Comentario de Salmos 86:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Oración de David) Inclina, oh Jehovah, tu oído y escúchame; porque soy pobre y necesitado.
(Título).
Una oración de David. Compuesto cuando era perseguido por Saúl, o quizás cuando fue corrido de Jerusalén por Absalón. Sal 102:1; Sal 142:1.
Inclina, oh Jehová, tu oído. Sal 31:2; Isa 37:17; Dan 9:18.
porque estoy afligido. Sal 10:14; Sal 34:6; Sal 40:17; Sal 72:12-14; Sal 102:17; Sal 119:22; Sal 140:12; Isa 66:2; Mat 5:3; Luc 4:18; Stg 1:9, Stg 1:10; Stg 2:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David ora en su tiempo de aflicción, Sal 86:1-4;
por la bondad y poder de Dios, Sal 86:5-10.
Desea continuar en la gracia anterior, Sal 86:11-13.
Quejándose del soberbio, ansía una muestra de la bondad de Dios, Sal 86:14-17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de lamentación en el cual David expresa grandes preocupaciones sobre su deprimido estado, así como también la alegría en el Dios que es el único misericordioso. Este poema es el único del Libro III de los Salmos que lleva el nombre de David en el título. La estructura es la siguiente:
(1) un llamado a Dios para que libere a David de la angustia (vv. Sal 86:1-5);
(2) un llamado a Dios para que escuche la plegaria de David (vv. Sal 86:6, Sal 86:7);
(3) una declaración de que no hay ningún otro como Dios (vv. Sal 86:8-10);
(4) una petición a Dios para que enseñe sobre Él a David, de modo que pueda alabarlo por siempre (vv. Sal 86:11-13);
(5) una comparación de los ataques de los impíos con el carácter del Señor (vv. Sal 86:14, Sal 86:15);
(6) un renovado llamado a Dios para que muestre su misericordia a David en su angustia (vv. Sal 86:16, Sal 86:17).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Inclina … tu oído: Como en Sal 31:2, David usa una frase dramática que captura la grandeza de Dios en lo alto y la humilde posición de David aquí en la tierra. Aquí la frase soy piadoso no habla de la trascendencia de Dios, como en (Isa 6:3), sino más bien habla de la fidelidad y bondad de una persona justa que, por la gracia de Dios, vive de acuerdo a la ley de Dios. Esta es otra manera que David utiliza para describirse como siervo de Dios.
Alegra: Dios se alegra en aquellos que lo sirven, y sus siervos encuentran alegría en Él.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ESTOY AFLIGIDO Y MENESTEROSO. La oración que resulta de la humildad, la aflicción y una gran necesidad es la oración que Dios oirá y responderá. Él tiene cuidado especial de su pueblo que está angustiado y menesteroso (cf. Sal 35:10; Sal 74:21; Mat 6:25-34; véase Luc 11:3, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 86 (Vg 85): Petición de Auxilio Divino.
E sta composición salmódica puede caracterizarse como una lamentación individual de un perseguido que confía su desesperada causa a Yahvé. Sus desahogos llevan el sello de la sencillez y de la humildad más subidas. Sus frases están salpicadas de reminiscencias de otros salmos. La composición se divide en tres partes netas: a) súplica confiada a Yahvé (1-7); b) acción de gracias (8-13); c) nueva súplica, pidiendo la liberación de los enemigos que injustamente le atacan (14-17).
La anomalía de esta distribución ha hecho pensar a muchos críticos que en este salmo encontramos al menos dos fragmentos de origen diverso que han sido yuxtapuestos 1. Debido a las numerosas referencias a otros salmos y a otras partes de las Escrituras, los comentaristas comúnmente suponen que el salmo es de composición tardía, ciertamente posterior al exilio. No obstante, el título lo atribuye a David, lo que resulta anómalo en esta colección “elohístiea”, El estilo es sobrio, sin apenas metáforas.
Súplica confiada a Dios (1-7).
1 Oración. De David. Inclina, Yahvé, tus oídos y óyeme, porque estoy afligido y soy un menesteroso. 2 Guarda mi alma, pues que soy tu devoto; salva, mi Dios, a tu siervo, que en ti confía. 3 Ten piedad de mí, ¡oh Yahvé! pues te invoco todo el día. 4 Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, ¡Señor! alzo mi alma. 5 Pues tú eres, Señor, indulgente y bueno y de gran piedad para los que te invocan. 6 Escucha, ¡oh Yahvé! mi oración y atiende a la voz de mi plegaria. 7 En el día de mi angustia te llamo, porque me has de escuchar.
Con frases estereotipadas en el Salterio, el autor expresa sus ideas y deprecaciones 2. Todo el salmo es un mosaico de frases que conocemos por otras composiciones, pero que expresan bien el estado de adicción y de confiada súplica del devoto de Yahvé. Este se siente con derecho a procurarse la protección del que es el centro de su vida espiritual. Su misma vida de piedad es una causa suficiente para atraer su atención 3. Angustiado por las contradicciones, el salmista se siente profundamente abatido, y pide que se levanten sus ánimos. Yahvé es indulgente y está más pronto a perdonar que a castigar 4; por eso tiene completa confianza en que ha de ser escuchado 5.
Promesa de acción de gracias (8-13).
8 No hay, Señor, en los dioses semejante a ti, y nada hay que iguale tus obras. 9 Todas las gentes que tú hiciste, vengan, Señor, a postrarse ante ti y honren tu nombre. 10 Pues que tú eres grande y obras maravillas, tú eres el solo Dios. ll Enséñame, ¡oh Dios! tus caminos, para que ande yo en tu fidelidad y mi corazón únicamente tema tu nombre. 12 Yo te alabaré, Señor, Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre por siempre. 13 Pues tu piedad ha sido grande para mí por haber liberado mi alma del fondo del averno.
Agradecido por haber sido salvado de un peligro de muerte (v.13), el salmista entona un himno de alabanza a Yahvé, que no tiene igual entre los dioses de los otros pueblos. La frase tiene su antecedente bíblico en textos arcaicos 6, y no prueba que el salmista admita la existencia real de otros dioses, pues en el v.10 declara paladinamente que sólo Yahvé es Dios. Siguiendo con su propensión a utilizar frases hechas bíblicas, el poeta expresa su admiración por Yahvé, ante el que no pueden contender los supuestos dioses de otras naciones. Llevado de su entusiasmo por la grandeza de su Dios, invita a todas las gentes a reconocer su soberanía, ya que todos son obra suya7. Por otra parte, su trascendencia es absoluta, y sólo Yahvé merece los honores de la divinidad (v.10) 8.
Supuesta esta grandeza única de Yahvé, el salmista le pide que le muestre sus caminos – su voluntad – para no separarse en nada de El, de forma que su corazón permanezca centrado en torno a El y le siga con toda fidelidad (v.11). En su experiencia personal ha sentido la mano del Todopoderoso, y por eso promete una alabanza constante al que ha liberado a su alma – su vida – de las tenebrosidades de la región de los muertos, el seol o averno (v.1s).
Nueva súplica de liberación (14-17).
14 ¡Oh Dios! gentes soberbias se alzan contra mí, una banda de violentos buscan mi alma, y no te prestan ninguna atención9. 15Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, magnánimo y de gran piedad y fidelidad10. 16Vuélvete hacia mí y ten piedad de mí; fortalece a tu siervo y salva al hijo de tu esclava. 17Haz conmigo un signo de bondad, y, viéndolo, confúndanse los que me odian; pues tú eres Yahvé, que me socorres y me consuelas.
Esta sección parece más adaptada al contexto de la sección primera (1-7), pues en ella se determinan las causas de la gran angustia que embarga el alma del salmista: gentes soberbias y sin escrúpulos religiosos atentan contra su vida H. Pero, con todo, el piadoso sabe que tiene a su lado a Yahvé, pues es siempre compasivo y está dispuesto a perdonar sus posibles faltas que hayan causado la actual hostilidad contra él12. Por ello, con toda confianza suplica a Dios que le salve de la crítica situación en que se halla: es su esclavo, entregado a su servicio, como el nacido de la esclava de la casa 13. Por ello puede estar seguro de su fidelidad. Confiado en su magnanimidad, le pide un signo en que muestre su bondad en su favor, quedando así avergonzados y confundidos los que injustamente conspiran contra él. La asistencia extraordinaria de Yahvé sería una prueba de que el salmista perseguido tenía el beneplácito y la aprobación divinas 14.
1 Ewald sugiere que los v.14-17 constituían un poema independiente, semejante a la primera sección. Schrnidt, en cambio, cree que el salmo primitivamente estaba constituido por los v.1-7 y 14-17. Es la opinión de Podechard, – 2 Cf. Sal 31:8a; Sal 711:2b; Sal 102:3b; Sal 53:3a; Sal 35:10; Sal 35:37 141 40:1sa, – 3 Cf. Sal 25:203; Sal 57:2-3. – 4 Cf. Exo 20:6; Exo 35:6; Num 14:18. – 5 Cf. Sal 5:2-3; Sal 28:2; Sal 28:130, Sal 28:2; Sal 17:6; Sal 77:3. – 6 Cf. Exo 15:1 s; Sal 89:7; Deu 3:24. – 7 Cf. Sal 22:28-29; Sal 66:4; Sal 102:16. – 8 Cf. Sal 83:19; 2 Rev 19:15. – 9 Líf. el TM… – 10 Lit, nardo a la ira” (magnanimo). – 11 Cf. Sal 54:6. – 12 Sal 103.8; m 4; 111.; 2 Par 30 9, – 13 Cf. Exo 21:2s; Sal 116:16; Sal 25:16a. – 14 Algún autor piensa en la señal de Dios en una ordalía del templo (Mowinckel).
Fuente: Biblia Comentada
Salmo 86 (85): Salmo de súplica individual ante una situación de angustia que lleva al salmista, acosado y desvalido, a buscar refugio en Dios con plena confianza en su bondad.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 86. El Cojin de la Soberania
Siete veces (3, 4, 5, 8, 9, 12, 15) habla David del Señor y Jehovah, usando la palabra que expresa la soberanía de Dios. En medio de la necesidad personal (1), en el día de mi angustia (7), cuando los arrogantes y violentos (14) lo hostigaban, encontraba un cojín sobre el cual recostar su cabeza: el Dios soberano que escucharía sus oraciones (3, 4), lo libraría (12, 13) y avergonzaría a sus enemigos (17). En este Salmo de prolongada intercesión, la necesidad (14) no se especifica hasta que David primero explora su relación con Dios (1-6) y renueva su compromiso (11, 12). En forma más profunda podríamos decir que su oración se ocupaba más de “contarle a Dios acerca de Dios”, considerando la naturaleza divina, que de “contarle a Dios de mí”. En este sentido refleja cómo la gente ora en la Biblia (Neh. 9:5-31, 32-37; Hech. 4:24-28, 29 y 30) y es un modelo para nosotros.
1-6 “A ti, Oh Soberano”: escucha la oración. La sección se encuentra “encerrada” por una apelación para ser oído (1, 6). La palabra porque en 1, 2, 3, 4, 5 y lo que el v. 2 implica ofrecen cinco bases sobre las cuales oramos: (i) Por incapacidad (1): pobre y necesitado, desamparado y el juguete ineficaz de otros; (ii) por el amor recíproco (2): piadoso, mejor “querido y devoto”, ser amado y corresponder a ese amor; (iii) por una fe comprometida (2), una relación personal (Dios mío) que produce obediencia (siervo), basada en la fe (confía); (iv) por una intercesión persistente (todo el día, 3) y expectante (3, 4). “Elevar su alma” (24:4 es llevar todos nuestros anhelos a Dios únicamente y esperar que únicamente él supla lo que necesitamos; (v) porque él es quien es (5), misericordia, “bondadoso” con nosotros en el momento de nuestra necesidad, perdonador en cuanto a nuestros pecados, grande, abundando en la misericordia inmutable a la cual se ha comprometido.
7-13 “Oh Señor, ninguno hay como tú”: él es el único Dios. Ahora David enfoca más de cerca la situación: los “paréntesis” de la sección son los v. 7, seguridad de que en el día de mi angustia Dios responderá, y el v. 13, confianza en que la misericordia divina que no falla “lo librará” (el verbo es futuro) aun si sus enemigos lo llevan a su tumba y en el Seol enfrenta la vida en el más allá. Su percepción de la grandeza de Dios comienza en la más amplia escala (8-10): que el único Dios es soberano sobre todo poder que pueda haber en el cielo (8) y espera la sumisión de toda la tierra (9); pasa a un plano personal (11, 12) de que el único Dios merece su total consagración, exteriormente por la manera como vive, interiormente en su corazón (11) y verticalmente en alabanza (12). 11 No significa “enséñame cómo salir de esta dificultad” sino “enséñame, mientras sigue lo peor de la dificultad, a vivir en tu camino”. Concentra mi corazón, “une, o unifica mi corazón”, líbrame de ser de doble ánimo, de doble cara con Dios; dame “una meta sola y firme, que no cambie ante las amenazas o las recompensas, para ser tuyo y de tu gran nombre”.
14-17 “Pero tú, oh Soberano”: él es suficiente. Ahora nos enteramos de la situación concreta que causó la debilidad (1) y dificultad (7) de David. La referencia repetida al amor, perdón y misericordia de Dios (3, 5, 6, 15, 16) sugiere que estaba huyendo de Absalón, una situación en la cual él mismo no era por cierto inocente. 2 Sam. 16:5-7 revela la actitud de algunos compatriotas hacia David, y 2 Sam. 17:1-4 muestra que arrogantes y violentos (14) no es una exageración poética. Y sin embargo, el Dios compasivo y clemente (15; Exo. 34:5, 6) era suficiente tanto para suplir la debilidad de David (16) como para actuar en contra de los enemigos de David (17). 17 Señal, como en Jue. 6:36-40. Cuando las personas están bajo tanta presión que necesitan una señal, Dios es lo suficientemente compasivo como para condescender a su debilidad.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
86.7 Algunas veces nuestros problemas o dolores son tan grandes que lo único que podemos hacer es gritar a Dios: «Guarda mi alma». Y a menudo, cuando no vislumbramos alivio alguno, todo lo que podemos hacer es recordar la grandeza de Dios y aguardar que vengan días mejores. La convicción de que Dios responde las oraciones nos debe sostener en tiempos difíciles.86.8-10 «Ninguno hay como tú entre los dioses» ¡El Dios de la Biblia es único! El vive y es capaz de obrar poderosos milagros para quienes lo aman. Todas las deidades que el hombre ha creado son impotentes ante El debido a que son simples invenciones de la mente, no seres vivientes. Solo el Señor es «digno[…] de recibir la gloria y la honra y el poder» (Rev 4:11). Si bien la gente cree en muchos dioses, usted nunca tendrá que temer que Dios es uno entre tantos ni que adora al falso Dios. Solo el Señor es Dios.86.17 Es bueno orar pidiendo una señal de la bondad de Dios. Como David descubrió, quizás sea justo lo que necesitamos. Pero no debemos dejar pasar por alto las señales que ya nos ha dado. El apoyo de familia y amigos, la comunión con otros cristianos, la luz de cada nuevo día. Y podemos confiar en que El conoce nuestra situación, no importa cuán desesperada se vuelva. El tiene cuidado de nosotros.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2988 Pro 15:29
b 2989 Sal 34:6; Isa 66:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 86 Este Salmo es una petición del rey de protección. En tales Salmos (3, 5, 7, 11, 26, 27, 28, 36, 52, 54, 57, 62, 63, 64, 71, 77, 86, 139, 140), la confianza y seguridad de recibir ayuda es más prominente que en otros Salmos de lamento; y la confianza del salmista se expresa con un himno de encomio. En medio de una banda de hombres arrogantes y violentos que lo odian (vers. 14, 17), el rey humilde y humillado descansa en las benevolencias del pacto divino (vers. 5, resumido en el vers. 15), en la fortaleza divina (vers. 16) y en su relación única con Dios: es piadoso (vers. 2), el siervo del Señor (vers. 2), e hijo de Dios (vers. 16). La petición se organiza en cinco secciones: 1) una introducción y petición que incluye diversas expresiones de confianza (vers. 1-6); 2) una alabanza al Señor, manifestando confianza que las naciones adorarán, puesto que El es único e incomparable y responde siempre a la oración de los que le reconocen (vers. 7-10); 3) una canción anticipada de alabanza (vers. 11-13); 4) un lamento con expresiones de confianza (vers. 14, 15); y 5) una petición final por la salvación y el favor divino junto con las imprecaciones contra el enemigo, así como expresiones de confianza (vers. 16, 17). Todo lo que se expresa de este rey puede ser dicho aún de manera más completa, de Cristo.
86 Título: de David. Este es el único Salmo atribuido a David en el tercer libro de los Salmos.