Comentario de Santiago 1:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos como primicias de sus criaturas.
1:18 — Este versículo concluye la línea de pensamiento comenzada en el versículo 12. El renacimiento espiritual es un ejemplo de las cosas buenas que proceden de Dios, en lugar de las malas, como la tentación. — «de su voluntad» (griego — «habiéndo(lo) querido»). El llegar uno a ser hijo de Dios es «según su beneplácito» (de Dios), Efe 1:9. Así lo ha deseado Dios. Véanse Efe 1:5; Efe 1:7; 1Jn 1:3. Dios no da tentaciones, pero sí da la salvación (el renacimiento). Lo hace porque «así lo ha querido» (Versión Popular, y otras). De veras la salvación es de la gracia de Dios (Efe 2:8), como el pecado es de otra fuente; o sea, del deseo desordenado.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
de su voluntad. Jua 1:13; Jua 3:3-5; Rom 4:17; Rom 8:29-31; Rom 9:15-18; Efe 2:4, Efe 2:5; Col 1:20, Col 1:21; 2Ts 2:13, 2Ts 2:14; 1Pe 1:3, 1Pe 1:23.
por la palabra de verdad. Stg 1:21; 1Co 4:15; Efe 1:12; 1Pe 1:23; 1Jn 3:9.
seamos primicias de sus criaturas. Lev 23:10; Jer 2:3; Amó 6:1; Heb 12:23; Apo 14:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
de su voluntad. Esta frase traduce una palabra griega que sirve para dar a entender que la regeneración no es un simple deseo, sino una expresión activa de la voluntad de Dios, la cual Él siempre tiene el poder de cumplir a perfección. Esta frase ocurre al comienzo del enunciado griego, lo cual significa que Santiago se propuso destacar que la voluntad soberana de Dios es la fuente de esta vida nueva. nos hizo nacer. El acto divino de regeneración o nuevo nacimiento (vea las notas sobre Jua 3:3-8; 1Pe 1:23; cp. Eze 36:25-27; Jua 1:12-13; Efe 2:5-6; Efe 5:26). palabra de verdad. Cp. Jua 17:17. Las Escrituras o la Palabra de Dios. Él regenera a los pecadores por medio del poder de esa Palabra (cp. 2Co 6:7; Col 1:5; 1Ts 2:13; Tit 3:5; 1Pe 1:23-25). primicias. Una expresión original del AT que se refiere a las primeras y mejores cosechas que Dios esperaba recibir como ofrenda de gratitud (cp. Éxo 23:19; Lev 23:9-14; Deu 26:1-19). Entregar a Dios esa cosecha inicial era un acto de fe en que Él cumpliría su promesa de una cosecha completa y satisfactoria al final de la temporada (Pro 3:9-10). De la misma manera, los cristianos son la primera evidencia de la creación nueva de Dios que ha de venir al final de los tiempos (cp. 2Pe 3:10-13) y disfrutan en el presente su vida nueva como una prueba por anticipado de su gloria futura (vea las notas sobre Rom 8:19-23).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:18 — Este versículo concluye la línea de pensamiento comenzada en el versículo 12. El renacimiento espiritual es un ejemplo de las cosas buenas que proceden de Dios, en lugar de las malas, como la tentación.
–«de su voluntad» (griego–«habiéndo(lo) querido»). El llegar uno a ser hijo de Dios es «según su beneplácito» (de Dios), Efe 1:9. Así lo ha deseado Dios. Véanse Efe 1:5; Efe 1:7; 1Jn 1:3. Dios no da tentaciones, pero sí da la salvación (el renacimiento). Lo hace porque «así lo ha querido» (Versión Popular, y otras). De veras la salvación es de la gracia de Dios (Efe 2:8), como el pecado es de otra fuente; o sea, del deseo desordenado.
–«nos hizo nacer». El tiempo pretérito aquí empleado («hizo») indica que Santiago se refiere al tiempo de la conversión de los cristianos a quienes escribe.
Aquí se hace un contraste: el pecado da a luz la muerte (versículo 15), pero Dios nos (es decir, a los cristianos) hace nacer de nuevo, para ser hijos de él. Véanse Jua 3:3-5; 1Co 4:15; Tit 3:5; 1Pe 1:3; 1Pe 1:23; 1Jn 2:29; 1Jn 3:9; 1Jn 4:7; 1Jn 5:1. (Rom 6:4 hace evidente que el agua de Jua 3:5; Efesios 5:26; y Tit 3:5, en el renacimiento, es la del bautismo– Hch 22:16).
–«por la palabra de verdad». Sobre esta frase y la idea propuesta, véanse Jua 17:17; Jua 6:63; Hch 13:26; 2Co 6:7; Efe 1:13; Colosenses 1:5; 2Ti 2:15.
La palabra de verdad es lo mismo que el evangelio (1Co 4:15 con 1Pe 1:23; 1Pe 1:25). La Palabra fue inspirada por el Espíritu Santo, y por lo consiguiente «nacer del Espíritu» (Jua 3:5) es lo mismo que nacer «por la palabra de verdad». Toda teoría respecto a «nacer del Espíritu», que no toma en cuenta el mensaje del evangelio revelado en la Palabra de Dios, es falsa. ¡El Espíritu Santo no opera en el corazón del inconverso aparte de la Palabra de Dios! Dios honra y utiliza su Palabra en la regeneración del pecador. Por eso esa Palabra ha de ser predicada (2Ti 4:2; 1Co 1:21; Mar 16:15-16; Rom 1:15). Esa Palabra, una vez implantada, puede salvar almas (versículo 21).
–«para que… sus criaturas». La frase «para que» aquí introduce el propósito de Dios en hacernos nacer por la Palabra de verdad.
Las primicias de los judíos no eran la cosecha entera, sino la primera parte (y a la vez, la parte mejor — Núm 18:12, Versión Moderna). Los judíos consagraban a Dios sus primicias (primeros frutos), como sacrificio especial, siendo lo mejor; así lo demandaba la Ley (Éxo 13:11-16; Núm 18:12-13 Deuteronomio 18:4) (véanse también Lev 23:10 –; Núm 15:18; Deu 26:2; Neh 10:37; Eze 44:30). Así es que el significado de esta frase parece ser que ¡los cristianos deben ser gente consagrada! Compárese Apocalipsis 14:4.
Los primeros conversos de alguna región también son llamados «las primicias» (Rom 16:5; 1Co 16:15; compárese Rom 11:16). Puede ser que Santiago indique que los cristianos del siglo primero eran como prenda o promesa de otros muchos cristianos que habría más tarde de entre la humanidad («sus criaturas») en siglos venideros. Como las primicias indicaban una cosecha más amplia que vendría, así es que aquellos lectores de Santiago eran precursores de muchos cristianos que vendrían en siglos venideros. En este sentido Pablo se refiere a Cristo en 1Co 15:20; habrá una «cosecha» de resucitados más tarde. Algunos ven en este frase del versículo 18 una referencia a los hermanos judíos en particular, pues a ellos fue dirigida esta carta (véanse INTRODUCCIÓN IV). En el tiempo del Antiguo Testamento se referían a Israel como «primicias» de Dios (Jer 2:3). Los primeros conversos a Cristo eran judíos (Rom 1:16; Hch 2:1-47; Hch 13:46). Su conversión era prenda de una cosecha que seguiría en la conversión de otros muchos (gentiles).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Jua 1:13; 1Pe 1:23; (ver Efe 1:13; Col 1:5; 2Ti 2:15).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
h 34 Jua 1:13; Rom 8:28; 2Ts 2:13
i 35 Heb 4:12; 1Pe 1:23
j 36 Éxo 34:22; Lev 23:17; Rev 14:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El nos hizo nacer…primicias. Por la voluntad de Dios, los creyentes han nacido de nuevo por la palabra de verdad (i.e., el evangelio; Ef 1:13; Col 1:5). Los que han nacido de nuevo han llegado a ser las primicias (i.e., los primeros frutos) que al igual que las primicias de las cosechas en el A.T. (Ex 23:19; 34:26; Neh 10:35), le corresponden a Dios.
Fuente: La Biblia de las Américas
18 (1) De Su propia voluntad, por Su intención, con miras a cumplir Su propósito, engendrándonos para que seamos primicias de Sus criaturas.
18 (2) El pecado, la fuente de las tinieblas, engendra la muerte (v.15). En cambio, el Padre de las luces nos engendró para que seamos primicias de Sus criaturas, y estemos llenos de la vida vigorosa que madura primero. Esto se refiere al nacimiento divino, nuestra regeneración ( Jua_3:5 , Jua_3:6), el cual se lleva a cabo conforme al propósito eterno de Dios.
18 (3) La palabra de la realidad divina, la palabra de lo que el Dios Triuno es ( Jua_1:14 , Jua_1:17). Esta palabra es la simiente de la vida, mediante la cual hemos sido regenerados ( 1Pe_1:23).
18 (4) Dios renovará toda Su creación para obtener un cielo nuevo y una tierra nueva, donde la Nueva Jerusalén será el centro ( Rev_21:1-2). Primero El nos regeneró para que fuéramos primicias de Su nueva creación, lo cual hizo impartiendo Su vida divina en nuestro ser mediante la palabra de vida que ha sido implantada, para que llevemos una vida de perfección. Esta debe de ser la semilla de la perfección cristiana práctica. Esta vida tendrá su consumación en la Nueva Jerusalén, el centro viviente del nuevo y eterno universo de Dios.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
de su voluntad. La voluntad a propósito de Dios es la causa de nuestra regeneración (nos hizo nacer) por medio del mensaje del evangelio.
primicias. i.e., primeros frutos. Estos primeros creyentes, en su mayoría de trasfondo judío, eran la garantía de la plena cosecha de los creyentes venideros.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
de la Verdad… Esto es, de Jesucristo.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
BD301(1) Τὶς se usa para suavizar la expresión metafórica: por así decirlo, una clase de.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., ciertas
Fuente: La Biblia de las Américas
§ A menudo se cree que se refiere al llamado de Dios y su provisión para que volvamos a nacer espiritualmente.