp 2:9-11; Heb 2:9; 1Pe 1:20, 1Pe 1:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Le has hecho un poco menor que los ángeles: La respuesta a las interrogantes retóricas del v. Sal 8:4 es sorprendente. El hombre, como varón y mujer, está en lo más alto de la creación de Dios. El texto hebreo es: «Lo has hecho para que le falte poco de Dios». La Septuaginta, la antigua traducción griega del AT., traduce la palabra hebrea que significa «Dios» por ángeles. El autor de los hebreos basa su argumento en (Heb 2:5-9) de la Septuaginta. De modo que ambas versiones son verdaderas. Dios hizo a los seres humanos a su imagen, tan sólo un poco menor que los ángeles. Las palabras lo coronaste de gloria completan y explican la frase paralela «un poco menor que los ángeles». Dios creó a los seres humanos como criaturas majestuosas que habrían de reinar sobre su creación. Pero en nuestro estado de pecado, estamos profundamente desfigurados, una perversión de la majestad que Dios ha deseado (Sal 9:20). Sin embargo, Jesús recobra a aquellos que ponen su confianza en Él. En Cristo recuperamos la majestad; en Él nos hacemos el pueblo que Dios quiere que seamos. Cada vez que sintamos que no valemos nada, las palabras de este salmo deberán darnos ánimo. Nosotros y todos los demás seres humanos somos valiosos porque el mismo Dios nos creó a su propia imagen gloriosa.

 PARA VIVIRLO

Dios el Juez

Como quiera que las naciones justifiquen y juzguen sus acciones, el último Juez de su conducta es Dios. Su justicia, que fluye de su verdadero carácter, es la norma final contra la cual se miden el bien y el mal (Sal 9:4). Este Juez fiel reprendió a las naciones de la época de David por no hacer lo que David había hecho en el Sal 8:1-9, reconocer a Dios (Sal 8:1, Sal 8:9).

El reino de David se elevó rápidamente a un lugar de prominencia y poder bajo el gobierno de David y su sucesor, Salomón. Esta ventana de oportunidades se abrió durante un período en el cual ningún imperio dominaba el Medio Oriente (ca. 1000 a.C. Egipto se encontraba en declinación y Asiria todavía no se había convertido en un gran poder. Los dos reyes israelitas aprovecharon el momento reforzando las defensas de Israel, expandiendo sus fronteras, aumentando su comercio y almacenando una enorme riqueza.

Mientras tanto, muchos de los vecinos de Israel continuaban ignorando a Dios y gobernando con maldad. En vez de gobernar a su pueblo con justicia y compasión, generalmente lo oprimían. También atacaban a otras naciones sin provocación, destruyendo a gente inocente (Sal 9:6). Pero Dios respondía destruyendo a los destructores. Prometía no olvidar a los necesitados y desvalidos y vengar las injusticias que había sufrido olvidando a los impíos (Sal 9:7-18).

El mismo Dios justo enjuicia al mundo de hoy. Observa lo que hacen las naciones y no dejará sus pecados sin castigo. Las naciones y sus líderes todavía deben rendir cuentas al Señor por sus programas y políticas. Este hecho debería suscitar un sano temor de Dios y un humilde reconocimiento de que los líderes humanos son tan sólo mortales (Sal 9:20).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DE GLORIA Y DE HONRA. Este salmo expresa la asombrosa honra que Dios le ha concedido a la especie humana. Confirma que los seres humanos fueran creados por Dios para un propósito glorioso; que no son animales, producto de la evolución natural y de la casualidad (Sal 8:5; véase el ARTÍCULO LA CREACIÓN, P. 6 [Gén 1:1]). Tan valiosos son los seres humanos para Dios que son objeto especial de su interés y su favor (Sal 8:4). Él los ha honrado al escogerlos para señorear sobre su creación (Sal 8:6-8; cf. Gén 1:28; Gén 2:15, Gén 2:19). Pero el estar consciente de su posición favorecida no es razón alguna para alabarse a sí mismos, sino un motivo de dar gloria y gracias al Creador (Sal 8:9).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Estos versículos resaltan de forma constante la significación del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios para ejercer el dominio sobre el resto de la creación (Gén 1:26-28).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— a un dios: Lit. a un elohim; con esta expresión el salmista se refiere a seres celestiales superiores al ser humano y sometidos al Señor. En las versiones griega, aramea y siriaca se identifican con los ángeles.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Gén 1:26-27.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Que los que tienen parecido a Dios.” Heb.: me·’elo·hím; TLXXSyVg: “ángeles; mensajeros”.

REFERENCIAS CRUZADAS

l 182 Heb 2:7

m 183 Isa 40:5; 1Co 11:7

n 184 Sal 21:5; Pro 5:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

ángeles. Heb., Elohim, debe traducirse con su significado normal de «Dios». El salmista contempla al hombre, creado a imagen de Dios, como un poco menor que Dios. En Heb 2:6-8, el pasaje se aplica a Cristo como el Hijo del Hombre.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

ángeles… TM: elohim= dioses. Se sigue LXX.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, un dios; heb., Elohim

Fuente: La Biblia de las Américas

Heb. elohim = dioses.

Fuente: La Biblia Textual III Edición