Comentario de Santiago 3:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y es la que contamina el cuerpo entero. Prende fuego al curso de nuestra vida, y es inflamada por el infierno.
3:6 — «Y la lengua… mundo de maldad». Santiago emplea aquí una metáfora. Como el fuego puede destruir todo un bosque, así la lengua (el hablar) puede destruir a toda una persona. Respecto a esta metáfora, Véase Proverbios 16:27; 26:18-21. La lengua es un mundo (la suma total) de maldad, en su esfera de actividades pecaminosas. (Desde luego Santiago aquí tiene en mente el uso malo de la lengua. Sin el uso de la lengua, ¿qué tanto pecado cometería el hombre?). — «La lengua está… todo el cuerpo». La lengua es capaz de manchar todo el cuerpo, por medio de conducir a la persona a más y más pecados. Compárese Jud 1:23.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
la lengua es un fuego. Jue 12:4-6; 2Sa 19:43; 2Sa 20:1; 2Cr 10:13-16; 2Cr 13:17; Sal 64:3; Sal 140:3; Pro 15:1; Pro 16:27; Pro 26:20, Pro 26:21; Isa 30:27.
un mundo de maldad. Stg 2:7; Gén 3:4-6; Lev 24:11; Núm 25:2; Núm 31:16; Deu 13:6; Jue 16:15-20; 1Sa 22:9-17; 2Sa 13:26-29; 2Sa 15:2-6; 2Sa 16:20-23; 2Sa 17:1, 2Sa 17:2; 1Re 21:5-15; Pro 1:10-14; Pro 6:19; Pro 7:5, Pro 7:21-23; Jer 20:10; Jer 28:16; Mat 12:24, Mat 12:32-36; Mat 15:11-20; Mar 7:15, Mar 7:20-22; Mar 14:55-57; Hch 6:13; Hch 20:30; Rom 3:13, Rom 3:14; Rom 16:17, Rom 16:18; Efe 5:3, Efe 5:4; Col 3:8, Col 3:9; 2Ts 2:10-12; Tit 1:11; 2Pe 2:1, 2Pe 2:2; 2Pe 3:3; 3Jn 1:10; Jud 1:8-10, Jud 1:15-18; Apo 2:14, Apo 2:15; Apo 13:1-5, Apo 13:14; Apo 18:23; Apo 19:20.
es inflamada por el infierno. Luc 16:24; Hch 5:3; 2Co 11:13-15; 2Ts 2:9; Apo 12:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Una lengua sin control puede ensuciar todo el cuerpo, a la persona completa.
la rueda de la creación también puede traducirse como «la rueda de la vida», es decir, el curso completo de la vida. La lengua puede dañar toda la vida de una persona. Además, el infierno indica que Satanás puede poner palabras en la boca de los creyentes al poner ideas en su mente (Mar 8:33; Hch 5:3).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA LENGUA ES UN FUEGO. Santiago pone de relieve la inclinación del hombre a pecar de palabra. Los pecados de la lengua incluyen las palabras ásperas y ofensivas, la mentira, la exageración, la enseñanza de falsas doctrinas, la calumnia, el chisme, la vanagloria, y mucho más. Los creyentes maduros tienen dominio sobre su lengua con la ayuda del Espíritu Santo, «llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2Co 10:5). A causa de la tendencia a pecar con la lengua, Santiago exhorta a todo hombre a ser «pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse» (Stg 1:19).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la lengua es un fuego. Como el fuego, las palabras pecaminosas de la lengua pueden propagar destrucción con rapidez, o como el humo que le acompaña, esas palabras pueden entrar y arruinar todo a su alrededor. contamina. Cp. Mar 7:20; Jud 1:23. la rueda de la creación. Lit. «el círculo de la vida», una expresión que confirma cómo la maldad de la lengua puede extenderse más allá del individuo que la posee para afectar todas las cosas en su esfera de influencia. infierno. Vea la nota sobre Mat 25:46. Una traducción de la palabra griega gehenna (o valle de Hinom). En el tiempo de Cristo este valle al SO de las murallas de Jerusalén servía como el vertedero de desperdicios y se conocía porque se mantenía incendiado todo el tiempo. Jesús empleó ese sitio como símbolo del lugar eterno de castigo y tormento (cp. Mar 9:43; Mar 9:45). Para Santiago «infierno» no solo alude al lugar, sino a la hueste satánica que lo heredará un día, porque todos los ángeles caídos usan la lengua como herramienta para hacer y esparcir el mal.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:6 — «Y la lengua… mundo de maldad». Santiago emplea aquí una metáfora. Como el fuego puede destruir todo un bosque, así la lengua (el hablar) puede destruir a toda una persona. Respecto a esta metáfora, Véase Proverbios 16:27; 26:18-21. La lengua es un mundo (la suma total) de maldad, en su esfera de actividades pecaminosas. (Desde luego Santiago aquí tiene en mente el uso malo de la lengua. Sin el uso de la lengua, ¿qué tanto pecado cometería el hombre?).
–«La lengua está… todo el cuerpo». La lengua es capaz de manchar todo el cuerpo, por medio de conducir a la persona a más y más pecados. Compárese Jud 1:23.
–«e inflama la rueda de la creación». Otras versiones dicen: «inflama el curso de nuestra vida» (Versión La Biblia de las Américas), «inflama el engranaje de la creación» (Versión Ecuménica), «inflama la rueda de la vida»; margen, Griego, del nacimiento (Versión Hispanoamericana), «enciende la rueda de la naturaleza» (Versión Moderna). Parece que Santiago se refiere a la influencia de la lengua en todo el curso o período de la existencia del hombre.
–«y ella misma… el infierno». La fuente del mal uso de la lengua es el mismo lugar de tormento eterno, como los demonios son la fuente del error (1 Timoteo 4:1).
En algunas versiones, en lugar de «el infierno», aparece «La Gehenna» (Versión Ecuménica), o «el Gehena» (Versión Hispanoamericana) (Versión Nuevo Mundo). Las versiones que dicen Gehena transliteran el término griego, geenna, del vocablo hebreo que significa valle de Hinom (Jos 15:8; Jos 18:16). Era lugar de culto idólatra (2Cr 28:3). Josías, el rey justo y que temía a Dios, profanó ese lugar (2Re 23:10). Llegó a ser lugar de quemar basura (Jer 7:32; Jer 31:40). De allí vino a significar un lugar de castigo eterno para lo abominable.
La Gehena no ha de ser confundido con el Hades (el lugar de espíritus privados de cuerpos, y donde moran los espíritus entre la muerte y el juicio final, sea en condición de reposo o de dolor, Luc 16:22-26).
El Nuevo Testamento usa el término Gehena, o infierno, muchas veces (Mat 5:29; Mat 10:28; Mar 9:45; etcétera). Es lugar de castigo eterno (Mat 2:1-235:46 y siguiente. El castigo de los condenados durará tanto como la vida de los salvos).
Seol, término hebreo que aparece muchas veces en el Antiguo Testamento, equivale a Hades, el término griego, en el Nuevo Testamento. En 2Pe 2:4 aparece el término griego tartaroo, «ser echado abajo a Tártaro». Las muchas versiones en este pasaje dicen «infierno», según el concepto común entre los griegos y hebreos. Tártaro es el lugar más profundo del Hades, donde sufren los condenados.
Fuente: Notas Reeves-Partain
UN FUEGO DEVASTADOR
Santiago 3:5b-6
Fijaos en cómo se puede extender un pequeño fuego por todo un gran bosque. Pues la lengua es como ese pequeño fuego, que representa en medio de nuestros miembros todo lo malo que hay en el mundo; porque contamina todo el cuerpo, y le prende fuego al círculo recurrente de la creación, y ella misma arde con el fuego del infierno.
El daño que puede causar la lengua es como el de un fuego en el bosque. La figura del fuego del bosque es frecuente en la Biblia. El salmista Le pide a Dios que haga que los malos sean como la paja ante el viento; y que Su tempestad los destruya como el fuego arrasa el bosque y la llama hace arder las montañas (Sal 83:13 s). Isaías dice que «la maldad prende como el fuego, devorando cardos y espinos; y arde en la espesura de la breña» (Isa 9:18 ). Zacarías habla de «un brasero ardiendo donde hay mucha leña, y un hachón de fuego en medio de las gavillas» (Zac 12:6 ). Apunta a algo que los judíos de Palestina conocían muy bien. En la estación seca, la maleza y el monte bajo ardían tan fácilmente como la estopa. Si se producía un fuego, las llamas se extendían como una ola imposible de detener.
La imagen de la lengua como un fuego también es comente en la literatura hebrea. «El hombre perverso cava en busca del mal, y en sus labios hay como llama de fuego» (Pr 16:27 ). «Porque el hombre iracundo encenderá la quistión… Conforme a la materia, ansí se encenderá el fuego; y conforme a la vehemencia de la quistión se encenderá el ardor… La contienda apresurada enciende el fuego… Si soplares la centella, encenderseha [como fuego] …» (Eclesiástico 28:11-14, Biblia del Oso). Hay dos razones por las que el daño que causa la lengua es como un incendio.
(i) Llega muy lejos. La lengua puede causar daño a distancía. Una palabra casual que se deja caer en un extremo de la ciudad o del país acaba por llevar el dolor o el perjuicio hasta el otro extremo. Los rabinos judíos usaban esta ilustración: «La vida y la muerte están en la mano de la lengua. ¿Es que la lengua tiene mano? No; pero como la mano puede matar, así también la lengua. La mano mata únicamente a corta .distancia; la lengua se compara con una flecha porque puede matar desde muy lejos. Una flecha puede matar a cuarenta o cincuenta pasos, pero de la lengua se dice (Sal 73:9 ): Los malos «ponen su boca contra el cielo, y su lengua se pasea por toda la Tierra.» Abarca toda la Tierra y alcanza hasta los cielos.»
Ese es realmente el peligro de la lengua. Se puede esquivar un puñetazo, porque el que te lo quiere dar está cerca; pero una palabra maliciosa que se deja caer, o una calumnia que se repite acerca de alguien que está muy lejos o que tal vez ni se conoce, es- algo que le puede producir un perjuicio incalculable, y que no se puede evitar ni esquivar porque no se ve venir ni se sabe de dónde viene.
(ii) Es incontrolable. En el clima seco de Palestina, como de gran parte de España, un fuego en el bosque llegaba a estar fuera de control casi inmediatamente; y así de incontrolable es el daño que se causa con la lengua. «Tres cosas no vuelven a su origen: la flecha que se lanza, la palabra que se dice y la oportunidad que se pierde.» No hay nada más difícil de apagar que un rumor; no hay nada más difícil de borrar que una historia maliciosa y falsa. Antes de hablar, recordemos que una vez que decimos algo, ya sale de la esfera de lo que podemos controlar. Y pensemos antes de decir nada porque, aunque después ya no podremos recuperar lo dicho, no cabe duda que tendremos que responder de ello.
LA POLUCIÓN INTERIOR
Santiago 3:5b-6 (conclusión)
Debemos dedicarle un poco más de tiempo a este pasaje, porque contiene dos frases especialmente difíciles.
(i) La lengua, dice la versión Reina-Valera, es «un mundo de maldad.» Debería decir «el mundo de la maldad.» Es decir: en nuestro cuerpo, la lengua representa todo el mundo malvado. La frase griega es ho kósmos tés adikías, y llegaremos mejor a su significado recordando que kósmos puede querer decir dos cosas.
(a) Puede querer decir ornamento (de ahí, en español, cosmético, etc.), aunque este sentido no es el más corriente. En tal caso, la frase querría decir que la lengua es el ornamento del mal. Es decir: el órgano que puede hacer atractivo el mal. Con la lengua se puede hacer que lo peor aparezca como lo mejor; con la lengua se puede disculpar y justificar la mala conducta; con la lengua pueden las personas inducirse al pecado. No cabe duda de que todo esto tiene sentido y es verdad; pero es dudoso que sea lo que la frase quiere decir en este contexto.
(b) Kósmos puede querer decir mundo (de ahí el español cosmopolita, ciudadano del mundo). En casi todo el Nuevo Testamento kósmos sé refiere al mundo incluyendo el matiz de mundo malo. El mundo no puede recibir al Espíritu (Jn 14:17 ). Jesús se manifiesta a Sus discípulos, pero no al mundo (Jn 14:22 ). El mundo Le odia; y, por tanto, también odia a Sus discípulos (Jn 15:18 s). El Reino de Jesús no es de este mundo (Jn 18:36 ). Pablo condena la sabiduría de este mundo (1Co 1:20 ). El cristiano no debe amoldarse a este mundo (Rm 12:2 ). Cuando se usa kósmos en este sentido quiere decir el mundo sin Dios, el mundo que ignora, y a menudo es hostil, a Dios. Por tanto, si llamamos a la lengua el kosmos malo, queremos decir que es el compendio de todos los males. Una lengua descontrolada es un mundo hostil a Dios.
(ii) La segunda frase difícil es la que la versión ReinaValera traduce por «la rueda de la creación» (trójos tés guenéseós).
El mundo antiguo usaba la figura de la rueda para describir la vida en cuatro sentidos diferentes.
(a) La rueda es un círculo, una entidad redonda y completa y, por tanto, la rueda de la vida puede querer decir la totalidad de la vida.
(b) Cualquier punto de la rueda siempre se está moviendo hacia arriba o hacia abajo. Por tanto, la rueda de la vida representa los altibajos de la vida. En este sentido la frase quiere decir casi siempre la rueda de la fortuna, siempre cambiando y siempre mudable.
(c) La rueda es circular; siempre está volviendo al punto de partida; o, si así lo preferimos, a un punto por el que ya ha pasado antes; por tanto, la rueda representa la repetición cíclica de la vida, el aburrido giro de una existencia que no hace más que repetirse, sin avanzar jamás.
(d) La frase tenía un uso técnico especial. La religión órfica creía que el alma humana estaba pasando un proceso constante de nacimiento, muerte y reencarnación; y lo que había que procurar era salir de esa rueda de molino para entrar en el ser infinito. Así que el fiel órfico que lo conseguía podía decir: «Me he escapado de la rueda cansina y dolorosa.» En este sentido, la rueda de la vida puede corresponder a la fatigosa rutina de las reencarnaciones interminables.
Es prácticamente imposible que Santiago supiera nada del concepto órfico de la reencarnación. No es nada probable que ningún cristiano pensara en términos de una vida cíclica que no iba a ninguna parte. No es tampoco probable que un cristiano tuviera miedo de los altibajos de la vida. Por tanto, lo más probable es que la frase quiera decir la totalidad de la vida y del vivir. Lo que Santiago está diciendo es que la lengua puede provocar y extender un incendio destructor que puede arrasar toda la vida; y que la lengua misma está inflamada con el fuego del mismísimo infierno. De ahí su terrible potencia.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
NOTAS
(1) Véase Ap. 4C.
REFERENCIAS CRUZADAS
j 114 Pro 16:27; Mat 12:36
k 115 Sal 39:1; Mat 15:11; Mat 15:18; Mar 7:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
lengua es un fuego. O sea, la lengua puede ser algo incontrolable, capaz de destruir la vida del que habla y la de los demás.
encendida por el infierno. Una expresión metafórica en que la lengua, llena de iniquidad, es encendida por las llamas del infierno (i.e., por Satanás mismo).
Fuente: La Biblia de las Américas
6 (1) Un fuego maligno que proviene de la Gehena y que nos contamina. Tal como el incendio destructivo, la lengua extiende su destrucción, y como fuego maligno, contamina todo nuestro cuerpo con males originados en la Gehena.
6 (2) La palabra griega traducida curso se refiere generalmente a cualquier cosa redonda o circular que se mueve o gira como una rueda. En sentido figurado, indica un circuito de efectos físicos, un curso, tal como una órbita alrededor del sol. La palabra traducida vida significa origen, nacimiento, generación. Por consiguiente, la frase podría traducirse la rueda del nacimiento, refiriéndose figurativamente a nuestra vida humana, la cual es puesta en movimiento al nacer y rueda a su fin. La lengua, como fuego maligno proveniente de la Gehena, enciende nuestra vida humana, la cual gira como una rueda desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, de modo que el curso de toda nuestra vida está totalmente bajo la contaminación y corrupción maligna de la lengua.
6 (3) Representa el lago de fuego ( Rev_20:15). Véase la nota 22 (8) de Mt 5.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
inflama la rueda de la creación. Mejor, inflama el curso de la existencia (RV1977) o, de la vida. I.e., todo el curso «rotativo» de nuestra vida, y aun el entorno en que nos movemos; es consumido, devorado, arrasado, por una lengua flamígera. El tremendo poder destructivo de la lengua le viene del infierno mismo (lit., gehenna, Véase nota en Mat 5:22).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
cosmos de la iniquidad… → Gén 1:14-16; rueda de la existencia… Prob. se refiere al Olam Hazeh; gehena… → §240.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Gr., Gehenna
Lit., la rueda
O, existencia, u, origen
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, de nuestra existencia.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
* Gehenna: el basurero que estaba afuera de Jerusalén, donde se quemaba la basura. Esta palabra se usa de manera simbólica como destino final de los malvados.