No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios.
No olvidaré mi pacto. Lev 26:44; Jer 14:21; Jer 33:20.
Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Núm 23:19; Mal 3:6; Mat 24:35; Rom 11:29; Stg 1:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las palabras: No olvidaré mi pacto y las palabras del v. Sal 89:35 son fuertes, como para garantizar al lector que en esta materia la voluntad del Señor queda totalmente estipulada. El pueblo puede volverse infiel, pero Dios no puede negarse a sí mismo. A pesar de los errores, rebeliones, pecados y apostasías en la vida de muchos de los reyes de Judá, Dios está determinado a completar, cumplir y realizar su gran plan para la dinastía de David (2Sa 7:1-24).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
— mis palabras: Frente a las cuatro causas que pueden motivar el castigo de Dios (Sal 89:30-31), otras cuatro expresiones reafirman su lealtad (Sal 89:33-34).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
s 3154 Lev 26:44; Jer 14:21; Jer 33:21
t 3155 Mal 3:6; Stg 1:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., profanaré
Lit., lo que sale