Comentario de Santiago 1:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión.
1:14 — En este versículo y el siguiente, Santiago emplea la figura de la reproducción para delinear el curso o proceso del pecado. — «sino que… propia concupiscencia». El hombre mismo es responsable por sus pecados. No hay que inculpar a Dios, ni a otro. La tentación procede de su propia concupiscencia (deseo fuerte; la misma palabra griega aparece en Efe 4:22, deseos engañosos).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
cuando de su propia concupiscencia. Stg 4:1, Stg 4:2; Gén 6:5; Gén 8:21; Jos 7:21-24; 2Sa 11:2, 2Sa 11:3; 1Re 21:2-4; Job 31:9; Job 31:27; Pro 4:23; Isa 44:20; Ose 13:9; Mat 5:28; Mat 15:18, Mat 15:20; Mar 7:21; Mar 7:22; Rom 7:11, Rom 7:13; Efe 4:22; Heb 3:13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Convertir una prueba en tentación, sólo es posible cuando uno permite que los deseos intensos tomen el control.
atraído y seducido expresa la intensidad con la cual el deseo induce a un individuo hasta que es atrapado trágicamente. El pecado no se introduce donde no hay voluntad para pecar, sino que se le escoge por su atractivo.
concebido sugiere la imagen de la voluntad doblegada de una persona hasta que finalmente comete pecado. Esta misma idea está vívidamente ilustrada por la trágica vida de un adicto: un hábito que una vez que un individuo lo adquiere finalmente lo controlará completamente.
da a luz sugiere que producirá un resultado final. Aquí la idea es que el pecado ha alcanzado su madurez y ha poseído el carácter del individuo.
muerte aquí se refiere a la muerte física (Pro 10:27; Pro 11:19; Rom 8:13).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CUANDO DE SU PROPIA CONCUPISCENCIA. La tentación proviene de los deseos o inclinaciones del corazón (cf. Mat 15:19). Si no se les hace frente y se les suprime por medio del Espíritu Santo, la concupiscencia, es decir, los malos deseos, conduce al pecado y después a la muerte espiritual (v. Stg 1:15; Rom 6:23; Rom 7:5; Rom 7:10; Rom 7:13).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
de su propia concupiscencia. Se refiere a los deseos pecaminosos que brotan del alma humana para disfrutar o adquirir algo que satisfaga a la carne. La naturaleza caída del hombre tiene la propensión fuerte a desear cualquier pecado que la deje satisfecha (vea las notas sobre Rom 7:8-25). «Su propia» describe la naturaleza individual de la lujuria porque es diferente para cada persona como resultado de tendencias heredadas, el ambiente, la crianza y las preferencias personales. La gramática griega también indica que estos deseos pecaminosos o «concupiscencia» es el agente activo o la causa directa de todo pecado individual. Cp. Mat 15:18-20. atraído. Esta palabra griega se empleaba para describir animales de caza que eran seducidos para caer en diversas trampas. Así como una presa puede ser llevada a una muerte cierta por medio de carnadas atractivas, la tentación promete algo bueno al ser humano que en realidad es dañino. seducido. Un término de pesca que quiere decir «capturar con anzuelo» o «pescar con carnada» (cp. 2Pe 2:14; 2Pe 2:18). Es un término paralelo a «atraído».
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:14 — En este versículo y el siguiente, Santiago emplea la figura de la reproducción para delinear el curso o proceso del pecado.
–«sino que… propia concupiscencia». El hombre mismo es responsable por sus pecados. No hay que inculpar a Dios, ni a otro. La tentación procede de su propia concupiscencia (deseo fuerte; la misma palabra griega aparece en Efe 4:22, deseos engañosos).
–«es atraído y seducido». Otras varias versiones bien dicen, «arrastrado y halagado» o llevado y cebado. Como el pez es arrastrado por la atracción de la carnada, así el hombre por su concupiscencia, o deseos desordenados. Según la Versión Moderna, dice Pro 1:10, «… si los pecadores quisieren atraerte con halagos».
La palabra griega, aquí traducida «seducido» (o halagado), se emplea en la caza y en la pesca (atrapar con carnada), y también en cuanto a rameras que usan de halagos. El deseo desordenado de uno sirve de tentador para arrastrar a uno y seducirle. Compárese Gén 4:7. El pecado está siempre presente para lanzarse sobre su víctima.
El caso de Eva ilustra este versículo. Fue arrastrada por las palabras del tentador, y luego la atracción de la fruta sirvió de carnada o cebo. Pero su pecado comenzó con su propia concupiscencia, o deseo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Rom 7:7-8; 1Jn 2:16-17.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “capturado como por carnada”. Lit.: “siendo atraído por carnada”.
REFERENCIAS CRUZADAS
z 26 Gén 3:6; Deu 32:5; Isa 44:20; 1Jn 2:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
atraído y seducido. La descripción que hay detrás de estas palabras es la del cazador 0 pescador que atrae y engaña a su presa sacándola del lugar donde ésta se hallaba a salvo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
la propia… Algunos traducen su propia.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Cuatro acciones morales: tentación, concupiscencia, pecado y muerte, son comparadas con el proceso de engendramiento, concepción, gestación y alumbramiento → Rom 7:7-25.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
BD493(3) Al repetir la palabra clave πειράζω de la oración previa, se muestra un clímax.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, concupiscencia
Fuente: La Biblia de las Américas
Algunas versiones traducen su propia.