He aquí, ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos también su cuerpo entero.
3:3 — La Versión La Biblia de las Américas, en este caso, sigue los manuscritos mejores, al decir «si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo». Si hacemos esto, logramos aquello, dice Santiago. El punto de Santiago es que tienen cosas pequeñas gran influencia o control y gobierno sobre cosas grandes y poderosas. El freno, que se usa en la boca del caballo, es comparativamente pequeño; su cuerpo es grande y fuerte. Aquí Santiago presenta una ilustración, pues, del gran control e influencia de la lengua, que siendo pequeña dirige y gobierna el cuerpo que es mucho más grande. Compárese Sal 39:1.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Stg 1:26; 2Re 19:28; Sal 32:9; Sal 39:1; Isa 37:29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dos ilustraciones enfatizan que lo que a menudo tiene la influencia más grande, puede parecer insignificante, como si no fuera nada importante. En comparación a las dimensiones totales de un caballo, un freno en la boca parece insignificante, aunque hace que el animal obedezca. Las enormes naves, gobernadas por los impetuosos vientos, pueden ser dirigidas por un pequeño timón. Por donde el que la gobierna quiere, en lenguaje contemporáneo, puede traducirse como «a donde el piloto desea ir».
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Santiago suministró varias analogías que muestran cómo la lengua, a pesar de ser tan pequeña, tiene el poder para controlar a toda la persona e influenciar todos los aspectos de su vida.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:3 — La Versión La Biblia de las Américas, en este caso, sigue los manuscritos mejores, al decir «si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo». Si hacemos esto, logramos aquello, dice Santiago.
El punto de Santiago es que tienen cosas pequeñas gran influencia o control y gobierno sobre cosas grandes y poderosas. El freno, que se usa en la boca del caballo, es comparativamente pequeño; su cuerpo es grande y fuerte. Aquí Santiago presenta una ilustración, pues, del gran control e influencia de la lengua, que siendo pequeña dirige y gobierna el cuerpo que es mucho más grande. Compárese Sal 39:1.
Fuente: Notas Reeves-Partain
PEQUEÑA, PERO PODEROSA
Santiago 3:3-5a
Cuando les ponemos el freno a los caballos en la boca para que nos obedezcan, así podemos controlar todos los movimientos de su cuerpo. Fijaos en los navíos también: por muy grandes que sean y aunque los impulsen vientos impetuosos, cómo se puede gobernar su curso con un timón relativamente muy pequeño por donde quiere el timonel. Pues así es la lengua: un miembro del cuerpo pequeñajo pero matón.
Se le podría discutir a Santiago el terror que le tiene a la lengua, tratándose de una parte del cuerpo tan pequeña que no se la puede tener en cuenta ni darle tanta importancia. Para contestar a esa objeción, Santiago pone dos ejemplos de cosas pequeñas que controlan otras muy grandes.
-(i) .A los caballos les ponemos el freno en la boca porque sabemos que, si les controlamos la boca, podemos dirigir todo su cuerpo. De la misma manera, dice Santiago, si podemos controlar la lengua, tenemos el resto del cuerpo a nuestras órdenes; y si no podemos controlar la lengua, todo lo demás de la vida irá por mal camino.
(ii) El timón es muy pequeño en comparación con todo el navío; y sin embargo, al hacer presión en ese instrumento tan pequeño, el timonel puede dirigir el rumbo del navío y llevarlo al puerto. Mucho antes, ya Aristóteles había usado esta misma ilustración cuando estaba hablando de la ciencia de la mecánica: «Un timón es pequeño, y se encuentra situado en el último extremo de la nave; pero tiene tal poder que, por medio de él, y con la fuerza de una sola persona -y ejercida esa fuerza moderadamente- se puede dirigir la mole considerable de los barcos.»
La lengua también es pequeña, pero puede dirigir todo el curso de la vida de una persona, y más.
Filón llamaba a la mente el conductor y el piloto de la vida de una persona. Cuando la mente está en control de cada palabra, y ella misma está controlada por Cristo, la vida está a salvo.
Santiago no dice de momento que el silencio sea mejor que las palabras. No está defendiendo una manera trapense de vivir, en la que la conversación esté prohibida. Lo que sí propone es que se mantenga a raya la lengua. El griego Aristipo tuvo un dicho agudo: «El que domina el placer no es el que nunca lo experimenta, sino el que lo controla como el jinete guía al caballo o el timonel el barco, dirigiéndolo adonde quiera que vaya.» La abstención de una cosa no es nunca un sustituto completo del control de su uso. Santiago no propone que guardemos silencio cobarde o culpablemente, sino que usemos el lenguaje con sabiduría.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
REFERENCIAS CRUZADAS
f 110 Pro 26:3
g 111 Sal 32:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
R418 Τῶν ἵππων indica énfasis, a causa de la posición no común del genitivo (generalmente el genitivo sigue al sustantivo que modifica).