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Comentario de Salmos 88:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 88:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Al músico principal. Sobre Majalat. Para ser cantado. Masquil de Hemán el ezraíta) Oh Jehovah, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti.

Año 1531 a.C. (Título).

Sobre Mahalat. Sal 53:1 Un Salmo de Hemán Ezrahita, para instruir. Escrito por Hemán, hijo de Zerah, y nieto de Judá, bajo la opresión de los hebreos en Egipto.

de Hemán Ezrahita 1Re 4:31; 1Cr 2:6.

Oh Jehová. Sal 27:1, Sal 27:9; Sal 51:14; Sal 62:7; Sal 65:5; Sal 68:19; Sal 79:9; Sal 140:7; Gén 49:18; Isa 12:2; Luc 1:47; Luc 2:30; Tit 2:10, Tit 2:13; Tit 3:4-7.

clamo delante de ti. Sal 22:2; Sal 86:3; Neh 1:6; Isa 62:6; Luc 2:37; Luc 18:7; 1Ts 3:10; 2Ti 1:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Una oración conteniendo una grave queja, Sal 88:1-18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

comienza como un salmo de lamentación, pero nunca alcanza la resolución de confianza y alabanza propios de estos salmos. Así, el Sal 88:1-18 se puede considerar como un salmo de queja, un desarrollo de la parte del lamento de los salmos de lamentación. El título adjudica el salmo a los hijos de Coré (Sal 42:1-11; Sal 44:1-26; Sal 45:1-17; Sal 46:1-11; Sal 47:1-9; Sal 48:1-14; Sal 49:1-20; Sal 84:1-12; Sal 85:1-13; Sal 87:1-7), más específicamente a Hemán el ezraíta. En (1Re 4:31) se identifica a Hemán como un hombre sabio y dotado, y en (1Cr 15:16-19) como uno de los músicos levitas dotados que ejercían su ministerio del culto durante la época de David. El término ezraíta puede significar «nacido nativo». Tal vez el nombre de la melodía significa: «Una danza de aflicción». La estructura es:

(1) plegaria introductoria pidiendo liberación (vv. Sal 88:1, Sal 88:2);

(2) la inminente muerte de Hemán (vv. Sal 88:3-5);

(3) una queja sobre el ataque de Dios a Hemán (vv. Sal 88:6-8);

(4) demora de Dios en venir en ayuda de Hemán (vv. Sal 88:9-12);

(5) desesperación de Hemán a medida de que no siente la liberación del Señor (vv. Sal 88:13-18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Aún en medio de la desesperación, Hemán confiesa su fe en la misericordia salvadora de Dios: Oh Jehová, Dios de mi salvación (vv. Sal 88:9Sal 88:13).

clamo … mi clamor: Este lenguaje de llanto desesperado no es usual en los salmos de lamentación. La palabra hebrea que se traduce clamo indica un fuerte grito. El ruego del salmista a Dios para que lo escuche, Inclina tu oído, tiene las mismas palabras de Sal 86:1.

 EN FOCO

«Ley»

(Heb. torah) (Sal 1:2; Sal 89:30; Sal 119:97; Éxo 24:12) # en Strong H8451: Aunque generalmente se traduce ley, el sustantivo Torá deriva del verbo yarah, que significa «enseñar» y se debe entender como conllevando la idea de «instrucción». El término se puede referir a cualquier conjunto de reglas, tales como las instrucciones de los padres (Pro 1:8) o de un salmista (Sal 78:1). Sin embargo, generalmente la palabra se refiere a la ley de Dios. El escritor del Sal 119:1-176 expresó mucho amor por la ley de Dios, porque lo llevó a la sabiduría y la justicia (Sal 119:97-176). En el NT. Pablo también alabó la ley de Dios porque señaló su pecado y lo hizo darse cuenta de su desesperada necesidad de un Salvador (Rom 7:7).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DÍA Y NOCHE CLAMO. Algunos consideran este salmo como el más triste de todos. El que suplica ha sufrido mucho (v. Sal 88:3), tal vez como un leproso (cf. v. Sal 88:8). Siente que está cercana la muerte y que Dios lo ha rechazado (vv. Sal 88:7, Sal 88:14, Sal 88:16-18). Ha clamado día y noche a Dios y parece no haber recibido respuesta alguna (vv. Sal 88:1-2, Sal 88:13). Está desalentado y tiene pocas esperanzas. Sin embargo, debido a su fe no le dará la espalda a Dios; confiesa que todavía el Señor es el Dios de su salvación (v. Sal 88:1).

(1) La experiencia del salmista es muy parecida a la de Job, aunque en este caso no se menciona la razón que hay detrás de su sufrimiento y el aparente silencio de Dios.

(2) Este salmo revela que a veces Dios permite momentos de tristeza y desesperanza en la vida de un creyente. Es una experiencia sombría en que no hay razón aparente para sus problemas y cuando Dios parece estar a gran distancia. Durante tal sufrimiento, quedará cierto grado de misterio hasta que los creyentes estén con Dios en el cielo. Mientras tanto, la fe en Dios como salvador así como la buena relación con Él son esenciales para que salgan airosos los creyentes, y ellos nunca deben olvidar que a fin de cuentas: «ni la muerte, ni la vida… ni lo presente, ni lo por venir… nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Rom 8:38-39).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 88 (Vg 87): Oración de un Afligido en Peligro de Muerte.
E l salmista es un fiel piadoso atacado de una grave enfermedad desde su juventud, y por ello aislado de la vida social y aun cíe sus allegados y amigos íntimos. En tono deprecatorio y con no poca resignación expone el doliente su triste situación, apelando a un milagro de la omnipotencia divina que le libre de la muerte segura. Tiene conciencia de que la enfermedad le ha sido enviada por Dios; sin embargo, no hay quejas contra este modo de proceder de la Providencia. Para mover a Yahvé a que le libre de la muerte, recuerda que en la región tenebrosa de los muertos no podrá continuar alabándole.
Se ha dicho de este salmo que es el “más triste de todo el Salterio. Es un grito patético del que sufre sin alivio. En otros salmos la luz penetra a través de las nubes al fin; aquí la bruma es más oscura al final. Es sintomático que la última palabra es oscuridad.”1 No protesta como Job, alegando su inocencia; pero tampoco tiene conciencia de pecado; únicamente expone su situación, sin averiguar las causas morales de su enfermedad. Llevado de su ardiente fe, pide una curación milagrosa, pues sus esperanzas de ultratumba son sombrías: los difuntos están abandonados en la región del Seol, de la que no es posible salir y en la que no hay comunicación afectiva con Dios, que constituye su centro espiritual.
Podemos dividir la composición en tres partes: a) el doliente está al borde del sepulcro, abandonado de sus amigos (2-8); b) ¿No hará Yahvé un milagro para salvarlo? (9-13); c) ¿Por qué Dios le rechaza? (14-19). Algunos autores han sugerido que el doliente es el tipo de Israel sufriendo en el exilio, y, por tanto, que sus quejas tienen un carácter nacional colectivo 2; sin embargo, nada insinúa de modo concreto que el salmo tenga este sentido colectivo; generalmente se le interpreta como una lamentación individual al estilo de otros salmos. No hay reacciones fuertes, como en el libro de Job; ni deseos de venganza, ni expresiones desesperadas. Es difícil determinar la época de su composición. Como hay alguna palabra aramea, los críticos en general se inclinan por un origen postexílico.

Al borde del sepulcro, abandonado de todos (1-8).
1 Al maestro del coro. Cántico de los hijos de Coré. Sobre la “enfermedad.” Para la “aflicción.” Maskil. De Ernán ezraíta 3. 2¡Oh Yahvé, Dios mi Salvador! Grito de día y gimo de noche ante ti. 3Llegue mi oración a tu presencia, inclina tu oído a mi clamor. 4Pues harta de males está mi alma, y mi vida al borde del sepulcro. 5Ya me cuentan entre los que bajan a la fosa; soy ya hombre sin fuerzas. 6Abandonado entre los muertos 4, como los traspasados que yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que fueron arrancados a tus manos. 7Hasme puesto en lo profundo de la hoya, í entre las tinieblas, las sombras abismales. 8 Pesa tu ira sobre mí y has desencadenado contra mí todos tus furores 5.

Utilizando frases estereotipadas del Salterio, el poeta declara su situación angustiosa6. Día y noche suspira por la ayuda divina. Víctima de una grave enfermedad – ¿lepra, parálisis? -, el salmista se siente al borde del sepulcro7. Como su mal es incurable, nadie hace nada por remediarlo, contándolo ya entre los que bajan a la fosa 8. Destinado a una muerte prematura, se considera como los traspasados por la espada, que ya en el seol están como fuera del alcance de su providencia 9. En aquella región tenebrosa de sombras abismales, el difunto siente la orfandad de Dios. El salmista paciente se siente ya cerca de esta triste situación, porque Yahvé ha derramado sobre él todos sus furores, que le anegan como olas devastadoras 10.

¿No puede Yahvé hacer un milagro y salvarle? (9-13).
9 Has alejado de mí a mis conocidos, me has hecho para ellos abominable; estoy encerrado y no tengo salida. 10 Mis ojos languidecen por la aflicción; te invoco, ¡oh Yahvé! todo el día, y tiendo mis manos hacia ti. 11 ¿Harás tú ya prodigio alguno para los muertos? ¿Se levantarán las sombras para alabarte? 12 ¿Contará alguno en el sepulcro tu piedad y en el averno tu fidelidad? 11. 13 ¿Será conocido prodigio alguno tuyo en las tinieblas, ni tu justicia en la tierra del olvido?

Como Job, el paciente se siente abandonado de sus allegados 12; le consideran maldito de Dios, y bajo este aspecto les resulta abominable. Si la enfermedad que sufría era la lepra, se comprende bien este clima de separación, impuesto por exigencias higiénicas 13. Se siente como un prisionero sin salida, agarrotado por la enfermedad, mientras que languidecen sus ojos, agotados por el sufrimiento. Por otra parte, el pensamiento de ultratumba le aterra, ya que en el seol no puede alabar a su Dios. Conforme a la mentalidad de la época, piensa que Dios no se preocupa de los que moran en la región de los muertos, y, por tanto, no es concebible un prodigio en favor de ellos. Por eso ansia que Dios le cure milagrosamente antes de cerrar los ojos a la vida, ya que no es concebible que Yahvé le vuelva a resucitar una vez que ha entrado en la región tenebrosa. Allí las sombras – en heb. refaim: espíritus débiles, sin consistencia, como en ectoplasma – no pueden proclamar las alabanzas de Dios 14. Aquélla es la tierra del olvido por excelencia 15, y no se conciben relaciones amorosas recíprocas de Yahvé y las sombras.

¿Por qué Dios le rechaza? (14-19).
14 A ti clamo, pues, ¡oh Yahvé! y mis plegarias van a ti desde la mañana. 15 ¿Por qué, ¡oh Yahvé! me rechazas y me escondes tu rostro? 16 Soy un mísero afligido y lánguido desde mi mocedad, soportando tus terrores hasta desfallecer. 17 Derrámanse sobre mí tus furores y me aniquilan tus espantos. 18 Todo el día me rodean como aguas, y todas a una me envuelven. 19 Has alejado de mí amigos y compañeros, y son mis parientes las tinieblas.

Sumido en la mayor soledad, no le queda al paciente otra cosa que clamar a su Dios implorando auxilio. No tiene conciencia de culpabilidad y se pregunta por qué le ha entregado a tal situación, ocultando su rostro y abandonándole 16. Toda su vida, desde sus tiernos años, ha sufrido incesantemente, víctima de los terrores mortales enviados por Yahvé 17. Parece como si Dios le cercara con sus furores y desahogos coléricos (v.17). Dada la mentalidad religiosa de los antiguos hebreos, todo ocurre porque Dios lo quiere, pues en su filosofía de la vida no tienen importancia las causas segundas. No distinguen entre voluntad positiva y permisiva divina, y todo lo engloban, atribuyéndolo directamente a Dios. El salmista se siente así como un náufrago a punto de ahogarse en medio de las aguas u olas amenazadoras de Yahvé (v.18)18. Sus consideraciones se cierran con un pensamiento sombrío: se siente solo y no tiene otros consoladores y parientes que las tinieblas: ¡se siente abandonado de sus amigos, de sus familiares y de Dios! Job había declarado: “Diré a la podredumbre: ¡Tú eres mi padre! y a los gusanos: ¡Mi madre y mis hermanos!” 19; pero al final recupera la salud y es rehabilitado en la sociedad. En cambio, el salmista cierra ex abrupto su composición sin luces de esperanza, lo que es único en las deprecaciones del Salterio. Por eso son muchos los autores que suponen que falta algún fragmento alusivo al auxilio divino librándole de la muerte, como es ley en otras composiciones salmódicas similares.

1 A. F. Kirkpatrick, o.c., 523. – 2 Hipótesis de Teodoro de Mopsuestia, Calmet, Wethe, Gheyne, Briggs. – 3 Sobre el sentido de los títulos véase com. a Sal 75:1; Sal 73:1; Sal 84:1. Enfermedad: traducción problemática del hebreo almajlat. Aflicción: en hebreo le annoth, que puede significar “para responder,” corno si aludiera a alternancia de coros. Ernán ezraítat probablemente es el levita músico que aparece en 1Cr 15:17; r Rev 4:31. – 4 Abandonado: es inseguro el sentido de la palabra hebrea. En los LXX se traduce por “libre.” La Bib. de Jér.: “Excluido entre los muertos.” – 5 LitVel TM: “quebrantamientos” u olas rompientes. – 6 Cf. Sal 22:3; Sal 17:6. – 7 Cf. Sal 107:18; Pro 2:18; Pro 5:5; Pro 7:29. – 8 Cf. Sal 28:1; Sal 28:30, Sal 28:4; Sal 143:7. – 9 Cf. Isa 38:1”; Sal 6:6; Sal 6:30, Sal 6:10; Sal 63:10; Sal 86:13; ΕκSal 32:24. – 10 Cf.Sal42:8. – 11 En hebreo Abaddón (perdición), nombre del seol (cf. Job 26:6; Job 28:22; Job 31:12; Pro 15:11; Pro 17:20; Rev 9:11). – 12 Cf. Job 19:135; Sal 31:10; Sal 38:12. – 13 Cf. Lev 13.46; 2Cr 26:21; Job 31:34. – 14 Cf. Isa 26:14; Isa 26:38.18; Sal 6:6; Sal 6:30, Sal 6:10; Sal 31:13; Sal 115:17; Job 14:21. – 15 Cf. Ecl 9.s-6,10; Eco 14:16; Eco 17:22-23. Sobre el seol véase M. G., Cordero, La vida de ultratumba según la mentalidad popular de los antiguos hebreos: “Salmanticensis,” 1 (1954) p.343-364. – 16 Cf. Sal 74:1; Sal 74:10, Sal 74:1.11. – 17 Cf. Sal 55:6; Job 20:25. – 18 Cf. Sal 18:5-17; Lam 3:54; Jon 2:4. – 19 Job 17:14.

Fuente: Biblia Comentada

Salmo 88 (87): Salmo de súplica de una persona enferma que, sintiendo la proximidad de la muerte, se dirige a Dios para pedir su auxilio abrumada por el dolor, la soledad y la desesperanza.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 88. Las Tinieblas Del Alma: Fe Paciente, Paciencia Fiel

Las tres secciones de este Salmo tienen tres características en común: cada una se inicia con un testimonio de oración sostenida (1, 2, 9, 13); cada una lamenta una experiencia de tinieblas (6, 12, 18); y cada una enfrenta la muerte (5, 10, 15). Esto es, en resumidas cuentas, un “Salmo sin esperanza”. Alguien que conoce al Señor como Dios de mi salvación (1), no tiene ninguna esperanza al encontrarse frente a la muerte (9-12). Alguien dedicado a la oración no encuentra respuestas que remedien el sufrimiento. La ira de Dios (7), el alejamiento de amigos y el dolor debilitante del cual es imposible escapar (8, 9) llena todo en la vida; la mirada hacia arriba ve sólo ira, la mirada hacia adentro, terror (16); la mirada hacia afuera, peligros presentes y amigos ausentes (17, 18) y la mirada hacia adelante, tinieblas sin alivio (18).

La mayoría de los pastores han tenido que ministrar en una situación así, teniendo de la mano a un hermano querido que se hunde en tristezas sin consuelo y enfrentando la eternidad sin seguridad. Y la mayoría de los creyentes habrán enfrentando -en menor o mayor grado- el valle de sombra que excluye la luz del sol y donde Jesús y su amor, el evangelio y sus seguridades, el cielo y sus compensaciones se aplican a otros, no a ellos mismos. El Salmo nos dice que el sufrimiento sin alivio puede todavía ser nuestra suerte. Nos recuerda que no estamos aún en el cielo sino que somos parte de una creación que gime (Rom. 8:18-23). Nos pone por delante un luminoso ejemplo de la fe que se aferra y una ocupación resuelta en la oración. Aquí vemos a uno que camina en tinieblas, sin luz y confiando en el nombre del Señor y apoyándose en su Dios (Isa. 50:10).

1-9a Vida sin luz. ¿Hay muertos que han sido arrebatados del cuidado del Señor? Sin duda que sí: ocupan la honda fosa … lugares tenebrosos (6), presionados hacia abajo por la ira divina (7). Al sentir el salmista que su largo sufrimiento es una condición fatal (15) y que se acerca al final de su vida terrenal (3), esto es lo que lo aflige: ¿Ha de morir bajo la ira? Es esto también lo que lo motiva a orar (1, 2; nótese porque en el v. 3).

9b-12 Muerte sin esperanza. Después de la muerte, el destino del hombre está sellado. Morir con la duda de la ira divina sin resolver, es ir a donde no puede haber esperanza en los milagros de Dios, sus actos salvíficos sobrenaturales, nada por lo cual alabarle (10), ninguna experiencia de su amor para compartir, nada que haga confiar en su cuidado fiel (11), nadie que pueda hablar de sus maravillas de salvación (12), nada de tu justicia, la intervención divina para poner las cosas en su lugar. Sólo AbadoŒn (lugar de destrucción), tinieblas y olvido divino (12, cf. 5, ya no te acuerdas, para ver el significado de “acuerdas”, Exo. 2:24), o sea, Dios dejando al pueblo para que se las arregle solo sin la intervención misericordiosa, cariñosa, providente de él. Esto no es (como algunos comentarios erróneamente insisten) una declaración general de una creencia del AT sobre la vida y la muerte esperando una corrección del NT. El Salmo describe sólo la muerte que este salmista teme, la muerte bajo la ira divina. Cuando el NT trata este tema, lo presenta infinitamente más espantoso.

13-18 Pregunta sin respuesta. El grito pidiendo ayuda (13) se convierte en un grito pidiendo una explicación (14) que no tiene la seguridad de recibir una respuesta: justamente como Dios no dio a Job ninguna explicación hasta el final y nosotros, similarmente, con una necedad comprensible, preguntamos lo mismo con el mismo resultado. Si se diera una explicación, sin duda sería tan desconcertante como la situación que se quiso explicar. Porque las circunstancias de la vida son asignaciones suyas y obras suyas. En las tormentas de la vida enfrentamos sus olas (7), y en nuestros temores sus terrores (16, 17). La soberanía que no se explica a sí misma, que rebalsa de sabiduría, amor, poder y justicia infinitos, que está, por lo tanto, fuera de nuestra capacidad y vista; esa soberanía es nuestro cojín (Sal. 86) cuando todo (18) es oscuridad.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

88.1ss ¿Ha sentido alguna vez que ha tocado el fondo? El salmista está tan abatido que hasta perdió la esperanza en la vida misma. A pesar de que todo iba de mal en peor, fue capaz de contarle todo a Dios. Este es uno de los pocos salmos que no da respuesta ni esperanza. No piense que siempre debe estar alegre y positivo. La angustia y la depresión requieren de tiempo para sanar. No importa cuán deprimidos nos sintamos, siempre podemos llevar nuestros problemas a Dios y expresarle nuestra angustia.88.13, 14 Cuando el salmista escribió esto, estaba cerca de la muerte, quizás debilitado por una enfermedad o abandonado por amigos. Pero todavía podía orar. Tal vez usted no esté afligido, pero conoce a alguien que sí lo está. Considere la posibilidad de ser un compañero de oración para esa persona. Este salmo puede ser una oración que usted eleve a Dios en beneficio del necesitado.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. Véase Sal 53:1 Enc, n: “Mahalat”.

(2) Enc. Véase Sal 32:1 Enc, n.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 3042 1Re 4:31; 1Cr 2:6

b 3043 Gén 49:18; Sal 27:9; Sal 51:14; Sal 68:19; Isa 12:2; Luc 1:47

c 3044 Sal 86:3

d 3045 Sal 22:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 88 Posiblemente éste sea el Salmo más triste del salterio. Alguien que sufre diariamente hace esta petición matutina al Señor, rogando por ayuda. El salmista organiza su petición en tres estrofas: La primera (vers. 1-9) mira hacia el pasado, está enmarcada por la queja que sus oraciones han sido inefectivas ante el silencio de Dios (vers. 1, 9), contiene palabras introductorias y una petición por el favor divino (vers. 1, 2). Su alma está cargada de vivir entre los muertos (vers. 3-6), bajo las olas interminables de la ira de Dios (vers. 7) y el odio de otros (vers. 8). La segunda (vers. 10-12) mira hacia el futuro y ruega a Dios que lo salve, argumentando que los muertos no pueden alabarle y que Dios no ganaría nada con su muerte. La tercera (vers. 13-18) mira hacia el presente y se dirige a Dios con la esperanza de un nuevo día y le ruega que mire al salmista con misericordia, pues él ya está vencido por la ira de Dios que lo sofoca (vers. 15-17) y está alejado de amistades y compañerismo (vers. 18). El salmista, cuya suerte terrenal es constante sufrimiento, todavía reconoce que Dios es su única fuente de salvación (vers. 1). Este Salmo fue usado por la iglesia primitiva en la liturgia del viernes santo, pues se interpretaba como referencia a los sufrimientos de Cristo. Jesús cumple este arquetipo de sufrimiento y dolor al descender a las profundidades de la tierra por causa de la ira de Dios (vers. 6, 7). Es posible que Lucas aluda al vers. 8 de este Salmo en su narrativa de la crucifixión (Lc 23:49).

Fuente: La Biblia de las Américas

Coré… Heb. QórajSal 42:1; Mahalat Leannot… Esto es, enfermedad aflictiva.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Tit. Qóraj. Sal 42:1.

88. Tit. Mahalat Leannot = enfermedad aflictiva.

Fuente: La Biblia Textual III Edición